Una tradición que va mucho más allá de Requián.

La tradición en Requián va mucho más allá del municipio estradense o de las ofrendas a la Virxe dos Milagres. Es el caso, por ejemplo, de Luisa Pena, una cereira que desde hace tres años acude al encuentro para vender velas y figuras de cera. Comenta que su trabajo es difícil y lento pero este se ve recompensado con el aprecio que los feligreses muestran por estos productos. Además, explica que este año, a pesar de ser jornada laboral, llegó una gran cantidad de romeros a las instalaciones.

Por otro lado, no es un evento destinado solo a los más mayores, sino que llega a jóvenes como Carla Arca y Lorena Chenlo que son vecinas de la parroquia y que ahora toman el relevo del culto y de la tradición.

Desde Valga y Pontecesures hasta A Estrada, Cuntis o Caldas de Reis, son algunos de los orígenes de los asistentes de este evento anual. «Acudimos de los lugares más diversos», afirmó uno de los curas que ofició la misa solemne. Es el caso de María Teresa, oriunda de Valga, que comenta que desde pequeña asistía con su familia encabezada por su madre. «Veníamos con mamá caminando», indica. Y ayer acudió acompañada de José Manuel, su sobrino, que explica que vive en Toledo y que lleva cerca de 30 años venerando a la Virxe dos Milagres.

Faro de Vigo

La solla del Ulla volvió a lucirse en Rianxo.

La Asociación de Solleiros do Ulla organizó esta tarde en el Concello de Rianxo la quinta edición de la Festa da Solla, con la intención de promocionar este sabroso pero escaso pez capturado en el río más caudaloso de cuantos nutren la ría de Arousa.
La conselleira de Mar, Rosa Quintana, quiso respaldar con su presencia tanto a los pescadores como la propia celebración, desarrollada en la Praza da Veliña, en el lugar de Rañó, parroquia de Leiro.
Tanto la solla como el churrasco, que también se puso a la venta, se despacharon a ocho euros la ración.

Faro de Vigo

Los mejores perros de caza siguen el rastro del conejo en Valga y Pontecesures.

La localidad acogió la Copa de España, con participación de 23 equipos.

El Tecor de San Huberto, en los Concellos de Valga y Pontecesures, acogió durante el fin de semana la VI Copa España de Perros de Rastro sobre Conejo, organizada por la Real Federación Española de Caza y la Federación Galega de Caza en colaboración con la Sociedade de Cazadores de San Huberto de Valga y el Clube de Amigos dos Cans de Caza.
Manuel Aguión Tizón se proclamó campeón nacional con sus «beagles» llamados «Nalón», que fue distinguido como el mejor perro del campeonato, «Otilia», «Petis» y «Pancho». Logró 535 puntos, situándose por delante de Óscar Esparís Agra, que también con cuatro «beagles», llamados «Hix», «Rot», «Gus» y «Dama» se quedó en 500 puntos. En tercer lugar se situó, con 482, el equipo formado por los perros «Violeta», «Kala», «Nube» y «Vitamina», propiedad de Juan Casal Tato.

Abundante conejo

Los 23 lotes o grupos de canes inscritos se dividieron en seis campos en los que rastrear y «levantar» conejos, descubriéndose así una buena cantidad de estos animales.
La competición se cerró con un almuerzo de confraternidad y la entrega de premios, lo cual tuvo lugar en presencia del alcalde, José María Bello Maneiro; el regidor de Pontecesures, Juan Manuel Vidal; el delegado nacional de perros de rastro da RFEC, José Montoiro; el presidente de la Federación Galega de Caza en Pontevedra, Francisco Couselo; el jefe provincial de Deportes de la Xunta de Galicia, Daniel Benavides; y Antonio Bouzón, presidente de la Sociedade de Cazadores de San Huberto de Valga.

Faro de Vigo

Pontecesures homenajeará al fallecido en Angrois hasta que la familia pida pasar página.

Han pasado seis años desde que Antonio Jamardo Villamarín murió junto a otras 80 personas en el trágico descarrilamiento del Alvia 04155 en la curva de Angrois, llegando ya a Santiago. Pero Pontecesures sigue recordándole gracias al empeño de una vecina, Belén González Silva, que año tras año ha convocado un homenaje en la estación de tren a través de las redes sociales. También lo hizo este año, y numerosas personas se dieron cita a las 21.00 horas para depositar unas flores y velas encendidas en el andén, y guardar un minuto de silencio para recordar a Antonio Jamardo.

La promotora del evento no tiene parentesco alguno con el fallecido, ni una amistad especial con la familia Jamardo, pero avanza que seguirá convocando el acto mientras los parientes del fallecido no le pidan que deje de hacerlo. «Esto se conmemorará hasta que la familia quiera. Yo también imagino que puede llegar un momento en que para ellos pueda resultar doloroso recordar el accidente año tras año. Pero por ahora creo que les reconforta sentir el apoyo de los vecinos».

Antonio Jamardo Villamarín trabajaba de comercial del Grupo Quintá, y estaba afincado en Madrid. En vísperas de la fiesta del Apóstol de 2013 cogió un tren Alvia en la capital de España con destino a Galicia, y su intención era bajar en la estación de Santiago. Iba a Pontecesures en compañía de su novia, que era de Granada, para asistir a la boda de un hermano. La mujer sobrevivió al trágico accidente, pero no el pontecesureño, en cuya memoria se organizó el acto de anoche.

Redes sociales

Belén Silva lo organizó por primera vez en 2014, y como en aquella primera ocasión, hoy sigue convocando a sus vecinos a través de las redes sociales. «Las personas que ya son mayores o que no tienen redes sociales se enteran a través de los medios de comunicación y por el boca a boca», afirma.

Aunque es natural de Padrón, lleva mucho tiempo afincada en Pontecesures, «y conocía tanto a Toño (el fallecido) como a sus hermanos». Por eso, la tragedia de Angrois le dolió profundamente. «Es un día que tenemos grabado a fuego en la memoria», sostiene.

Belén Silva se muestra indignada por el trato que las instituciones están dispensando a las víctimas y sus familias. En su opinión, están siendo poco transparentes y hasta irrespetuosas con el dolor provocado por la tragedia.

«Me duele que las instituciones lleven seis años pasándose la pelota de un tejado a otro, y si me duele a mí, cómo no va a ser doloroso para las familias de las víctimas. Los políticos creen que con pagar unas indemnizaciones ya está resuelto el problema, y no es así», declara.

Silva opina que hace ya tiempo que las familias deberían conocer una explicación coherente y clara de por qué descarriló el tren poco antes de llegar a Santiago, y quienes fueron responsables de la tragedia. «Cada vez que voy a Santiago, y veo los vagones aún allí junto a la carretera me indigno. Parece que no pasó nada, pero sí que pasó, murieron 81 personas».

Belén Silva no pudo acudir el año pasado al homenaje por razones familiares, pero aún así mantuvo la convocatoria, y fueron muchos los vecinos que asistieron a la estación de tren a las nueve de la noche. «Yo no tengo ningún mérito. El mérito es de los que vienen», remachó.

Faro de Vigo

Una calesa de caballos para Andrés Quintá.

Los trabajadores de Extrugasa rinden un homenaje al fundador de la empresa.

Trabajadores de la fábrica de Extrugasa (Valga) han rendido esta tarde un homenaje al fundador de la misma, el empresario Andrés Quintá.
Quintá fue recogido en la firma por una calesa tirada por caballos, y de allí fue conducido al parque Irmáns Dios Mosquera, en el centro de Valga, donde iba a tener lugar una comida de confraternidad.
Antes de descender del espectacular vehículo de caballos, Quintá fue recibido por la Banda Municipal de Música de Valga, una de las mejores de Galicia, que interpretaron para él el «Feliz cumpleaños».
Este homenaje coincide en el tiempo con la moción anunciada por el partido político Valga Viva, en la que insta al Ayuntamiento a declarar al empresario Hijo Adoptivo.
Andrés Quintá Cortiñas es natural de Arretén, un lugar de la parroquia padronesa de Iria Flavia.

Faro de Vigo

La contaminación arruina una de las mejores playas fluviales del río Ulla.

Las autoridades llevan dos años recomendando no bañarse en las aguas del arenal de Vilarello (Valga) -En el Ayuntamiento afirman que los vertidos se producen cauce arriba.

Hasta no hace mucho, la de Vilarello era una de las mejores playas fluviales del río Ulla, y la más concurrida de todo el margen sur de la ría de Arousa de aguas continentales. Hoy, el paisaje en este lugar del municipio de Valga es completamente distinto: la gente se puede contar con los dedos de las manos, y la mayoría son adolescentes de la zona que juegan a echarse al agua desde el deteriorado pantalán de madera. La contaminación es la culpable de que en un par de años la playa de Vilarello haya pasado de ser un pequeño paraíso estival a un lugar solitario.

Desde hace dos años, las aguas que bañan el arenal de Vilarello no pasan las pruebas periódicas que realizan los inspectores de la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia. Por ello, se han colocado en toda la ribera carteles alertando de que el baño no está recomendado en la zona. El motivo es que los niveles de enterococos intestinales es alto, y bañarse en esas aguas puede derivar en problemas para la salud, quizás no graves, pero sí latosos.

Esta situación está directamente relacionada con el saneamiento del río, el tercero más grande de Galicia de recorrido exclusivamente gallego, y uno de los ecosistemas más importantes desde el punto de vista socioeconómico para la ría de Arousa, ya que desemboca en los Lombos do Ulla y en las concesiones marisqueras de Carril.

En Vilarello, la contaminación derivada de los vertidos sin depurar, tanto de casas o aldeas enteras como de industrias, no es un ente abstracto y sin consecuencias para el día a día de los vecinos. Los valeiros sostienen que la mala calidad del agua en determinados puntos del río está detrás de la falta de determinados peces, y la concesionaria del bar de la playa de Vilarello se queja amargamente. «Cogí la concesión por dos años, con opción a otros dos, pero si llego a saber que iba a pasar esto no la cogía», afirma Ángeles Lafuente.

En lo que respecta a los pescadores, el representante de Artes Menores de la Cofradía de Carril, a la que se han asociado los valeiros pontecesureños, Antonio Pesado, sostiene que «en Pontecesures aún hay tuberías que vierten directamente al río, sin pasar por la depuradora». Según él, los pescadores encuentran tanto vertidos domésticos como emisarios ocultos y camuflados en la maleza de algunas empresas. «Es una situación que estamos denunciando constantemente», lamenta.

Además, Pesado aduce que en buena parte del casco urbano de Pontecesures aún no están separadas las tuberías de pluviales de las de fecales. Eso provoca que en los días de lluvias intensas, «la depuradora no dé abasto y haya vertidos».

Un río maltratado

La solución no es sencilla, ya que el Ulla es un río de más de 130 kilómetros de longitud y con numerosos afluentes, que en ocasiones atraviesan aldeas con un saneamiento todavía deficiente o incluso zonas fabriles o mineras. De hecho, en el Ayuntamiento de Valga sostienen que el declive de la otrora joya que era la playa de Vilarello se debe a vertidos que se producen río arriba, y sobre los que la administración municipal valguesa poco puede hacer.

En el último Plan Hidrolóxico Galicia Costa se hacía un diagnóstico del estado de salud de algunos de los principales ríos de la cuenca, y el Ulla salía mal parado del examen en varios de sus puntos de muestreo. El exceso de enterecocos intestinales se lleva detectando desde hace un par de años, y sigue presente en las analíticas de esta primavera, según los informes oficiales de la Consellería de Sanidade. Consta que desde finales de mayo y hasta principios de este mes se tomaron cuatro muestras, y que en la primera y la cuarta se superaron el millar de unidades por cada 100 mililitros de agua, mientras que en la segunda y la tercera se situó entre los 320 y las 380.

A modo de ejemplo, en la playa de Rodas (islas Cíes) se identificaron nueve, y en las de Samil (Vigo), se hicieron 15 analíticas y solo en una dio por encima de los 100 microorganismos.

Aunque hay al menos tres carteles avisando de que no conviene bañarse en la zona, es habitual ver a jóvenes lanzándose al agua desde el embarcadero. La concesionaria del bar, Ángeles Lafuente, apunta que también aparecen de vez en cuando grupos que están haciendo el Camino de Santiago en piragua. Remontan la ría de Arousa y el Ulla hasta Padrón, pero muchos paran en Vilarello para hacer un descanso y tomar algo en el bar.

«Este año a la playa vienen los de Vilarello, algunos en piragua y alguna caravana. La mayoría de la gente de fuera que llega hasta aquí, se marcha al ver los carteles», cuenta la hostelera. Ella es de Pontecesures y recuerda que la situación era muy distinta en 2017, cuando se decidió a pelear por la concesión administrativa del local de Valga. «Estuve hace cuatro en Vilarello vendiendo pulpo y vi que los que tenían el bar trabajaban bien».

La de Vilarello es una playa fluvial que tiene casi todos los ingredientes para triunfar. Cuenta con un arenal extenso, una zona ajardinada donde descansar a la sombra, mesas de piedra para comer y hasta un pequeño parque con unos pocos juegos infantiles. Sus aguas acostumbran a ser tranquilas y el paisaje es de lo más relajante. Pero le falla el agua, aunque el problema es subsanable.

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