Perigo meses e meses pola varanda danada no Camiño Portugués de Pontecesures.

varanda

Meses e meses leva danada esta varanda que se atopa na rúa do Castro, no Camiño Portugués da Ruta Xacobea ao seu paso por Pontecesures.

Ademais da imaxe de abandono que se transmite a veciños e peregrinos a varanda representa un perigo sobre todo para os nenos que poden precipitarse polo noiro á Nacional N-550.

Tendo un importante número de traballadores contratados, coas subvencións da Deputación, para tarefas de mantemento e limpeza de instalación e de camiños (na actualidade dezasete) resulta incomprensible como non se colocan un par de postes de pedra para completar a varanda.

Como o goberno local non se preocupa destas cousas, a ACP insta a que, con toda urxencia, sexa reparada a varanda en cuestión como desexa a práctica totalidade de veciños da zona.

Luis Ángel Sabariz Rolán
Concelleiro ACP Pontecesures

Un devastador incendio calcina un edificio de San Lois y obliga a desalojar a dos familias.

CASA INCENDIO CALLE SAN LOIS PONTECESURES /

Un incendio calcinó por completo en la madrugada de ayer el número 25 de la calle San Lois; un antiguo edificio de dos plantas deshabitado desde hace años, aunque el bajo estaba ocupado por la taberna A Pía. Solo quedó en pie la fachada de piedra y las viviendas anexas sufrieron algunos daños que, en principio, no ponen en peligro su integridad, aunque sus ocupantes ??dos familias?? tuvieron que ser desalojados y pasaron la noche en casas de parientes.
Una grúa retiraba a primera la hora de la mañana de ayer cascotes, ventanas, canalones y otros elementos exteriores del inmueble para evitar su desprendimiento a la calle que ha sido cortada al tráfico hasta nuevo aviso. Era la segunda fase de unos trabajos que se iniciaron a las 4:30 horas de la madrugada cuando un particular alertó al 112 Galicia de que un edificio ardía con grandes llamas en la céntrica calle San Lois.
Inmediatamente se trasladaron hasta el lugar de los hechos hasta siete vehículos de emergencias de los bomberos del parque de Ribadumia, los GES de Valga y Padrón, así como voluntarios de Protección Civil de Cesures, además de agentes de la Guardia Civil que acordonaron la zona.
El edificio es antiguo y tenía toda la estructura de madera, así que las llamas avanzaron rápidamente. De hecho, en seguida se desalojó a los residentes en las casas anexas: dos mujeres y por otro lado un matrimonio con un hijo pequeño que tuvieron que pasar la noche fuera y regresaron ayer al mediodía y todavía no habían decidido si volverían hoy para dormir. También se dio aviso a los ocupantes de las casas de enfrente, por si acaso.
A pesar de la gran cantidad de medios, solo quedó en pie la fachada de piedra y el interior acabó totalmente derruido, poniendo fin a la actividad de la taberna A Pía, cuyo propietario siguió de cerca los trabajos de extinción que se desarrollaron hasta casi las nueve de la mañana, momento en que también se informó a los dueños del edificio, que lleva años deshabitado.

Una grieta y un agujero.
El arquitecto municipal y el jefe de los bomberos de O Salnés acudieron a primera de la mañana para evaluar el estado de las viviendas colindantes, que sufrieron algunos daños. De hecho fue preciso apuntalar una de las casas porque compartía una de las vigas principales de la afectada, ya que en su día estaba unidas, y los efectivos tuvieron que cortarla, quedando un agujero en una de las estancias, mientras que en la otra, se encontró una grieta. Con todo, según el alcalde, Luis Álvarez Angueira, y la edil Cecilia Tarela, que estuvo en la zona, los técnicos no creen que entrañe ningún peligro porque, en principio, no se encontraron daños estructurales.
En cuanto a las causas, las autoridades fueron prudentes y esperan el informe de la Policía Judicial que posiblemente acuda hoy al lugar.

Diario de Arousa

La calle cortada hasta nuevo aviso.

El concello de Pontecesures cortó al tráfico la calle y solo permitió el paso de peatones por la acera de enfrente. La medida se extenderá en el tiempo que haga falta, según comentó ayer el alcalde, en aras de garantizar la seguridad de los vecinos, aunque esperan que la circulación se pueda restablecer lo antes posible. El regidor también indicó que se estudiará el informe realizado por el arquitecto pues también exigirán al dueño que tome las medidas oportunas.

Diario de Arousa

Las llamas devastan uno de los edificios centenarios en el centro de Pontecesures.

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Hasta siete vehículos antiincendios intervienen para evitar que las llamas se propaguen a las viviendas aledañas -El siniestro se saldó sin heridos al estar el inmueble vacío.

Un incendio originado por causas desconocidas asoló por completo el interior del centenario inmueble que ocupa el número 25 de la calle San Lois de Pontecesures. El hecho de que el edificio estuviese desocupado -salvo en el bajo, en donde se ubicaba el veterano bar A Pía y un almacén de ferretería, que también quedaron calcinados- y la rápida intervención de un equipo de cerca de 20 profesionales que evitaron que las llamas se propagasen a las viviendas aledañas, evitó que se produjesen daños personales. Lograron extinguir el fuego casi tres horas después, aunque la calle sigue cortada y las secuelas en la zona son más que evidentes.

La llamada de un vecino de la calle San Lois a Protección Civil puso en marcha el dispositivo. Al llegar al lugar del incendio, los voluntarios vieron que con su vehículo no tendrían suficiente y movilizaron a los GES de Padrón y Valga, a los que poco después tuvieron que unirse los bomberos de O Salnés y Vilagarcía, que desplazaron hasta Pontecesures cuatro vehículos. En total fueron siete los necesarios para trabajar en la extinción de las llamas. Los profesionales del cuartel de Vilagarcía admiten que el haber llegado a tiempo evitó males mayores, ya que el viento a punto estuvo de desplazar el fuego hacia uno de los edificios colindantes con el afectado, que sí estaba habitado. Los bomberos decidieron acceder a uno de ellos para, desde una de las habitaciones, iniciar las labores de extinción manguera en mano, ya que no podían penetrar en el interior del número 25.

Los vecinos de la zona tuvieron que abandonar sus domicilios, principalmente, por el riesgo de que el humo invadiese las habitaciones más próximas al lugar del incidente. Ya en la calle, los nervios se apoderaron de algún pontecesureño que no pudo evitar la tensión de presenciar lo sucedido y tuvo que ser atendido por la ambulancia que se desplazó hasta el lugar. No obstante, fuentes presenciales afirman que la calma se mantuvo en todo momento e incluso hubo residentes que siguieron durmiendo sin enterarse de lo que estaba aconteciendo hasta que ya era de día.

Fue entonces, alrededor de las 7,30 horas, cuando bomberos y voluntarios acabaron de apagar el fuego, aunque permanecieron en el lugar hasta casi las tres de la tarde para cerciorarse de que las llamas estaban completamente controladas y el fuego no volvía a propagarse. A mediodía se registró una nueva llamada de alarma que, afortunadamente, fue un simple susto.

La Guardia Civil de Tráfico fue la encargada de velar por la seguridad de los residentes y controlar el tráfico, que tuvo que ser desviado durante buena parte de la mañana. La parte de la calle san Lois más próxima al edificio siniestrado todavía sigue cortada a la espera de la visita de la Policía Judicial, que estudiará lo sucedido.

Los bomberos se ocuparon de enfriar los restos, retirar los escombros y echar abajo las vigas y salientes del edificio calcinado que amenazaban con caer.

Los dos edificios añejos han sufrido daños de diversa consideración, que será determinada por los peritos en los próximos días, aunque su habitabilidad no se ha visto comprometida y por la tarde ya pudieron ser reocupados.

Los máximos perjudicados del incidente fueron el propietario del inmueble y el dueño del bar A Pía, que estuvieron en el lugar desde casi el inicio del fuego. Para ellos poco consuelo quedó después de ver como tanto su propiedad como su negocio de casi tres décadas se veían consumidos por las llamas sin poder hacer nada para evitarlo.

Por lo demás, para el resto de los pontecesureños será un suceso que les marcará durante algún tiempo pero que, afortunadamente, se quedó en un susto sin secuelas para las personas.

Faro de Vigo