El 60% de los peregrinos que pasaron por Valga en 2013 eran extranjeros.

proteccion civil valga /

Protección Civil de Valga registró durante el año 2013 el paso de 17.283 peregrinos por el tramo del Camino Portugués que discurre por el municipio, siendo los romeros en su mayoría extranjeros. Casi el 60% de las personas que utilizaron la ruta lusa para llegar a Santiago eran de fuera de España, cifrándose en 9.977. Y sus procedencias, de lo más diversas ya que los voluntarios valgueses contabilizaron hasta 65 nacionalidades diferentes. Los peregrinos nacionales sumaron 7.306, originarios de las 17 comunidades autonómas.
El pasado año, la agrupación de voluntarios de Valga llevó a cabo un total de 2.200 operativos que significaron 13.638 horas de servicio, equivalentes a 5.382 voluntarios. Al margen de los 706 informes relacionados con el Camino Portugués, el grupo más amplio es el de operativos de protección civil, con 499 intervenciones para limpiar sumideros, realizar prácticas y cursos formativos, regular el tráfico, señalizar zonas o prestar colaboración a otras agrupaciones.
Los voluntarios realizaron 331 guardias en la base y colaboraron con el Concello en 253 ocasiones, impartiendo charlas en los colegios, acompañando a niños y jóvenes en rutas, participando en circuitos didácticos, abriendo locales para actividades sociales y culturales o realizando tareas preventivas por el lanzamiento de fuegos en fiestas.

Emergencias
Inundaciones, cortas de árboles, la aplicación de sal en las carreteras a consecuencia de las heladas y otras intervenciones varias sumaron hasta 150 operativos. En cuanto a los accidentes de tráfico, los integrantes de Protección Civil de Valga socorrieron a los implicados en 52 siniestros. También actuaron en 43 casos de animales muertos, heridos o abandonados; y en el período estival intervinieron en 39 ocasiones para la extinción de incendios forestales.
Derrames, escapes y vertidos requirieron la actuación de los voluntarios 17 veces. El balance del pasado año también refleja doce intervenciones en aglomeraciones humanas y otras seis en traslados sanitarios.

Diario de Arousa

Sabariz denuncia que la Policía Local usó la furgoneta del Concello para patrullar.

psab

El vehículo oficial estuvo averiado varias jornadas. El edil independiente considera que se pudo utilizar mientras tanto un coche de Protección Civil

 

Una avería en el coche patrulla obligó a la Policía Local de Pontecesures a recorrer el municipio durante varios días en la furgoneta municipal de transporte. Elc edil de la Agrupación Cidadá de Pontecesures (ACP), Luis Sabariz, lamentó en el último pleno del municipio esta situación que califica de «sorprendente».

Según el edil independiente de Pontecesures, la avería en el vehículo policial se registró durante el mes de enero, un contratiempo que obligó a alojarlo durante varios días en un taller para su reparación. Durante los días que el vehículo permaneció en esas instalaciones «el gobierno local tomó la decisión inaudita de que los agentes hiciesen el servicio con la furgoneta que se emplea para desplazar a trabajadores municipales o a colectivos deportivos».

Esa decisión es considerada por el edil cesureño como un serio error, sobre todo porque el Concello9 cuenta con «un vehículo destinado a seguridad, emergencias y protección civil, dotado de luces rotativas». Insiste en que lo normal sería «que fuese utilizado por la Policía Local en los días en los que su coche estuvo inoperativo, y más teniendo en cuenta que para Protección Civil todavía tenemos otro vehículo».

Por este motivo insta al grupo de gobierno a que no se vuelva a repetir este hecho, «por respeto a los agentes y a los vecinos, y sobre todo, por la imagen del Concello, pues se deben cuidar estos detalles, y esto fue una decisión muy poco sería que perjudica a Pontecesures».

Faro de Vigo

Una mujer embarazada se ve implicada en un aparatoso accidente de tráfico en la rotonda da Tarroeira. Valga

Una mujer embarazada de Moraña, de unos 30 años, fue evacuada ayer a un centro hospitalario tras sufrir un accidente de tráfico en la carretera nacional 550, a la altura del término municipal de Valga.

La mujer, de iniciales E.C.F., conducía a las 10,30 horas de la mañana un Hyundai Coupé en sentido a Santiago, y a la altura de la rotonda situada junto a la discoteca Chanteclair perdió el control del coche e invadió el carril contrario, según señalaron los servicios de emergencias que actuaron en el siniestro.

Por el carril de dirección a Pontevedra se acercaba un Toyota Auris, conducido por una vecina de Valga, y ambos turismos colisionaron. A consecuencia del accidente, el Auris quedó inmovilizado en el carril, mientras que el Hyundai terminó sobre una finca de la zona.

Protección Civil de Valga explica que solo iban las conductoras en cada uno de los automóviles, y que aunque salieron ilesas las dos se optó por llamar una ambulancia para que un médico viese a la morañesa E.C.F. para descartar que el embrión hubiese sufrido algún tipo de daño.

Carril adicional

Puesto que el Toyota quedó en uno de los carriles, los efectivos de Protección Civil de Valga se vieron obligados a habilitar un carril adicional en sentido sur con el apoyo de los arcenes. Esta medida evitó que el accidente provocase grandes retenciones en la circulación. El tráfico volvió a la normalidad a las 12 del mediodía.

El accidente fue prácticamente en el límite entre los municipios de Valga y Pontecesures, de ahí que inicialmente la central de emergencias del 112 Galicia movilizase a la agrupación de Protección Civil pontecesureña, además de a una dotación de la Guardia Civil de Tráfico.

Faro de Vigo

Un conductor sigue la marcha tras un choque en Cesures.

La de ayer fue una jornada bastante accidentada en las carreteras de la comarca, si bien solo se registró un herido leve: una mujer de iniciales I.C.M. y 51 años de edad, que fue trasladada en ambulancia al hospital de Montecelo tras verse implicada en una colisión en Pontecesures, en la carretera que comunica esta localidad con A Estrada. Su vehículo estaba parado en el semáforo, esperando a incorporarse a la N-550, cuando otro coche le golpeó por detrás. Sin interesarse por las consecuencias de la colisión, el piloto de este segundo vehículo continuó la marcha. Al lugar acudió la Policía Local, que contó con la colaboración de Protección Civil para regular el tráfico en la intersección.

Diario de Arousa

El agua se ceba con Valga.

La recta de Campaña amaneció ayer convertida en un río. No fue gracias a la magia de los Reyes, si no fruto de una noche de temporal, de una tierra ahíta de agua y de la marea alta. Todos esos factores se sumaron para desatar un infierno que cogió a muchos metidos en cama. «Nós estabamos durmindo. Chamounos unha veciña e xa tiñamos a auga dentro da casa», explica Gerardo. El agua entraba en su vivienda por la puerta que da a la carretera general y salía por la de atrás, hasta una huerta que ayer a primera hora de la tarde continuaba bajo el agua.

La suya no es una historia única: fueron muchas las viviendas que, situadas al pie de esa carretera, se vieron afectadas por el desbordamiento del río Valga. Y eran muchos los propietarios los que ayer por la tarde no se separaban del teléfono, dispuestos a llamar a Protección Civil en cuanto la situación hiciese amago de volver a complicarse.

Durante toda la mañana, unos 16 voluntarios y el personal del grupo de emergencias trabajaron sin descanso contra el agua. A las ocho y media de la mañana cortaron el tráfico en Campaña (así estuvo hasta las 14.30) y se dedicaron a achicar garajes y construir barreras de contención ante la puerta de varias viviendas. «Hai que darlles as grazas porque non pararon. Ata foron á ferretería e trouxeron sacos e area para facer barreiras, e estiveron toda a mañá ao pé do cañón, e o alcalde tamén», señalaba Pilar. En su sótano el agua causó estragos, aunque menos de los que podrían haber sido ya que la maquinaria y otros elementos costosos se guardan en alto. Es la herencia de tiempos pasados en los que las inundaciones eran frecuentes.

Cándida vive en la que, hasta hace unos años, era la zona cero de las enchentas. Pero desde que se hicieron obras en la mejora del cauce, ella y su familia se habían olvidado de las inundaciones. Sin embargo, esta vez el agua ha vuelto a sus propiedades, inundando una vivienda y arrasando máquinas y electrodomésticos. Cándida tiene claro por qué ha pasado esto, por qué ha tenido que caminar con el agua hasta la rodilla por su huerta: por las obras que hace unos años se ejecutaron en la carretera. La elevación del asfalto, la construcción de muros y unas canalizaciones insuficientes, dice, los han llevado de vuelta a un pasado que creían superado. Ahora toca, dicen, volver a preocuparse cada vez que llueva con intensidad.

Historias como la de Cándida se repiten en buena parte de las casas que flanquean la carretera que une Vilagarcía con Pontecesures a su paso por Campaña. En algunos casos, como el de Magdalena, la aguada mañana de Reyes ha dejado una pérdida dolorosa: en la inundación falleció una de sus mascotas, un york shire que no fue capaz de escapar cuando el agua comenzó a subir a toda velocidad en la huerta. A primera hora de la tarde, su finca -como las demás de la zona- seguía cubierta por una buena capa de agua. En el patio, sobre el suelo, se veían muchos juguetes empapados. «Fúmolos pescando cos rastrillos», explica Magdalena, preocupada por saber cómo estarían, al otro lado de la inesperada laguna, las cosechas de patatas y todo el material que guardaban en un alpendre.

Cerca de allí, en otra de las viviendas afectadas, Luciana parecía no sentir el frío de la tarde: temía que su sótano volviese a inundarse. Ya se había anegado por la mañana -Protección Civil estuvo durante horas achicando agua-, mojando la leña acumulada y convirtiendo en chatarra la minimoto, la lavadora y las bicicletas que allí guardaban. «Nos sentíamos impotentes porque no podíamos hacer nada. Todo era agua», explicaba esta mujer. Lo peor fue tener que ocultar la preocupación y el miedo a su hijo, de cinco años. «Tuve que sentarme con él a abrir los regalos, como si nada pasase. Luego lo mandamos a casa de los primos», señala Luciana.

Pero aunque en Campaña los problemas se multiplicaron, no fue este el único rincón del municipio en el que los vecinos sufrieron los excesos del agua. En el lugar de O Souto, Estrella revivió los años en los que las crecidas inundaban su casa con cierta frecuencia. Afortunadamente, las barreras que coloca en el portalón y en la puerta principal de su vivienda cada vez que la lluvia arrecia fueron suficientes, esta vez, para evitar que la inundación arrasase muebles, electrodomésticos y todo lo demás, tal y como pasó hace siete años. Desde entonces, narra aún emocionada por el ajetreo de la mañana, «non volvéramos ver correr a auga pola aldea ata hoxe».

Corrió también el agua por Senín y Louro -el río Louro también se desbordó-, por O Forno, O Souto, Devesa y O Carballiño. Huertas y tierras de cultivo permanecían a media tarde cubiertas de agua. Como cubiertos de agua estuvieron también los pasos a nivel que existen en la localidad, motivo por el que permanecieron cerrados al tráfico.

La Voz de Galicia