El misterio de la lancha que hirió a un joven en Vilarello.
La tranquilidad nocturna de la playa fluvial de Vilarello se vio trastocada el jueves por un suceso que el desaparecido padre de Julio Iglesias no dudaría en calificar de ??raro, raro, raro?. Tanto, que la Guardia Civil está investigando qué se esconde detrás de las heridas sufridas por un joven de Boiro, de nombre Marcos, que sobre las doce de la noche alertó al 112 afirmando que se había caído de una embarcación y la hélice le había causado cortes en un brazo. Pero cuando los servicios de emergencias llegaron al lugar no había ni rastro de la lancha.
La situación fue tan extraña que ni los voluntarios de Protección Civil saben cómo explicarla. A medianoche recibieron aviso del 112 sobre una persona que se había caído al río Ulla desde una embarcación y ??fora atropellado? por la misma. Pero el joven herido ni siquiera debía tener claro dónde estaba porque ??en principio douse o aviso a Pontecesures? y se describió como ??un incendio?. O eso, al menos, indicaba el terminal remoto de Protección Civil de Valga. Aclarado el entuerto sobre el lugar de los hechos, se desplegaron los medios de rescate: los propios voluntarios, la Guardia Civil, Urxencias Médicas e incluso los Bombeiros do Salnés, que finalmente no llegaron a actuar. El panorama que se encontraron en la playa fluvial era el de un joven con cortes en un brazo que afirmaba que estaba navegando en una embarcación por el Ulla con un amigo cuando se cayó al agua. Pero la lancha no estaba por ningún lado. Según la versión del boirense, su acompañante se había marchado de la zona con la embarcación porque carecía de seguro, mientras él llamaba al 112 con el móvil. Dejando de lado la duda de qué hacían dos chavales en una lancha por Vilarello a esas horas de la noche, la pregunta que uno se hace al instante es cómo podía funcionar el teléfono después de haberse sumergido en el agua. Porque Marcos, el herido, no solo llamó al 112 sino también (o eso dice) a otros tres amigos (dos varones y una mujer) que aparecieron después en el lugar. En definitiva, que todo son incógnitas sobre las que la Guardia Civil trata de arrojar luz. El protagonista de esta rocambolesca historia, que al parecer carece de antecedentes penales, fue trasladado a un centro hospitalario para curarle los cortes.
DIARIO DE AROUSA, 09/02/13
0 comentarios