Rechaza vender pimientos de Herbón sin rabo para no mermar su calidad.

Al productor José Manuel Ferro le propusieron comprar el producto listo para freír y a mayor precio, pero se negó porque dice que perdería frescura y sabor
Comprar los pimientos de Herbón sin rabo, listos para freír. Esta fue la propuesta que algún local del sector de la hostelería y la restauración le hizo en su día a un productor de la parroquia de Herbón, en concreto a José Manuel Ferro, tercera generación de la marca Pementos Carmucha, que camina hacia un siglo desde su creación por parte de la abuela María del Carmen Rivera. El productor no accedió a la insólita petición, pese a que es consciente de que, entre los principales consumidores del pimiento de Herbón, está el sector de la hostelería en el que, por comodidad, por ahorrar tiempo y trabajo, bares y restaurantes suelen servirlos con el rabo, en contra de la opinión de quienes lo cultivan.
José Manuel Ferro argumenta su negativa a comercializar pimientos sin rabo, pese a que le ofrecían pagar un precio más alto por ellos. Señala como la razón más importante que el producto no mantendría su frescura y, por tanto, no se serviría al consumidor en las «condicións óptimas», pese a que se trata de un producto de la máxima calidad amparado por la Denominación de Orixe Protexida (DOP) Pemento de Herbón. «Desaconsello por completo vender os pementos sen rabo porque, sen el, perden frescura xa que o pemento vive do rabo: é a súa fonte de alimentación para manterse fresco unha vez apañado da planta. O rabo hai que sacarllo sempre antes de fritilo», explica.
Ferro es consciente de que, para servir el pimiento de Herbón en buenas condiciones, en la hostelería quizás es necesaria una persona dedicada a ello, para sacarle el rabo y para freírlo «de forma adecuada e non na fritideira». También apunta que, para vender el producto sin rabo, sería necesario que lo autorizase el Consello Regulador de la DOP ya que cree que, en principio, tendrían que comercializarse a granel y no en las bolsas de 400 gramos que se usan con la etiqueta de la máxima calidad.
El productor de Herbón zanja el debate con la posición que defienden los cultivadores, de que el pimiento de Herbón se de consumir sin rabo, para degustarlo con todo su sabor. «Co rabo non sabe igual, amarga; o rabo é un pau», asegura rotundo José Manuel Ferro. En su caso, además, prima la calidad ya desde la tierra de modo que, con respecto a generaciones anteriores, redujo la extensión plantada para poder «telos pementos ben atendidos», buscando producir «menos, pero de máis calidade» y comercializarlos a mejor precio.
La Voz de Galicia
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