Las amantes de ??Pelopincho? alegan que su fortuna proviene del ejercicio de la prostitución.
Teresinha de Jesús Carvalho, la pareja sentimental José Antonio Pouso Rivas, el presunto líder de la trama de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico desarticulada en la ??Operación Cormorán?, y Lidia Niele Maia Costa, que tuvo también un hijo con ??Pelopincho?, justificaron la posesión de un valioso patrimonio que la Fiscalía cuantifica en 12 millones de euros por su ejercicio de la prostitución. El Ministerio Público considera, sin embargo, que ??no tienen forma de justificarlo?.
En la segunda sesión del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Pontevedra se sentaron en el banquillo nueve de los 32 acusados iniciales, ya que los otros 23 se declararon culpables en la primera jornada y así lograron reducir la solicitud de pena para ellos, que quedó estipulada en seis meses de cárcel y sanciones económicas de entre 45.000 y 800.000 euros. En la jornada de ayer otro de los imputados, Juan Carlos Pérez Vázquez, aceptó el acuerdo que le proponía el fiscal, por lo que tendrá que afrontar una sanción de 18.000 euros por el valor del vehículo que tenía a su nombre y que reconoció que pertenecía a ??Pelopincho?, que permanece en paradero desconocido y sobre el que circulan diferentes teorías, desde que se dio a la fuga hasta que pudo ser secuestrado y asesinado por sicarios colombianos.
En la sesión de ayer prestaron declaración, por tanto, un total de ocho acusados, a los que se sumaron cinco testigos. Las brasileñas Teresinha de Jesús Carvalho y Lidia Niele Maia Costa coincidieron en afirmar que el patrimonio que poseían lo habían comprado con su propio dinero, ganado del ejercicio de la prostitución. Lidia Niele Maia que solo quiso contestar a las preguntas de su abogada explicó al tribunal que percibía ??mucho dinero? desde que se había especializado en ??servicios especiales?, como sadomasoquismo, coprofilia y prácticas que ??nadie quería hacer?.
Llegó a asegurar que podía conseguir más de 30.000 euros en un día, y que gracias a sus servicios había conseguido clientes fijos en ciudades como Málaga, Madrid y Barcelona, que aún conserva en la actualidad. También alegó que le había tocado la lotería hasta en dos ocasiones, y que con el dinero conseguido había comprado un bajo comercial y un restaurante. El fiscal Augusto Santaló calificó de ??manido y recurrente? este argumento y tildó de ??extravagante? la explicación sobre su ejercicio de la prostitución. ??Cada uno se defiende como puede o como quiere, está en su derecho?, añadió Santaló.
Declaró también el matrimonio formado por Benito Suárez Bouzón y Gloria Milena Quintero. La mujer asumió la inyección de dinero en metálico en la firma de inversiones Arte y Naturaleza, así como la compra de una casa, en ambos casos a cuenta de sus ahorros como prostituta, una actividad que llevaba realizando desde 1994 no solo en España, sino también en isla antillana de Aruba, en Alemania, Suiza y Mallorca. Por su parte, su marido negó conocer que Pouso Rivas se dedicara al narcotráfico y haber participado con él en alguna descarga de droga. Sobre el origen de sus ahorros, los atribuyó a su época como marinero y a la práctica del furtivismo. Y sobre la titularidad de un coche de alta gama que le atribuía la Fiscalía, Benito Suárez contestó que estaba a nombre de la hija de ??Pelopincho?, Vanesa Pouso Cacabelos, que declaró a continuación. Aseguró que no tenía relación con su padre, al que llegó a denunciar por maltrato. Al igual que anteriores acusadas, alegó que trabajaba como ??chica de compañía? para justificar cómo había obtenido el dinero con el que compró un piso en Rianxo. Tampoco confirmó si José Antonio Pouso Rivas se dedicaba al narcotráfico: ??Pensaba que se dedicaba a vivir de las mujeres?, manifestó su hija.
DIARIO DE AROUSA, 29/06/11
2 comentarios
Cara de cona · 30-06-2011 a las 16:46
Arremimadriña….estas non descansaban nin para comer…jo..jo…jo..desde logo hai que oir cada cousa da xustiza….non sabe unha si reir ou chorar….
ife · 1-07-2011 a las 16:13
Non chores que alguns pasarono moi ben entrementras