Semana de pactos y pataletas.
La mayorÃa de los polÃticos electos andan estos dÃas afanados en reuniones y llamadas intentando buscar la cuadratura del cÃrculo, en unos casos, o hallar la fórmula de la eterna juventud, en otros, que permita a sus lÃderes llegar al dÃa 16 en una posición idónea para disputar el sprint, sino ya tener asegurada la victoria en la etapa. Salvo en los doce municipios en los que ha habido mayorÃa absoluta, y en otros, como Melide, donde ya se ha anunciado el acuerdo para elegir nueva alcaldesa, todavÃa son muchas las incógnitas que despejar para saber quién va a ser el regidor durante los próximos cuatro años, salvo moción de censura que se tercie. En estas andan afanados nuestros munÃcipes electos, unos aún in pectore y otros con ganas de jurar o prometer el nuevo cargo, a la vez que los dimes y diretes, las apuestas y las porras no dejan de circular con ganas de arrojar un poco de luz o intoxicar â??que de todo hayâ??; mientras por otros lares aquellos que no fueron elegidos para encabezar de nuevo las huestes familiares en esta contienda electoral se dedican a poner chinas en el zapato propio con la intención, al menos eso parece, de dinamitar cualquier posible acuerdo que pueda arrojar un mÃnimo de sombra sobre una gestión que pregonan a los cuatro vientos, comunicados oficiales incluidos. Si las reuniones y pactos resultan normales a estas alturas, y más con la composición que han dejado las urnas en muchas corporaciones, la pataleta de los segundos parece más bien un sÃntoma de deslealtad familiar de aquellos que no han sabido o no han querido retirarse a tiempo de ese trabajo que todos aseguran hacer en beneficio de los vecinos. Aunque a la hora de la verdad parezca más bien lo contrario.
Articulo de Juan MartÃnez
TIERRAS DE SANTIAGO 05/06/07
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