Malditos badenes.
No existe mayor injusticia ni acción más vil hacia el ciudadano que tratar de la misma manera la infractor que la virtuoso, al temerario que al prudente, al drogado que al sobrio.
Eso es lo que pasa con los miles de badenes, florecidos como hongos en los últimos años. Como las redes de volanta entorpecen carreteras y calles, causan destrozos en los coches y daños a los pasajeros, y no discriminan entre quine cumple y quien no. Todos por igual. Da lo mismo que los cruces a 30, 20 o 10 o los kilómetros/hora que marquen las señales. Vayas en tu coche, en bus o en ambulancia, tienes que tomar tu taza de caldo, amargo, cada vez que pasas por allí. Sí o sí.
Ahora se ha inventado por un español, José Antonio Aguilera, y se utiliza en el municipio madirleño de Boadilla del Monte un sistema que permite atravesar el bade´n, a quine cumple la norma señalada, sin ningún sobresalto. ¡Quien comple no es penalizado, eso ya es novedad!. Y en cambio, para quine pase a más velocidad, el invento endurece liquidos o masas en su interior y produce al infractor las mismas molestias, o peores, que ahora nos tocan a todos.
Este invento, de ser cierto, merece su implantación inmediata, sustituyendo a los miles de engendros que nos afliguen.
Cara al director de La Voz de Galicia de Pablo Bermúdez de Amezúa.
0 comentarios