Los afectados por las expropiaciones de Camapaña preparan nuevas acciones para reivindicar su dinero.

Los afectados por las expropiaciones de terrenos realizadas hace ya cinco años en Valga, con el fin de introducir mejoras de seguridad vial a lo largo de la carretera PO-548, en el tramo conocido como recta de Campaña, abren una nueva campaña de movilizaciones y reivindicaciones.

Van a colocar más pancartas denunciando su problema a lo largo de toda la carretera y van a solicitar, de nuevo, que el conselleiro de Política Territorial acceda a reunirse con ellos. Quieren trasladarla sus quejas, y sobre todo pretenden insistir en que quieren cobrar «lo que es nuestro y nos prometieron».

Darío Cordo, como portavoz de la plataforma de afectados, explica que en la última asamblea acordaron «seguir adelante con esta lucha», ya que mientras algunos afectados cobraron las expropiaciones entre los años 2007 y 2008, cuando gobernaba la Xunta el bipartito, al llegar el PP al poder, en 2009, paralizaron esos pagos, y actualmente somos entre 40 y 50 las familias que aún no recibimos nuestro dinero».

Lo consideran «injusto y discriminatorio», por eso reclaman una y otra vez ese pago y recuerdan que «incluso la justicia consideró ilegal que la Xunta rebajara el precio ofrecido inicialmente a aquellos que presentaron un recurso porque además de perder terreno también perdieron cierres, árboles y muros».

FARO DE VIGO, 23/01/13

Tres obras de teatro optan al certamen sobre la Batalla de Casal do Eirigo.

Tres han sido las obras recibidas por el Concello de Valga para participar en el certamen de teatro sobre la Batalla de Casal do Eirigo, librada en el municipio en el año 1809 dentro de la Guerra de la Independencia. Los textos presentados son ??Clase de historia?, que concurre bajo el pseudónimo de Pomba do Pombal; ??O Encontro?, de Blanco e Negro; y ??Non pasarán? cuyo autor responde al sobrenombre de ??A Castrexa?. La Concejalía de Cultura valguesa se mantiene aún a la expectativa ante la posibilidad de recibir alguna obra más que fuera enviada por correo, después de que el pasado sábado finalizara el plazo para concursar.

Será en cuestión de días cuando se reúna el jurado para examinar las obras, en las que no solo se valorará la calidad, sino también la viabilidad de su puesta en escena al aire libre dentro de los actos conmemorativos del 204 aniversario de la Batalla de Casal do Eirigo, que se celebrarán en el entorno de la capilla de la Salud el último fin de semana de abril. El jurado estará compuesto por el director de la Escola Municipal de Teatro, Manuel Solla Barragán, y otros dos integrantes de su equipo. Actuará como secretario José Ramón Rial Becerra, trabajador del Concello de Valga. El autor de la obra ganadora del certamen recibirá, además, una dotación económica de 600 euros.

DIARIO DE AROUSA. 23/01/13

El primer colegio de la nueva académica Fina Casalderrey fue el de Pontecesures.

FCA

Fina Casalderrey, cocinera de historias

Cerca del monasterio de San Benitiño de Lérez vive Fina Casalderrey. Cuando era pequeña no había librería, ni biblioteca, y en casa los libros eran escasos. Por eso pasó hambre de lecturas. Su padre llenó los días de literatura, le abrió las puertas de la imaginación y ella se instaló para siempre en el mundo de la fantasía. Creció en el amor a los suyos y a su aldea: los juegos infantiles, las labores de casa, las fiestas, la naturaleza…, un mundo que siente perdido. Estudió Magisterio y con 19 años subió al Pino Manso, en Pontecesures, donde estaba su primera escuela. Todavía hoy se emociona al recordar el mágico momento en que un niño comienza a leer.

Fina es maestra y no hay mejor medida para una persona que ejerce ese oficio que los alumnos y alumnas hablen con cariño y orgullo de sus clases. Ella se empeña en trabajar de un modo distinto al que mandan los libros oficiales, apostando por la renovación pedagógica que la llevaría a la literaria. Adapta textos, escribe obras de teatro, hace ella misma los decorados; ensaya, dirige e implica al alumnado. Al mismo tiempo, anima a sus alumnos a sentirse orgullosos de la cultura de su tierra, porque para querer lo propio primero hay que conocerlo. Esa idea los mueve a recoger la riqueza etnográfica de lo que resultan interesantes trabajos.

Fruto de su conocimiento del universo infantil y de su gusto por la escritura, Fina se convierte en una brillante creadora de historias. Dotada de magníficas dotes de observación, consigue mezclar vivencias propias con pinceladas de imaginación, encarando la creación de una historia como si fuese un amor al que es preciso seducir. Escribir para niños parece fácil para quien, como Fina, es capaz de ser uno de ellos, de expresarse como ellos, de conservar el gusto por el juego, de mantener su capacidad de asombro y su visión del mundo. Cuenta con maestría lo que imagina, pero también arroja una luz original sobre las cosas de siempre para que parezcan nuevas. El que escribe, asegura, puede desplegar la fantasía, pero no puede esconder la realidad y presentar exclusivamente el lado bueno de la vida. La obra de Fina aborda temas cotidianos que interesan a la juventud: el descubrimiento del amor, la amistad, la solidaridad, la familia, el respeto por los mayores y por la naturaleza…, pero no escapa de asuntos tabús como el sexo y se atreve con la cara dura de la vida: la emigración, el aborto o los malos tratos.

Con la colaboración de Mariano, la cocinera de historias escribe de gastronomía, un tema que le apasiona, y es capaz de preparar las sabrosas empanadas y postres de sus recetas y ofrecerlas con generosidad.

En apenas 20 años publica medio centenar de libros, algunos de los cuales se pueden leer en todas las lenguas de la península ibérica y también en francés, inglés, italiano y coreano. Y todo eso desde la humildad, que la lleva a reconocer que hay muchas cosas que no sabe y, sobre todo, su deseo de seguir aprendiendo de los libros, de la naturaleza y de los demás. Le gustaría haber hecho cosas que no hizo y saciar aquella vieja escasez de lecturas, tapar ese vacío que no se llena con nada, como si fuese un tiempo de desamor.

XAVIER SENIN

EL PAIS, 26/11/11