Desarticulada una banda criminal que robó en una decena de gasolineras de Pontevedra. Un vecino de Pontecesures detenido.

La Guardia Civil detuvo a cinco sospechosos – Utilizaban un remolque para hacerse con máquinas expendedoras que tras desvalijar arrojaron al río Ulla.

La Guardia Civil recupera una de las máquinas de tabaco arrojadas al río Ulla.

a Guardia Civil desarticuló un grupo criminal organizado al que se le atribuye la comisión de, al menos, nueve robos con fuerza en gasolineras, cometidos durante los últimos meses en distintas localidades de las provincias de Pontevedra ( 2 en Cambados, 2 en Caldas de Reis, 1 en Pontecesures y 1 en Barro) y tres en la provincia de A Coruña (2 en Dodro y 1 en Padrón. La operación se ha saldado con cinco personas detenidas, dos por receptación. Todos los hechos investigados fueron robos cometidos durante la noche y en estaciones de servicio cerradas al público. En la práctica totalidad de los casos accedían al interior del establecimiento violentando o rompiendo la puerta con un mazo y el objetivo prioritario era la sustracción de las máquinas expendedoras de tabaco.

Las pesquisas llevadas a cabo por el Equipo de Investigación de la Guardia Civil de Vilagarcía de Arousa, en colaboración con los efectivos de los puestos de las localidades afectadas, se debido a que los autores utilizaban siempre vehículos con matrículas falsas. Los primeros resultados surgen el pasado mes de octubre cuando el equipo de investigación sorprende infraganti a los ocupantes de un vehículo en el momento que pretendían presuntamente robar en una gasolinera de Cambados. Pese a que uno de ellos consiguió darse a la fuga, el vehículo y su conductor pudo ser interceptado después de una complicada persecución.

A partir de esta actuación, se detuvo a R.C.T., de 38 años, vecino de Pontecesures, I.P.J., de 19 años y JM.C.S., de 32 años, vecinos de Caldas de Reis. Los agentes localizaron tras los registros cuatro máquinas expendedoras de tabaco y una tragaperras, todas ellas desvalijadas. Dos de las máquinas de tabaco se encontraron sumergidas en el río Ulla, en Pontecesures, de donde tuvieron que ser rescatadas por los GEAS (Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas) de la Guardia Civil.

La operación concluyó con la detención de un varón de 53 años de edad (J.D.F.) vecino de Moraña y una mujer de 53 años (M.T.C.), vecina de Padrón, acusados de sendos delitos de receptación.

Faro de Vigo

«Cando eu empecei na policía patrullábamos a pé e sen arma».

O inspector xefe da Policía Local de Padrón sinala que «é un privilexio» vivir en el municipio.

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Patrullar a pé e sen arma. Así era hai 32 anos o servizo da entón policía municipal de Padrón. E ese é o tempo que leva no corpo de seguridade o seu inspector xefe, Francisco Javier Abeijón Brea (Rois, 1958). Máis de 30 anos nos que Abeijón acumulou experiencia e anécdotas, como aquela vez que un veciño lle pediu que fose con el a controlar á muller para que levantara acta dunha posible infidelidade.

-Que destacaría destes anos de traballo na Policía Local?

-Destacaría a convivencia pacífica e tranquila dun pobo coma Padrón, a pesar dos momentos de convulsión social coma as manifestacións e tensións derivadas do peche da Picusa ou do conflito entre os partidarios e os detractores da desviación da N-550. Sen esquecernos das inundacións dos anos 1986 e 1989, que provocaron a desesperación dos veciños. Pero, en todas estas situacións, os padroneses souberon esquecer as tensións e diferenzas para que non afectasen á súa vida cotiá, dando exemplo do que debe ser a convivencia.

-Como era o labor policial cando comezou?

-Era moi diferente en canto a medios e competencias. Cando eu empecei, patrullabamos a pé, incluso polas noites. Non tiñamos armas nin roupa de augas, e a única máquina de escribir tíñaa o xefe no seu despacho. Ao pouco tempo, xa nos dotaron de arma regulamentaria a catro dos axentes e tamén dun coche patrulla. Tanta modernidade espertou incluso a alarma entre algúns concelleiros da oposición, que chegaron a afirmar que non tardarían en aparecer os primeiros mortos. Afortunadamente, non aconteceu nada semellante, senón que a Policía Local foi asumindo as súas funcións de xeito natural e adaptándose aos tempos.

-Ten medios suficientes?

-Imaxino que a calquera mando policial que se lle preguntase diría que os medios son insuficientes. Os materiais non son os máis problemáticos. O máis difícil, en todos os corpos que coñezo, son os medios humanos. Case todos teñen déficit de axentes e o noso caso non é unha excepción. O persoal está tan axustado que, cando todos estamos en activo, é suficiente, pero cando hai baixas ou se dan situacións administrativas ás que teñen dereito os funcionarios, o corpo queda minguado e reséntense as quendas de servizo. Ultimamente sufrimos unha mala época nese sentido, que afecta gravemente á calidade do noso traballo e nos impide estar á altura das circunstancias.

-No concello tamén hai posto da Garda Civil. ¿Como é a relación coa outra forza de seguridade?

-Coa Garda Civil compartimos o mesmo interese, que é o servizo á sociedade, polo que a nosa relación ten que ser a mellor posible. Houbo un tempo en que era excepcional, tanto a nivel profesional coma persoal. Podería dicirse que eramos unha parella de feito. Pero agora convertémonos máis ben nun matrimonio de conveniencia.

-¿Padrón é un lugar tranquilo?

-Si, é moi tranquilo para vivir. Se o comparamos con outras poboacións similares, eu diría que é un privilexio residir aquí.

La Voz de Galicia

La juez sobresee la causa en la que se investigaba a Angueira por posibles agresiones sexuales.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Padrón ha decretado el sobreseimiento provisional de la causa en la que se investigaba al exalcalde de Pontecesures, Luis Álvarez Angueira, acusado por su sobrina política, la concejala de Igualdade del Concello de Rianxo, Hadriana Ordóñez Otero (BNG), de haber abusado sexualmente de ella cuando era menor de edad. La causa se archivó el pasado julio, un mes después de que la nacionalista pusiese la denuncia, pero ambos volvieron a ser citados en el juzgado para prestar declaración y comprobar si la totalidad los hechos denunciados estaban prescritos.

En un primer momento, los hechos descritos por la denunciante correspondían a un delito de abusos sexuales continuados, cuya pena oscila entre los cinco y los diez años de prisión. Para delitos con esta pena, el auto recuerda que la prescripción se produce a los diez años. En el caso de que la presunta víctima sea menor de edad, como era Hadriana Ordóñez, se comienza a contar desde que la víctima cumplió la mayoría de edad. Ordóñez, continúa el auto, cumplió los dieciocho años en el 2003

Las citaciones posteriores a este archivo se produjeron para «esclarecer si alguno de los hechos relatados en la querella no estaban prescitos al poder ser encuadrados en un precepto penal distinto y castigados con pena de prisión superior a los diez años». Pero, tras las declaraciones de ambos, la juez no considera demostrados los nuevos hechos relatados por la denunciante.

Motivos del sobreseimiento.

«Surgen numerosas dudas de que los hechos hubiesen ocurrido puesto que existen múltiples contradicciones entre el relato de hechos efectuado por la perjudicada y la documentación aportada por el investigado», recoge el auto. Detalla también alguna de estas contradicciones. «Doña Hadriana manifiesta en su declaración que la primera penetración se produjo en la vivienda que su tío tenía en Taragoña el verano que ella tenía doce años. La querellante nació en octubre de 1985 y en el 1998 no existía tal vivienda», puede leerse. El abogado de Angueira, Ramón Sabín, presentó junto al escrito de defensa un documento en el que indica que a fecha de 8 de septiembre de 1998 el porcentaje de ejecución de la obra era de un cero por ciento. «La querellada manifiesta que los hechos ocurrieron en el baño de la casa, que no existía a 22 de diciembre de 1999», prosigue el auto. Angueira añade que los hechos «no son ciertos y es imposible que ocurriesen». Contra este sobreseimiento provisional cabe recurso.

La casa en la que habrían sucedido los hechos no estaba construida en la fecha mencionada.

La Voz de Galicia

Detienen en Lalín a un vecino de Padrón por el robo en viviendas en las provincias de Pontevedra y A Coruña.

La Guardia Civil concluyó la denominada «Operación Brass» con la detención de un vecino de Padrón y la investigación de otro de Ames, a los que se les atribuye la autoría de cerca medio centenar de robos en viviendas del norte de Pontevedra y sus limítrofes de A Coruña. Las investigaciones se iniciaron por la proliferación de los robos en los municipios de, entre otros, Silleda, Vila de Cruces y Lalín. El pasado martes se detuvo en Lalín a CX.F.B., de 28 años, y vecino de Padrón, poco después de llevar a cabo sendos robos en una nave industrial y en una casa de la cabecera comarcal dezana.

Faro de Vigo

Estaciones sin avisos en los tiempos de las telecomunicaciones.

Al lavado de cara que se llevará a cabo le faltan dos grandes reclamos: los paneles digitales y la megafonía que alertan de posibles retrasos.

Salta a la vista. Poco o nada tienen que ver la estación de Vilagarcía con la de Catoira y Pontecesures, que fueron relegadas a la categoría de apeaderos con la creación de la nueva vía. Siguen funcionando, de puertas para afuera. Los trenes, para satisfacción de la plataforma de Defensa del tren de proximidad Vilagarcía/Santiago y de sus usuarios, continúan circulando por ambas; pero las estaciones cerraron a cal y canto. Eso, vuelve a saltar a la vista, ha repercutido en ambos espacios. Solo en la parada de Catoira se mantiene una pequeña sala de espera, pero casi se agradece más el techo que cubre el andén en la de Pontecesures. Javier Pérez espera al tren de las 13.30 horas desde el exterior. Llovizna, pero no lo suficiente para correr a resguardarse. «La estación necesita ser acondicionada», señala, a la espera del tren que le llevará a Santiago. De ahí, partirá a Madrid, donde trabaja. Vuelve al municipio vikingo siempre que puede: su apuesta para todo el trayecto es el tren. Tiene bien estudiadas las frecuencias.

Si en el interior de la sala de espera de Catoira pueden verse pintadas como «canto polvo e eu a dos velas», el exterior no está mejor cuidado. Falta la puerta que lleva a la sala, que cuenta con un pequeño banco y no resulta nada acogedora para quien tenga que hacer tiempo. Sobre si se le dará una nueva cara, Adif anunció un plan de mejoras para diversas estaciones y apeadores en Galicia, tanto en uso como en desuso. El alcalde del municipio, Alberto García, señala «es una petición que se realiza cada cierto tiempo pero no tengo constancia de que se vayan a hacer».

En la vecina Pontecesures el número de pintadas es menor. Los trabajos de mantenimiento, tal y como señalan tanto el alcalde, Juan Manuel Vidal Seage; como desde Defensa del tren, ya han comenzado y la fachada ha recuperado su color: falta borrar las pintadas sobre las puertas verdes y otras obras «de acondicionamiento». Es Luís Ángel Sabariz quien indica que «se espera que se pongan solución a las goteras de la marquesina, la zona de jardines y el segundo andén, cuya marquesina presenta un total estado de abandono».

Aunque desde Defensa del tren de proximidad señalan que «estas actuaciones siempre impulsan un poco más» la utilización de este transporte, lo más importante es equiparar los apeaderos de Catoira y Pontecesures al de padrón. ¿Cómo hacerlo?. «Con la instalación de megafonía y señalización alfanumérica». Si bien cuentan con un cartel con los horarios actualizados, a fecha de 22 de junio de este año, no hay forma de enterarse de los cambios de vía o de si los trenes vienen con retraso. También añadirían alguna frecuencia más: echan en falta el tren que salía a las ocho de la mañana de Pontecesures hacia Vilagarcía. «Desde las 06.37 hasta las 10.36 no hay ninguno y hay mucha gente que necesita ir a primera hora para hacer trámites», señalan. Además, muchos de los trenes que van desde Santiago a la capital arousana, lamentan, «no paran en Catoira».

Seage coincide con la plataforma al señalar que las estadísticas de Adif no se corresponden con la realidad. La prueba: se registran más bajadas en ambas estaciones del Baixo Ulla que subidas. «Al no haber taquillas y darse la opción de coger el billete en el tren, las veces que no pasa el revisor no cuentan como viajes realizados», indica el alcalde.

Pasos a nivel

En Catoira no hay este problema, pero en Pontecesures los pasos a nivel se ven tanto en la estación como en el pueblo. «Nuestra principal preocupación es la situación de Porto, entre la avenidad dos Namorados y la calle Fontaíña, hay que mejorar ese paso a nivel», señala el alcalde. En cuanto a la estación, aunque Emma Jamardo y otros de los vecinos que bajan habitualmente en el tren que llega al municipio a las 14.17 horas desde Santiago señalan que «suelen llegar a la vía tres, pegada la apeadero»; la forma de cruzar de un lado a otro es el paso a nivel que está situado a la altura de Alfolí y que cuenta con las barreras elevadas oportunas. El que está justo enfrente a la estación, por su parte, estás supuestamente inutilizado por no contar con las medidas de seguridad oportunas.

La Voz de Galicia

Asalta a punta de cuchillo la gasolinera de Pontecesures y se lleva el dinero de la caja.

La Policía Local de Pontecesures y la Guardia Civil buscan a un varón «de entre 28 y 32 años» que mide aproximadamente 1,75 metros de altura y al que se considera autor de un atraco a mano armada cometido en la tarde-noche del viernes en la gasolinera pontecesureña que está situada al lado del puente interprovincial que cruza sobre el río Ulla y une la localidad pontevedresa con el municipio coruñés de Padrón.

El asaltante, vestido con una sudadera con capucha y que portaba una gorra gris, actuó en todo momento a cara descubierta, incluso cuando sacó el cuchillo con el que amenazó al único empleado de la estación de servicio.

Los hechos tuvieron lugar cuando ya había oscurecido -era una desapacible y lluviosa tarde-, a eso de las 18.30 horas.

El atracador accedió a la tienda de la gasolinera, ubicada en la carretera Nacional 550, y pidió al dependiente de la misma que le cobrara un agua que él mismo había recogido en el frigorífico.

Para abonar la bebida sacó del bolsillo algunas monedas y las puso sobre el mostrador, pidiendo al encargado de la gasolinera que las contara.

Fue en ese instante cuando mostró el cuchillo que llevaba escondido y lo utilizó para amenazar al dependiente, ordenándole que le entregara todo el dinero de la caja registradora.

Tras conseguir su botín el atracador salió del lugar a la carrera y se escapó por la calle Cantillo, una vía que puede definirse como secundaria o apartada y que está atravesada por la vía del ferrocarril.

Algunos vecinos manifiestan que un cómplice podría estar esperando en el lugar para huir juntos en algún vehículo, ya que inmediatamente se perdió la pista al atracador, a pesar de que todo estaba sucediendo en pleno centro urbano pontecesureño.

No obstante, la Policía Local de Pontecesures, que inició la búsqueda del asaltante con rapidez, dice desconocer si había una segunda persona implicada y confirma que todo sucedió muy rápido.

Al parecer, según el testimonio del trabajador de la estación de servicio pontecesureña, podría tratarse de alguien foráneo, ya que no lo había visto nunca. Y la descripción del individuo tampoco parece encajar con la de posibles delincuentes habituales «fichados» en la villa ribereña.

Ni que decir tiene que a medida que se conocía lo sucedido se encendieron todas las alarmas en el vecindario, en ocasiones anteriores sometido a diversas oleadas de robos cometidos tanto en negocios y comercios como en domicilios particulares.

Faro de Vigo