Medio Ambiente coloca barreras para evitar que el fuel llegue hasta la Ría.

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Las tareas de limpieza en el Ulla continuaron ayer.

Marineros, personal contratado por la empresa Picusa y agentes de la Consellería de Medio Ambiente continuaron ayer con las tareas de limpieza del fuel vertido el sábado al río Ulla por la empresa padronesa Picusa, perteneciente al grupo Cortizo. En estas labores también colaboran equipos de la Consellería de Pesca que procedieron a colocar barreras anticontaminación en la zona de salida del fuel, con el objetivo de que no siga contaminando el río y se acerque a la Ría de Arousa.
Aunque la mayor salida de chapapote se produjo el sábado, tras la rotura de un tanque de la empresa, ayer el fuel todavía continuaba saliendo del emisario, pero en menor cantidad. Desde la Consellería de Medio Ambiente apuntan que podría tratarse de los restos de esta sustancia contaminante que quedó en la tubería de pluviales tras la rotura del depósito.

A primera hora de hoy se intensificará la limpieza y se incorporarán a estos trabajos dos brigadas más de operarios contratados por la Consellería de Medio Ambiente. El dispositivo para retirar la mancha está siendo coordinado por el delegado provincial, Juan Froján, que a hoy tiene previsto desplazarse a la zona del vertido junto con los directores xerais de Conservación y Augas de Galicia. Allí podrán evaluar en mayor medida las consecuencias de este vertido para proceder a la limpieza total del río y de sus riberas.

Tres kilómetros > La afectación que sufre el cauce del Ulla es desigual. Están ??manchados? por el chapapote unos tres kilómetros del río, pero la contaminación provocada no es continua, sino en forma de ??galletas? de diferente tamaño. Los resultados de los análisis de la sustancia realizados por técnicos de Medio Ambiente se conocerán mañana y será esta semana cuando la Xunta abra sendos expedientes sancionadores a Picusa por el vertido, cuyas consecuencias aún se están valorando.

Para la Consellería la prioridad es limpiar cuanto antes el tramo del Ulla que discurre entre los puentes de Cesures y Catoira para evitar que el fuel afecte lo menos posible al a riqueza piscícola y al resto de la flora y la fauna. De hecho, ayer fueron vistas las primeras aves ??petroleadas? a consecuencia del vertido.

DIARIO DE AROUSA, 28/04/08

La Xunta impodrá a Picusa una severa sanción por el vertido de fuel que aún emana al río Ulla.

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Un hombre trabajaba ayer a orillas del Ulla para retirar el chapapote que se acumula en el margen del río.

La Consellería de Medio Ambiente e Desenvolvemento Sostible impondrá a la empresa Picusa, causante del vertido de fuel que desde el sábado afecta al Ulla, sanciones severas debido a la contaminación provocada y que está afectando a la flora de las riberas del río y a la fauna. De hecho, ya se vieron las primeras aves ??petroleadas?. Ayer continuaron las tareas de limpieza en la zona, en las que participan marineros, personal contratado por Picusa y brigadas de Medio Ambiente. Además, equipos de la Consellería de Pesca procedieron a colocar barreras de contención en las cercanías de la tubería de pluviales por las que emana el fuel para evitar que llegue a la Ría de Arousa. El chapapote aún continuaba saliendo ayer del emisario y está previsto que hoy se conozcan los resultados de los análisis de esta sustancia realizados por los técnicos.

DIARIO DE AROUSA, 28/04/08

Recuperación del Ulla.

El río Ulla, que es junto con el Umia uno de los más contaminados de toda Galicia, sufrió una nueva agresión en forma de vertido de fuel oil procedente de la empresa padronesa de pieles Picusa. La Consellería de Medio Ambiente e Desenvolvemento Sostible anuncia sanciones y éstas deben ser ejemplarizantes para que sucesos como este no vuelvan a ocurrir. El Ulla debe cuidarse para preservar su potencial piscícola y también la flora que abunda en sus riberas. Para recuperar el río no basta con sancionar sino que son imprescindibles políticas de prevención para que ni el chapapote ni ninguna otra sustancia contaminante vuelva a poner en riesgo el medio de vida de muchos marineros cesureños y de otros municipios por los que discurre la cuenca del Ulla.

Editorial del DIARIO DE AROUSA, 28/04/08

Continúan os labores de limpeza de chapapote nas marxes do río Ulla.

Na mañá de hoxe continuaron os traballos de limpeza na marxe do Campo da Insua e no peirao cesureño. Retiráronse varios contenedores con vexetación impregnada de fuel e foron limpadas vaias ramplas con area, e con varios productos ecolóxicos de limpeza. Utilizáronse varias lanchas no río e maquinaria diversa en terra.
Segundo as informacións que se teñen, o máis preocupante e a limpeza do chapapote que se atopa impregnado a vexetación das brañas no termo municipal de Dodro, chegando á Bacariza (zona de xuncos). Xa apareceron algunhas aves «petroleadas» e precisase que se limpe pronto toda esta zona de alto valor medioambiental.

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Imaxes deste mediodia

Un vertido de fuel por la rotura de un depósito de una fábrica impregna de chapapote el río Ulla.

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La rotura de un depósito de fuel de la fábrica de Picusa, perteneciente al grupo Cortizo, provocó un importante vertido de fuel al río Ulla, que impregnó de chapapote uno de sus márgenes durante varios kilómetros, ya que las ??galletas? llegaron a observarse en las inmediaciones del puente de Catoira. El suceso creó una fuerte alarma entre los vecinos de Pontecesures, especialmente entre los marineros, que incluso cedieron sus embarcaciones para facilitar las labores de limpieza, en una imagen que semejaba a la vivida con la catástrofe del Prestige. El delegado provincial de Medio Ambiente, Juan Froján, visitó la zona afectada y dijo, a última hora de la tarde de ayer, que la situación estaba controlada.

El fantasma del Prestige volvió a estar presente ayer en Pontecesures con motivo de un impresionante vertido de fuel como consecuencia de la rotura de uno de los depósitos de la fábrica Picusa, perteneciente al grupo Cortizo, según desveló ayer la Consellería de Medio Ambiente tras efectuar las primeras investigaciones sobre el terreno.
Las mascarillas, los grupos de voluntarios, los guantes de latex, los de lavar la loza, las ropas de aguas, las botas y las lanchas impregnadas de chapapote fueron una constante durante toda la jornada de ayer para tratar de liberar al río Ulla de la mayor agresión medioambiental a la que fue sometido a lo largo de los últimos años, según expuso ayer el delegado provincial de Medio Ambiente, Juan Froján, que visitó la zona afectada en varias ocasiones a lo largo de la jornada.

Si en la lucha contra la contaminación marítima se ha avanzado algo desde el hundimiento del Prestige, la improvisación ha sido protagonista en la jornada de ayer, al igual que ocurrió en su día con esta tragedia.

Si bien, la dimensión del vertido no se puede comparar, lo cierto es que los primeros síntomas comenzaron a percibirse hace más de una semana. A pesar de las advertencias de algunos vecinos de que habían observado pequeñas gallegas de chapapote flotando en el río, los técnicos de Medio Ambiente no fueron capaces de detectar su procedencia, a pesar de que recorrieron la mayor parte de las industrias de la zona.

Pero ayer, cuando el vertido ya era más que evidente y el chapapote impregnaba todo cuanto encontraba a su paso cuando los agentes, siguiendo su mortífero reguero, descubrieron que procedía de un aliviadero de la empresa Picusa.

Demasiado tarde, según algunos de los vecinos que no daban crédito a lo que estaban viendo y que con las botas incrustadas en el fuel hasta los tobillos y las manos totalmente ennegrecidas, exigían responsabilidades.

Juan Froján, que comprendía el malestar de marineros y vecinos, aseguró que agentes del sevicio de conservación de la naturaleza han tomado muestras del vertido para que sea analizado, al mismo tiempo que se abría un expediente para depurar responsabilidades. Explicó que cinco visitantes fluviales, un agente territorial y dos técnicos de Augas de Galicia, todos ellos dependientes de la Consellería de Medio Ambiente, se desplazaron al lugar en el que se detectó el vertido y participaron en las labores de limpieza de las manchas de fuel, que se extendieron en un radio de dos kilómetros.

El delegado provincial, Juan Fronján, también estuvo en la zona afectada y contactó con los propietarios de la fábrica Cortizo. De este modo, desveló que según las primeras investigaciones, ??a rotura dun colector desta factoría foi a causante do vertido de fuel ao río?. Por ello, la propia fábrica montó un operativo integrado por empleados de la misma y miembros de Protección Civil, que junto al personal de Medio Ambiente procedieron a la limpieza de los restos del chapapote a lo largo de todo el cauce.

Esta labor permitió que a última hora de la tarde de ayer apenas se apreciasen, a simple vista, restos del vertido en el río. De todos modos, las labores de limpieza continuarán a lo largo de toda la jornada de hoy con la finalidad de eliminarlos totalmente.

Juan Froján manifestó sobre el terreno que durante toda la semana se mantendrá un dispositivo de vigilancia en el tramo del río Ulla afectado por el vertido, integrado por agentes de Medio Ambiente y una embarcación que tomará muestras en el río.

DIARIO DE AROUSA, 27/04/08

Agresión al río Ulla

El fuel se incrustó en la vegetación.
Las personas que formaban parte del operativo de limpieza tuvieron que arrancar numerosas plantas para sacar el fuel, ya que el chapapote se había incrustado en la vegetación de la ribera. Las labores se prolongaron durante toda la jornada y continuarán durante el día de hoy.

Por tierra y por mar.
Barcos y grúas fueron movilizadas para tratar de salvar al río Ulla de la asfixia que le suponía la presencia del vertido de fuel procedente de una fábrica de la zona.

Una dura tarea.
Trabajadores de la empresa que supuestamente causó el vertido, personal de Medio Ambiente y voluntarios se afanaron en dejar el río en las mejores condiciones y evitar que la mancha se extendiese por todo su cauce.

Los vecinos recogieron el chapapote con sus manos.
Al igual que courrió en su día con el Prestige, la limpieza del chapapote tuvo que realizarse, en muchos casos, con las manos. Los voluntarios llenaron capachos y capachos de este fuel que motivó una de las agresiones medioambientales más importantes de las sufridas hasta ahora por el río Ulla.

DIARIO DE AROUSA, 27/04/07