PADRÓN Un nuevo escándalo que involucra a Kiko Rivera, Paquirrín, ha puesto en el foco de la crónica rosa a Padrón y Pontecesures. Según relató el periodista Pepe del Real en el programa de Ana Rosa de Telecinco, Kiko Rivera salió de madrugada de la discoteca Chanteclair de Pontecesures, donde había actuado como Dj, «se van al hotel en una furgoneta y ven bajarse a una chica rubia, bastante despampanante, que venía animada, a Kiko y un amigo de él. Entran y van a su habitación… Pero la cosa no terminó ahí. La sorpresa llega a las cinco y media de la mañana cuando el marido de la chica rubia llega al hotel aporreando la puerta, diciendo que si no sale su mujer llama a la Policía Local porque personas que estaban con ella le habían dicho que no estaba en condiciones. Esto hace que la recepción del hotel llame a la habitación y consiguen que baje». Tras darse a conocer la información, Kiko Rivera desmintió que la chica estuviera con él, sino con su amigo. Por su parte, su mujer Irene Rosales, se mostró muy enfadada :»Yo solo voy a decir una cosa: a la chica la demanda le llegará, sino es por parte de mi marido será por la mía, pero le llegará».
CON DECEPCIÓN recibimos la noticia de que fue suprimido el servicio
de venta, por ventanilla, de billetes en varias estaciones gallegas y
que nos recuerda lo sucedido hace muchos años con el cierre de las
estaciones de Padrón, Catoira y Pontecesures. Un paso más que nos indica
que parece que solo interesa potenciar el uso del ferrocarril en las
grandes ciudades dejando abandonados a los usuarios de las otras
ciudades y de las pequeñas villas.
Resulta
curioso que no se indique que los viajeros van a poder retirar los
billetes por internet, en máquinas a colocar en las estaciones, en
Correos o a través del interventor a bordo del tren. ¿Cómo van a
utilizar los usua-rios en el Eje Atlántico las tres primeras opciones?
Lógicamente subirán al convoy y como la mayoría de los trenes que
circulan por la vía convencional no llevan interventor pues viajarán
gratis y punto. Yo mismo llevo prácticamente viajando gratis mucho
tiempo en el primer tren que sale de Pontecesures con dirección a Vigo.
Desde el verano pasado el tren solo trae interventor un día o dos a
la semana. Pero esto sucede en la mayoría de los trenes que circulan por
la vía convencional y después nos dicen que no tenemos viajeros
suficientes. Cómo van a constar en las cifras oficiales si no se
alcanzan a computar.
En fin, que seguimos en Padrón, Catoira y Pontecesures con las
estaciones descuidadas, sin baños para poder utilizar, con maleza y
suciedad en la zona de jardines y andenes, con escaso mobiliario urbano y
con megafonía y señalización alfanumérica solo en la primera.
Pasa el tiempo y sin mesas de diálogo o consultas,
se toman decisiones unilaterales que son auténticos recortes por mucho
que se quieran disfrazar. Mucho defender la España vaciada y las
convenciones del cambio climático pero en realidad se perjudica a los
poblaciones más pequeñas y no se potencia el uso del ferrocarril, que es
medio de transporte menos contaminante.
(*) El autor, usuario habitual del tren, fue edil en Pontecesures
El Concello de Padrón retoma mañana las visitas teatralizadas a la
Casa-Museo Rosalía de Castro, una iniciativa que tendrá continuidad
todos los sábados de enero y febrero a las 17.00 horas.
Para participar en esta iniciativa solo es necesario anotarse previamente en la Oficina de Turismo de Padrón, llamando al teléfono 646 593 319 o enviando un correo electrónico a turismo@padron.gal. La visita -que está protagonizada por la compañía de teatro Os Quinquilláns- es gratuita.
Uno de los ejemplares falleció. El que apareció en las Torres do Oeste tuvo mejor suerte gracias a un operativo en el que participaron los bomberos y protección civil.
Que los delfines se dejen ver por la ría de Arousa es algo habitual.
Lo que es del todo improbable es encontrarlos río arriba, en aguas del
Ulla. Ocurrió esta tarde en Catoira y en Pontecesures,
y no fueron los únicos. Se localizaron otros ejemplares desorientados
en las proximidades de Vilagarcía y de Boiro, uno de los cuales
falleció. En la Coordinadora para o estudo dos mamíferos mariños (Cemma)
siguieron muy de cerca este episodio, al que todavía no le encuentran
explicación. Alguna razón propició que los animales entraran en la ría,
perdieran el rumbo y cogieran caminos distintos, según explica el
portavoz Alfredo López.
A la caída del sol, algunos ejemplares
permanecían varados, a la espera de la pleamar, y otros lograron salir a
flote, aunque con destino incierto. Es el caso del delfín que apareció
en Catoira. Una mujer que estaba paseando por las proximidades de las
Torres de Oeste lo vio varado en las marismas y enseguida se puso en
marcha un dispositivo de rescate en el que participaron los Bombeiros do
Salnés, Protección Civil de Catoira y efectivos municipales. Incluso el
alcalde, Xan Castaño, se trasladó al lugar para supervisar el operativo
antes de acudir al Concello a recibir a los Reyes Magos.
Siguiendo el asesoramiento del Cemma, los bomberos se pusieron manos a la obra para mantener con vida al animal, que presentaba heridas y parecía exhausto, y trasladarlo después, en camión, a la playa fluvial, donde el delfín pudo alcanzar aguas más profundas. La operación fue un éxito pero, para sorpresa de los presentes, el cetáceo volvió río arriba, hacia Padrón, en vez de dirigirse hacia el mar. Ojalá que encuentre el buen camino.
De Padrón, pero lleva muchos años viviendo y trabajando en Santiago, 38 años. Casado y con tres hijos. Como de raza le viene al galgo, pertenece a una familia de reconocida tradición jurista. Se trata de José Paz Montero, al que acaban de notificar la concesión de la Cruz de Primera Clase de San Raimundo de Peñafort, distinción otorgada por el Ministerio de Justicia.
El médico Alfonso Solar Boga cumplirá 42 años como rey Melchor en la cabalgata de Padrón.
Este es un reportaje no apto para leer los niños porque desvela uno
de los grandes secretos de la tradicional Cabalgata de Reyes de Padrón:
la identidad de una de sus majestades. En cambio, sí es de lectura
recomendable para padres, tíos y hasta abuelos que, seguramente de
pequeños, la noche del 5 de enero le dieron un beso al Rey Melchor y,
más concretamente, a Alfonso Solar Boga. El prestigioso médico de 62
años, afincado profesionalmente en A Coruña pero natural de Padrón, a
donde regresa cada fin de semana, cumplirá hoy 42 años vistiendo las
ropas del Rey Melchor, solo interrumpidos durante dos Navidades en las
que no se celebró la cita a causa de las inundaciones.
Hablar con Alfonso Solar de su papel como Rey
Melchor es hacerlo de la historia de la cabalgata de Padrón, pero
también de sus gentes y de su amor declarado a la villa: «Soy muy
afortunado. Puedo presumir de que se me acerquen abuelos que vinieron a
junto de mí de niños, en las primeras cabalgatas, y eso hay que
valorarlo como una suerte». «Nadie le ha dado tantos besos a los vecinos
del pueblo que uno quiere y eso es un privilegio».
Son algunas de
las confesiones que hace Alfonso Solar cuando mira hacia atrás y habla
de sus vivencias en la cabalgata, que se remontan a 1978. Todo empezó de
una manera un tanto peculiar, cuando varios jóvenes unidos por el
hockey, como Masito Beiró Martínez, José Ángel González Piñeiro, Jesús
Fraiz Calvo, Ramón Garea Rodríguez, y Totono y Cleto Barreiro Sorribas,
se plantearon celebrar la cabalgata de Reyes, que en Padrón no había
desde que quedara sin pagar el alquiler de las ropas de otra cita
anterior. Los jóvenes no tenían dinero pero en su ingenuidad pensaron
que tampoco costaría tanto celebrarla: sería cuestión de hacer unos
trajes y comprar unos caramelos. La idea cogió fuerza y hablaron con el
Concello pero el entonces alcalde, Eduardo Otero, les recordó que había
una deuda pendiente y que había que pagarla antes de que el Ayuntamiento
se pudiera implicar en la organización. El grupo lo valoró como
«injusto», pero siguió adelante, limitando la cabalgata a A Matanza,
Extramundi y Rois.
Los trajes de los Reyes los consiguió Masito
Beiró por el trabajo de su padre en la Nestlé; las pelucas eran de
carnaval y las barbas, de estropajo. Ese año, fueron: Gaspar, Mon Garea,
Baltasar, Totono Sorribas, y Melchor, Alfonso Solar. Esa primera
cabalgata, que es el germen de la actual, fue un éxito, pero no gustó en
Padrón, donde según recuerda Alfonso, «nos dieron palos por todas
partes, hasta en el periódico, pese a que éramos buenos chicos».
Rescatados del Sar
A
partir de ese año empezaron a organizarse, a recaudar fondos yendo
puerta por puerta y poco a poco se fueron sumando otros organizadores,
como las amas de casa, entre las que Solar menciona a Mary Lago,
Conchela López, Elena Palén y Angelines Parra. Poco a poco, Padrón
empezó a tener «cabalgatas mejores» porque la gente respondía y los
promotores quisieron dar un salto cualitativo para mejorar la llegada de
los Reyes Magos a la villa.
Si en los primeros tiempos los Magos llegaban a
Padrón en tren, hubo dos años (1981 y 1993) que lo quisieron hacer en
barca por el río Sar, pero en una ocasión «calculamos mal las mareas y
nos tuvieron que rescatar y sacar del río en el colo», recuerda Alfonso
Solar. Para mejorar aún más la llegada, en 1982 se les ocurrió que
podían hacerlo en helicóptero y se fueron a la Diputación de A Coruña a
solicitar uno. El entonces presidente del organismo provincial, Enrique
Marfany, se lo concedió de forma sorprendente pero, una vez llegado el
día, el Rey Gaspar vomitó nada más bajar del helicóptero y poner un pie
en el campo de fútbol. No obstante, esa llegada «fue lo máximo; ya no se
podía superar», dice Solar. También se les ocurrió que la cabalgata
podía empezar por la mañana, con la lectura de un pregón, que en 1983
leyó Pepe Domingo Castaño, y hasta fueron a hablar con el arzobispo
Ángel Suquía para pedirle apoyo económico.
Todo ello hasta que el Concello echó mano de la
organización hace más de veinte años, con la animadora cultural Cruz
Taboada al frente, de modo que cada 5 de enero es un «día sagrado» para
Solar, que tiene una cita ineludible con los niños de Padrón y comarca.
«Cada año me pasan muchas cosas por la cabeza y me trae muchos
recuerdos. Desde que empecé, pasó el tiempo suficiente como para echar
de menos a muchas caras en los balcones de la villa, a través de los que
puedes ver el paso de la vida. Falta gente en ellos pero hay otra
nueva».
A todos estos entrañables recuerdos, el médico
añade la única pega que le pone a su condición de Rey Melchor: su hija
casi no recuerda ninguna cabalgata de Padrón ya que se la llevaba su
mujer Begoña a ver la de Vilagarcía. «Para mi hija, ese día yo siempre
estaba de guardia».
«Me gusta ver el 5 de enero el paso del tiempo en mi tierra»
«Mis
primeros recuerdos de la Cabalgata de Reyes en Padrón se remontan a los
años 1962-1964: organizada por la Delegación de Juventudes, salía a
caballo (uno de Picusa, otro de Tejidos Ramos y el tercero de la
Ferretería Francisco García) desde las instalaciones de Fenosa,
precedidos por la banda municipal y escoltados por pajes con antorchas
que recorrían las calles de Padrón para dirigirse al Ayuntamiento»,
recuerda Alfonso Solar, responsable de la unidad de Gastroenterología
Pediátrica del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera (Chuac) y que
este año recibió la medalla de oro y brillantes del Colegio Oficial de
Médicos de A Coruña en reconocimiento a su trayectoria profesional y los
valores que transmite durante su ejercicio.
Como compañeros de cabalgata, Solar recuerda que
le acompañaron durante muchos años Ramón, funcionario del Ayuntamiento
jubilado; Eugenio Iglesias Catoira, y últimamente Arturo Reboyras. El
médico padronés insiste en que «es un privilegio» vestir las ropas del
Rey Melchor cada 5 de enero y recuerda que todo empezó hace más de
cuarenta años, «una noche de verano en la que se reunió un grupo de
chavales que tenía muchas ganas de hacer cosas por el pueblo».
«Me gustaría seguir participando en la cabalgata; no me preguntes cuántos años pero, si tengo salud, sí quiero porque me sigue gustando ver el paso del tiempo en mi pueblo la noche del 5 de enero», dice Solar, para quien ese día le sirve para reafirmarse, dice, «en una de las pocas convicciones que tengo: que Padrón es el mejor sitio para estar».