Los valeiros aseguran que el Concello solo les compró cien lampreas del Ulla para la fiesta.

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Asistentes a la Festa da Lamprea de Pontecesures, el domingo pasado.

Los demás ejemplares servidos el domingo en Pontecesures habrían sido pescados en el Miño -Los vecinos exigen las cuentas.

Los valeiros de Pontecesures, el colectivo de pescadores que se dedica a la captura de la lamprea del río Ulla con nasa butrón, aseguran que el Concello solo les compró un centenar de ejemplares para organizar la fiesta del pasado domingo, a lo que añaden que se despacharon raciones de producto obtenidas de una importante cantidad de peces que habrían sido pescados en el Miño.

Esta circunstancia, unida al bajo precio que se habría pagado por los ejemplares adquiridos en el puerto de Pontecesures, ha causado cierto malestar en el sector y en algunos círculos de la localidad pontecesureña, donde cada vez son más los ciudadanos que exigen al gobierno bipartito que forman BNG y PSOE que presenten las cuentas detalladas de dicha celebración gastronómica.

Hay ciudadanos disconformes con el resultado del evento, aunque no dudan que sirvió para llevar a la villa a numeroso público, para generar riqueza en el sector hostelero y para promocionar la popular lamprea.

Pero la satisfacción por el resultado final del evento es solo moderada, precisamente porque son muchos los que consideran que «las cosas se hicieron francamente mal, un año más».

Prueba de ello es el testimonio de los propios valeiros, que prefieren no identificarse por temor a represalias y quienes indican que «el Concello de Pontecesures nos compró cien lampreas a un precio de 18 euros la unidad, por lo que algunos pescadores ni siquiera quisieron colaborar, al considerar que se trata de un precio demasiado bajo y que, supuestamente, esta fiesta también está pensada para ayudarnos a salir adelante».

Desde este colectivo aseveran que «el organizador de la fiesta», es decir, la empresa a la que el Concello adjudicó la preparación de las lampreas al estilo bordelesa, «suministró otros 75 ejemplares que podían proceder del Miño, porque desde luego no eran del Ulla».

Ese empresario «volvió a ocuparse de vender las raciones de lamprea, como también las de churrasco, pulpo y todo lo que se comercializó el domingo en la carpa que se instaló en la zona portuaria».

Al igual que los valeiros, hay vecinos que abundan en que «el presupuesto manejado por el Concello para esta fiesta era de al menos 14.000 euros, y sin embargo las lampreas, incluso pagándolas todas a 18 euros, supondrían un desembolso de poco más de 3.000, mientras que la venta de las 550 raciones que dicen haber despachado representa por sí sola unos ingresos de 5.500 euros».

Y en este sentido recuerdan que «la fiesta tampoco suponía grandes desembolsos, ya que además de la venta de raciones apenas se incluían en el programa oficial la lectura del pregón y un par de actuaciones folclóricas».

Los que así se pronuncian, y sostienen que «más que una fiesta de exaltación de nuestra lamprea del Ulla esta cita se ha convertido en un negocio privado», llegan a declarar que «incluso resultó más importante la colaboración de los restaurantes locales que quisieron sumarse a la ruta de tapas, y que sí compraron la lamprea a nuestros pescadores».

En esto coinciden los propios valeiros, alguno de los cuales garantiza que vendió más lampreas a los bares para la ruta de los pinchos que al propio Concello para la fiesta exaltación del domingo pasado.

«Tenemos que agradecer el trabajo de los bares y restaurantes de Pontecesures porque hicieron un trabajo formidable y quisieron ayudarnos comprándonos las lampreas, algunas a muy buen precio», manifiestan los pescadores.

Otros recuerdan que «algo parecido ya se vivió el año pasado, cuando en el ayuntamiento nos decían que no iban a comprarnos ninguna lamprea porque les parecían caras y que preferían traerlas del Miño; aunque finalmente accedieron a comprarnos algunas porque les dijimos que no íbamos a consentir que nos dejaran completamente de lado».

Lo que queda claro es que eso de promocionar a la «dama del Ulla» parece ahora más cuestionado que nunca, de ahí que los ciudadanos de Pontecesures insistan en reclamar explicaciones al ejecutivo que preside la nacionalista Cecilia Tarela.

«Tienen que presentar un balance detallado de los gastos e ingresos de esta fiesta y dejar muy claro de dónde era exactamente la lamprea que se vendió el domingo como si fuera toda del Ulla», sentencian los pontecesureños consultados.

Faro de Vigo

Dos heridos en una salida de vía en Valga.

Un vehículo que se salió de la vía en la carretera de Ferreirós (Valga) dejó un saldo de dos heridos que fueron trasladados a un centro hospitalario de Santiago sin que haya trascendido su estado de salud. El coche colisionó contra una marquesina y un poste de la luz. El suceso ocurrió alrededor de las siete de la tarde de ayer. Por la mañana, el grupo de emergencias de Valga tuvo que acudir a otro accidente, en A Gándara, donde colisionaron dos vehículos. En este caso no hubo heridos.

La Voz de Galicia

Carolo: «Levo toda a vida xogando ao fútbol».

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Jesús Rodríguez Muíños (Extramundi, 1965), mundialmente conocido como Suso Carolo por el apodo de su casa natal, vive actualmente en Ourense, donde acentúa su vínculo con el fútbol, jugando en la Tercera Autonómica -la única que le faltaba-, además de entrenar a niños y actuar incluso como árbitro. Pero «sempre levou o nome de Padrón e de Extramundi por Galicia adiante», dicen desde el club Sar. «E por fóra de Galicia», añade el propio Carolo, en alusión a los años que jugó en León y en Barcelona.

La citada entidad de su pueblo natal organiza un torneo de homenaje al jugador de fútbol que, de adolescente, debutó en este equipo y que hoy, con 51 años, es el único de Galicia, y posiblemente también de España («habería que investigalo», dice el protagonista), que puede presumir de haber jugado en todas las categorías de este deporte, desde Primera División a la más modesta.

«Levo toda a vida xogando ao fútbol», es lo primero que cuenta Carolo. «De pequeno xa xogaba na aldea con xente maior e sempre me poñían de porteiro porque, ao ser o máis pequeno, era ao que lle tocaba», recuerda. Con el equipo del Sar debutó en la temporada 1979/80, con los juveniles. Ahí empezó una larga trayectoria futbolística en la que incluso llegó a hacer una prueba en el Real Madrid «pero como os había mellores ca min, fichei co Celta», con el equipo juvenil. Con este club llegó a jugar un partido de Primera División. Fue e Bilbao en 1983.

Con el Celta también pisó el césped en Segunda División, así como en el Lugo. En Segunda B estuvo con el Leonesa, Arousa, Lalín y Lugo; en Tercera División con el Céltiga, Lalín, Santa Coloma de Gramanet, Leonesa o Ponte Ourense; en Preferente con el Vista Alegre, Taboadela y Vilamarín; en Primera Regional con el Club Deportivo Sar, con el que empezó en Segunda Regional y, por último, en Tercera Regional con el Athletic Razamonde, su equipo actual. Además, ahora entrena a dos equipos del Santa Cruz de Arrabaldo y es árbitro.

Jugador, entrenador, árbitro, delegado, «recollepelotas e masaxista, se fai falla. No fútbol fixen de todo», asegura Suso Carolo, que tiene dos hijas de 25 y 19 años a las que no les gusta nada este deporte, ni siquiera ver un partido por televisión. Eso tampoco al padre, que dice que «non me dá a paciencia de estar sentado» ante el televisor ni en una butaca del campo.

Suso Carolo vivió unos años del fútbol, aunque dice que «non se gañaba o diñeiro que se gaña agora». Dedicado a este deporte se fue de Padrón con 17 años y aunque volvió pocos después, ya no fue para quedarse.

Ahora tiene su vida en Ourense, pero asegura que «cando me xubile espero ir a vivir a Padrón» donde tiene familia, como los hermanos, que lo ponen al día de la andadura deportiva del Sar.

Se sincera y asegura que, «se fose rico», seguiría jugando al fútbol, pero depende de un trabajo que valora mucho, por lo que dice, «non quero arriscarme a ter unha lesión porque aos meus anos xa non recuperas igual que antes dun golpe».

Sobre el homenaje en Padrón, asegura que «me colleu de sorpresa» porque siempre pensó, que de haber algo, sería un partido amistoso pero «non imaxinei que chamaran a catro equipos». Quiere dejar claro que se trata de un homenaje y que «non é para retirarme», dice en tono de broma el incansable Carolo.

La Voz de Galicia

Carreteras limitará la carga de los camiones que circulan por Padrón.

Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia estudia limitar la carga de los camiones y otros vehículos pesados que circulan por el centro de Padrón y que serían desviados por la nueva variante. Así lo explica el alcalde padronés, Antonio Fernández, quien asegura que el Concello solicitó en distintas reuniones con responsables del organismo de Fomento la restricción de circulación de vehículos pesados por el casco urbano que, casi un año después de la apertura de la variante, se sigue produciendo.

Así, Carreteras se plantea no dejar pasar por el centro de la villa los vehículos de cuatro ejes y si otros camiones de reparto como pueden ser los de supermercados, suministro de gas butano y similares. No obstante, después de Semana Santa habrá una reunión con representantes del organismo de Fomento, del Concello de Padrón y de la Dirección General de Tráfico, a la que también se recabará su opinión, para adoptar cualquier medida de forma coordinada.

La próxima semana se cumple un año de la apertura al tráfico de la llamada variante de Padrón, una vía de algo más de tres kilómetros diseñada para sacar el intenso tráfico de la carretera N-550 a su paso por el centro de la villa.

Así ha sucedido, pero en menor medida de lo esperado, sobre todo en lo que se refiere a vehículos pesados, muchos de los cuales siguen circulando por el casco urbano y por otros núcleos próximos como el de Iria-Flavia, tal y como denuncian los vecinos de uno y otro punto.

El hecho de que para acceder a la variante en Pazos haya que circular por una rotonda y subir un tramo de cuesta muy empinada es la razón que apuntan algunos para explicar la razón por la cual camiones y tráileres siguen optando por pasar por el casco urbano, sobre todo en sentido Pontevedra.

Otros apuntan el hecho de que, para circular por la variante, hay que tomar un desvío y, en cambio, para seguir por la vía N-550 hay que ir recto y de ahí la comodidad para muchos conductores de no dejar esta carretera para desviarse a una segunda.

La Voz de Galicia

La aventura de repostar de noche.

Solo siete gasolineras abren las 24 horas; algunas lo hacen para que no les roben.

Ojo con quedarse en la reserva cerca de la noche. Si un vecino de la comarca de Pontevedra o de Arousa tiene que salir disparado de madrugada y a su vehículo no le queda combustible las pasará canutas para poder repostar. Salvo siete estaciones de servicio, el resto actúan cual Cenicienta; a partir de la medianoche -muchas incluso antes, a las once o las diez- desaparecen por completo del mapa. Dicen desde el sector que no es rentable abrir. Lo afirman incluso quienes dan ese servicio. ¿Por qué lo hacen, entonces? Por dos motivos: para mantener las gasolineras con personal en las horas sin luz y evitar robos y porque consideran que es una prestación que, aunque deficitaria en algunas ocasiones, es de recibo que exista. «Somos un pouco como as farmacias, eu penso que debemos abrir», dice un empresario del ramo de Pontecesures.

Empecemos por Pontevedra. ¿Dónde se puede repostar? Si uno vive en la ciudad puede respirar más o menos tranquilo. Tiene dos opciones relativamente cercanas. Están abiertas tanto la gasolinera ubicada en la Avenida de Lugo -en la salida hacia Ourense- o el área de servicio de Placeres. Eso sí, desde esta última recuerdan que están en una situación precaria, en concurso de acreedores y, por lo tanto, no saben hasta qué momento darán servicio. De momento, sí atienden. La de Placeres es la única de toda la zona en la que, en horario nocturno, hay un trabajador que sirve el combustible.

¿Qué ocurre con los alrededores pontevedreses? Ahí la cosa está peor. Las únicas gasolineras abiertas 24 horas están en Caldas, una en Godos y la otra en Carracedo -esta última lo hace con una máquina dispensadora, sin personal que cobre-. Ni siquiera funcionan las de la autopista AP-9. Tampoco hay servicio en municipios como Poio, Marín, Bueu, Cuntis, Moraña, Portas, A Lama, Cotobade, Barro, Campo Lameiro, Ponte Caldelas o Vilaboa. En Sanxenxo sí hay una, llamada Anduriña y ubicada en Vinquiño, que abre por la noche. Pero lo hace únicamente en los meses de verano. «En xullo, agosto e setembro si que hai movemento e compensa abrir. Pero o resto do ano non merece a pena, así que pechamos ás once da noite», señalan desde el negocio.

El caso vilagarciano

¿Y en Arousa? La situación es curiosa, sobre todo, en Vilagarcía. Con casi 37.500 habitantes y siendo la octava ciudad gallega, no tiene ni una sola estación de servicio abierta por la noche. Si un vilagarciano necesita repostar a deshora no le queda más remedio que conducir, si es que le queda algo en el tanque, hasta Cambados o Godos. Pongamos un ejemplo: un vecino que viva en plena zona de Ravella, en el centro de la urbe, tendrá que peregrinar con su coche, como mínimo, cinco kilómetros hasta el lugar caldense de Godos.

Por raro que suene, están mejor otros concellos arousanos que Vilagarcía. Por ejemplo, Cambados sí tiene gasolineras abiertas. Dos nada menos. Permiten repostar de noche tanto la de Corvillón como la que está ubicada en la vía rápida a su paso por el término cambadés. Encima, también se mantiene abierta la otra estación de este mismo vial, ubicada en Meis. Los que sí o sí deben cambiar de municipio para repostar son los de Ribadumia, Meaño, O Grove, A Illa o Vilanova. Y en la misma situación están los de Catoira y Valga. Se salvan los de Pontecesures. En el caso de Cambados, hay algo llamativo. La estación de Corbillón, además de ser punto de referencia para repostar de noche, es un mítico lugar de compra de bebidas y comida para después de las noches de fiesta. En la localidad cambadesa son muchos los que cuentan las colas que hicieron para coger un bocata de madrugada en este local o para comprar pan fresco el día de primero de año. La estación cambió de dueños hace un año. Y el nuevo gerente señalaba ayer lo siguiente: «Imos abrir de noite ata o verán, despois botaremos números e quizais cerremos. Non o sabemos de momento».

Más allá de las dos de Pontevedra, el otro par de Caldas y Cambados, hay una séptima gasolinera abierta en Arousa y Pontevedra. Está a orillas de la N-550, en Pontecesures. Desde ella, llamada A Palmeira, habla Rubén García, su gerente: «Non merece a pena abrir, claro que non. Poden venderse entre 500 e 600 litros nunha noite e iso é moi pouco. Pero temos que dar o servizo, eu creo que si. Ademais, é a única forma de que non nos rouben».

Sus palabras, el hecho de que abrir y tener personal en el interior de las instalaciones -atienden por ventanilla- sea un escudo antirrobos lo repiten en más sitios. Lo dicen en Cambados. Y lo certifica Silvia Charlín, desde la gasolinera CKM de Godos, en Caldas: «Abrimos por la noche no por el trabajo que hay, que es muy poco, sino por la seguridad. Si esto se queda vacío entran y te rompen todo. Lo vemos en gasolineras que cierran», dice. Por rentabilidad, señalan desde todos lados, no habría ni un solo surtidor disponible por las noches.

La Voz de Galicia