Solo 22 casos positivos detectados en la última semana en Compostela.

La incidencia acumulada a siete días que, desde hace unas semanas, es utilizada por la Xunta para analizar la evolución de la pandemia con más exactitud, sitúa a Santiago en uno de los dos niveles más bajos en cuanto a nuevos casos. Solo se han detectado 22 nuevos casos en la capital gallega en los últimos siete días. La cifra sube a 46 en el mapa de incidencia acumulada a 14 días para Compostela. En cuanto al global del área sanitaria, actualmente son 314 los casos activos. Habría que remontarse al pasado 24 de agosto para encontrar cifras similares, 329 en ese momento. Con estos datos, la incidencia media en Santiago y Barbanza se sitúa en 71 casos por cada 100.000 habitantes, la segunda área menos afectada de Galicia junto a Lugo. Otro dato que refleja la buena situación actual es el correspondiente a casos detectados por PCR en las últimas 24 horas en el área sanitaria, tan solo 15. También ha bajado en dos personas el número de hospitalizados en régimen regular, hasta los 39. En cuanto a los ingresados en críticos, se mantienen en datos similares, siete. Todos están ingresados en el CHUS, excepto una persona en el hospital do Barbanza. Vila de Cruces, Touro y O Pino son los que han presentado una peor evolución en los últimos siete días aunque siguen en niveles relativamente bajos de incidencia, inferiores a los 250 casos por cada 100.000 habitantes, la barrera en cuanto a un mayor salto de restricciones. De momento, todo el área sanitaria mantiene su hostelería abierta en interior y exterior, y la movilidad es total dentro del área, excepto Pontecesures, así como a otros concellos en similar situación.

El Correo Gallego

Diez contagios COVID en el CPI Pontecesures.

La situación en los centros educativos es fiel reflejo de los malos datos generales: los positivos en escuelas infantiles, colegios e institutos del área sanitaria de Santiago y Barbanza se han disparado hasta los 408 casos y hay 15 aulas cerradas. Los que más contagios presentan, diez cada uno, son el CPI de Pontecesures; y los CPR Compañía de María, La Salle, Nuestra Señora de los Remedios y San José de Cluny, estos cuatro en Santiago de Compostela.

El Correo Gallego

Las duras medidas llevan a gran parte de los hosteleros de Arousa a bajar la reja.

En todos los concellos afectados por las máximas restricciones hay bares con el cartel de “cerrado”

Las duras restricciones aplicadas en once municipios arousanos para paliar los efectos de la tercera ola de la pandemia han motivado que buena parte de la hostelería de estos lugares haya optado por bajar la reja hasta nuevo aviso. Las nuevas medidas vigentes desde ayer obligan a bares y restaurantes no solo a cerrar a las seis, sino a servir únicamente en terraza. Una condición que no todos pueden cumplir, porque no todos cuentan con un espacio que les resulte rentable. Así pues en Vilagarcía, en Cuntis, en Caldas, en Valga, en Vilanova y en los cuatro ayuntamientos de O Barbanza han optado por colgar el cartel de “cerrado” y avisar a su clientela a través de las redes sociales. Eso sí, acompañando el anuncio con un claro mensaje de cabreo al entender que es el sector más perjudicado y “criminalizado” por las decisiones del gobierno. De hecho los hosteleros de Ribeira y de A Pobra se echaron ayer a la calle en sendas movilizaciones delante de sus consistorios para pedir el apoyo ciudadano y un plan de rescate en unas ayudas que parece que no dan llegado. En Vilagarcía algunos resistirán este fin de semana, pero cerrarán la puerta a partir del lunes y hasta que se suavicen las restricciones. Algo que parece difícil a corto plazo teniendo en cuenta que la tercera ola está azotando fuertemente a la capital arousana. Son ya 120 los casos activos, siete más que la jornada anterior. Tanto en Vilagarcía como en otras localidades arousanas se están pagando los contactos de la Navidad. En Vilanova siguen subiendo y son 27 casos activos, mientras que en Meis suben a 20 y en Ribadumia y Meaño a 13 cada uno. La bajada de casos se experimenta por el contrario en A Illa donde logran descender hasta los 67 casos, seis menos que la jornada anterior. Lo mismo en Cambados que tiene 26 positivos por coronavirus y en Sanxenxo bajan a 33. En O Grove sigue la incidencia a la baja con 14 personas activas por Covid-19.

     Donde preocupa y mucho la situación es en los ayuntamientos de la comarca de Ulla-Umia en los cuales -salvo la excepción de Moraña y de Portas- los casos siguen disparados con una incidencia muy por encima del tope considerado “máximo”. Los casos más alarmantes son los de Pontecesures y Valga con una incidencia acumulada de 1.703 y 1.329 respectivamente y con 52 y 78 casos positivos detectados en los últimos 14 días. En Catoira, pese a no estar sometida a restricciones, también hay una incidencia alta de 749, en Cuntis de 641 y en Caldas están en 510 por cada 100.000 habitantes.

Diario de Arousa

Los cierres perimetrales nos sitúan al borde del semiconfinamiento

Cerrojazo a once concellos de la Ría de Arousa. La alta incidencia del coronavirus en las comarcas arousanas ha llevado a la Xunta de Galicia a decretar el nivel máximo de alerta en Vilagarcía, Vilanova, A Illa, Rianxo, Boiro, A Pobra y Ribeira. Todos ellos tenían medidas ya muy duras, pero ahora se incrementan. No son los únicos. Por primera vez desde el inicio de la pandemia al listado de restricciones más severas se suman también Caldas, Cuntis, Valga y Pontecesures que han visto subir peligrosamente su curva de contagios en los últimos días. Una decisión que no pilló por sorpresa a los alcaldes de las diferentes localidades que buscan, en todo caso, que los contagios se frenen. Las medidas empiezan a tener efecto a partir de hoy a las doce de la noche y, previsiblemente, se extenderán hasta mediados del mes de febrero.

El nivel de restricción máxima afecta sobre todo a la hostelería y a la movilidad. En el primer caso porque los bares y restaurantes solo podrán abrir a las seis y únicamente atender en terraza, nada de interior. En el segundo caso porque los once ayuntamientos citados estarán cerrados perimetralmente en solitario. Eso implica que, por ejemplo, un vecino de Cuntis no podrá entrar ni salir de su localidad salvo causa justificada como ir al médico, trabajo o cuidado de personas mayores o dependientes entre otras ya tipificadas desde hace meses. Lo mismo en los ya señalados como son Valga, Cesures o Caldas. Su actividad debe limitarse a su término municipal. Son un total de 142.212 arousanos los que se verán sometidos a este nivel máximo de restricciones.PUBLICIDAD

Por otra parte el resto de los ayuntamientos de las comarcas de O Salnés y Ulla-Umia (en O Barbanza todos están en el nivel máximo) se colocan en el nivel medio-alto como el resto de Galicia. Esto trae cambios sustanciales. Cambados, Meaño, Sanxenxo y O Grove abren sus perímetros (llevaban con ellos cerrados varias semanas) y sus vecinos podrán desplazarse a otros concellos no cerrados. Eso sí, la recomendación repetida al máximo ayer por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, fue la de evitar salir de casa más allá de las actividades necesarias y esenciales.

Diario de Arousa

Cinco heridos tras chocar dos turismos en el vial padronés que enlaza la AP-9.

Cinco personas resultaron heridas tras colisionar frontalmente dos turismos este jueves, a las 16.30 horas en el vial AG-11, que conecta la entrada padronesa de la autopista AP-9 con la Autovía do Barbanza. Y hasta allí, en Paraño, acudieron en cuestión de minutos efectivos del GES de Padrón, que excarcelaron a una mujer. Fueron un Mercedes verde y un Peugeou 306 los que chocaron de forma aparatosa, en una jornada con chubascos y sin que trascendiera cual de los dos vehículos invadió el carril contrario. El suceso provocó retenciones, y fueron particulares los que alertaron del choque. También se dio aviso a Urxencias Sanitarias de Galicia-061, Policía Local, Guardia Civil de Tráfico y al servicio de mantenimiento de esa vía de circulación. Al parecer, no había padroneses entre los contusionados.

El Correo Gallego

Catoira reivindica que se mantengan en el Ullán los servicios ferroviarios que había antes de la pandemia.

García presidió ayer el primer pleno de su nueva etapa. García presidió ayer el lunes el primer pleno de su nueva etapa.

Alberto García presidió ayer su primer pleno desde que recuperó el bastón de mando de Catoira. Y aprovechó la sesión para sacar adelante el primer acuerdo trascendente de esta nueva etapa, como es una reivindicación dirigida a Renfe, al Estado central, la Xunta y a todo organismo que tenga algo que decir en la materia, para que se garantice el mantenimiento de los servicios ferroviarios.

En concreto, se quiere que se respeten la periodicidad y frecuencia de los trenes que utilizaban antes de la pandemia no solo los catoirenses, sino también los ciudadanos de Pontecesures y Padrón -con apeaderos propios- y, en general, los de comarcas como Caldas, O Sar y Barbanza.

Lo que hizo el alcalde vikingo fue incluir esta reivindicación en el orden del día a modo de Resolución de Alcaldía, pero sometiéndola a votación para que la Corporación le diera más fuerza tomando el acuerdo de reivindicar ese mantenimiento de los servicios ferroviarios, ya que con el estado de alarma por el coronavirus bajaron de 10 a 4 diarios, en cada sentido, y se teme que no vayan a recuperarse.

La propuesta elevada por García al pleno se basa en la reivindicación que hace días dio a conocer FARO DE VIGO, cuando el exconcejal pontecesureño Luis Sabariz hizo llegar a todos los grupos políticos parlamentarios y a los alcaldes del Bajo Ulla un informe en el que se alerta de esa pérdida de trenes, en perjuicio de la sociedad en general y, muy particularmente, de trabajadores y estudiantes.

«Como también van a salir muy perjudicados, en caso de reducirse el número de trenes, los ciudadanos de toda la comarca de Barbanza que se acercan a nuestras estaciones para utilizar este importante medio de transporte», advierte el propio García.

«No tiene sentido que se introduzcan nuevos recortes o se mantengan los aplicados a raíz de la pandemia cuando está demostrado que los ciudadanos utilizan el tren en gran número, e incluso que cada año parecen hacerlo más, por eso nos oponemos a la reducción de frecuencias y exigimos que sigan parando en nuestros apeaderos»,» proclama el máximo mandatario catoirense.

Iván Caamaño, portavoz del PP , se ofreció a pedir a la diputada Ana Pastor que ejerza de mediadora en el Congreso y reclamó un frente común de reivindicación participado por los Concellos de Rianxo y Boiro.

Faro de Vigo