El vertedero de la EDAR de Pontecesures está cada día más descontrolado.

Existe desde hace años en terrenos públicos de Pontecesures, a orillas del río Ulla – Los restos allí acumulados siguen en aumento.

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Los restos de poda y demás basura acumulados en el entorno de la EDAR.

Ya se denunció en repetidas ocasiones en los últimos años, pero el vertedero incontrolado del entorno de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Pontecesures no solo persiste, sino que parece cada día más descontrolado.

Sigue acumulándose porquería, y lógicamente el montón de residuos no deja de crecer, para indignación de no pocos vecinos y como amenaza estética a un entorno en el que destaca la presencia del cauce fluvial del río Ulla.

El exconcejal independiente Luis Ángel Sabariz Rolán fue uno de los mayores azotes del gobierno local con este y otros muchos asuntos. Ahora alejado de la escena política, pero como puede hacer un vecino cualquiera, vuelve a mostrar su preocupación por este asunto y de nuevo arremete contra el Concello, exigiendo la limpieza inmediata del entorno.

Asegura Sabariz que «los restos de poda de árboles, escombros de obras y basura que nos encontramos en terrenos de Portos de Galicia, al final del muelle de Pontecesures y frente a la EDAR, están acumulados allí desde hace meses, aumentando día tras día la superficie ocupada y el volumen de los mismos».

A su juicio, «lo más triste es que es el propio Concello de Pontecesures el que deposita ahí los residuos».

Pero eso no es todo, pues debido al «efecto llamada» al que ya aludió en otras ocasiones, asegura que «ahora también hay particulares que llevan a este foco incontrolado basura y restos de obras privadas, en lugar de acudir a un punto limpio con esos materiales».

Y mientras esto sucede «ni Portos de Galicia ni el Concello de Pontecesures hacen nada», a pesar de tratarse de «un problema medioambiental» que provoca las quejas vecinales «ante esta pasividad de la Administración».

Faro de Vigo

Las pintadas y la maleza ??sepultan?? los apeaderos de Padrón, Pontecesures y Catoira.

Reclaman a Fomento que adecúe las instalaciones de las antiguas estaciones de la línea ferroviaria Vilagarcía-Padrón // La falta de mantenimiento proyecta una pésima imagen.

catan

En contra de los pronósticos que se barajaban preveían con la entrada del Eje Atlántico una reducción de pasajeros y los recortes adoptados en este tramo, la vieja línea de ferrocarril Carril-Padrón-Santiago, con 143 años a sus espaldas (fue la primera que se construyó en Galicia), sigue prestando un buen servicio a la comarca y teniendo su cartera de usuarios fijos. No obstante, las reconversiones de las antiguas estaciones por las que pasa la línea, convertidas desde hace unos años en simples apeaderos, y la falta de un mantenimiento adecuado convierten a estos espacios en símbolo de desidia y abandono. Pintadas, maleza, canalizaciones sin rejas, marquesinas precarias, indicadores rotos, averías en el alumbrado público… son el santo y seña de estos espacios. Así lo denuncia la Comisión de Defensa del Tren de Proximidad Santiago-Vilagarcía de Arousa, quien en un escrito remitido al Ministerio de Fomento, reclama el adecentamiento de estos apeaderos.

En concreto, el representante de la comisión, Luis Sabariz, habla de los apeaderos de Padrón, Pontecesures y Catoira. En su escrito, recalca que el estado de mantenimiento de los edificios ferroviarios como de los andenes ubicados en estos tres municipios presentan un estao «muy precario». Sabariz, que agradece a Fomento la decisión de mantener activa la línea convencional (y no desmantelarla como inicialmente era el objetivo y que motivó protestas y la creación de plataformas y la comisión de defensa del tran de cercanías), considera necesario y justo que las inversiones y mejoras en las estaciones no sean sólo para las «grandes ciudades».

En este sentido, y de cara a dignificar el tren de proximidad y dar una imagen positiva el servicio e incentivar el uso del ferrocarril «los apeaderos de estas pequeñas villas también merecen una inversión de mero mantenimiento, que no parece que sea de un importe elevado ya que todos contrubuímos para el mantenimiento de los servicios públicos».

Precisamente por eso, y en aras a dignificar un servicio por el cual siguen apostando los ciudadanos, el integrante de la Comisión de defensa del tren de Proximidad Santiago-Vilagarcía (integrada por los concellos que atraviesan la línea), demanda a Fomento que «realice las actukaciones oportunas» para que los apeaderos de Padrón, Pontecesures y Catoira «presenten y mantengan en el futuro, un estado de conservación acorde con los tiempos que vivimos».

OTRAS DEMANDAS. Además, también incide en algunos problemas detectados con los horarios, como que los usuarios echan en falta un tren en dirección Vilagarcía, Pontevedra y Vigo sobre las ocho de la mañana, «pues durante un período de cuatro horas no hay ninguno». En este sentido, también se hace eco de las quejas de ksuarios respecto a que se reclama que los trenes «cortos» entre Vilagarcía y Santiago (y viceversa) paren en el apeadero de Catopira «como es lógico, junto con algún otro convoy que no lo hace», señala Sabariz Rolán. Cabe recordar que estas últimas demandas ya fueron trasladadas por la commisión al Gobierno central hace unos meses.

El Correo Gallego

Plantean modificaciones con los horarios de la mañana.

Los alcaldes directamente implicados y los integrantes de la comisión creada en defensa del tren de cercanías están en líneas generales satisfechos con el apoyo prestado por el Ministerio de Fomento, y sobre todo con el mantenimiento del servicio entre Vilagarcía y Santiago. Pero hay ciertas correcciones que introducir, al menos a su juicio, y así lo plantearon ya en varias ocasiones mediante escritos remitidos a la ministra Ana Pastor. Como se explicaba hace días, a raíz de su visita a la laguna de Pedras Miúdas, recibió una carta del alcalde de Catoira, Alberto García, en la que incidió en una petición ya formulada un año antes respecto a «una importante dificultad para los viajeros que van con dirección Vilagarcía de Arousa y que llegan a Catoira dede A Coruña y Santiago».

El regidor vikingo explicaba así que desde las 6,45 horas, cuando sale el primer tren, pasan más de cuatro horas hasta que sale el segundo, y esto, «en un momento de la mañana crucial para desplazarse los trabajadores y estudiantes, resulta muy perjudicial para todos», decía García.

Ahora, en la carta que envía a Ana Pastor, Luis Sabariz Rolán, incide en lo mismo, explicando que «en Pontecesures echamos en falta un tren con dirección a Vilagarcía, Pontevedra y Vigo sobre las 8 de la mañana, pues durante cuatro horas no hay ninguno».También demanda, al igual que hizo ante los responsables de Renfe, «que paren en Catoira los trenes ‘cortos’ entre Vilagarcía y Santiago y viceversa, junto con algún otro convoy que no lo hace».

Faro de Vigo

Alertan del mal estado de las estaciones de Pontecesures, Padrón y Catoira.

La denuncia la formula la comisión de defensa del tren de proximidad.

La Comisión de defensa del tren de proximidad Santiago-Vilagarcía ha enviado una carta a la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, en la que se alerta del mal estado en el que se encuentran las estaciones de Padrón, Pontecesures y Catoira. Las tres, dicen, están sin personal desde hace tiempo, y también «presentan un estado de mantenimiento, tanto de los edificios como de los andenes, muy precario». Indican que «además de las pintadas y otros daños en los edificios, son frecuentes las averías en el alumbrado público de los andenes, los problemas de conservación de las marquesinas y otras deficiencias».

Razona Luis Ángel Sabariz, portavoz de la Comisión, «estos apeaderos de las pequeñas villas también merecen unas inversiones de mero mantenimiento que no parece que sean un importe elevado pues todos contribuimos para el mantenimiento de los servicios públicos».

La Voz de Galicia

Un mal diseño de horarios lastra la utilidad del tren en Arousa y Barbanza.

andrea

El alcalde de Catoira, el socialista Alberto García, aprovechó la fugaz visita que Ana Pastor realizó ayer a esta localidad para trasladarle una petición: que se amplíe el número de trenes que, a lo largo del día, paran en la estación de la villa vikinga. García explica que «en contra de lo esperado, los trenes de proximidad entre Vilagarcía y Santiago no paran en Catoira, como siempre solicitó la comisión en defensa del tren de cercanías donde está integrado este Concello». La decisión, argumenta el alcalde, no responde a ningún tipo de criterio técnico, y su modificación no supondría ampliar más que en unos minutos los tiempos del viaje. El alcalde llama la atención, también, sobre el hecho de que durante las mañanas la estación está desértica. Justo, indica, «en esas horas cruciales para desplazarse los trabajadores y los estudiantes. Un tren de proximidad sin parada durante cuatro horas en Catoira queda muy afectado».

Aunque con más frecuencias y paradas que en Catoira, en Pontecesures también hay problemas con el tren. «Nós o que queremos é recuperar os que daban servizo á xente que vai ou ven a traballar ou estudar», explica la alcaldesa de esta localidad, Cecilia Tarela. La regidora nacionalista indica que hace aproximadamente un año se eliminaron varias frecuencias en esas horas punta. Luis Ángel Sabariz, portavoz de la comisión de cercanías, también reconoce que en los servicios regionales «hay algunas lagunas por la mañana en dirección Vigo», aunque destaca que, pese a ello, siguen ganando usuarios.

Los usuarios

¿Y qué dicen los usuarios de esas «lagunas»? Desde que empezó la convivencia entre los trenes de alta velocidad y los servicios regionales, «puede que las grandes ciudades estén mejor comunicadas, pero por el medio hay mucha gente que, aunque quiera, no puede usar el tren para ir al trabajo», dice Jesús García. ?l trabaja en el Concello de Ribeira pero vive en A Coruña. Lleva años usando el tren -combinado con el coche, claro- pero cada vez Renfe se lo pone «más difícil». En la misma línea se expresa Andrea Serrano, trabajadora del Ayuntamiento de Pontecesures, que antes se bajaba del tren en esta localidad y que ahora debe hacerlo en A Escravitude, en una «estación fantasma» a kilómetros de su destino. Viaja, eso sí, en un rápido Avant. «¿Ahorrar tiempo de viaje? En mi caso, yo no ahorro nada», sentencia.
«Renfe no hace más que ponernos obstáculos»

A Andrea Serrano, Renfe le puso la vida patas arriba hace un año, cuando cambió las frecuencias de sus trenes regionales para acoplarlos a la alta velocidad. «Llevo seis años haciendo el trayecto desde A Coruña -donde vive- a Pontecesures -donde trabaja-», narra. Antes, un tren la dejaba a orillas del Ulla a las ocho menos cinco, justo a tiempo para incorporarse a su puesto de trabajo. Salía también con el tiempo necesario para subirse al convoy en el que hacía el viaje de vuelta. «Y de repente Renfe decidió que iba a quitar frecuencias del servicio regional, y que a cambio nos daban una línea súper rápida, Avant, con parada en la estación que llaman de Padrón-Barbanza y que está en medio de la nada».

Allí llega ella ahora, cada mañana, a las 7,43. Y allí, tras rascar el hielo que la madrugada ha dejado sobre el parabrisas del coche, se sube en el vehículo de segunda mano que le han tenido que prestar para poder cubrir la distancia que la separa del Concello de Pontecesures, en el que trabaja. Al acabar la jornada, toca de nuevo coger el coche y quemar combustible hasta la estación Padrón-Barbanza para, «a las 14.29», coger el tren de vuelta. Si lo pierde la lleva clara: hasta la noche no hay otro viaje. Porque «hay tres viajes al día en cada dirección». Si se resiste a esperar y busca servicio en otra estación, tiene que pagarse el billete completo, «porque aunque tenemos un bono de 229 euros al mes, no nos lo aceptan».

«Parece que Renfe no hace más que ponernos escollos», apunta Jesús García. ?l también vive en A Coruña y trabaja en el Ayuntamiento de Ribeira. Lleva años combinando tren y coche: se bajaba en la estación de Padrón y subido a su automóvil se dirigía a su puesto de trabajo. La operación se le ha complicado. «Si un día tengo que coger el tren en Padrón, además de que hay que pagar el billete, tengo que dejar el coche en esa estación. Y al día siguiente llego a la de Padrón-Barbanza que está en medio del monte, y allí no hay ni servicio ni de taxis, ni de buses, ni de nada».

Y tanto que no lo hay. Por no haber, apunta Ángeles Freire, otra de las usuarias de esa parada de trenes, no hay ni personal de Renfe, ni carteles que indiquen de qué andén salen los trenes. «Mucha gente llega aquí esperando encontrarse en el centro de Padrón y se quedan descolocados. A muchos los bajamos nosotros en coche», señala Andrea. Las reclamaciones que han presentado ante Renfe no han servido de gran cosa.

La Voz de Galicia

Valió la pena conservar la línea convencional del ferrocarril Vilagarcía/Santiago.

Fomento incluso incrementó las frecuencias entre Vilagarcía y Santiago, con una alta demanda en su recorrido

Casi un año después de que llegase la alta velocidad al eje atlántico -fue el pasado mes de abril cuando, además de reducir tiempos los viajeros pudieron atravesar el nuevo puente de Catoira- ya se puede responder a una de las preguntas que se hacían entonces; si compensaría el mantenimiento de las vías regionales que finalmente Fomento permitió que siguiesen operativas. Y lo cierto es que sí, que la Comisión en defensa de las cercanías que peleó por ello durante varios años tenía razón; la demanda de pasajeros en el eje atlántico es tal que valió la pena mantener el servicio en las viejas vías que quedaron al margen de la alta velocidad y en estaciones como la de Catoira, Pontecesures o Padrón, que siguen teniendo un tráfico similar al que registraban ante de la llegada del AVE.

Luis Ángel Sabariz, que fue concejal en Pontecesures y uno de los abanderados de aquella comisión, asegura que en general están satisfechos de cómo quedó el servicio. «Solo hay algunas lagunas por la mañana en dirección Vigo, porque sale uno a las 6.36 horas de Santiago y no vuelve a haber otro hasta las 10.35. En general está mejor en dirección A Coruña que en dirección Vigo, pero se mantuvieron las frecuencias y estamos contentos».

Buena prueba de que el tráfico de pasajeros no bajó es que el alcalde de Catoira, el socialista Alberto García, se dirigió varias veces a Fomento para hacerle llegar un acuerdo plenario en el que se pedía que los nuevos trenes regionales que entraron en servicio entre Vilagarcía y Santiago parasen también en Catoira. Curiosamente lo hacen en Pontecesures, pero no en la localidad anterior, y todo ello pese a que los usuarios de la zona de Barbanza siguen prefiriendo coger el tren en Catoira y no en la nueva estación construida más allá de Padrón, que está resultando ser un fracaso porque está aislada. «Si tienes que coger el coche para hacer ocho kilómetros hasta la estación, para eso ya vas en coche hasta Santiago», razona Sabariz.

Al margen de ajustar las frecuencias, los usuarios piden que se mejoren y modernicen las estaciones pequeñas que quedan fuera de la línea del AVE.

Frente a la línea del eje atlántico, los regionales de la vía férrea que une Santiago con Ourense languidecen. Ni el servicio ni las frecuencias cubrían las necesidades de los pasajeros antes de la llegada de la alta velocidad, pero después, todo fue a peor. Renfe acaba de reducir las paradas en la vieja estación de Lalín, de tres que había, a una sola en ambos sentidos. Los vecinos saben que es la crónica de una muerte anunciada, y aunque Fomento prometió un apeadero en la línea de alta velocidad, en realidad, dan el tren por perdido.

La Voz de Galicia