El gobierno local de Padrón aprueba las retribuciones más altas del Concello.

La corporación local de Padrón ha celebrado esta mañana el pleno para establecer la organización de los plenos y comisiones informativas, además de aprobar la remuneración de los ediles del grupo de gobierno, que queda establecida en un total de 143.278 euros brutos anuales, 49.000 euros más al año que en la legislatura anterior. En esa cifra están las dos dedicaciones exclusivas, la del alcalde Antonio Fernández (43.947,76 euros brutos al año) y la de la concejala Lorena Couso (28.802,19 euros brutos año). Hay, además, cinco dedicaciones parciales para el resto de los ediles del gobierno local. 

El debate del punto derivó en un baile de cifras entre el gobierno y la oposición aunque, al final, quedó demostrado que este es el «goberno máis caro da historia de Padrón», en palabras del concejal de Compromiso por Galicia, Eloi Rodríguez que, no obstante, no votó en contra de las remuneraciones, sino que se abstuvo. Lo mismo hizo el BNG mientras que el PSOE votó en contra, por lo que quedaron aprobadas con los votos a favor del ejecutivo municipal (PP).

El alcalde ha defendido las retribuciones fijadas en base a que se adaptan «ao establecido por lei e non son superiores aos topes fixados para o noso concello» y ha justificado el incremento en que el gobierno local estuvo «moi mal retribuído no mandato anterior». También ha recordado que en su día (en 2015) su gobierno se adaptó a las remuneraciones que le fijó la oposición. 

De hecho, buena parte del debate ha estado centrado en la comparativa con años anteriores, de modo que Eloi Rodríguez ha apuntado que en los gobiernos de Jesús Villamor hasta 2007 la cuantía fue de 103.000 euros brutos al año, que en el gobierno bipartito de PSOE y CIPa, en el que estaba él, bajó a 100.000 euros.

No obstante, el alcalde le ha rebatido este último dato y ha apuntado que en el gobierno bipartito la remuneración fue de 120.000 euros, sumando un cargo de confianza. Antonio Fernández también ha recordado de la retribución de Camilo Forján y Eloi Rodríguez en el año 2009, como alcalde y teniente de alcalde, respectivamente, que fue de 44.324,20 euros brutos en el caso del primero y de 31.442,80 euros brutos en el caso del segundo. 

Desde el PSOE, el portavoz Camilo Forján ha asegurado que las retribuciones de este mandato suben un 91 % al año si se comparan con los 75.000 euros anuales aprobados en 2015 a iniciativa de los grupos de la oposición y, en particular, de los concejales del partido galleguista, hoy integrados en el PP, que fijaron esa cifra como tope para los salarios del gobierno local. Todos los partidos le han preguntado hoy a los exconcejales galleguistas dónde ha quedado esa forma de pensar. 

En concreto, la edila Beatriz Rey del BNG ha destacado el aumento de las retribuciones de los dos ediles que antes estaban en el partido galleguista, Ángel Rodríguez y Javier Guillán. Ambos pasan de 9.500 euros brutos al año a 17.500, con una dedicación del 40 %. Beatriz Rey, que ha recordado que el BNG nunca puso problemas a la hora de aprobar las remuneraciones del gobierno local, ha pedido que a lo largo de esta legislatura se decidan a ser «igual de xenerosos co persoal do Concello», una representación del cual ha asistido al pleno para denunciar sus condiciones.

La Voz de Galicia 

Paseo por Arousa de los amigos de Pepe Domingo.

FIN DE SEMANA Tras una larga y copiosa cena en la Pulpería Rial de Padrón, punto de arranque de un largo fin de semana, Pepe Domingo Castaño y su grupo de amigos dedicaron la jornada de ayer a navegar por la ría de Arousa, entre las localidades de O Grove y Pontecesures, tras visitar Sanxenxo y A Toxa. Acompañó el tiempo en la travesía a bordo de un catamarán para que gente como Tomás Guasch, Iñaqui Cano, Yolanda Flores o Toñi Martínez, entre la treintena de acompañantes, pudieran cargar baterías. Y por la noche, cena en el chef Rivera antes de acostarse temprano que hoy toca patear la Costa da Morte y, por si fuera poco, disfrutar con el Pórtico de la Gloria.

El Correo Gallego

Malestar en Padrón por el cierre de la oficina de atención al público de la empresa eléctrica.

El cierre semanas atrás de la oficina de Padrón de atención al público de la empresa eléctrica Naturgy cogió por sorpresa a más de un usuario, ya que los clientes deben dirigirse ahora a los centros de Ribeira o Santiago, según informa un cartel colgado en el antiguo despacho de la Rúa Longa.

Según la empresa eléctrica, el cierre de las instalaciones padronesas se enmarca dentro de la normalidad de una actividad comercial de este tipo, ya que tiene en cuenta la viabilidad económica, el emplazamiento y la evolución del centro. Afirma Naturgy que al oficina pertenecía a una firma colaboradora que decidió echar el cierre, para disgusto de muchos usuarios, ya que esta oficina estuvo desbordada a raíz de la solicitud o renovación del bono social eléctrico.

El cierre de esta oficina afecta también a vecinos de concellos limítrofes a Padrón, razón por la que los afectados no entienden, según señalaba recientemente uno de ellos cómo pudo cerrar porque «por falta de xente que lle entrara pola porta non era».

La Voz de Galicia

Los peregrinos encuentran el monte Santiaguiño de Padrón sin limpiar.

La maleza campa a sus anchas en uno de los enclaves jacobeos más significativos del municipio.

La llegada de peregrinos a Padrón coge al Concello con los deberes sin hacer en lo que respecta al adecentamiento y limpieza de zonas de interés jacobeo, como puede ser el área recreativa del Santiaguiño do Monte y las escaleras de acceso al mismo que, en la primera semana de junio, están con la hierba sin cortar. De acuerdo con fuentes municipales, está previsto limpiar la zona en las próximas semanas y no se pudo hacer antes porque hubo personal de baja, sin contar que el Concello está en la actualidad con la contratación de cuatro peones de limpieza.

Buena falta harán porque solo las más de cien escaleras que suben al Santiaguiño necesitan de una buena limpieza, para cortar y arrancar las hierbas que crecen en las mismas, desde el inicio en la calle Santiago del barrio de A Trabanca. A la vista de como están es probable que, desde antes de la romería del 25 de julio del año pasado, no se volvieran a tocar.

En la subida al monte por la escaleras, la hierba crece a un lado y, en un tramo, incluso hay tiradas numerosas ramas de la corta o poda de un pino. En general, todo el área recreativa del Santiaguiño do Monte precisa un corte de hierba, que es más alta en unos puntos que en otros, como puede ser el entorno de la pequeña capilla, donde está muy crecida.

También está llena de hierbas la fuente de agua situada frente al templo así como las escaleras que conducen a ella y las que llevan a las piedras en las que está la estatua del Santiago Apóstol. El entorno del pinar del área recreativa está más cuidado, quizás porque no crecen las hierbas como en otros puntos sin arbolado.

La pequeña caseta de piedra para barbacoas está igual de descuidada aunque, en este caso, por actos vandálicos. No es la primera vez que el mal estado del área recreativa del Santiaguiño do Monte, uno de los principales enclaves jacobeos de Padrón, coge desprevenido al Concello y este año no tendría por que ser así ya que en el mes de marzo, el grupo de Veciños de Padrón, trasladó en el último pleno ordinario de la pasada legislatura un ruego al gobierno local para que procediera a la «limpeza da maleza, ramas e lixo das escaleiras que soben ao Santiaguiño e do propio monte».

El ruego incluía una petición para que se reparen las escaleras que están detrás del promontorio del Apóstol y las del camino de entrada que se dirigen a la capilla, «sobre todo tendo en conta que coa chegada da primavera e do bo tempo é un lugar de afluencia de persoas peregrinas».

De hecho, es así es ya que el goteo de caminantes en la capital del Sar es constante e irá a más en los próximos meses. El monte Santiaguiño es uno de los sitios de obligada visita para los caminantes, por lo que supone en la tradición jacobea, que sitúa al Apóstol dos veces en Padrón, una de vivo y otra de muerto: La primera para predicar desde las piedras del monte y la segunda cuando sus restos fueron traídos en barca. Dada la importancia del espacio, hay quien pide un mantenimiento anual.

La Voz de Galicia

El día que las «alarmas» de Valga vencieron a Napoleón.

El 27 de abril de 1809 se produjo una sangrienta batalla entre una avanzadilla de las tropas napoleónicas, que bajaba desde Padrón, y un casi improvisado batallón formado por campesinos y soldados gallegos mal entrenados. Tuvo lugar en una loma del municipio de Valga, en el lugar conocido como Casaldeirigo. Fue una lucha desigual, pues los franceses sumaban 1.000 efectivos y tenían armas de fuego y artillería, mientras que los gallegos eran menos y muchos iban armados únicamente con aparejos del campo. Aún así, los franceses tuvieron que darse en retirada.

Valga celebra desde hace once años una de las recreaciones históricas más vistosas de la comarca. Es la llamada Batalla de Casaldeirigo, en la que se reproduce el sangriento combate librado por los campesinos de la zona y las tropas francesas en 1809, durante la Guerra de la Independencia. Durante la tarde de ayer, la fiesta regresó a esta colina de la parroquia de Sete Cores, aunque el intenso calor afectó negativamente, puesto que en un primer momento se barajó retrasar las actividades al menos una hora, aunque después se decidió respetar el primer horario previsto.

Los hechos que se conmemoran con esta fiesta de Valga sucedieron el 27 de abril de 1809, hace ahora 210 años. El ejército napoleónico se había instalado en España, y en muchos puntos del territorio se habían formado improvisados ejércitos de campesinos, mal entrenados y mal armados. Fue uno de estos batallones el que a finales de abril de 1809 hizo frente a una avanzadilla de franceses que bajaba desde Padrón, y que estaba compuesta por un millar de soldados.

Los galos tenían todas las de ganar, pues estaban mejor entrenados y poseían cañones y abundantes armas de fuego. Los gallegos, pertrechados con hoces y azadas, sabían que tenían que jugar sus cartas cogiendo por sorpresa a los franceses, y así lo hicieron en aquella jornada de primavera de hace 210 años. Fue una pelea sangrienta, y pese a su teórica ventaja, a los franceses no les quedó más remedio que replegarse.

Tiempo después, se levantó en aquella loma la llamada Capela da Saúde, en recuerdo de las víctimas.

Fue ahí, en ese escenario natural, en el que a media tarde de ayer volvieron a luchar cuerpo a cuerpo los campesinados de Valga y las parroquias colindantes y los soldados napoleónicos. Una vez más, ganaron los gallegos, aunque en la batalla auténtica no sea fácil discernir si hubo o no un ganador claro.

La Batalla de Casaldeirigo está organizada por el Ayuntamiento de Valga y la asociación cultural Héroes de Casal de Eirigo, 1809, y a lo largo de estos once años se ha convertido en uno de los eventos de inspiración histórica más importantes de la zona. No solo por la calidad de la recreación en sí, sino también por la programación complementaria, y por el elevado número de personas que se implican en la fiesta. Muchos son vecinos, y otros muchos proceden de otras localidades donde se recrea la Guerra de la Independencia contra los franceses, como son Vigo -con su espectacular Reconquista-, Pontecaldelas o Barro, donde también hubo «alarmas», como se conoció a las guerrillas formadas por los gallegos que se echaron al monte para hacer frente a las tropas galas.

Los actos en Casaldeirigo arrancan a media tarde con un desfile que preside la corporación municipal de Valga, y en la que van juntos «alarmas» y franceses. Participan en el mismo en torno a 200 personas. Salen desde el entorno de la carretera, y llegan a lo alto de Casaldeirigo, donde lo primero que hace el alcalde, José María Bello Maneiro, es pasar revista a las tropas. Acto seguido, se izan las banderas de todos los países implicados de una u otra forma en la Guerra de la Independencia, entre ellos España, Portugal, Francia o Inglaterra.

Tras estos actos de cariz más protocolario o simbólico, se llega a la batalla en sí, en la que franceses y gallegos vuelven a verse las caras sobre la tierra de Casaldeirigo, como hicieron en 1809 y como llevan haciendo año tras año desde 2009.

La programación prosigue con una obra de teatro, que este año se tituló «O que Napoleón non se levou». Cada año, el Concello de Valga convoca un concurso de teatro inspirado en la batalla, y la obra ganadora es la que se representa el día de la Batalla. Ese honor le correspondió en esta edición al texto presentado por Marcela Rodríguez.

El montaje fue dirigido por el director de la Escola Municipal de Teatro, Manuel Solla, y el elenco estuvo formado por alumnos de la citada escuela y vecinos.

La jornada se completó con juegos y animación para los niños, una degustación gratuita de rosquillas, las actuaciones de Lume con Troula y Pele Pau, que está teniendo mucho éxito en Galicia con su música de percusión, un espectáculo luminoso en la capilla al anochecer acompañado de fuegos de artificio, y una cena campestre con música para concluir la fiesta.

Faro de Vigo

Detectan vertidos permanentes de aguas fecales y restos industriales en el río Ulla.

Hace semanas vecinos y pescadores de Pontecesures denunciaban la existencia de vertidos al Ulla procedentes de fosas sépticas. Ahora se recrudecen esos lamentos y se escuchan los de otros ciudadanos del entorno, así como de mariscadores de la ría de Arousa, que ponen el grito en el cielo tras constatar la existencia de «infinidad de puntos de vertido contaminantes».

Se trata tanto de desagües como de regatos que desembocan en el río totalmente repletos de aguas fecales e incluso restos procedentes de diferentes industrias.

Las críticas se refieren al «preocupante estado» del cauce fluvial en las localidades de Padrón, Pontecesures, Catoira y Valga, por lo que se pide una mayor presencia del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y que esta actúe «con mayor contundencia» contra los que se encargan de destruir el medio natural e incluso las administraciones públicas que puedan tolerarlo.

«Estamos ante un auténtico atentado medioambiental que se comete permanentemente, las 24 horas del día y todos los días del año», aseguran algunos de los damnificados.

Hay mariscadores que faenan en los bancos de Os Lombos do Ulla y los parques de cultivo de Carril (Vilagarcía) que achacan a esa contaminación fecal e industrial del río el progresivo declive de sus zonas productivas. Al igual que hay pescadores que relacionan la escasez de lamprea, anguila, solla y otras especies con esa supuesta contaminación.

Al tiempo que piden «medidas contundentes» para acabar con esto, muestran imágenes en las que se aprecian importantes vertidos que, efectivamente, acaban en el Ulla, además de contaminar el entorno natural del mismo y de los afluentes que lo abastecen.

Hay tramos donde el agua está completamente marrón, mientras que en otros presenta un color amarillo intenso que cubre toda la lámina de agua.

No faltan restos de toallitas y otros desperdicios que acaban en el lecho fluvial procedentes de redes de alcantarillado que no pasan por depuradora o directamente desde las fosas sépticas de algunas viviendas.

Faro de Vigo