Pepe Domingo: “Reivindico Padrón como visita obligada de todos los Caminos de Santiago”.

Pepe Domingo Castaño, segundo por la derecha, y su pandilla de amigos, ayer, a su llegada a Compostela para realizar el Xacobeo do Mar.

Pepe Domingo Castaño dio ayer el pistoletazo de salida a su Xacobeo do Mar en la estación de tren de Chamartín, en Madrid. Allí, junto con su mujer, Tere Vega, y treinta amigos, se subió al AVE para poner rumbo a la tumba del Apóstol con motivo del Año Santo compostelano. Con la bendición del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien les hizo llegar su deseo de buen Camino —y un avituallamiento de chuparse los dedos elaborado por el mesón Txistu— consiguieron alcanzar con fuerzas la capital de Galicia, donde realizaron una primera escala en la plaza del Obradoiro para contemplar la belleza de la fachada barroca de la Catedral. Allí realizaron las primeras plegarias necesarias para ganar la indulgencia plenaria, antes de adentrarse en la basílica para una interesante visita al Pórtico de la Gloria y a la Capilla Mayor.
En declaraciones a EL CORREO, el reconocido comunicador de la Cadena Cope señaló que el Xacobeo do Mar “nació ya hace unos años con el objetivo de apoyar el Camino Portugués y la Ruta Jacobea del Mar; y para animar así a los peregrinos a realizar esta preciosa etapa marítima”.

Pepe Domingo confiesa que su objetivo es también “posicionar Padrón donde se merece, como cuna de la tradición jacobea. De hecho, reivindico Padrón como una visita obligada para todos los peregrinos que llegan a Santiago por los diferentes Caminos, porque allí está el origen, el inicio de todo. Es la antesala de todos los Caminos de Santiago”.

Sus compañeros de aventura tampoco pudieron evitar la emoción que suscita un lugar tan especial como la Catedral de Santiago. Acompañan al de Padrón este fin de semana de peregrinación periodistas de la talla de Tomás Guasch, Iñaki Cano, Jorge Armenteros, Javier Lalaguna o Rafael Sánchez (muchos años conductor del programa Al sur de la semana en la Cope), Toñi Martínez (la voz de la publicidad en el programa de Carlos Herrera), Yolanda Flores (presentadora de numerosos programas en TV y actualmente directora del De película en RNE) o Javier Maroño, director de Cope Galicia. De este jubileo también forma parte Poli Rincón, exfutbolista internacional que perteneció al Real Madrid y al Betis. Otros amigos de Pepe Domingo y Tere, perfectos anfitriones, son los empresarios Pablo Gutiérrez Mondedeu, Juan Carlos Montero; Cristina González Huete, CEO de El Botánico, en Madrid; Mari Carmen Blázquez, hija del reconocido restaurador madrileño Lucio Blázquez, propietario de Casa Lucio; y David Lecanda, entre otros muchos.
Tras la visita a la Catedral, la pandilla puso rumbo a la capital del Sar para celebrar la mágica noche de San Xoán por todo lo alto en la pulpería de José Manuel Rial y Lydia Angueira. En Padrón fueron recibidos con los brazos abiertos y rápidamente se montó una juerga que incluyó el tradicional salto de la cacharela al ritmo de los timbales de la charanga O Santiaguiño que hizo vibrar el corazón de la villa y dejó una noche para el recuerdo a todos los amigos de Pepe Domingo y Tere. A la hora del cierre de esta edición seguía la juerga en Pulpería Rial. Y no sería de extrañar que a más de uno le cueste hoy madrugar para el día grande del jubileo. Y es que el grupo se embarcará hoy en el Xacobeo do Mar, con una travesía por la ría de Arousa para conmemorar el traslado de los restos del Apóstol desde el puerto de Haffa, en Palestina, al del Murgadán, en Iria Flavia.

El Correo Gallego

Una valla que dificulta la visibilidad en la estación de Pontecesures.

La colocación de una valla en uno de los accesos a la estación de Pontecesures, en concreto en el más próximo a la plaza del Coche de Pedra, ha provocado una cadena de quejas. A los vecinos se les limita la zona de entrada y salida y a los conductores de los trenes les podría dificultar la visibilidad de una señal. Luis Ángel Sabariz Rolán concluye que se trata de un gasto innecesario.

La Voz de Galicia

Una banda organizada pudo cometer el robo en la iglesia de Padrón, que no fue improvisado.

Pocas personas sabían de la existencia de la caja fuerte sustraída

El robo en la iglesia parroquial de Padrónen el que sustrajeron una pesada caja fuerte, no fue uno cualquiera por varios motivos. Así, la Guardia Civil tiene abierta una investigación para dar con los autores del asalto a este tempo y al del convento del Carmen, además del edificio de Servicios Sociales, después de que la Policía Judicial hiciera la inspección ocular.

El instituto armado cree que detrás del robo está una banda organizada, según le confirmó al párroco de la iglesia, Roberto Martínez, muy triste por lo sucedido, que le coincidió con su enfermedad de covid. También la Policía Local de Padrón está convencida de que fue una banda «organizada e experimentada» como lo demuestra, por ejemplo, que se llevaron la caja con el disco duro de las cámaras de vigilancia instaladas en el templo que, pese a este sistema de seguridad, no tenía alarma.

«Pensaba que la iglesia era inexpugnable», aseguró ayer el sacerdote, quien lamentó el robo del dinero que había en la caja, pero mucho más la inseguridad y el hecho de «sentirse violentado». Roberto Martínez agradeció públicamente todas las muestras de solidaridad recibidas a raíz del asalto que, además del dinero en metálico sustraído, dejó importantes daños en el templo. Del rico patrimonio artístico, solo se echaron en falta dos objetos de uso litúrgico de plata de los siglos XVIII y XIX. Los hechos se produjeron, además, en una noche en la que no había servicio de la Policía Local desde la una de la madrugada, hora a la que acabó el turno de tarde después de que los agentes hiciesen tres horas extraordinarias. Ni de la Policía Local ni de la Guardia Civil de Padrón porque la primera patrulla en llegar al lugar fue la de Porto do Son, según confirmó Roberto Martínez.

El párroco cuenta que la Policía Judicial le explicó que no fue un robo improvisado y que los ladrones «sabían a lo que iban», es decir, expresamente a por la caja fuerte. Por ello, le preguntaron cuántos sabían de la existencia de la caja, una vez que esta no estaba a la vista y si guardada en un almacén situado de lado del despacho del sacerdote. «No sabíamos de ella más de seis personas», explica Roberto Martínez.

Iban a por la caja y, para llevársela, tuvieron que movilizar un carro de carga y descarga y, al menos, una furgoneta. Todo ello a partir de la una de madrugada y sin que nadie viera nada, pese a que la iglesia se sitúa en una zona muy céntrica y las puertas que rompieron de lado de una carretera. La Guardia Civil no lo confirmó al estar los hechos bajo investigación pero, al parecer, podría tener algunos indicios y hasta a una persona para interrogar, en base a lo que grabó una cámara de la oficina de Correos situada en la plaza de la iglesia.

La Voz de Galicia

… Cuando en esta época del año se vendían lampreas en las rúas y plazas de la zona vieja de Santiago.

Vendedora ambulante ofreciendo lampreas en las inmediaciones de la plaza do Toural, en el casco histórico. 

Si hay algo que los gallegos pueden lamentar es que Compostela no tiene mar. Sin embargo, eso nunca fue una excusa para que en los restaurantes de la ciudad se consumiesen los mejores productos de la Rías Baixas. Durante muchos años, los vecinos y hosteleros que querían gozar del sabor del mar (y también del río), no tenían más que bajar al centro de la ciudad. Manuel García García, propietario del Restaurante Don Quijote, recuerda que en esta época del año era habitual comprar lampreas llegadas del Ulla en la zona del Toural: “Aquellas mujeres venían de Rianxo, Padrón y las traían en cestas de mimbre y muchas de ellas aún llegaban vivas”. Una estampa que se fue perdiendo con el paso de los años, hasta que, finalmente, aquellas mujeres dejaron de vender estos manjares y otros de las rías gallegas en la zona monumental de Compostela.

El Correo Gallego

Tanis y los bocadillos de calamares.

O Tranquilo abrió sus puertas hace 38 años al pie de la cuesta que conduce a la estación de ferrocarril de Vilagarcía. En un solo fin de semana es capaz de despachar sesenta kilos de un rebozado que quita el hipo

No le den más vueltas, porque no las tiene. Después de haber meneado el bigote en algunos de los templos del ramo, incluidos esos bares que rodean la plaza Mayor de Madrid y alguno que otro en Sevilla, el que esto escribe es capaz de sostener, sin temor a tener que enmendalla, que el mejor bocadillo de calamares que uno puede degustar sobre esta tierra se prepara en una pequeña taberna de Vilagarcía de Arousa. Si alguien se empeña en llevar la contraria, se le invita a un par de ellos, a una caña de cerveza y aquí paz y después gloria, porque cambiará de opinión, seguro. El artífice de este modesto milagro culinario es Estanislao García, que el 4 de agosto de 1984 tuvo a bien abrir las puertas de O Tranquilo en lo que hoy es la avenida Doutor Moreira Casal, al pie de la cuesta que conduce a la estación de ferrocarril. Este detalle, que podría parecer nimio, resultó, con el paso del tiempo, fundamental para el éxito de un negocio que en verano, cuando las gentes de Santiago, Padrón, Pontecesures o Catoira se suben al tren para poder extender sus toallas en la playa de A Concha, se llena hasta la bandera.

A Tanis, que nació en Caleiro (Vilanova de Arousa), le atrajo el mundo de la barra desde que era bien canijo. «Facíame ilusión, sendo pequeno, facer os cornechos, ese cucuruchos de papel nos que se levaban produtos como a fariña, na taberna da señora Laura, en Currás, que tamén era tenda». Andando los años, el futuro tabernero tuvo la oportunidad de preparar un bajo en Vilagarcía, propiedad del tío de Ana, su mujer, donde antiguamente habían funcionado los talleres de electricidad San Juan. Así nació un bar que debería haberse denominado Tania, combinando los dos nombres de la pareja, pero se acabó llamando O Tranquilo por insistencia de un cliente irreductible. «Veña a dicir e dicir que isto tiña que ser O Tranquilo, e Tranquilo lle quedou».

Desde el principio se prepararon bocadillos y, aunque Tanis probó fortuna con las hamburguesas, que pronto desaparecido de su pizarra, el de calamares se coronó como el rey de la carta bien temprano. Siempre con el mismo pan, que le sirve la panificadora Víctor Cordo, este bocata es un símbolo de la Vilagarcía de los pequeños bocados. «De verdade que clientes que poden vir de todas partes, mesmo de Sevilla, proban e din que non hai un bocadillo de luras mellor», advierte Guillermo López, que distribuye entre la barra, las mesas y la terraza lo que Tanis elabora en una cocina cuyas exiguas dimensiones contribuyen a ensalzar la calidad y el sabor de lo que se cuece en ella.

No teman los hambrientos, que la cantidad de vianda es generosa. El rebozado está en su punto. Crujiente y sabroso, cubre cada pieza en la medida justa. El resto lo hace el pan. Entre raciones y bocatas, Tanis y Guille son capaces de despachar en un fin de semana sesenta kilogramos de calamares, que en absoluto agotan sus especialidades.

Todo se elabora aquí mismo

La zorza, que se come sin patatas, está de muerte. El jamón asado, con o sin queso, el raxo, el lomo con su salsa… Y todo se prepara aquí mismo. Los calamares se limpian y se dejan listos para la freidora. La carne se adoba. «Este home, de verdade, ten man para a cociña, e dígovolo eu, que tampouco son manco», sostiene Guillermo. De todas formas, interviene Tanis, «aquí o máis importante é a clientela sa que temos, á que coidamos coas nosas tapas e cun bo treixadura». Servido en jarras frescas, en taza o en copa, el vinillo le sienta a las raciones y a los bocatas como una bufanda al cuello en este invierno de nortadas. Lo de la clientela es una verdad como un templo. «Non é un bar de clientes, é un bar de amigos, practicamente familia». Cierto. Con o sin bocadillo, da gusto entrar para echar un trago y una parrafada. Xosé Conde Corbal, pintor, grabador y vecino de portal, lo sabía perfectamente. Su talento permanece reflejado en varias obras que cuelgan en O Tranquilo. Como 33 portadas de la prensa deportiva que recogen las hazañas del Madrid. «Cando gaña a Champions, faise unha paella. Este ano é mellor que non. Non porque eu sexa do Barça, eh? É polo traballo». Lo dice Guille, el único barcelonista a ese lado de la barra.

La opinión del experto

 Mejor sin limón. Junto al plato en el que se sirve el bocadillo, Tanis dispone un envoltorio de papel. Antes, O Tranquilo despachaba sus muchos bocatas para llevar envueltos en papel de aluminio. Ahora lo hace con este sobre por una razón tan sencilla como convincente: «O papel impide que se cozan coa calor, e así chegan ben fresquiños á casa ou onde os queiras comer». Y, sobre todo, conservan su característico toque crujiente. Pero hay otra pregunta, y esta sí es la del millón: el calamar, ¿con limón o sin limón? «Nós poñémolo por se o queredes botar, pero eu, mellor sen limón», afirma Tanis. Guille asiente: «Sen limón». En cambio, al raxo, que también está muy bueno, le sientan de maravilla unas gotas de tabasco.

La Voz de Galicia