El exedil de Pontecesures, Luis Sabariz, remitió ayer un escrito al diputado del BNG, Néstor Rego, solicitándole que en los acuerdos que esta formación alcanzó para espaldar al Gobierno de coalición del Estado, incluya la electrificación de las vías convencionales. En su caso, el exedil la reclama para el tramo de vía convencional que une Angueira de Suso, en Padrón, con Vilagarcía de Arousa para convertir el servicio en competitivo. Recuerda Sabariz que se trata del tramo ferroviario con estaciones en Padrón, Catoira y Pontecesures, que cuenta con un buen número de usuarios, pero en el que en la actualidad circulan trenes diésel.
El PSOE arremete contra el Concello de Pontecesures
por la programación navideña llevada a cabo en el municipio. Considera
el concejal socialista, Roque Araújo, que han sido unas Navidades «sin
pena ni gloria».
Relata que el programa arrancó con «el fiasco» de la inauguración del alumbrado y continuó con el mercadillo navideño, que supuestamente albergaría 17 puestos y ofertaría artesanía, regalos, dulces, una amplia zona infantil…. «Pero quedó en nada, confundiendo a los vecinos, y como resultado tuvimos un mercadillo que ni fue de Navidad, ni solidario ni del comercio local», dice el PSOE. Además, recuerda que de la «devaluada» Cabalgata de Reyes se llegaron a publicitar hasta tres horarios distintos de salida.
La temporada de la lamprea en el río
Ulla arrancó ayer con una gran abundancia de capturas. De hecho, hubo
embarcaciones que volvieron a tierra
con prácticamente una docena de piezas. En consecuencia, los precios
fueron más moderados que en otras ocasiones, y si las primeras lampreas
se pagaron otros años a unos 150 euros el kilo, los pescadores
consultados a primera hora de la tarde de ayer indicaban que la
cotización más realista rondaría los 80.
Salieron
finalmente siete embarcaciones, la mayoría de ellas asociadas a las
cofradías de Carril y Rianxo. Poco después de las 11 de la mañana ya
estaban en el muelle de Pontecesures, donde les esperaban los dueños o agentes de algunos restaurantes. Sin embargo, pocos compraron.
Cuando
hay poca lamprea, es tradicional que los hosteleros pujen entre ellos
para poder presumir entre sus clientes de servirles la primera pieza de
la temporada (como sucede con el «campanu» asturiano), pero al haber
tantos peces el interés se enfrió, de ahí que la mayoría optase por
comprarle a los pescadores con los que ya habían negociado antes.
Así
las cosas, a los pescadores les quedó un sabor de boca agridulce,
puesto que si bien esperaban un precio mayor, están satisfechos por la
gran cantidad de capturas obtenidas. Tanto es así que en Pontecesures
confían en que la actual campaña de la lamprea será excepcional en el
Ulla.
Plantean, en primer
lugar, que las condiciones meteorológicas de las últimas semanas son
ideales para esta especie, con mucho frío y abundancia de agua dulce
debido a la lluvia, puesto que la necesitan para encontrar las rutas de
ascenso por el río, donde este pez desova.
En segundo lugar, sostienen que el ciclo biológico de la lamprea, que pasa la mayor parte de su vida en el mar,
pero que desova en el agua dulce de los ríos, propicia que este
invierno se esperen los ejemplares nacidos en los primeros meses de
2015. Ese año también había sido muy bueno en capturas, de ahí que están
convencidos de que ese año tuvieron que nacer una gran cantidad de
alevines.
Alevines que serían los actuales ejemplares ya adultos. Por el momento, sus previsiones se están cumpliendo con precisión.
Un inicio inusual
Ramón
Agrasar es uno de los pescadores que acudieron a faenar ayer. Se
mostraba muy satisfecho, tras capturar once ejemplares, la mayoría de
los cuales superaba el kilo de peso, por lo que a la cantidad de peces
obtenidos, se unía su calidad. «No es normal coger once lampreas el
primer día -afirma-. Lo normal es pasar los veinte primeros días sin
coger prácticamente nada».
Por
el momento, hay pocas embarcaciones en el Ulla, pues muchos patrones
han preferido seguir trabajando en otras artes y especies, como la
almeja o la volandeira. De hecho, la Consellería de Medio Ambiente
ha expedido 18 licencias para pescar en el río que separa las
provincias de Pontevedra y A Coruña, pero han hecho uso de la misma
menos de la mitad de los beneficiarios.
Se prevé que vayan a más una vez finalizadas las fiestas de Navidad, cuando el interés por los bivalvos decae.
El bar Choco es uno de los establecimientos de Pontecesures
conocidos por su lamprea. Su dueño, Alejandro Bouzón, no la tenía ayer,
pero no tardará mucho en ofrecérsela a sus clientes. Eso sí, primero
quiere asegurarse de que hay ganas de ella. «Mi idea es traerla en
cuanto empiece a llamar la gente para preguntar y reservar», afirma.
La
lamprea es consumida desde tiempos inmemoriales, y los romanos la
consideraban un manjar. Hoy cuenta con fervientes admiradores, pero
también son muchos los que no se atreven ni a probarla. Alejandro Bouzón
admite que es difícil animar a nuevos comensales a tomarla, «porque su
aspecto no es atractivo. El que se deje llevar por la presentación del
plato no va a querer probarla, pero también hay a quien le encanta. Con
la lamprea no hay un término medio; o te gusta o no te gusta».
Para
el responsable del Choco, hay dos grandes tipos de consumidor: el que
adora de tal forma el pez que está deseando que lleguen a las mesas los
primeros ejemplares de Año Nuevo para ver como están; y los que
prefieren esperar a las últimas semanas de enero o al mes de febrero,
cuando en teoría la lamprea está mejor.
«A
la gente que realmente le gusta la lamprea no se da un atracón, porque
es una carne compacta, que harta mucho. Prefiere tomarla cuatro o cinco
veces durante la temporada, pero en pequeñas raciones», sostiene el
hostelero.
El precio de la
lamprea en los restaurantes varía mucho dependiendo del mismo, pero
puede rondar entre los 65 y los 70 euros la pieza entera, ya puesta en
la mesa. Son muchos los negocios que fijan el mismo precio para toda la
campaña, en vez de variarlo según las fluctuaciones del mercado.
En lo que respecta a las bebidas, la mayoría de los comensales acompañan la lamprea con vinos tintos, tantos gallegos como de La Rioja o del Duero.
El PSOE de Pontecesures denuncia la «dejadez y desidia» del gobierno tripartito de la localidad, ya que cree que esas son las razones por las que este Concello perdió más de 18.500 euros.
Los socialistas hablan, más concretamente, de 18.550.47 euros correspondientes al Plan Concellos
2017 de la Diputación de Pontevedra. Y explican que es dinero
«procedente de las bajas introducidas en las adjudicaciones de la obra
de reurbanización de un tramo de la calle Paxareira, por valor de 12.140
euros, y de reurbanización de un tramo de Infesta, que costó 21.830
euros».
Esto
supone «un total de 33.970,73 euros, de los cuales el gobierno
reinvirtió 15.420,26, destinados a la reforma del parque de Grobas».
Pero el ejecutivo local «fue incapaz de ejecutar y justificar alguna
otra obra en la que invertir los 18.550 euros restantes, por lo que ese
dinero se perdió definitivamente», lamentan los socialistas.
Terminan diciendo que «es una nueva muestra de que este gobierno sale muy caro, pues a lo que cobra se suma el hecho de que no hace nada y, además, pierde subvenciones por falta de trabajo y mala gestión, como en este caso».
Están
convencidos de ello porque «las condiciones del río son inmejorables». Y
es tal su optimismo que algunos llegan a asegurar que «va a ser un año espectacular para la lamprea, y si tampoco esta vez es así habrá que concluir que se ha extinguido del Ulla y tendremos que dedicarnos a otra cosa».
Quienes así se pronuncian saben que este pez parásito precisa de abundante agua dulce para, desde el mar y la ría, encontrar la ruta que le permita remontar los cauces fluviales hasta las zonas de desove.