El pleno de Padrón no avala los acuerdos que pusieron fin a la huelga de la limpieza.

El pleno extraordinario fue seguido por numeroso público, como los trabajadores del servicio de basura.

El voto de calidad del alcalde valió para evitar apoyar las mejoras salariales que reclamaron los trabajadores.

Con el voto de calidad del alcalde Camilo Forján, el pleno de Padrón rechazó los puntos propuestos por los tres grupos de la oposición en una documento que valió para poner fin a la huelga en el servicio municipal de recogida de basura, que duró nueve días. PP BNG y PG pretendían que el pleno declarara «xustas» las mejoras salariales de los operarios, que garantizara la consecución de las mimas y que negociara con la empresa la revisión del contrato.
Pero la ausencia en la sesión, celebrada en la tarde-noche del viernes, del concejal del PG por un tema personal, que PP y BNG calificaron de «causa de forza maior», igualó la votación entre gobierno y oposición, aunque el voto de calidad del alcalde fue decisivo para que PSOE y CIPa rechazaran las propuestas, ante la presencia atónita de gran parte del público, entre el que estaban los 14 trabajadores del servicio, además de su representante sindical.
PP y BNG solicitaron al alcalde en repetidas ocasiones que aplazara el pleno, debido a la ausencia del edil ya que, de lo contrario, se celebraría de «maneira rastrera», dijo el concejal popular Antonio Fernández. Pero no hubo aplazamiento, quizás porque el grupo de gobierno fue a la sesión con los deberes hechos, apoyado en informes de Secretaría, que incidien en que el Ayuntamiento no tiene capacidad para decidir ni intervenir en una negociación que se ciñe a la empresa concesionaria del servicio y a los trabajadores del mismo, recordó el alcalde.
Con este argumento, el teniente de alcalde, Eloy Rodríguez, ofreció datos. Así, dijo que, en caso de que el pleno avale las demandas salariales de los operarios, la consecuencia más directa sería la subida del recibo de la basura. Y dio ejemplos: la tasa en el casco urbano pasaría de los 64,67 euros actuales a 89,42 en 2010 y 91,99 en 2011. Todo ello en base a una fórmula que está recogida en el pliego de condiciones de la concesión, que Eloy Rodríguez calificó de «sangría económica» para el Concello.
Pero las cifras del ejecutivo municipal contrastan y mucho con las facilitados por el asesor de UGT en el conflicto de la basura, David Barrio, quien asegura que la subida salarial de los trabajadores supondrá un incremento en el recibo de 0,30 céntimos mensuales. Todos los demás datos son «demagoxia», tal y como opinó el concejal del BNG Xoán Santaló, quien recordó que la asistencia al pleno tiene una remuneración económica de 60 euros por edil, mientras que cada trabajador que esta tarde recoga la basura que genere el mercado ambulante percibirá solo 36 euros. Al final, los grupos de la oposición dejaron caer la posibilidad de repetir la convocatoria del pleno.
Y pese a que este no ratificó las condiciones que buscaba la empresa, David Barrio aseguró que confían en mantener el preacuerdo firmado entre las dos partes. También lamentó la actitud «pouco democrática» del alcalde y su gobierno, a los que acusó de provocar una nueva huelga en el servicio, quizás en Navidad.

LA VOZ DE GALICIA, 07/11/10

El bipartito de Padrón tumba el acuerdo de la basura.

El voto de calidad del regidor fue decisivo//Una nueva huelga planea sobre Padrón

Padrón podría volver a vivir una nueva huelga de la basura en las próximas semanas. Así lo anunciada el representante de la central sindical UGT, David Barrio, a la salida del pleno extraordinario solicitado por la oposición para mostrar su apoyo a las reivindicaciones de los trabajadores del servicio. Y es que el resultado de la votación no fue el deseado. La ausencia del portavoz del PG inclinó la balanza en favor del ejecutivo local (PSOE y CIPa) que, con igual número de eidles que la oposición (PP y BNG), tenía a su favor el voto de calidad del alcalde.

Nacionalista y populares comenzaron su intervención pidiendo un aplazamiento de la convocatoria, «xa que dos tres grupos que solicitamos este pleno falta un integrante por causa de forza». Para el regidor, la petición «no ha lugar».Su actitud firme le valió las críticas de la oposición y más de un comentario airado por parte del público.

El debate continuó igual de tenso que comenzó. BNG y PP pidieron al bipartito que considerase justas las peticiones de los trabajadores. El gobierno insistió en que era un conflicto entre empresa y trabajadores «y aquí el Ayuntamiento no tiene nada que ver». En cada uno de los puntos el regidor echó mano del informe de Secretaría en el que se reafirmaba en lo mismo, añadiendo además que la Corporación no se podía pronunciar sobre esas reivindicaciones.

Para el BNG, el gobierno se excuda en el «técnica suicida do avestruz», mientras que para el PP, le falta «talante democrático». El bipartito contraatacó argumentando que la oposición estaba «politizando» un conflicto «exclusivamente privado» para «sacar tajada».

En este rifirafe verbal, el ex regidor, Jesús Villamor preguntó si la subida salarial de los trabajadores podía influir en los presupuestos. A lo que la interventora contestó que sí, a través de la revisión anual de precios.

La intervención del ex alcalde llevó al portavoz de Cipa a formular en voz alta una reflexión: «¿Por qué adjudicó el gobierno en funciones del PP la recogida a la empresa si el servicio era deficitario? Esta contratación oscura llevaba quizá aparejado como compensación el aparcamiento subterráneo en Las Lágrimas?». Cuestiones que Villamor rechazó de plano.

Ninguno de los puntos solicitados por la oposición salieron adelante. El voto de calidad del alcalde inclinó la balanza. También se aludió al aumento del recibo en cantidades que la oposición consideró «demagógicas».

El resultado de la votación dividió al público. Los trabajadores, con David Barrio al frente, acusaron al bipartito de actuar de forma rastrera y de «forzar» una nueva huelga, toda vez que la empresa supeditaba el preacuerdo al resultado de la votación plenaria. Mientras otros vecinos alabaron la actitud firme del gobierno, y unos pocos definieron la sesión como «¡vaya espectáculo!».

EL CORREO GALLEGO, 07/11/10