El CEIP de Carcacía no abrirá el próximo curso por falta de alumnado.

Sólo se matricularon dos alumnos.

Fachada del CEIP de Pousada Carcacía, en Padrón, que el próximo cursos no abrirá sus puertas

Fachada del CEIP de Pousada Carcacía, en Padrón, que el próximo cursos no abrirá sus puertas.

El CEIP de Torrexallóns (Laxe), el CEIP de Pousada Carcacía (Padrón) y la EEI de Carnés (Vimianzo), con una, dos y cuatro matrículas respectivamente, no abrirán sus puertas el próximo curso por falta de alumnado. Así lo ha comunicado la Consellería de Cultura, Educación, FP e Universidades, que añade que los niños matriculados en estos centros ya tienen plaza en los colegios de referencia de sus respectivos concellos.

Así, el próximo curso escolar arrancará en Galicia el día 11 con 11.934 aulas para 225.013 alumnos de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato. La Xunta asegura que se refuerza el número de unidades para el próximo curso en comparación con el anterior, en el que estuvieron operativas 11.916 aulas, pese a registrarse “casi 2.000 matrículas menos” (226.811 alumnos el curso pasado).

Por etapas, el número de estudiantes desciende en Infantil y Primaria, en concreto en 2.643 alumnos menos, y, en menor medida, en Bachillerato, con 115 alumnos menos.

Por el contrario, en ESO se registra una subida de 960, en base a las previsiones disponibles por la Administración hasta cerrar el proceso.

Para la escolarización en el próximo curso, la Consellería recibió sobre 15.000 solicitudes de plaza para niños y niñas que entran por primera vez en los colegios gallegos (concretamente el alumnado de tres años que entra en 4º de Infantil), para quien se oferta algo más de 26.000 plazas disponibles en el sistema.

Según la Consellería, esto supone que casi el 58% de las plazas de nuevo ingreso ofertadas quedan libres. Es decir, que el 99,2% del alumnado que solicitó plaza en 4º de Infantil en los centros de las cuatro provincias para este curso la obtuvo en el que se escogió como primera opción.

Asimismo, dicho departamento recuerda que las ratios establecidas por la normativa estatal para Infantil y Primaria son de 25 alumnos por aula, y en Galicia, el 70% de las aulas de estas etapas tienen 20 alumnos o menos (y de estas, el 30% tienen diez o menos alumnos).

La Consellería añade que la Comunidad “se mantiene en los puestos de cabeza en ratio alumno/profesor, con una media de 9,8 estudiantes por cada docente frente a la media nacional de 11,4 en España”.

Por otra parte, para atender la demanda en determinadas zonas “cuyo dinamismo demográfico lo hace necesario”, la Consellería tiene en ejecución o programadas obras de ampliación en los colegios Agro do Muíño (Ames) o As Mirandas (Ares) y en los institutos Pedras Rubias (Salceda de Caselas), Losada Diéguez (A Estrada), Ferro Couselo (Ourense) o Aquis Celenis (Caldas), y se harán nuevos centros en Ames y Vigo.

El Correo Gallego

El Flavia perdió la final de la Copa del Sar en los penalties.

El Flavia partía como favorito en la final de la Copa del Sar que disputó este domingo en el campo de Santa Isabel ante el Calo, pero ya se sabe que no hay enemigo pequeño y menos en enfrentamientos de este nivel.

El equipo padronés partía con la ventaja de ser un habitual en este tipo de encuentros y su entrenador, Camilo Perol, se puede considerar el rey de copas ya que levantó hasta en ocho ocasiones el trofeo, una vez como jugador con el Esclavitud, dos veces como técnico de las plantillas juveniles del Urdilde y el Flavia y cinco más ya dirigiendo al conjunto de O Souto. Hay que sumar además las cinco finales perdidas por los padroneses, que demuestran su interés en esta competición que ya cumplió su edición 55 y que también contabiliza los triunfos del Padrón Frente de Juventudes en la primera edición de 1968 ante el Esclavitud y del Padrón en 1978 con el Bastavales (2-1) y en 1979 ante el Dubra (2-0). Hay que tener en cuenta que se puede considerar que estos dos equipos dieron lugar a la fundación posterior del Flavia, por lo que los de Padrón sumarían hasta 13 finales.

Por su parte, el Calo estuvo presente en cuatro finales, ganando las de los años 1983 ante el Xuventude de Trazo por 2-1 y la de 1989 ante el Luaña por 2-0. Perdió la de 1984 con el Silleda (4-1) y la de 2011 frente al Dubra (4-3).

Formación titular del Calo en la final de la Copa do Sar

Formación titular del Calo en la final de la Copa do Sar.

Para ahondar más aún en el, a priori, favoritismo de los padroneses no hay más que ver el camino de ambos equipos para alcanzar la final. El Flavia eliminó con claridad al Trazo (1-4), Carreira (1-3), Carcacía (0-5) y Dodro (0-4), superando la semifinal por penaltis ante el Vea después de empatar a dos goles.

El Calo tuvo muchas más dificultades ya que dejó en el camino al Lamela (2-5), Tordoia (2-3), Taragoña (5-6), al Villestro en los penaltis después de empatar a uno y finalmente al Cacheiras, también en los penaltis tras una igualada a dos tantos.

La experiencia parecía estar del lado del Flavia, pero ya lo advertía su entrenador. Las finales las puede ganar cualquiera.

De principio, los padroneses alinearon a Lucas, Óscar, Alberto, Triñanes, Martín, Iván, Rama, Damián, Pedri, Toni y Uxío, con Pablo, Santi, Suárez, Losada y Marcos en el banquillo.

El conjunto teense, por su parte, partió con el once formado por Óscar, Martín, Adrián, Denis, Villa, Paulo, Burés, Jacobo, Mateo, Ander y Rubén, mientras que en el banquillo se sentaban Xavi, Maikel, Boo, Juanma y Djalma.

El encargado de impartir justicia fue el árbitro de la delegación santiaguesa Nicolás Elespe Tireux, auxiliado por Darío Rodríguez Moar y Adrián Ponte Aponte, ejerciendo de cuarto árbitro Jesús Piñeiro Lugo.

Jugadores titulares del Flavia en Santa Isabel

Jugadores titulares del Flavia en Santa Isabel.

Solo tres minutos después de pitar el inicio del encuentro ya se adelantó el Flavia, pero el Calo no perdió la compostura y tras el saque de un córner Mateo se supo adelantar y llevar el balón al fondo de la red. Con 1-1 se cumplió el tiempo reglamentario y fue necesario ir a la prórroga. Ya no había favoritos.

El Calo se adelantó con un tanto de Adrián tras una gran jugada de Djalma, pero pronto igualaron los padroneses por medio de Suárez. Nadie daba su brazo a torcer. Las espadas estaban en todo lo alto.

El reloj avanzaba y el marcador no se movía. Todo apuntaba a un final trágico desde el punto de penalti.

Es la segunda vez que la final de la Copa do Sar, después de 55 ediciones, se juega a esta suerte de cara y cruz. Solo en el año 2019 el Zona Vella superó al Laro desde los once metros para llevarse el trofeo.

En esta ocasión, los jugadores del Flavia, más experimentados en la disputa de finales, parecían tener ventaja, pero los futbolistas del Calo estaban dispuestos a romper con ese favoritismo, tal y como había hecho ya durante el tiempo reglamentario y la prórroga.

El comienzo de la tanda mostraba el nerviosismo en ambos bandos, ya que los dos equipos fallaron los tres primeros lanzamientos. Fue necesario llegar a la muerte súbita y en el segundo de los penaltis que apeaba al que cometiera un fallo el Calo fue más preciso y se llevó el trofeo. Los hombres dirigidos por Juan Carlos Pájaro demostraron que no hay favoritos Y lo hicieron sobre el césped.

El Correo Gallego

Diez ofertas compiten para ampliar la potabilizadora de Carcacía y que pueda abastecer a 90.000 vecinos entre ellos los de Pontecesures.

Desde Padrón surte a Barbanza, Sar y parte de Arousa o Caldas // Aumentará su capacidad en un 40 % // Se hará en 18 meses

Visita de autoridades y técnicos a la potabilizadora de Padrón / xunta

Visita de autoridades y técnicos a la potabilizadora de Padrón.

La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, a través de Augas de Galicia, recibió un total de diez ofertas para ejecutar las obras de ampliación y modernización de la potabilizadora de Padrón, licitadas por un importe de casi nueve millones de euros. Y de esa decena, siete de ellas están conformadas por UTE, lo que suma un total de 17 compañías. El objetivo es mejorar el abastecimiento del sistema del margen derecho de la ría de Arousa, para aumentar un 40 % la capacidad de tratamiento y blindar el suministro de agua a diez ayuntamientos.

Al hilo, hay que recordar que la potabilizadora suministra actualmente a los municipios de Boiro, Catoira, Dodro, A Pobra do Caramiñal, Pontecesures, Rianxo, Ribeira, Valga y a Padrón, estando también conectado el de Vilagarcía de Arousa.

La entidad hidráulica de la Xunta trabaja con el objetivo de comenzar las obras en el último trimestre del año, con un plazo de ejecución de 18 meses, a lo largo del cual se irán poniendo en servicio los distintos elementos de manera progresiva. En esta intervención, la Xunta asume íntegramente la financiación y ejecución de las obras de ampliación de la estación de tratamiento de agua potable, en el marco de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Padrón que supondrá una inversión global de diez millones de euros. Desde la capital del Sar, por su parte, asumirán las gestiones y trámites necesarios.

PLANTA.

Mediante este contrato se ejecutarán las obras necesarias para aumentar la capacidad de tratamiento de la planta hasta los 630 litros por segundo, frente a los 450 l/s que suministra hoy. De este modo se podrán superar las actuales limitaciones en el abastecimiento y ofrecer mayores garantías a una población de más de 90.000 vecinos, y siempre en previsión de un futuro incremento de la demanda.

Para ello, se ampliará la potabilizadora ubicada cerca de Casal, en la parroquia de Carcacía y a la orilla del Ulla. Pero también se modernizará y hará más eficiente, dotándola de un sistema para la recuperación del agua de lavado de filtros que actualmente son vertidos al río. La red de entubado suma 56 km.

El Correo Gallego

José Cajaraville, padronés atacado por velutinas: «Picáronme unhas 30 ao pisar o niño desbrozando. Se fose alérxico, non saía da finca»

Pudo regresar a su casa tras ser atendido en el Clínico de Santiago y estar horas en observación

José Cajavarille cumplió ayer 77 años en su casa de Sinde, en Carcacía (Padrón). Pero un día antes, el jueves, volvió a nacer. Pasadas las 10.30 horas, cuando desbrozaba con su tractor una de sus fincas, pasó por encima de un nido de velutinas oculto por la maleza. La reacción fue inmediata y se vio rodeado por las encolerizadas avispas: «Conto unhas 30 picadas na cara, na cabeza, nas mans e nos brazos. Acribilláronme». José siguió manejando el tractor, mientras trataba de espantarlas con su mano derecha, para salir de allí cuanto antes y llegar a casa. Se fue al centro médico de Padrón, «onde me inxectaron antibióticos á vena, e a miña doutora xa me chamou unha ambulancia para ir ao Clínico a Santiago, onde me puxeron máis material». Permaneció en observación hasta pasadas las 19 horas.

«A sorte que teño é que non son alérxico, porque coa cantidade de velutinas que me picaron se o fose xa non saía da finca». Eso sí, el dolor fue insoportable: «Explotábame a cabeza, non aguantaba. De feito, no centro médico deume un mareo». Los analgésicos lograron calmarlo, pero ayer las molestias continuaban: «Son feroces. Picáronme por riba da funda que levaba. É un dolor terrible, non quero que lle pase a ninguén. Téñenme picado abellas, e non tiven reacción. Pero coas velutinas, segues tendo a sensación de que aínda che están picando. Estou rascando constantemente os brazos. A cabeza pasoume, pero dóeme a sen», cuenta desde su casa, donde toma la medicación que le recetaron en el Clínico, junto con una advertencia: en caso de encontrarse mal, que acuda rápidamente al centro de salud.

El peligro de los nidos en tierra

Cajaraville, al que en la parroquia conocen como O vaquero por su emigración a Estados Unidos, aún tiene humor para comentar: «Nunca me vira noutra así, pero eu creo que despois desta xa non fai falta que me vacine máis para cousa ningunha». Más serio se pone para advertir del peligro de los nidos de velutina en la tierra, porque no se ven. Él mismo, que volvió ayer a la finca para observar el nido que rompió con el tractor, acabó la pasada semana con otra colmena de velutinas, en un nogal próximo a su casa.

Otro vecino de la parroquia lamenta la falta de efectividad de los avisos para erradicar nidos de esta avispa invasora, de forma que las alertas se reducen y los afectados intentan exterminarlos por su cuenta. Porque el problema de las velutinas, añade, sigue muy presente: «Aquí acaban con todas as colmeas de abellas. Non deixan nada. Ata comen a froita verde nas árbores», asegura.

Retirada de un nido de vespa velituna a través de una pértiga

Qué hacer al encontrar un nido de velutina: Mantener la calma, apartarse y notificarlo

Desde que la vespa velutina entró en Galicia hace ya una década, los meses estivales son siempre el apogeo en lo que a avisos se refiere. Este incremento comienza a partir de junio y es en el mes de agosto cuando se registran los mayores picos de alertas. Así lo explica Roberto Delgado, técnico forestal en Seaga (la empresa encargada de la retirada de nidos). 

Porque a principios de julio cuando este insecto empieza a elaborar sus nidos secundarios. Hasta ese momento, la mayoría estaban todavía en los primarios, que tienen el tamaño de una pelota pequeña y se encuentran en el suelo o en lugares de poca altura. Los nidos secundarios los hacen en lugares más altos y alcanzan mayor tamaño.

La Voz de Galicia

«El timbal de lamprea es muy de Padrón y hay que conservarlo».

La vecina Guapecha Castaño es de las pocas personas que aún elabora la típica empanada de forma totalmente artesanal.

La lamprea es la protagonista estos días de los menús de la hostelería de Padrón, pero también lo es en el ámbito privado en el que hay grandes cocineras como la vecina Guapecha Castaño Solar, de 63 años. Es de las pocas personas que aún elabora de forma artesanal el timbal de lamprea, una empanada muy típica de Padrón. Su buen hacer ya fue reconocido por un jurado, con motivo de un concurso organizado por el Concello, en el que obtuvo el primer premio.

«Yo ya hacía la empanada de lamprea con mi madre; era a la única que quería en la cocina», cuenta Guapecha Castaño que, cada temporada, hace un buen número de timbales para la familia y amigos, siempre de forma desinteresada. «El timbal es muy típico de Padrón y ya lo hace muy poca gente de forma artesanal», subraya. Ello supone hacer todo a mano, incluida la masa, que suele ser más consistente de la normal para que aguante la salsa de la lamprea, que «se prepara en su sangre. Esa es la esencia de la lamprea: cocinada en su sangre», explica Guapecha Castaño. Ella cocina la masa y la lamprea al mismo tiempo, aunque explica que hay quien lo hace por separado.

«Hay que tener mano para hacerla y que salga tan bien; Guapecha es única haciendo el timbal», asegura su hermano Gonzalo. Todo empieza con la limpieza de la lamprea, que no es tarea fácil, pero a Guapecha hasta le gusta hacerlo, al modo que lo hacía su madre. A ella, además, le gustan, especialmente, los ejemplares capturados en el río Ulla en las pesqueiras de Carcacía.

Y para cocinar una buena lamprea hay algo básico, asegura la vecina: «cuanta más sangre suelte, mejor, porque es fundamental para hacer una buena salsa». Y para el timbal la clave está en que esa salsa, que se cocina en medio del pez casi enroscado, no se derrame y sea aguantada por la masa consistente. «No da mucho trabajo hacerla, o será que yo ya estoy acostumbrada que me sale casi sola», dice Guapecha, que también avisa: «como no espabilen para aprender, la receta se va conmigo», algo que corrobora su hermano. «A todos los Castaño nos gusta la lamprea, pero solo a ella se le da hacer el timbal», afirma Gonzalo.

Pese a prepararla tantas veces, a la cocinera no le aburre, pero dice que es un plato «de sabor muy fuerte, de comer dos o tres veces por temporada», algo que corrobora su hermano, que señala algo que es sabido de la lamprea: o te encanta o la detestas.

Guapecha Castaño reconoce que «solo tomo la que yo preparo, aunque sé que en los restaurante también se hace bien». También opina que, a este paso, la receta del timbal de lamprea se pierde y «sería una pena. Es bonito que la gente aprenda a hacerlo; hay que conservar el timbal de lamprea porque es muy de Padrón», señala la vecina.

La Voz de Galicia

El jabalí se ceba con explotaciones de maíz en Padrón, Rois y Brión.

Javier Villaverde asegura que la zona de A Escravitude está muy afectada.

Ganaderos con cultivos en Padrón, Rois y Brión están «moi preocupados e enfadados» por los daños ocasionados por los jabalíes en sus fincas de maíz e hierba que, en el caso de otros vecinos, también se extendieron a las cosechas de patatas. Entre los ganaderos está Javier Villaverde que, junto con su madre, Isaura Rivas, regenta una explotación de vacas de leche en el lugar de Prada, en la parroquia de Cruces, en Padrón.

Hace una semana que comenzó a ver como los jabalíes dañaban sus cosechas de maíz de lugares como A Escravitude, en Padrón; O Sisto, en Rois o Bastavales en Brión. Él mismo vio una manada de 12 o 14, crías incluidas, en una finca de Rois. «É unha auténtica barbaridade o que está pasando», explica el ganadero, que considera que «alguén terá que facerse cargo dos danos que ocasionan estes animais».

Otros años sufrió el ataque de los jabalíes en una o dos fincas, pero nunca como esta vez. Cuenta que tiene sembrado en torno a unas 44 hectáreas de maíz y que, entre la sequía y los daños de los cerdos, tiene mucha superficie afectada. De hecho, calcula que, en torno al 10 % del maíz sembrado ya está perdido, pese a que «os danos están empezando; o peor é sempre este mes e o próximo, que é cando o millo está máis apetecible para o xabaril, antes de estar o gran completamente duro», explica.

El viernes y ayer llamó al teléfono 012 de la Xunta para comunicar lo sucedido, pero no dio hablado con nadie. «Hai máis gandeiros e veciños afectados», asegura el profesional de Prada en alusión a otro compañero de A Estrada con cultivos dañados en Carcacía, en Padrón.

«O que está pasando este ano non é nada comparable co que vivimos ata agora; non ardeu o monte nin hai comida nel, polo que os xabarís teñen fame e buscan que comer», cuenta Javier Villaverde, que reclama batidas u otras medidas para reducir la presencia de estos animales en la zona, así como que se hagan cargo de los daños ocasionados. «Cando as crías que hai medren vai ser unha auténtica animalada», asegura el vecino de Prada que añade que «aos que soltaron libremente os xabarís fóiselle o tema das mans».

«Estamos moi preocupados, porque unha hectárea de millo cústanos uns 1.000 euros entre sementala e recollela, e non nos podemos permitir que nola estraguen así», afirma Javier Villaverde. En Prada hubo otros vecinos perjudicados por los daños de los jabalíes, incluso en cosechas de patatas. Alguno también desistió de sembrar maíz, después de que el animal le comiera la semilla más de una vez.

La Voz de Galicia