El alcalde, Anxo Arca, hizo un llamamiento a la solidaridad en la ofrenda institucional al Apóstol Santiago
Padrón acogió ayer la conmemoración de la Traslatio, que rememora la llegada de los restos del Apóstol Santiago al antiguo puerto de Iria-Flavia hace dos milenios, con una ceremonia en la padronesa iglesia de Santiago que reunió a autoridades, representantes de colectivos y vecinos en un acto que reafirma la relevancia histórica, cultural y espiritual de Padrón en el Camino jacobeo.
Así lo destacó en la ofrenda institucional el alcalde, Anxo Arca, quien subrayó que «Padrón eríxese como berce da tradición xacobea, recoñecido e visitado cada ano por milleiros de peregrinos e peregrinas que reciben a hospitalidade da nosa vila», para añadir que el ara romana que es el Pedrón vincula para siempre la localidad con la figura del apóstol. El regidor aprovechó la ofrenda para hacer un llamamiento a la solidaridad y a la reflexión ante los retos sociales y humanitarios actuales, como la crisis humanitaria en Palestina: «No día de hoxe, pídolle ao Apóstolo que a intransixencia relixiosa e política non se impoña á liberdade; que por riba das ideoloxías e os intereses particulares os gobernantes saiban dialogar e chegar a acordos para aumentar o benestar da cidadanía».
Anxo Arca tuvo además palabras de reconocimiento para la respuesta solidaria ante la tragedia de Valencia, ansiando que «nunca decaia o noso espírito solidario, amplamente evidenciado como resposta á traxedia da dina do Levante»; también expresó su esperanza de poner fin a la violencia machista y al hallazgo de fórmulas para dignificar a los colectivos más desfavorecidos, «que contemos todas e todos coas mesmas oportunidades, independentemente da nosa orixe e condición; que saibamos coidar dos nosos maiores, agradecéndolles sempre a súa axuda e o seu traballo», comprometiendo el trabajo del gobierno y de la corporación de Padrón para lograr esos objetivos.
La ceremonia, a la que entre otros asistió el director de la Axencia de Turismo de Galicia, José Manuel Merelles, concluyó con una misa solemne oficiada por monseñor Francisco Froján, de la Secretaría de Estado del Vaticano, en la que intervinieron la Coral Polifónica Padronesa y el cuarteto Novecento.
Valga recibió el pasado lunes a cerca de 120 personas migrantes, que ya están instaladas en un conocido establecimiento hotelero en la parroquia de Campaña, que acogerá un total de 173 personas —la mayoría, pendientes de la concesión del estatuto de refugiados— que llegarán de forma escalonada. Su llegada ha sido posible gracias a la gestión de la ONG Rescate y la coordinación del Gobierno central con el Concello de Valga.
En su mayoría, proceden desde países en guerra o con conflictos violentos en marcha, como Mali, o en situación de pobreza extrema, como pueden ser Mauritania, Senegal, Gambia, o Níger, entre otros países subsaharianos; tienen entre 18 y 40 años y llevan en España entre dos y seis meses. Es el caso de Mbaye, de 21 años, que llegó a las costas de Canarias hace cinco meses desde Senegal buscando mejores oportunidades. Lo hizo en una embarcación y tras ocho días a bordo en unas condiciones duras. Así lo explicó a este diario en un buen español, que aprendió tras su paso por otro centro de acogida en Alcalá de Henares (Madrid), desde donde fue trasladado en la noche del lunes a Valga. “Quiero vivir en España”, señaló, por lo que desea empezar a trabajar “cuanto antes”. “En Senegal era electricista, pero puedo trabajar de lo que sea”.
Un deseo que comparten la mayoría de los migrantes llegados a Valga. Tienen diversos tipos de estudios, pero todos los chicos coinciden en que les sirve cualquier trabajo. Mismo caso que Hassan, que llegó a Tenerife hace unos tres meses desde Gambia. Desde allí fue trasladado también a Alcalá de Henares, aunque, indicó que no tiene ganas de hablar mucho del pasado y lo que dejó atrás en su país de origen. Tiene 26 años y manifestó, en su caso en inglés, que “aquí estamos muy bien” y que, de momento, la acogida ha sido muy positiva.
En ambos casos, su objetivo es el de quedarse de forma indefinida en España una vez consigan trabajo, aunque otros desean continuar su ruta migratoria hasta Francia u otros países de Europa, algunos tienen allí amistades o familiares, con los que desean reencontrarse. No es así para Mbaye, que señala que llegó él “solo” al país y que espera conseguir un empleo y la residencia para instalarse en España.
Cabe señalar que, según señalaron desde la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, todos ellos han presentado una solicitud de protección internacional y, a la espera de que se resuelva este proceso (que se puede dilatar varios meses), podrán recibir un permiso de trabajo. De momento se desconoce cuantos meses durará el dispositivo de acogida en el municipio y, durante su desarrollo, la ONG se encargará de su integración en la sociedad española. Así, al igual que en otros municipios, como en el caso más inmediato de Sanxenxo en Arousa, se brindarán acciones formativas, especialmente en cuanto a nociones básicas sobre el idioma, ya que la mayoría de los migrantes que acoge el municipio no hablan español, sino que tienen conocimientos de francés y, algunos, de inglés. Con estas acciones formativas se busca así mejorar las posibilidades de inserción en el mercado laboral, en un municipio en el que abunda sobre todo el empleo en el sector del metal.
Día a día
A la espera de que esas clases y, también, las actividades lúdicas comiencen, en la tarde lluviosa de hoy, disfrutaban de su estancia de Valga jugando al ajedrez en la entrada del establecimiento hotelero o con diferentes juegos de cartas, matando así el tiempo y aprovechando para entablar relación entre ellos.
Asimismo, pueden pasear por la localidad y conocer los rincones del municipio. Así, tienen libertad para moverse libremente, siempre y cuando estén presentes en el hotel entre las 22 y las 7 horas, así como durante las acciones formativas que se vayan a organizar. Del mismo modo, el hotel garantiza la comida, limpieza y lavandería durante la estancia de los migrantes en el establecimiento, el Hotel Corona de Galicia. En la localidad de Padrón también se ha habilitado un centro de acogida para personas migrantes, que cuenta con recibir otros 65 subsaharianos de entre 18 y 40 años.
Solidaridad
Lo cierto es que en un momento en el que los discursos extremistas están ganando adeptos dentro de la sociedad, el Concello de Valga —al igual que hizo anteriormente el de Sanxenxo— vuelve a mostrar el lado más humano y solidario de Arousa al colaborar en el Programa de Atención Humanitaria, dirigido a las personas que llegan a las costas españolas y que huyen de la violencia, las inestabilidades políticas de sus países o de la pobreza extrema. Así, el Gobierno central agradeció recientemente, a través del subdelegado en Pontevedra, Abel Losada, la disposición del Ayuntamiento, de apenas 5.671 habitantes (según los últimos datos de padrón del INE), para acoger a los migrantes, “porque estamos viendo como en el conjunto de España, lamentablemente, no se está produciendo esa misma solidaridad a nivel autonómico”.
Los miembros de Protección Civil de Valga que, durante la última semana, se desplazaron a Valencia, para colaborar en las tareas de limpieza tras la DANA están ya de regreso. José María Otero «Caamaño», responsable de la agrupación, Alberto Otero y Juan Jesús Santalla fueron recibidos, a su llegada a Valga, por el alcalde, Bello Maneiro, que se acercó a la sede de Protección Civil para agradecerles su solidaridad. También fueron recibidos con aplausos la noche de este lunes los efectivos de Protección Civil de Cuntis, Portas y Moraña, a la llegada a este municipio.
«Foi máis estrés psicolóxico que físico, porque queres facelo todo pero non podes asimilar todo o que ves», explicó Alberto Otero a su llegada. Los miembros del servicio de emergencias valgués llegaron a la zona afectada por la DANA el pasado miércoles. En un primer momento fueron destinados a Alfafar y, conforme pasaron los días y la situación allí fue mejorando, se trasladaron a otros municipios como Picaña o Paiporta. En este último encontraron «o peor de todo. Era un campo de batalla con barro por todas partes, coches amoreados uns enriba doutros, rúas intransitables…Nunca viramos nada igual. Vivendas que estaban situadas xunto ao barranco desapareceron por completo, outras probablemente acabarán cando en cuestión de días e os testemuños da xente eran desgarradores», lamentaron los voluntarios.
«Agora o que se necesita é maquinaria pesada e equipos específicos, co material que nós non temos e non podemos facer máis» señaló Otero que regresó con una lesión. «Os hospitais da zona están colapsados e atendéronme nun centro médico que improvisaron nunha residencia de anciáns. Aparentemente teño unha escordadura bilateral, pero non puideron realizarme unha radiografía», explicó.
Tres miembros de la agrupación de voluntarios del Baixo Ulla ayudan en Alfafar
La solidaridad desde Arousa también está llegando a través de los servicios de emergencias desplazados a Valencia. Allí seguían ayer tres miembros de Bombeiros do Salnés y otros tres de Protección Civil de Valga, achicando agua y ayudando en todo lo que pueden en estos momentos tan trágicos. «Isto é como unha zona de guerra, non se pode comparar con nada máis porque nunca vimos nada igual», explica desde Alfafar José Manuel Otero Camaño, responsable de la agrupación de Valga. Junto a él trabajan sobre el terreno Juan Jesús Santalla y Alberto Otero, que completan un equipo de doce personas integrado por Protección Civil de Cangas y Oitavén-Tea bajo el paraguas de puesto avanzado de la Xunta de Galicia.
Los voluntarios se confiesan abrumados por el escenario que se encontraron y la cantidad de trabajo que queda por delante y agradecen el buen recibimiento que han tenido por parte de los afectados: «Sen coñecernos de nada pregúntannos se comemos, dannos café…».
Los bomberos y Protección Civil de Valga continúan con los pies en el barro mientras que otros efectivos desplazados desde las policías y grupos de emergencias de Vilagarcía, Cambados y Vilanova ya han regresado.
El colectivo Marcha Mundial das Mulleres, que suma a diferentes grupos y organizaciones feministas, hacen un llamamiento a la ciudadanía para arropar a la denunciante por abusos sexuales en Pontecesures en el juicio que se celebra el miércoles a las nueve de la mañana en la sede que la Audiencia Provincial de A Coruña tiene en Santiago de Compostela.
En la causa se juzga al que fue alcalde de Pontecesures, Luis Álvarez Angueira, como presunto autor de un delito continuado de agresión sexual contra su sobrina política y exconcejala de Benestar Social, Igualdade e Diversidade en el Concello de Rianxo, Hadriana Ordóñez. Los hechos que llegan a este juicio sucedieron en el año 2017, momento en el que la denunciante acusó a Angueira por unos presuntos abusos sexuales continuados entre 1996 y 2001, momento en el que la víctima era menor.
En ese momento, el exalcalde negó los hechos y decidió darse de baja como militante del Bloque Nacionalista Galego (BNG), partido del que también era miembro la denunciante y el cuál le mostró su apoyo. Antes del juicio, el BNG ha vuelto a exponer su solidaridad con la víctima a través de un comunicado en sus redes sociales y en su web.
En un comunicado, la ejecutiva nacional del BNG insiste en «reiterar o noso apoio á compañeira, así como o noso orgullo e agradecemento pola súa valentía». Añaden que la lucha de la denunciante «non é só invidudal, senón tamén colectiva, por todas aquelas nenas e mulleres que sufriron, sofren e sufrirán a violencia machista». La formación nacionalista respalda también la concentración convocada a las puertas del juzgado de Santiago (este miércoles a las 8.45 horas) para mostrar su apoyo y solidaridad a la víctima.
Por último, desde el BNG señalan que, aunque el acusado causó baja en sus filas tras la denuncia por agresión sexual, «é doloroso que representara o noso proxecto e este caso fai que nos reafirmemos na necesidade de traballar con intensidade para mellorar os recursos e medios para sensibilizar, previr e atender a violencia machista».