El segundo robo en 24 horas en el estanco desata las alarmas sobre la inseguridad.

ROBO ESTANCO PONTECESURES /

Ricardo María Magán no se podía creer lo que veían sus ojos ayer por la mañana. El estanco que regenta en la calle San Lois de Pontecesures amaneció, por segunda jornada consecutiva, con la reja cortada y las puertas forzadas. Dos robos en dos días que le han causado pérdidas ??importantes?. Tabaco valorado en 7.500 euros fue el botín del primer asalto, en la madrugada del jueves. Ayer ??se llevaron lo que quedaba?, porque no le había dado ni tiempo a reponer la mercancía. ??Por eso me sorprendió muchísimo? volver a ser víctima de los delincuentes. ??No me imaginaba que iban a repetir otra vez la actuación? y de forma tan inmediata, comenta incrédulo el estanquero, que heredó el negocio de su madre en 1998.
Los dos robos fueron prácticamente identicos. Los asaltantes cortaron la reja que protege la entrada y forzaron después dos puertas para acceder al local. En la primera ocasión sonó la alarma. La última noche optaron por destrozarla y no se descarta que incluso hubieran utilizado algún tipo de inhibidor de frecuencia, explica Ricardo María Magán. A pesar de las similitudes, la Guardia Civil ??me dijo que probablemente sean grupos distintos? los responsables de ambas acciones delictivas, por eso ??no es fácil seguirles la pista, aunque están trabajando y tienen ya bastantes datos?. Uno de ellos, el atraco acaecido también en la madrugada del jueves en otro estanco de Teo y con igual ??modus operandi? que en Pontecesures, lo que hace sospechar que los autores fueran los mismos.
Magán no era ayer el único sorprendido. El asombro se reflejaba en las caras y también en las palabras de los vecinos. ??Pero, ¿otra vez??, se preguntaba una cesureña hastiada y preocupada por la constante delincuencia en la villa. ??Esto es el colmo?, añadía. ??Aquí, en Pontecesures, é seguido. Isto non ten arreglo?, reafirmaba otro lugareño mientras cada vez más gente se arremolinaba a las puertas del estanco. Otros no podían dejar de transmitir su temor. ??Eu morro de medo?, indicaba una señora. ??Isto é un desastre, estamos todos asombrados. Temos que pechar as portas con catro chaves?, insistía recordando el asalto que hace escasos días se registró en la sucursal del Banco Santander. Tampoco faltan quienes echan en cara la poca presencia de las fuerzas de seguridad en la zona, reprochando que ??aparecen cinco minutos y adiós muy buenas?.
Esta mezcla de miedo e impotencia se arrastra desde hace muchos meses en los que no ha habido respiro para la localidad. Los robos en viviendas, asaltos a bares o comercios, incendios provocados e incluso agresiones se suceden prácticamente a diario y muchos han optado por extremar los cuidados ante esta oleada de delincuencia que parece no tener fin, fijándose en cualquier cosa o persona extraña que perciben. De hecho, ayer algunos comerciantes comentaban entre ellos que durante la tarde del jueves vieron merodeando por el centro de la villa a un conocido delincuente de la comarca de O Barbanza al que ya se le imputan varios atracos y robos acaecidos en los últimos tiempos en Pontecesures.

Diario de Arousa

Defienden a ultranza la permanencia de los juzgados de Padrón.

El pasado lunes eran los cuatro alcaldes del Barbanza los que hacían piña en torno a la permanencia de los juzgados de Ribeira y rechazaban la reestructuración que prevé el anteproyecto de la Ley Orgánica del Poder Judicial que prevé el cierre de estos. Ayer, los regidores de Padrón y Rianxo, en el transcurso de los actos oficiales del martes de Pascua, mostraban en sus discurso su defensa a ultranza de la permanencia del partido judicial de Padrón y de los dos juzgados de primera instancia.

 

Así, y según apuntó el mandatario padronés, Antonio Fernández Angueira, convocará a una reunión a sus homólogos de la comarca del Sar y a Rianxo para mostrar una postura firme rechazando el cierre de dichos juzgados y la permanencia del partido judicial. El mandatario considera que eliminar estos órganos judiciales supondrá un revés para los vecinos y para la comarca, a la par que la reforma que se está debatiendo «supone alejar la justicia del ciudadano».

El Correo Gallego

El matrimonio de las noventa detenciones.

Un varón de Rianxo y una mujer de Valga, ambos con un amplio historial delictivo, inician los trámites para casarse.

?l es de Rianxo y tiene 34 años. Ella nació en Valga y ronda los 38. Entre ambos, y por separado, han completado carreras delictivas que suman unas noventa detenciones. Es cierto que Servando Vidal copa el podio con alrededor de setenta. Su trayectoria no está únicamente ligada a su Barbanza natal. Dodro, Pontecesures, Vilagarcía o Padrón, entre otros municipios, son lugares en los que sigue campando a sus anchas. Es precisamente en tierras padronesas en donde conoció a su novia actual y futura esposa. Se trata de María Mercedes Osorio, vecina con un largo historial policial y, por extensión, judicial en su tierra natal. Es precisamente en el Juzgado de Padrón donde Servando entró por su propio pie y sin estar esposado o custodiado el 27 de marzo. Ese día rellenó el papeleo necesario en el Registro Civil para casarse con su actual novia, María Mercedes.

La vida en común que llevan desde hace meses no ha pasado desapercibida entre quienes se encargan de detenerlos con cierta frecuencia. Policía Local y Guardia Civil conocen sus trayectorias y no dan crédito ante el enlace inminente. Pero detrás de las buenas y legítimas intenciones de ambos se esconde una realidad difícil de esquivar. Primero, por las prolongadas adicciones que ambos sufren. Segundo, por el reguero de juicios pendientes -principalmente por robos con fuerza, hurtos o trapicheo- a causa de los que tarde o temprano tendrían que dar con sus huesos en una cárcel -algo que la Guardia Civil y la Policía Local no entienden cómo no ha sucedido ya-. Y tercero, por las amenazas de muerte que el exnovio de la padronesa le ha enviado -en forma de recado por terceras personas- a Servando.

El tercero en discordia.

Se trata de otro delincuente habitual que se encuentra cumpliendo prisión desde el año pasado por un delito de tráfico de drogas y que fue novio de María Mercedes durante una larga temporada.

Según parece, la última vez que Servando fue arrestado, los agentes, que conocían esta situación y que con él ya mantienen cierta confianza, le preguntaron: «¿Y qué harás cuándo salga de la cárcel? Ya sabes que te buscará». El barbanzano respondió: «Pues está claro, uno de los dos ganará y otro perderá cuando nos enfrentemos».

El enlace.

Lo que nadie ha sabido confirmar por ahora, pero sí apuntaron algunas fuentes oficiales, es si entre ese reguero de robos protagonizados por Servando Vidal hubo uno que tenía una vocación más sentimental que lucrativa. Según parece, entre sus planes estaría robar una alianza para regalársela a su prometida con el objetivo final de llevar a cabo el enlace. De hecho, la Guardia Civil notificó ayer que este vecino de Rianxo fue detenido el fin de semana acusado de hurtar joyas valoradas en unos 2.000 euros en una casa de Dodro a finales marzo. El botín fue recuperado en una tienda de compra y venta de oro en la localidad pontevedresa de Vilagarcía, lo que desechó la hipótesis antes apuntada.

Pero al margen de la curiosidad que supone este enlace entre dos delincuentes habituales de las vecinas comarcas de Barbanza y O Sar, la cruda realidad, en el caso de Servando Vidal, es que su frenética actividad delictiva trae de cabeza a hosteleros y agentes del orden desde hace años.

La Voz de Galicia

Pontecesures busca el lleno con la Festa da Lamprea y la romería de San Lázaro.

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El Concello de Pontecesures vive mañana un de los días más importantes del año, y a buen seguro una de las jornadas más multitudinarias. Y es que se celebran dos citas destacadas del calendario para muchos gallegos, como son la tradicional romería de San Lázaro y la fiesta exaltación de la lamprea del Ulla, cuya campaña de pesca finaliza el día 15.

Se trata de dos acontecimientos que poco tienen en común, ya que mientras el primero tiene un carácter marcadamente religioso, el segundo está pensado para los amantes de la buena mesa y los más fieles seguidores del preciado pez cartilaginoso.

Pero aún ocupando polos opuestos, son citas totalmente compatibles, y lo cierto es que al coincidir en la misma jornada pueden convertir las calles pontecesureñas en un lugar de visita obligada y en un auténtico hervidero de gente, con lo que esto supone de beneficios para la economía local.

De la fiesta de San Lázaro poco hay que decir, salvo recordar que se trata de una de las citas religiosas más esperadas por muchos cristianos. Desde prácticamente todos los municipios de las comarcas de Caldas, O Salnés, O Sar y Barbanza se desplazan fieles a la villa pontecesureña para asistir a alguna de las misas. Pero incluso llegan creyentes de lugares mucho más alejados de la geografía gallega, sin duda convencidos de las bondades de este santo milagreiro. Y es que a San Lázaro se le atribuye el don de curar los males relacionados con la piel. Antiguamente era el abogado de los leprosos, de ahí su implantación en Pontecesures, donde existió una leprosería. Pero erradicada esta enfermedad, ahora los cristianos recurren a este santo con todo tipo de peticiones vinculadas a los problemas cutáneos.

Y tanto antes como después de acudir a misa en busca del milagro, o simplemente para rezar y honrar al santo, los fieles pueden sumarse a todos aquellos ciudadanos que mañana acudirán a Pontecesures en busca de la mejor lamprea, la del Ulla.

El Concello de Pontecesures quiere rendir homenaje a la «princesa del río» y, de paso, apoyar al colectivo de «valeiros», que se ocupa de su captura y tiene puerto base en la localidad.

El gobierno tripartito, dirigido por Manuel Luis Álvarez Angueira, ha querido hacer coincidir las dos fechas para convertir a Pontecesures en el centro neurálgico de Galicia en este primer domingo de abril.

Faro de Vigo

«Terán que levarme a rastro».

porto34

Victoria, en el centro, con su hija y su pareja

«Non, non imos marchar. Non vou entregar as chaves e marchar coas orellas baixas porque á xuíza lle dea a gana. Isto é meu e vou pelexar ata as últimas consecuencias. Que me saquen a rastro da miña casa ou o que queiran. Non hai papeis, pero non os hai para ninguén». Victoria Santiago Lagares lo tiene muy claro. Después del varapalo recibido por parte del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, había manifestado a la plataforma Stop Desahucios Barbanza su decisión de abandonar la vivienda antes de que mañana, a las 11.00 horas, se cumpla la orden de desalojo ordenada por el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Caldas.

Sin embargo, tras «consultar coa almofada», cambió de idea radicalmente y ayer, en lugar de estar empaquetando sus pertenencias, atendía a los medios de comunicación en el patio de su casa, la misma que está a punto de perder por «un lío moi grande». Visiblemente emocionada y angustiada, hace varios altos en su relato para contener las lágrimas, pero no da una imagen derrotista, sino todo lo contrario. «Eu non saio de aquí, eu quedo aquí amarrada cunha cadea» (a la barandilla del patio). «E saco a roupa e quedo en bragas e suxeitador».

Antecedentes

Bordeando los 60 años, a Victoria le toca seguir luchando por la casa que levantó casi con sus propias manos en los años 80, con el dinero que ahorró en 18 años emigrada en Bélgica y a la que volvió después de morir su exmarido, en 2012. En ella vive con un hijo, una nuera, dos nietos y su otra hija, Noelia, de 20 años, quien es la heredera de la vivienda aunque no pueda disponer de ella porque su padre, en el testamento, le legó el usufructo a la que era su pareja cuando falleció.

Victoria recuerda cómo llegó a este duro trance. «En setembro do ano pasado fomos a un xuízo de faltas porque supostamente a ameazamos -a la usufructuaria-, cando eu non a vira na vida. En Pontecesures saímos absoltos. Apelou en Caldas e cando chegamos ao xulgado a xuíza díxonos que non había xuízo. Asinamos e marchamos. Sempre pensei que asinaramos a presenza, pero aos poucos días chéganos unha sentenza firme pola que eu ía para fóra da casa e a outra para dentro. Por que? Se non se celebrou xuízo. Porque eu, se hai xuízo e o gaña, non me queda máis remedio, pero que sen celebrarse xuízo nos boten fóra da casa… Non me explico».

Alternativa

A pesar de su firme convicción, Victoria es consciente de que tarde o temprano tendrá que dejar la casa, por lo que la familia tiene una alternativa. «Buscar unha casa para sete persoas non é fácil, pero temos unha casa vella da miña nai, en Cordeiro, na que non vive ninguén. Se nos botan á forza para algún sitio teremos que ir. Para debaixo dunha ponte con dous meniños non podemos ir».

Las lágrimas asoman a sus ojos al hablar de sus nietos, una chiquilla que precisamente cumple mañana los 13 años y un niño de nueve. «Os pequenos queriamos que non estiveran o venres aquí, a ver se os mandamos á escola. Estano pasando moi mal. O neno non quere ir á escola, porque os rapaces dinlle que o van botar fóra. E os demais estaremos». Tiene todo el amparo de su familia («son a matriarca e o que diga eu está ben. Estamos apoiándonos uns aos outros») y también de algunos vecinos, como las que ayer se pasaron a darle aliento.

«Non vou marchar de aquí. Vanme vir botar á forza. Non me dá a gana de darlle as chaves ao Xulgado así polas boas -insiste-. Que veña a Garda Civil, que veña a xuíza botarme fóra. A ver con que dereito fixo o que fixo. Porque se eu non presentei papeis foi porque ninguén mos pediu, porque nun xuízo de faltas non fai falla presentar ningunha documentación. Onde os tivo ela para obrar como obrou? Estarei aquí ata o fin». Victoria reitera que es «unha inxustiza» porque la jueza «mesturou o civil co penal» y que «polo menos que me dea a oportunidade de escoitarme».

Pelea

Admite que «hai que empezar os trámites para arranxar o tema da titularidade, pero non quero facelo fóra, senón na miña casa, pero a xuíza non o entendeu así», solloza. «Iso non se fai en dous días. Dixéronme que polo menos tardaría dous anos. E nese tempo teño que ir vivir onde poida, aínda que chova por min».

La mujer no se explica «por que a usufrutuaria ten dereito a vivir na miña casa e eu non podo vivir nela. El debeulle de dar o usufruto da súa parte da casa, non da miña, que eu non asinei ningún consentimento. Non hai ninguén por riba desa xuíza para dicirlle que fixo mal?».

Victoria tiene que claro que «hai que empezar unha pelexa polo civil» para asegurar la titularidad del inmueble «e, se a perdo, marcho da miña casa, pero mentres, por que me botan fóra dela?».

Diario de Pontevedra