A Plazuela (Pontecesures) acoge un festival folclórico con recital de poemas a cargo de niños.

Los vecinos de Pontecesures están llamados a celebrar hoy el Día das Letras Galegas. La cita es a las 17.30 horas en A Plazuela, donde podrán asistir a un recital de poemas de Manual María a cargo del club de lectura del colegio de la localidad. Pero es que, además, se ofrece un festival folclórico con participación de la asociación cultural Xarandeira y del grupo Algueirada, ambos pontecesureños. Como formaciones invitadas se espera a la asociación cultural Agarimo (Vedra) y a la agrupación de música y baile tradicional de Cuntis.

Faro de Vigo

Los alumnos del Ullán lo festejaron ayer en Valga con el vigésimo primer certamen literario intercentros.

El XXI Certame Literario Intercentros, llevado a cabo con motivo del Día das Letras Galegas y dedicado a Manuel María, tuvo lugar ayer en el Auditorio Municipal de Cordeiro (Valga) con participación de alumnos de los colegios locales Baño y Xesús Ferro Couselo, pero también con presencia de estudiantes del Infesta, en Pontecesures, y del colegio Progreso, de Catoira.

Faro de Vigo

Mañá festival «Letras Galegas» 2016.

LETRAS GALEGAS 2016

O Festival, organizado polo Concello de Pontecesures, comezará ás 17:30 horas na Plazuela. Previamente sairá o desfile cos grupos dende a Travesía da Bandeira.
Primeiro actuará o grupo Algueirada de Pontecesures, e logo por esta orde o grupo de Cuntis. o de Vedra e o grupo Xarandeira de Pontecesures. Os poemas serán recitados polos alumnos do CPI Pontecesures entre actuación e actuación.

La parroquia de Carcacía no celebra este año la fiesta de la tortilla gigante.

La falta de una comisión nueva la dejará sin su conocida cita gastronónica.

Galicia se queda este año sin una de sus fiestas, la gastronómica de la tortilla gigante de la parroquia de Carcacía, en el municipio de Padrón. Vecinos del lugar confirmaron ayer que la cita no se celebrará, debido a que «non se formou unha comisión nova» para organizar la fiesta, que tendría que celebrarse el 17, coincidiendo con el Día das Letras Galegas, en lo que sería la edición número 26.

«A xente está un pouco cansa porque dá moito traballo e non todo o mundo se implica», explica un vecino de la parroquia. Al parecer, para lo que sí habrá comisión es para organizar las fiestas patronales de San Pedro.

La fiesta de la tortilla gigante de Carcacía se celebró por primera vez en el año 1987, en principio con motivo de la celebración del día de San Isidro, 15 de mayo. Así, unos cuantos vecinos se propusieron dar a conocer el nombre de esta zona de Padrón y se les ocurrió cocinar una tortilla de grandes dimensiones, para lo que construyeron una sartén, también gigante, en la que elaborarla. La idea se convirtió en un éxito e incluso hizo posible que Carcacía llegase a salir en el Libro Guinness de los récords.

Este año no habrá tortilla, pero no es la primera vez que se deja de celebrar por lo que habrá que esperar al 2017 para ver si los vecinos se animan y se vuelve a recuperar la fiesta.

La Voz de Galicia

Pontecesures gana el concurso de cómics del Correlingua.

Alumnos del CPI Pontecesures participaron ayer en la presentación de la edición de 2016 del Correlingua, realizada en el Sexto Edificio del Museo de Pontevedra, como ganadores del concurso de cómics que se organiza para promocionar este evento. Los alumnos de Pontecesures compartieron mérito con los del IES Elviña de A Coruña, ganador del concurso de vídeo; y del IES Ribadeo Dionisio Gamallo, que elaboraron el mejor manifiesto.

El acto, presentado por la vicepresidenta del Correlingua, Marta Dacosta, permitió al alumnado de los centros recoger sus diplomas y «defender» sus propuestas ganadoras. En particular, los alumnos de Pontecesures protagonizaron uno de los momentos más divertidos del acto al rapear el texto de su propuesta entre todo el aula al grito de «Onde está o galego?».

El Correlingua 2016 recorrerá doce localidades gallegas entre el 2 y el 16 de mayo bajo el lema «O galego está en nós», inspirado en un poema del poeta Manuel María, al que se le dedica este año el Día das Letras galegas.

La Voz de Galicia

Olimpiada galaica a orillas del río Ulla.

Por décimo año, las aldeas de Valga se enfrentaron con soga, balón, zancos e incluso vaquillas en la playa fluvial de Vilarello en la Festa da Xuventude.

oliv

Las chicas dieron un verdadero recital en una disputadísima final de Tugasorra bajo un sol de justicia.

Cuando las mentes pensantes se proponen movilizar a la mocedad suelen salir a relucir redes sociales, trebellos tecnológicos de última generación, orquestadas, botellones, conciertos de espinilla fácil y otras lindezas por el estilo. Por eso, que en Valga triunfe por todo lo alto desde hace diez años una Festa da Xuventude basada en los deportes más o menos populares, aderezados por una buena capea de vaquillas, se antoja milagroso. Y sin embargo, así es. Ayer, la celebración con la que los valgueses reciben el verano congregó en la playa fluvial de Vilarello, bajo un sol de justicia, a un público que se contaba por centenares de personas y fue creciendo a medida que el sol daba un respiro. Hasta un ruedo permanente se ha instalado allí, a orillas del Ulla, convenciendo al veterano alcalde José María Bello Maneiro de la conveniencia de construir unas señoras gradas de granito. Se trataba de asistir a las finales de las seis especialidades con las que las aldeas del municipio arousano se miden entre ellas por el disputado título de campeón absoluto del concello, tanto en categoría masculina como en división femenina. Bueno, por eso y por los 200 euros con los que la organización premia a los equipos ganadores en cada una de las modalidades: Turrasoga, Carreira de Zancos, Brilé, Mundialito de Fútbol, Xiraei y una mítica disciplina bautizada como Body Sponxa.

Algún que otro memorioso pero despistado individuo se paseaba por el corredor exterior del ruedo preguntando al personal la hora a la que comenzaría el campeonato de lanzamiento de legoña. «Iso aquí non é, home», le respondieron en un par de ocasiones. Cierto. En realidad, aquel viril deporte formaba parte de la Festa das Letras Galegas alternativa que el BNG convocaba hace años en el Campo Vello de Baño.

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Lanzar el sacho a 35 metros

La verdad es que resulta una pena que una práctica espectacular como pocas se pierda en el olvido. Un chaval de Rois fue capaz, en aquellas jornadas de Baño, de enviar el sacho a 35 metros de distancia. Todo un campeón mundial en la especialidad. Ahí queda la idea, por si alguien la recoge. La idea, no la legoña.

En todo caso, las pruebas incluidas en la Olimpiada das Aldeas tienen gancho y poderío. Son, eso sí, competiciones colectivas. Ver a cuatro rubicundos mozos turrando de la soga a treinta y tantos grados le hacía sudar a uno hasta el forro de los pantalones. En categoría masculina, la final no tuvo color. La tropa de Igrexa batió a la de Casal de Eirigo estilo Tyson. Con dos tirones y sin dar tiempo al respetable a acomodarse en la grada.

En la modalidad femenina la cosa estuvo bastante más disputada. Se acabaron imponiendo las chavalas de O Sixto pese a que sus contrincantes plantaron cara.

¿Quién se acuerda del brilé?

Pero, qué quieren que les diga. Ante el brilé, que se quite lo demás. Incluso ese Mundialito de tres contra tres que, cuando son hombres quienes se visten de corto, inevitablemente acaba en discusión sobre el arbitraje, es capaz de superar el glamur de aquel juego a pelotazos que concluye cuando todos tus rivales pasan a la retaguardia. ¿Quién, de entre los discípulos de la vieja EGB, no se ha encontrado con un profesor de gimnasia dispuesto a cambiar la clásica pachanga futbolera por las dulces mieles del brilé? En chicas ganó Campaña, que además fue la aldea campeona femenina absoluta. En cuanto a ellos, el preciado título fue a parar este año a Vilarello, que por algo jugaba en casa.

Sandokán sobre el becerro

Tras espectáculo propio, el lucimiento de raíces ajenas. La olimpiada culminó con una capea precedida por el paseíllo de una tonadillera barbuda enjaulada y llevada a hombros por un heterogéneo grupo de costaleros. Es fácil imaginar a quién iba dedicado el corrillo. Pero las ágiles chanzas del speaker se tornaron puro asombro en cuanto el primer becerro de la tarde saltó a la arena. «Carallo coa vaquilla». Le salió del alma. Buen tamaño, cabreo salmantino y cuernos afilados. Los recortadores, profesionales, recordaron por momentos aquel brinco televisivo de Sandokán junto al tigre. Y Luisiño, aunque se hizo de rogar, fue el primer diestro del país en atreverse a dar unos capotazos. ¿Cómo no volver el año que viene?

CR?NICA festa da xuventude en la playa fluvial de vilarello

El paseíllo de una tonadillera barbuda y enjaulada dio paso a la capea.

La Voz de Galicia