Pontecesures cerrará el lunes la calle Domínguez Borobó para talar dos árboles.

El Concello de Pontecesures ha encargado un estudio biométrico de los dos ejemplares de falsa acacia ubicados junto al centro juvenil, en la calle Domínguez Borobó. Dicho informe indica que ambos árboles presentan graves defectos estructurales, que están afectados por un hongo y que, por lo tanto, el riesgo de desplome sobre una vía muy transitada es alto. Por esa razón, el Concello de Pontecesures procederá el próximo lunes a talar dichos árboles. Los trabajos arrancarán a las ocho de la mañana y se prolongarán durante doce horas; durante ese tiempo, la calle permanecerá cerrada.

La Voz de Galicia

Pontecesures consegue o financiamento para humanizar Carlos Maside.

Con case medio millón de euros, plantéxase reordenar o tráfico, instalar mobiliario urbán, crearase unha pantalla vexetal para a vía do tren e trataranse as medianeiras cun mural

A Deputación, ao abeiro do Plan Provincia Extraordinaria, vén de lle conceder ao Concello de Pontecesures unha subvención que lle permitirá dar un total cambio de imaxe ao indicio da rúa Carlos Maside, actuando sobre 1.880 metros cadrados dun espazo que está a pagar «anos de abandono e degradación». O investimento superará os 416.000 euros.

O proxecto pretende humanizar e dignificar a contorna. Como primeiro paso, transformarase en estritamente peonil a vía de paso que conecta coa rúa central de San Lois, deixando só o acceso rodado a residentes e creando espazos para a convivencia. O pavimento será de enlousado de granito, creando espazos de estancia con dúas pezas de mobiliario —bancos semicirculares— e árbores que farán de fronteira marcando a área peonil.

No segundo tramo «permitirase a circulación rodada», mediante unha plataforma única compartida entre vehículos e peóns que permitirá o acceso a garaxes, fincas e vivendas; servirá de acceso rodado ao garaxe dun establecemento comercial e como enlace cara ao paso inferior do trazado do tren. Aquí usarase como pavimento un aglomerado pulido. Ademais, soterraranse os cables, recolocaranse os colectores do lixo, mellorarase a iluminación e crearase unha pantalla vexetal para a vía do tren. Para dignificar as medianeiras, o proxecto propón un mural.

La Voz de Galicia

Nerea Novo e Sara Vila, do Náutico Pontecesures, e mais Iván Alonso, das Torres-Romaría Vikinga, campións galegos de inverno.

A padexeira do Breogán do Grove Tania Álvarez (dereita), recollendo a súa prata no K1 Muller Sénior

A padexeira do Breogán do Grove Tania Álvarez (dereita), recollendo a súa prata no K1 Muller Sénior FGP

O piragüismo arousán sumou nove podios individuais e un subcampionato por equipos na cita autonómica

Oencoro lugués do Corgo serviu a pasada fin de semana de pista do Campionato Galego de Inverno de embarcacións individuais, con 5.000 metros como distancia común aos 518 padexeiros de 36 clubs que participaron na cita. piragüismo arousán volveu sacar a cabeza, cun total de nove podios individuais, a terceira parte deles en forma de título, e co As Torres-Romaría Vikinga de Catoira subcampión por equipos na categoría sénior masculina tras sumar 446 puntos, só por detrás dos 506 do Club Náutico Firrete.

Nerea Novo, no C1 Sub-23, e a súa compañeira do Náutico Pontecesures Sara Vila, no C1 Xuvenil (31,25), fixéronse con cadanseu ouros, a última, acompañada no podio doutra padexeira do club do Baixo Ulla, Candera Romero (33,19).

Na categoría sénior, Iván Alonso Lage inscribiu o nome das Torres-Romaría Vikinga no máis alto do palmarés do K1 masculino impoñéndose na final máis espectacular do Campionato Galego por pouco menos dun segundo, 22.47,18, polos 22.47,87 de Antonio Palmás (Vilaboa) e polos 22.48,25 de Brais Sánchez (Rías Baixas-Boiro). Tania Álvarez, do Breogán do Grove, e Ángela Baúlde, das Torres, foron segunda e terceira no K1 Muller Sénior. Fernando Busto rematou bronce no C1 Sénior, e prata os seus compañeiros das Torres Pedro Torrado, no C1 Sub-23, e Raúl Fernández no K1 Xuvenil.

La Voz de Galicia

La instalación de bolardos y la seguridad en la N-550 en Pontecesures llega al Congreso de la mano del PP.

Vidal Seage pide que se indague sobre las opciones de mejora en esta actuación.

La instalación de bolardos y la seguridad en la N-550 en Pontecesures llega al Congreso de la mano del PP
Vidal Seage y los diputados nacionales del PP visitaron la zona de la polémica

El PP llevará al Congreso de los Diputados la conflictiva instalación de bolardos en la N-550 a su paso por el casco urbano de Pontecesures. El portavoz municipal de la formación conservadora, Juan Manuel Vidal Seage, invitó a los diputados nacionales, Pedro Puy, Irene Garrido y Juan Bayón a mantener un encuentro en la villa para que comprobaran “in situ” la afectación de la obra. En general – y según señala el PP – la insatisfacción con el resultado es general.

Manifiesta Seage que “nada disto ten sentido, porque a alcaldesa foi a Madrid supostamente a negociar a obra e, en primeira instancia, non expresou publicamente ningún malestar sobre a actuación prevista, pero logo á vista do resultado e das queixas dos veciños desinhibiuse, dixo que non sabía nada que admitiu que se interesou pola mesma a diario e, posteriormente, rexeitouna calificándoa como desastre no pleno”. A mayores declara que “por todo elo, en aras da transparencia, queremos coñecer como foi realmente este proceso e se a rexedora foi cómplice ou lle tomaron o pelo, pero en calquera caso estamos ante unha actuación neglixente por permitir esta chapuza ou pola escasa capacidade á hora de negociar pola súa parte”.

El edil popular busca que los representantes del PP en Madrid indaguen sobre las posibilidades de mejora de esta actuación, bien directamente por parte del Ministerio de Transportes o bien a través de la cesión de la titularidad de las aceras al Concello “para que se poida facer un proxecto en condicións nunha das arterias principais de Pontecesures e non o parcheo que estamos sufrindo”.

Vidal Seage criticó no solo la decisión, sino también el resultado de la colocación. Señaló que algunos de los bolardos ya están caendo apenas unas semanas después de que fuesen ubicados por lo que ya no cumplen con su función disuasoria.

Diario de Arousa

El tren que nos cambiará la vida

Un buen servicio de cercanías es fundamental para impulsar el crecimiento de la comarca

Llevamos unos días pendientes del tren… Del tren de borrascas que anunciaba La Voz el pasado martes, que, efectivamente, llegó y se fue, y del tren de cercanías que ni se a anuncia ni llega, pero se exige con razones desde una comarca que ha dependido históricamente de un ferrocarril que ayudó a su desarrollo, hizo la vida más cómoda y facilitó nuestro ocio. Trenes que traían a los compostelanos a bañarse a la playa de Compostela, que se llamaba así porque, al fin y al cabo, no era solo el arenal de la aristocracia de Santiago con mansiones junto al mar, sino también la playa popular de quienes venían en tren las tardes de sol. Y en tren íbamos de Vilagarcía a Catoira para comer la lamprea en Casa Emilio y las cigalas baratas que sobraban de las bodas en Casa Suso. Llevamos, en fin, siglo y medio utilizando un servicio ferroviario de cercanías que no es tal oficialmente, pero que presta ese servicio.

Llegué a Vilagarcía por primera vez desde Vigo en un ferrobús que atendía un servicio cercano. Aquel viejo automotor, que enseguida fue vendido a Venezuela, salió de Vigo a las 21.51 y llegó a Vilagarcía a las 23.14 tras parar en nueve estaciones. Tardaba una hora y 23 minutos, pero hoy llama la atención un detalle fundamental: el trayecto acababa en Vilagarcía. Esto sucedía hace casi medio siglo, en septiembre de 1981, y ya entonces, Vilagarcía era estación término de Renfe para trenes que hoy llamaríamos lanzadera y unían Vigo con Vilagarcía por la noche y, al amanecer, Vilagarcía con Santiago de Compostela, en un viaje de 53 minutos y seis paradas que partía de la capital de Arousa a las a las 6.55 horas.

La primera vez que fui a comprar a un Corte Inglés recurrí al «cercanías»: un tren de nombre irónico, semidirecto, que iba de Vilagarcía a Vigo deteniéndose en Rubiáns, Portas, Portela, Pontevedra, Figueirido, Arcade, Cesantes, Redondela y Chapela. Era un convoy antiguo y lento que me agotó. Tuve que acostarme al llegar a casa. No sé si me estresó el gran almacén, me desazonó el semidirecto o fue la unión de ambos agobios.

Cuando se renovaron los trenes, se electrificó la vía y se mejoró el trazado, Vilagarcía entró en la modernidad. Trenes rápidos y cómodos que resultaban sumamente funcionales y nos facilitaban la vida, aunque desaparecieron multitud de estaciones campestres en una comunidad donde aún se vive en el rural. Entre Vigo y Santiago, había 16 estaciones y apeaderos con parada de ómnibus, ferrobús, tranvía y semidirecto en 1981. Hoy solo quedan 8 estaciones con parada de los regionales.

En 1981, había seis estaciones en la comarca, hoy quedan Catoira, Pontecesures y Vilagarcía, aunque en Catoira solo se detienen siete trenes de los ocho regionales que unen a diario Vigo con Santiago. Aunque lo más alucinante es que los trenes lanzadera Vilagarcía-Santiago, herederos de aquellos ferrobuses que tenían su estación término en Vilagarcía, no se detienen en Catoira. ¿Pero estamos tontos o qué? ¿Quién decide y con qué criterios las paradas? ¿No se han dado cuenta de que Catoira es también la estación del Barbanza?

Es complicado recuperar los ocho apeaderos y estaciones con servicio en los años 80 que el nuevo trazado soslayó, pero hay un clamor de 20 años pidiendo un apeadero en Valga, un pueblo con mucha actividad y, fundamental, no sé si en los despachos de Adif y Renfe saben, supongo que sí, que en Galicia no es como en Castilla, donde, por ejemplo, entre Zamora y Medina del Campo, el ferrobús, en 1981, paraba en nueve estaciones, pero ahora los regionales solo se detienen en Toro y Nava del Rey porque el nuevo trazado no pasa justo al lado de las otras siete localidades. Pero no podemos comprar Valga y su población extremadamente dispersa con los núcleos zamoranos apiñados de Coreses o Castronuño, donde antes sí paraba el ferrobús.

La comarca, en fin, reclama formar parte de una necesaria y prometida red de cercanías gallega y argumenta que la venta de billetes en la comarca entre 1997 y 2023 creció un 150 %. En Catoira, Pontecesures y Vilagarcía se ha pasado de vender 486.205 billetes a expender 1.214.800. Hay un clamor de trenes a Vigo y Santiago desde Vilagarcía deteniéndose en estaciones intermedias, con precios económicos y frecuencias continuas. Nada que no suceda en Ferrol, con su línea C1 a Ortigueira, sus ocho frecuencias diarias con 22 paradas, una hora y 18 minutos de viaje por 3.15 euros o la C1 entre Zaragoza y Casetas, 25 trenes, entre 15 y 25 minutos de viaje por 1.80 euros.

En Galicia, debería haber tres líneas: C2 entre A Coruña y Ferrol, C3 entre Santiago y Vilagarcía y C4 entre Vigo y Vilagarcía. Existen razones y, sobre todo, ahí están las cifras de viajeros, para exigir este servicio con tantos argumentos como los aportados para implantar cercanías en los ejes Medina del Campo-Valladolid-Palencia, Palma del Río-Córdoba o Murcia-Cartagena.

Vilagarcía, a medio camino de dos ciudades y dos hinterlands, quedaría así a «tres horas y un café» de Madrid y a un paso y muchas frecuencias de Vigo y Santiago. Es decir, una ciudad perfecta para vivir y trasladarse a trabajar, estudiar, comprar o disfrutar del ocio.

J.R. ALONSO DE LA TORRE.

La Voz de Galicia