
Un investigador de la Policía Judicial entra en la vivienda en la que se produjo el crimen.
Varios robos, un juicio inminente y un crimen espeluznante. Esta secuencia describe los últimos meses de vida de José Manuel Burés Otero, ??Nelo do Rato?, que el pasado miércoles fue hallado muerto en su domicilio de O Forno. El cadáver, con evidentes signos de violencia (golpes e incluso parece que alguna herida con un cuchillo que apareció junto al cuerpo), fue después quemado, un crimen que inicialmente se interpretó como un robo con violencia. Sin embargo, cobra cada vez más fuerza la hipótesis de que el homicidio de Nelo, de 92 años y que vivía solo, pudiera guardar algún tipo de relación con los robos que el nonagenario había sufrido con anterioridad. Al menos tres asaltos, algunos de ellos con fuerza, en los que a Nelo le robaron aperos de labranza, electrodomésticos y dinero. En una ocasión lo ataron a una silla, en otra lo amenazaron con un arma blanca. El anciano ??vivía con moito medo?, confirman sus allegados, porque ??tíñano controlado?. Tal es así que había optado por dejar abiertas y vacías las dos cajas fuertes que tenía en su domicilio.
Esos robos fueron denunciados en su día por José Manuel Burés ante la Guardia Civil. La semana pasada, en los días posteriores al crimen, estaba previsto que se celebrara el juicio por uno de esos asaltos, por lo que, fuentes conocedoras del caso, barajan la hipótesis de que el autor de aquel robo pueda estar vinculado con la muerte de ??Nelo do Rato?. Entre la terna de sospechosos que maneja la Guardia Civil, alguno incluso habría comentado con conocidos su intención de matar y quemar a Burés Otero, lo que coincide a la perfección con la dramática forma en la que falleció el anciano.
Por el momento no han trascendido detenciones en relación con este caso y en la noche del lunes finalizaron los trabajos de inspección y búsqueda de pruebas en la vivienda en la que se produjo el homicidio. Durante casi una semana expertos en inspecciones oculares de la Guardia Civil llegados desde Madrid peinaron palmo a palmo la casa, las construcciones anexas y sus alrededores en búsqueda de cualquier vestigio que pueda contribuir a esclarecer los hechos. Algo que, sin duda, tranquilizaría a los valgueses.
DIARIO DE AROUSA, 05/06/13