El ciclismo gallego rinde homenaje al Padronés-Cortizo.

Suso Blanco Villar, director deportivo del Padronés.

El Auditorio Centro Sociocultural de Padrón será escenario mañana, a partir de las 20.30 horas, de la Gala del Ciclismo Gallego 2.016, en la que se entregarán las distinciones a los mejores del pasado año, además de completar los homenajes con las Menciones Especiales que la Federación Gallega de Ciclismo entregará para distinguir quince trayectorias sobresalientes, entre ellas, la del Padronés Cortizo-Anova.
El equipo ciclista que ahora dirige Suso Blanco Villar se encuentra festejando su 60 aniversario, como una de las escuadras más representativas de Galicia. A lo largo de esta aventura, durante los últimos 30 años, la entidad que preside Tanis Vázquez ha contado con el apoyo de Aluminios Cortizo como patrocinador, hecho por el que dicha empresa también será distinguida a la lo largo de la ceremonia de mañana en Padrón.
El resto de distinciones especiales recaerán en Jacobo Ucha, ciclista porriñés que dio el salto al pelotón profesional, al igual que el redondelano Samuel Blanco, nominado a ciclista revelación. Luis López López (Zurdo), del Clube Ciclista Milagrosa; el Club Ciclista Coruxo, el Club Ciclista Bici Verde, el Más Enduro MTB, el Singletrack Outdoor Sports por la organización del Campeonato de España de Descenso en Vigo; y el Maceda por partida doble, siendo designado como mejor escuela de ciclismo de Galicia y por la organización del Campeonato de España de BTT Team Relay, XC Eliminator y XCO Cross Country Olímpico el pasado verano en su ayuntamiento también serán distinguidos en el capítulo de reconocimientos a directivos y entidades deportivas de Galicia.

GALARDONES. La Gala del Ciclismo Gallego premiará a los triunfadores del año 2.016, tanto a nivel autonómico como estatal, en un año con grandes éxitos en Campeonatos, Opens y Copas de España. Precisamente Iván Feijoo, uno de los más laureados, no podrá asistir por encontrarse disputando ese mismo día el Mundial de Ciclocrós en Luxemburgo. Entre los premiados están los ganadores de los Ránquins FGC de las distintas modalidades.

El Correo Gallego

Investigan un intento de violación a una joven el miércoles en Iria Flavia .

Se produjo sobre las 20.00 horas en una zona próxima a la casa natal de Cela.

Zona en la que se produjo el intento de violación.

Agentes de la Policía Judicial investigan un intento de violación a una mujer joven que tuvo lugar el pasado miércoles en la localidad de Iria Flavia, en Padrón. Según pudo saber este periódico, el intento de agresión se produjo sobre las 20.00 horas del miércoles, justo el mismo día en que había montado un dispositivo en la zona por la desaparición de un menor de Pontecesures, por lo que la Guardia Civil de la zona fue alertada en el momento de este hecho, aunque no se logró detener a ningún sospechoso.
El intento de violación se produjo en una zona próxima a la casa natal de Cela. La víctima es una joven de entre 25 y 30 años residente en Iria, aunque algunas fuentes apuntan a que es natural de A Baña.

El Correo Gallego

Capturan en Cesures la primera lamprea del Ulla, que se cocinará hoy en Padrón.

Ramón Agrasar, naseiro de Pontecesures, conocido como O fillo de Lola, capturó en el día de ayer sobre las doce de la mañana la primera lamprea de la temporada en el río Ulla, a su paso por este municipio. La pieza pesó aproximadamente un kilo trescientos gramos y fue vendida por 150 euros. «Xa tardaba», expresó Agrasar satisfecho por la captura, después de once días echando las nasas sin éxito. La falta de precipitaciones «fixo que non houbera case auga no río nestas primeiras semanas», explicó sobre esta campaña, que arrancó el pasado día 3 de enero. Y este primer ejemplar llegará hasta los fogones de un conocido establecimiento de Padrón: el restaurante Flavia. Su propietario, Ángel Rodríguez (que también regenta O Santiagüiño) se hizo con la primera lamprea por un valor de 150 euros. Según él mismo explicó, será cocinada a la bordalesa, acompañada de arroz y picatostes, hoy, en el restaurante Flavia. «Levamos uns trinta anos traballando no restaurante coa lamprea e sempre a guisamos deste xeito, xa tradicional na zona», señaló Ángel Rodríguez. Para degustar el manjar juntará a un grupo de 4 o 5 amigos.

El Correo Gallego

Victorio Magariños: ??La identidad gallega tiene la fuerza necesaria para la pervivencia?.

Victorio Magariños (Pontecesures, Pontevedra, 1940) aún recuerda los murmullos de pinos, carballos y olmos, y los vendavales inclementes e inviernos helados de la Galicia semirural, aunque con 15 años ya se había marchado a Santiago para finalizar el bachillerato y continuar estudios en la universidad compostelana. Finalizada la carrera de Derecho, se trasladó a Madrid para preparar oposiciones a notarías, y cuando las aprobó, en 1967, en la Ciudad Condal, su primer destino fue Camprodón, Girona. A lo largo de su carrera, ha publicado numerosos trabajos de gran relevancia sobre problemas jurídicos, sociales y políticos. Por razones personales y familiares se vinculó a Sevilla en 1974, donde desarrolló su labor profesional hasta 2010, año en que se jubiló y fijó su residencia en Madrid.

Siempre ha reconocido lo importante que fueron sus padres en su formación, como persona y jurista, ¿con qué se queda?

Con el ejemplo de su integridad moral y su espíritu de servicio y ayuda a los demás. Mi padre, quizá sin proponérselo, ejerció en mí una influencia decisiva, con su sentido de la equidad, tolerancia y valentía para oponerse a cualquier abuso o injusticia, además de su cultura asimilada y profunda.

Seguramente, también guardará recuerdos entrañables de algunos profesores…

Los maestros de escuela de aquella época tenían gran vocación y buena preparación; gracias a dos de ellos, de mi pueblo, preparé y me examiné -por libre- de algunos cursos de bachillerato en el Instituto de Santiago. De la etapa universitaria destacaría a Álvaro d’Ors, catedrático de Derecho Romano que fue determinante en mi vocación y mi carrera de jurista.

Una carrera, por cierto, abrumadora, ¿por qué eligió notariado?

Por su especialización en el derecho privado -el ámbito que yo más apreciaba- y por el propio contenido de la función y la independencia con que se ejerce. El programa de la oposición, además, me pareció más asequible y razonable, y permitía profundizar en las instituciones del derecho civil.

Dada su formación humanística, tal vez le ‘pegaba’ más la docencia o a la carrera judicial…

Me interesaba el derecho vivo, la aplicación y creación jurídica para resolver problemas reales. La carrera notarial ofrecía un buen marco para el estudio del derecho, y a la vez, su aplicación práctica, además de ser compatible e incluso complementaria con la investigación jurídica y la docencia, dentro o fuera del propio notariado.

Digamos que apreciaba menos la función judicial…

Todo lo contrario, siento una gran admiración por ella; las sentencias judiciales constituyen la última palabra sobre la norma jurídica. Aun así, consideré que la prevención de conflictos a través de la función notarial encajaba mejor con mis aptitudes y preferencias.

Su vida profesional ha tenido gran vinculación con Cataluña, ¿cómo diría que son los catalanes?

Trabajadores, dotados para la actividad mercantil, emprendedores, cercanos, sencillos, comunicativos y valoran mucho la cultura, cualidades que favorecen la comunicación e integración.

¿Cómo ve el encaje de los sentimientos de identidad en Cataluña dentro del conjunto de España?

Esa cuestión requiere una terapia desde dentro de Cataluña -donde existe sustrato intelectual suficiente-, y desde luego, el cumplimiento de las exigencias del Estado de derecho. En principio, en un sistema democrático no debería haber problemas graves de incompatibilidad y choque con el resto de regiones; por el contrario, sus singularidades se desarrollan con más intensidad en una sociedad no cerrada.

Visto así, coincido en que no debería haber problemas, pero nada más lejos de la realidad…

Sobre todo en los últimos años, se ha producido un fenómeno desorbitado y patológico, de encerramiento en sí mismos, lo que hace pensar en una falta de confianza en sus cualidades, en un miedo a que se diluyan si no se protegen de imaginarios influjos destructivos externos, lo que es un grave error a mi juicio.

¿Cuál cree que es la causa de ese comportamiento erróneo?

Son varias… la miopía de los políticos catalanes, que en lugar de expandir los valores de su región, han provocado la llamada inmersión, que no solo es lingüística, sino también psicológica; una pésima gestión de la cosa pública de los gobiernos catalanes, que tratan de disimular y ocultar derivando la culpa hacia otros ámbitos; falta de sabiduría política de los gobiernos centrales, que no han sabido encauzar a tiempo tal deriva; así como una pusilánime dejación de las funciones propias del Estado.

Vd. también trabajó durante muchos años en Andalucía, hábleme de los andaluces…

Andalucía es extensa y diversa, son muy distintos los andaluces de Granada o Jaén de los de Sevilla o Cádiz; en general, se sienten seguros de sus cualidades y su valoración los hace confiados. Sin embargo, la adaptación a su estilo es más difícil, sobre todo en Sevilla, donde existe una personalidad muy acusada, enraizada en linajes y familias, un excepcional sentido natural de la belleza y cierta elegancia distante que les hace especialmente diferentes.

Durante los años que vivió en esa ciudad, ¿llegó a acostumbrarse del todo al entorno social?

Sí, estoy casado con una sevillana… ¡Mal me iría! (Reímos). Tardé tiempo en entender de manera receptiva el modo de ser sevillano, que es muy difícil para el que no ha nacido en su bellísima ciudad, pero quizá por mi formación gallega, tan enraizada con el talante universal y pacifista, siempre intenté comprender, aprender y aportar, desde mi actividad, lo que pudiera ser útil al enriquecedor mundo emocional de Sevilla.

Echaría de menos los giros en el lenguaje o el acento gallego…

Nunca dejé de utilizarlos, en contraste y compitiendo, primero con el catalán, cuando vivía en Cataluña, y después con el agradable y ocurrente modo de hablar sevillano, sin contar la lectura de autores gallegos y las largas y frecuentes conversaciones con amigos de Galicia. Desde que vivo en Madrid, mi relación con gallegos es constante.

Le pediría que me describiese a los gallegos, si es que no le cansa este juego sociológico…

Tenemos caracteres que facilitan la adaptación y la integración; sobre todo, un sentido universal, la admiración por el talento y la inteligencia allí donde se den, y la confianza en que el trabajo bien hecho será valorado en cualquier lugar.

Los gallegos nunca han tenido problemas de identidad…

Creo que la identidad gallega tiene en sí la fuerza necesaria para la pervivencia y no necesita aislarse o encerrarse para defenderse de enemigos externos imaginarios; por el contrario, ese espíritu universal del que antes le hablaba es causa de su expansión y de que se reconozca en todos los lugares del mundo. Los valores o caracteres propios de Galicia no se diluyen, sino que subsisten allí adonde el gallego universal y emigrante se va… ¡El gallego tiene mirada de largo alcance que traspasa el ámbito de su territorio!

Le propongo que ahora nos centremos en su profesión, ¿ha cambiado mucho el notariado?

En los últimos años ha habido cambios en la sociedad que han afectado a todas las actividades. El crecimiento económico y luego la crisis, unidos a la integración forzada dentro del notariado de un cuerpo que tenía criterios distintos, han perjudicado el rigor tradicional de la función notarial, que habrá que ir recuperando.

La figura del notario en España, ¿es comparable a la que existe en otros países de nuestro entorno?

El notariado español forma parte del llamado notariado latino, propio de la Europa continental e Iberoamérica, en el que la función notarial tiene un ámbito funcionarial más o menos intenso -según los países- y un componente de asesoramiento y control de legalidad. Al lado de este sistema está el anglosajón, en el que no se conoce esa figura de protección, pues sustituyen la seguridad preventiva por un seguro de indemnización que se ha revelado muy insuficiente, sobre todo después de la crisis económica que padecemos.

Veamos la importancia de la función notarial en la actualidad…

Cada vez es más útil y necesaria, y le incumbe una labor más intensa de amparo del negocio jurídico. La complejidad y modificación continua de las leyes, la proliferación de cláusulas impuestas -extensas e ininteligibles- o la desaparición de valores morales y sociales, como el no respetar la palabra dada, reclaman una institución que aporte confianza, eficacia y garantía de validez a la contratación.

¿Son de desear entonces cambios en la normativa reguladora?

Se han realizado cambios para incorporar las nuevas tecnologías, que agilizan la actividad notarial y facilitan la comunicación con la Administración, evitando trámites innecesarios. Además, la desjudicialización de ciertos actos de la llamada jurisdicción voluntaria ha dado mayor alcance a su función.

¿En qué áreas?

Se ha ampliado, entre otras, a la celebración del matrimonio, la separación o divorcio ante notario, la subasta electrónica notarial o la reclamación de deudas dinerarias tramitada por notario. No obstante, son necesarios cambios en su normativa que aseguren que la función se realiza de modo eficiente y generen confianza.

Quizá habría que modernizar de algún modo el notariado…

Desde luego. Se requiere, por ejemplo, humanizar el sistema de oposiciones, y que lo relevante no sea la memorización del mayor número de datos posible para recitarlos en un determinado tiempo a modo de competición, sino la comprensión de las instituciones jurídicas y su relación entre ellas.

¿Y en materia de formación?

Es evidente la necesidad de crear una escuela de formación, en la que el notario recién titulado pueda adquirir un mínimo conocimiento práctico para ejercer su función. Es preciso, además, propulsar la formación continua de los notarios en todos los ámbitos, desde el tecnológico hasta el deontológico.

Vd., que ha escrito bastante sobre deontología, ¿dónde cree que se asienta la ética notarial?

Principalmente, en tres pilares: recoger estrictamente la verdad, cumplir rigurosamente las reglas que garantizan la seguridad y eficacia de los contratos que el notario autoriza, y la imparcialidad. Como los dos últimos pilares han sufrido infracciones en los últimos años, por la tendencia a intervenir en el mayor número de documentos, convendría adoptar medidas que eviten que un notario pueda autorizar más documentos de los que personalmente puede, si cumple con rigor su función que es indelegable.

También le interesa la seguridad jurídica en nuestro país, definamos primero ese concepto…

La seguridad jurídica es la médula del Estado de derecho, la garantía de que las normas no sean arbitrarias y sí duraderas, claras, y coherentes, y que se cumplan. Cuando estos principios no se siguen, se crea intranquilidad, malestar social y empobrecimiento.

¿Existen problemas de seguridad jurídica en España?

Ha habido un incumplimiento sistemático, sobre todo cuando se ha gobernado con mayoría absoluta. El abuso de decretos leyes, la pasividad del Estado ante el incumplimiento reiterado de normas, y los cambios continuos en algunas leyes, generan incertidumbre y revelan una falta de seriedad y reflexión en el ámbito legislativo.

En sus artículos, analiza además el deterioro del Estado de derecho en el país, que al parecer no es fácil de remediar…

Difícil solución tiene tal deterioro, dada la deriva de los partidos políticos hacia una profesionalización, sectarismo y pragmatismo que les hace rehuir de cualquier medida que les aleje de su objetivo principal, que es la permanencia en el poder. Han demostrado una falta de lealtad constitucional y democrática, imprescindible en un Estado de derecho, y la sociedad debería ser más exigente en esto.

Hablando de cambios en las leyes, ¿ve necesario modificar nuestro Código Civil, que data de 1889?

Se está trabajando en una interesante propuesta de nuevo código que deberá tenerse en cuenta para que, previo estudio por los juristas que deberán aplicarlo, se pondere si conviene, sustituir el código vigente por otro, con regulación y estructura nuevas que plantearían serios problemas de aplicación y coordinación con el ordenamiento jurídico en general, o hacer una modificación que lo actualice, respetando su estructura y regulación básica, lo que haría más fácil su aplicación.

Vd. es partidario de suprimir la legítima en las herencias, ¿me explica sus razones?

En el momento actual no existe fundamento de peso que justifique la limitación a la libertad de testar. La legítima supone una infracción al principio de libertad de disponer, ínsito al derecho de propiedad -que es base de la libertad- y no cumple función social alguna que pudiera justificarla.

Un cambio en ese sentido sería bien recibido por los testadores…

No tengo duda alguna. Cuando quieren, por ejemplo, dejar a su cónyuge la vivienda -único bien en la mayoría de los casos- y se les dice que no pueden porque la ley lo prohíbe, expresan sistemáticamente su rechazo ante la injusticia que supone que la ley imponga, de manera ciega, el modo de reparto, al margen de merecimientos y afectos que solo el testador puede ponderar. ?nicamente los deberes de asistencia a menores y personas necesitadas, derivados de la convivencia y filiación, justificaría su repercusión sucesoria.

D. Victorio, en el marco de esta charla sobre temas tan profundos, si le pidiera que se definiese, ¿diría que es iusnaturalista o positivista?

Ante todo, quisiera decir que el derecho, como conjunto normativo sin más fundamento que la mera emanación del poder, conduce a la opresión, por muy democrático que sea su origen. Es la justicia la que constituye la clave del derecho, al permitir que este cumpla su objetivo, que es la paz social; a su vez, a la justicia se llega mediante la confluencia -de modo compatible- de los valores igualdad, libertad y seguridad.

Pero no es fácil alcanzar esa compatibilidad…

Cierto, porque esosvalores son relativos y de difícil coexistencia equilibrada; en ellos influyen circunstancias históricas, económicas, avances técnicos… de ahí la gran dificultad de alcanzar la justicia, a la que se llega por aproximación. Este modo de entender el derecho, que podría considerarse una variante del iusnaturalismo, es el que suscribiría hoy.

Vamos terminando, y me gustaría que comentase los objetivos de la Asociación para el Diálogo, que actualmente preside…

Pretende fortalecer la llamada sociedad civil para que sea más comprometida, generar ilusión y ofrecer ideas para el perfeccionamiento de la política y la sociedad. Para ello, se propone analizar y debatir sobre problemas éticos, científicos, sociales o políticos, sobre todo, los que incidan de modo directo sobre el ciudadano.

¿Qué motivó su creación?

El deseo de corregir, en lo posible, la pasividad de los ciudadanos, que después de aprobarse la Constitución se confiaron en exceso y permitieron que los partidos políticos se incrustaran en las instituciones, incluso en las no políticas. La idea era contribuir a que la sociedad fuese más viva y participativa.

Sr. Magariños, lleva muchos años viviendo fuera de Galicia, ¿qué le ata aún a su tierra?

Tengo dos hermanas en Pontecesures y mi segunda residencia en San Vicente del Mar, O’Grove, un auténtico paraíso terrenal en el que paso el mayor tiempo posible y donde me encuentro con las sensaciones y vivencias más íntimas, que hacen de mi estancia en Galicia una felicidad. El recorrido diario, atravesando la península de O’Grove a través de una pequeña corredoira, que aún se conserva rodeada de zarzas y laureles, no tiene comparación con ningún otro.

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Trayectoria de Victorio Magariños Blanco.

TITULOS. Licenciado en Derecho por la USC. Ingresó en el Notariado en 1967. Ocho años después, previa oposición, se le nombró notario de Sevilla, donde permaneció hasta 1978, año en el que ocupó la plaza de Barcelona. A partir de 1979 y hasta su jubilación en 2010 ejerció la profesión de notario de Sevilla.

DISTINCIONES. Notario honorario. Medalla de San Raimundo de Peñafort en 1993.

CARGOS. Fundador de la Academia Sevillana del Notariado y presidente hasta 1997. Presidió además la Asociación Libre de Notarios Joaquín Costa. Fue secretario del Tribunal de Oposiciones a Notarías en 1973 y presidente en 1996. En la actualidad es académico numerario de la Real Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia, académico de honor de la Academia Sevillana del Notariado, académico honorario de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada y académico de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Argentina, y de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación. Es vocal permanente de la Comisión General de Codificación.

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