Las pesqueiras del Ulla tampoco pescan.

El escritor Miguel Piñeiro explica a la perfección tanto las características de las pesqueiras del Ulla como la historia que las rodea. Lo hace en su libro «Lampreas e Pesqueiras», publicado por Editorial Galaxia.

FARO DE VIGO acompañó en su trabajo nocturno a los titulares de las pesqueiras del Ulla, esas construcciones de piedra que ya usaban los romanos y se emplean para la pesca de lamprea. El resultado de las jornadas de pesca en estas trampas situadas dentro del cauce fluvial es tan pobre como el obtenido por el colectivo de valeiros, los pescadores que emplean las nasas butrón desde embarcación, a la altura de Pontecesures.
Unos y otros hablan de un año nefasto, y son muchos los que dicen no recordar una escasez de producto tan notoria como en esta ocasión.
En cualquier caso, el trabajo en las pesqueiras continúa. Es una actividad peligrosa, dado que cualquier despiste puede tener consecuencias trágicas a causa de las intensas corrientes del Ulla, pero los concesionarios no se rinden y siguen colocando sus aparejos en los sillares de piedra del mismo modo que lo hacían sus antepasados.
Quizás sea el momento de recordar cómo funcionan las pesqueiras del Ulla, y para ello nada mejor que recurrir a un experto como Miguel Piñeiro, autor del libro titulado «Lampreas e Pesqueiras», publicado por Editorial Galaxia.
A continuación se resumen algunas de las explicaciones ofrecidas por el autor:
[Hay dos métodos de captura más comunes y otros más particulares, pero se puede decir que los pescadores de cada curso han ido adaptando o heredando las técnicas en función del propio río, de su morfología, de sus obstáculos, de sus corrientes y remansos, de sus pozos, etc.

Dos métodos de pesca

Los métodos de pesca más genéricos son las redes y las pesqueiras.
Las redes y sus variantes son más propias de las zonas de estuario y desembocadura -en enero y febrero-, mientras que las pesqueiras son más propias de zonas más altas -en marzo y abril-. Es decir, la lamprea además de su propia supervivencia en el mar, debe pasar por dos barreras de pesca. La que no cae en su entrada al río, lo puede hacer más arriba o en las artes de los furtivos.
Las conocidas popularmente como pesqueiras son ingeniosas construcciones de la época romana formadas por grandes sillares de piedra. Están situadas dentro del río y se alinean en perpendicular o en oblicuo al curso del agua. Su estratégica situación provoca y faculta la captura de los peces cuando remontan el río. En la actualidad se conservan en relativo buen estado en los ríos Miño y Ulla.
Entre estas moles de piedra -lo que se llama corredor, pasillo o calle- o a ambos lados se colocan los «butrones» «copos» o «redes» donde entrarán las lampreas y de los que no podrán salir.
Hay pesqueiras que pescan hacia arriba -las del Miño- y otras hacia abajo -las del Ulla- como veremos más adelante.

También pescando a fondo hay diferencia entre ambos ríos; en el Miño se utilizan las «volantas» y en el Ulla los «butrones».

Las «volantas» son redes, poco o nada selectivas, que barren el río derivando aguas abajo empujadas por la corriente.
Los «butrones» -nasas cónicas o cilíndricas- son aparejos de malla y aros de hierro con un orificio de entrada -«buciño»- y sin salida. Se sitúan en el fondo del lecho por lo que son menos acaparadores que las redes.
Otra modalidad o técnica -aunque condenada a desaparecer- es la «fisga», «francada» o «tridente». Consiste en un palo o mango largo con una serie de puntas afiladas en su extremo inferior con el que se clavan las lampreas. Se puede utilizar desde embarcación o desde un puesto de pesca. La metodología de la fisga está claro que es la más primaria y poco evolucionada de cuantas se conocen ya que todos nos podemos imaginar al hombre primitivo con un palo intentando clavar un pez.

Las lampreas capturadas con esta arte tienen un valor culinario menor, pues pierden parte de su sangre, indispensable para su preparación.
Un cauce íntegramente gallego

El río Ulla es el primer cauce íntegramente gallego, entendiendo por tal que nace, recorre y desemboca en Galicia sin que medien otras administraciones.
La significación de este curso solo es comprendida por sus ribereños y conocedores. El Ulla es al Ullán lo que el Miño a Ourense y a Lugo.
La concesión para pescar lampreas en las «pesqueiras» del Ulla tiene su origen en un documento fechado en el siglo IX que en actualidad está en poder de la familia Lago de Herbón y que en su día fue interpretado por un fraile del Convento de los Franciscanos.
En 934 el monarca Ramiro II donó a la iglesia de Santiago el Condado ??commiso?? de Postmarchos, delimitado por los ríos Ulla y Tambre (Tumbo A, doc. 40, p. 110).
Era uno de los límites del coto de la iglesia de Santiago, confirmado por Alfonso VII, en 1127, desde el río Iso hasta el mar y desde el Tambre al Ulla (Tumbo A, doc. 98, p. 210).
(?) El inquieto y riguroso Xosé Lois Ladra cita la aportación de datos de Quilez (1947) sobre las pesqueiras del Ulla. En concreto hace referencia a la cesión que realizó el Monasterio de San Martiño en el año 1533 a un matrimonio. La explotación de las mismas pasó en 1580 a otro particular con la obligación de rendar varias docenas de lampreas. Curiosamente este pago habría de hacerlo efectivo en 1900, «trescientos veinte años después del acuerdo».
Desemboca el Ulla en la carismática Ría de Arousa y hermana sentimientos como demuestra el Patriarca de las Letras Galegas, Ramón Otero Pedrayo, en una carta inédita remitida a Xosé Piñeiro Ares en 1964: «Vindo do Porto dinlle ó Ulla, na ponte, as memorias que me diron para il os outros ríos de arelanza saudosa: o Douro, o Neiva, o Cávado, o Limia, o Miño, o Fragoso, o Lérez, o Umia; e seus poetas».
Mientras que el Tambre, el Umia, el propio Miño y otros ríos gallegos, tienen una presa cerca del mar, el Ulla la tiene a casi 80 km por lo que dispone de un buen tramo de río, aunque insuficiente, para ser remontado por las especies migradoras.
En 1962 la empresa Hidroeléctrica Moncabril S.A. consigue una concesión para la explotación del kilowatio en río Ulla. Se anuncia la construcción de trece presas. Posteriormente, Fenosa compra la concesión de Moncabril y a finales de la misma década levanta la antiestética ??93 m de altura- y lesiva presa de Portodemouros con 297 hm3 de capacidad.
A unos 20 km de la desembocadura, a orillas del río donde se hace notar el efecto de la marea, está Padrón, cuna de escritores, poetas, pimientos y… pesqueiras.
Julio Lloréns dice en «La pesca deportiva del salmón en Galicia» que «en el monasterio de Hervón empieza la parte fluvial propiamente dicha mientras que el «Informe del Servicio Piscícola de A Coruña» de 1945 habla de la «Ría de Padrón».
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La localización

Las pesqueiras en activo del Ulla se localizan desde Herbón, en la zona baja, hasta Sinde, en su parte más alta; unos ocho kilómetros de curso fluvial, aunque más arriba, en el coto salmonero de Couso, hay una pesqueira deshabilitada conocida por o lampreeiro y Julio Lloréns califica a la presa de Couso como antigua pesqueira. P. Hervella cita una pesqueira a unos 65 km, aguas arriba, a pocos metros del puente de San Xusto, muy cerca de la presa de Portodemouros.
Las pesqueiras del Ulla están formadas por grandes bloques, más o menos cuadrangulares, de piedras de muy variados tamaños. Las construcciones que mejor se conservan cruzan prácticamente todo el río y soportan extremas corrientes de agua en el caudaloso Ulla invernal.
Sus dimensiones varían pero la media es de tres metros de alto por dos de lado y otros tantos de ancho. Están alineadas en perpendicular a la corriente cruzando casi todo el río menos una gran corriente central que se llama «vena» y que queda libre de trampas.
A los huecos que hay entre los bloques, en este río se les llaman «boquetes» o «pasillos» y es el lugar donde, a semejanza a las pesqueiras del Miño, se arman los artilugios de pesca.

Características

Las redes o nasas con las que se capturan las lampreas en las pesqueiras del Ulla se componen de una boca -estructura metálica o de madera, cuadrada o rectangular, que recibe el nombre de cangalla- y de la red cónica que va atada a la entrada de la trampa. La medida total del aparejo varía de de uno a dos metros.
Esta nasa tiene adosado un brazo metálico que le faculta poder realizar un movimiento vertical para introducirla y sacarla del agua.
Para izar la nasa del agua están provistas de una cadena o cuerda atada a la cangalla. Esta cadena va asegurada en o trancadoiro, la pieza de piedra o el árbol donde se engancha.
Las lampreas intentan superar la fuerza de la corriente en los pasillos de la pesqueira ya que la nasa no los tapa en su totalidad. Aquellos ejemplares que no lo consiguen caen dentro de las redes y la fuerza del agua les impide salir. Las pesqueiras del Ulla pescan, pues, aguas abajo a diferencia de las del Miño que lo hacen aguas arriba.
Para llegar a las pesqueiras del Ulla en su parte más baja, saldremos de Padrón por la carretera a Ponte Vea, subiendo el río Ulla donde va marcando el límite provincial entre A Coruña y Pontevedra.
Las pesqueiras de este curso están divididas en cuatro tramos o grupos: el primero está en Herbón, el segundo está en Carcacía-Lapido y Carcacía, el tercero está en Barcala y Sinde; el cuarto y último es Reis.
Las pesqueiras de Herbón son 5.
Las primeras se llaman As Areas (Coordenadas UTM: X 529457/Y 4731135) y tienen la subdenominación de Areas (las de la mitad del río en su orilla norte) y Traxeito (las de la otra mitad, en la orilla sur). Miden 118 m. Areas tiene 6 pescos y 5 pasillos, Traxeito tiene 9 pescos y 8 pasillos.

La explotación de esta construcción pertenece a 5 propietarios y está repartida por grupos de muros denominados Cabildo, Cuarteles, Xanza, Mitra y Cortiñas. Estos pescos fueron adquiridos por separado.
Los nombres de los pasillos o boquetes son: Mardel, Segundo, Novo, Derrubado, Larchán, Amereiro, As Maimoas -ya caída- O Pexego, a Agulla, Pexego, a Cancela, o Láparo, o Chingado, o Badal, o Pesqueiro y o Cajón.
A 700 metros, río arriba, están las segundas pesqueiras, llamadas As Bellas (C. UTM: X 530156/Y 4731252) con la subdenominación de Bellas y Ribeiro (con la misma distribución geográfica que las Pesqueiras de Areas). Miden 91 m. Bellas tiene 4 pescos y 3 pasillos, Ribera 8 pescos y 7 pasillos.
Cada pasillo tiene, a su vez, su propio nombre: o da Curcuxa, o da Francisca, o Quintón, o Pexego, a continuación está la vena central sin armar, Pexego, Virguería, o Cabalo y o Cachopo.
A 519 m está, la tercera construcción, el particular y único Canal de Herbón (C. UTM: X 530 3779/Y 4731280). Llega a los 120 m de longitud entre los dos muros y alberga 4 puestos de pesca en la orilla norte y 3 en la sur, sumando 5 pasillos en total.

O Canal

La pesqueira de O Canal, está compuesta por unos muros en forma de vértice ??una V- orientado hacia la corriente para desviar el agua a las orillas donde están las trampas pero los muros no cercenan la corriente totalmente sino que están separados por una vena central de dos metros que permite el remonte de las especies migradoras.
Hay semejanzas entre esta pesqueira, las ya citadas del Miño y algunas otras del Tambre ??como veremos- pero la construcción o el modo de pesca varían ostensiblemente.
Las del Miño tienen la V en sentido contrario de manera que los peces en su remonte llegan a los muros y tienen que desviarse hacia las orillas donde también se sitúan las redes.
Las del Tambre tienen el pico de la V hacia la corriente y sin vena central, de manera que los muros se unen totalmente en el centro del río y derivan el agua hacia las orillas donde estaban las trampas.
Las más semejantes, en formato, a esta pesqueira del Ulla son una serie de construcciones galaico-portuguesas que unen sus muros en el centro del río. Ellas son: Novo, Ribeira Velha, Brandouro da Mancela, Fumega e Fontao en Prado; Paderne y Chaviaes (con vena central) y Novas de Braço en Alvaredo; Mosqueiros en Remoaes, otras tres en Prado y Seixeira Nova en Paços. Las del Tambre son: Cornedo, Xan-Latedo, Gándara-Pouso y Dorna en Negreira.
Por tanto consideraremos a la pesqueira de O Canal como construcción mixta o híbrida y se puede decir que única en Galicia.
A 333 m, aguas arriba, están las cuartas pesqueiras llamadas Prateado, en la actualidad muy deterioradas y con un gran boquete central. Tiene 5 pescos y 4 pasillos en una orilla y 6 poios con 5 pasillos en la otra.
La quinta pesqueira y última de Herbón es A Trapa. Tiene 6 pescos y 5 pasillos a un lado y 4 pescos con 3 pasillos al otro.

Casetas de vigilancia

El segundo grupo de pesqueiras está en Carcacía con la subdenominación de Carcacía-Lapido en la orilla norte y Carcacía en la sur.
Este grupo tiene 8 construcciones.
La primera es Furado en Carcacía-Lapido y A Caseta en Carcacía, ambas con 3 pescos y 2 pasillos cada una. En todas las pesqueiras, los propietarios montan unas casetas donde pasan la noche para efectuar labores de vigilancia; suelen ser construcciones rústicas de madera y plásticos salvo la de esta pesqueira que está excavada en la roca.
La segunda es Muxena con 3 pescos y 2 pasillos en Carcacía-Lapido y Furado con 2 pescos y 1 pasillo en Carcacía.
En la tercera, Carcacía-Lapido carece de construcciones mientras Lombeira en Carcacía tiene 2 pescos con 1 solo pasillo.

La cuarta es Aguadalta con 3 pescos en Carcacía-Lapido y Nova en Carcacía con otros tantos; ambas tienen 2 pasillos.
La quinta carece de construcciones en Carcacía-Lapido mientras Loureiriña tiene 3 pescos y 2 pasillos en Carcacía.
La sexta es Loureira con 3 pescos y 2 pasillos en Carcacía-Lapido y 2 pescos con 1 pasillo en la pesqueira también lamada Loureira en Carcacía.
La séptima se llama A Forrica en Carcacía-Lapido con 2 pescos y 1 pasillo y Lago en Carcacía con 3 pescos y 2 pasillos.
La octava y última de esta serie se llama Carballo, teniendo 3 pescos en Carcacía-Lapido y otros 3 denominados igual en Carcacía; en ambos casos tienen 3 pasillos.
Sinde y Reis

La tercera serie de pesqueiras son las de Sinde y Barcala. Las de Sinde se llaman Freixeiro con 2 pescos y 1 pasillo mientras que las de Barcala se llaman Bumio y tienen 3 pescos y 2 pasillos. Bumio es la última pesqueira de la orilla sur del Ulla.
Ya por último, está el cuarto y último grupo de pesqueiras, llamadas Reis compuesto por 2 construcciones.
Las primeras son los dos pescos de Bustelo y las segundas los dos de Lampreeiro; en ambos casos tienen 1 pasillo.
Las pesqueiras de Reis están en desuso en la actualidad.
Pocos metros abajo del coto de Couso, están las pesqueiras de Bustelo, con un pasillo cada una, y en límite inferior del propio coto está la pesqueira de O Lampreeiro o Corgos con un solo hueco.
El Ulla ha cambiado con el paso de los años y a algunos de estos pasillos no les llega el agua por lo que no se pueden armar. Al hecho de que una trampa consiga ejemplares en abundancia se le denomina «que paga bien» o que «corre bien».
La normativa oficial permite la pesca desde las 8 de la tarde hasta las 8 de la mañana descansando sábados y domingos.
Las primeras en abrir la temporada son las pesqueiras de As Areas y Bellas que lo hacen de enero a marzo. Después abren las siguientes de febrero a abril.

Una barcaza en As Areas y Bellas

El sistema de levantado de copos en As Areas y Bellas es muy vistoso pues los propietarios utilizan una primitiva, arcaica, rústica y nada convencional barcaza llamada Ana María. Esta barca se construye de nuevo cada 6 o 7 años.
Los propietarios de la explotación de estas pesqueiras utilizan la barca para acercarse a los pescos, luchando con la brava corriente y poder acceder a cada uno de ellos. Tan artesanal es la barca como los propios remos pero la pericia de los tripulantes amortigua tales inconvenientes. Hay días que la corriente los lleva más de medio kilómetro aguas abajo. El éxito de la operación radica en entrar adecuadamente en la corriente. Si la operación falla, la consecuencia es el doble de trabajo y esfuerzo.
Estas pesqueiras son explotadas en la actualidad por veinte concesiones que corresponden a otras tantas personas y a sus familias.
El reparto entre los propietarios es por «quintas» de tal difícil entendimiento como explicación.
Las «partillas» son la base para el reparto entre propietarios.
Una lamprea tiene cinco quintas de propiedad. Si un propietario tiene media quinta en una trampa, quiere decir que de diez lampreas le corresponde una. Quien tenga una quinta doce -una quinta y medio cuarto- tendrá un ejemplar por cada lote de cinco lampreas y aún le queda cuarto y medio.
La mayoría de las pesqueiras de Herbón se conservan en un estado magnífico si tenemos en cuenta su antigüedad y que han soportado la furia del río y el inexorable paso del tiempo durante siglos. Y en el capítulo de agresiones, es mejor no mentar las realizadas impunemente por la mano del hombre. Hay pesqueiras que se refuerzan año tras año con cemento sin el menor rigor estético. Pero mucho más grave es el abandono total y absoluto de las distintas administraciones. Mientras Arbo en el Miño ha sabido hacer de sus pesqueiras un centro de interés turístico, las pesqueiras de Padrón están abandonadas a su suerte sin que nadie repare en que representan un patrimonio único].

Faro de Vigo

Los valeiros lamentan tanto la «histórica escasez de lamprea» como las deficiencias portuarias.

Los pescadores creen «complicado» celebrar la fiesta anual.

Una de las tablas destrozadas, con Pontecesures al fondo.

Los valeiros, el colectivo de pescadores que faenan en el Ulla con nasa butrón, están «desesperados». La escasez de lamprea que se denuncia desde que comenzó la temporada es ahora más preocupante que nunca, cuando la campaña empieza a agonizar.

Por tal motivo mostraron ayer su preocupación por la ausencia del pez cartilaginoso del Ulla, aprovechando para denunciar la deficiente situación en que se encuentran algunas instalaciones portuarias, como por ejemplo el embarcadero situado en la orilla coruñesa de Padrón.

Explican los valeiros que en la pasarela que da acceso a la zona de atraque de las lanchas «hay numerosas tablas rotas y otras podridas, a punto de romperse», lo cual constituye «un riesgo enorme para nuestra integridad física».

Preocupados por estas deficiencias, su mayor temor radica en la «desaparición» de la lamprea. «Solo pesqué quince piezas desde que empezó la campaña», explica uno de los valeiros. «Jamás se vio un año tan malo como este», apostilla otro. En lo que todos coinciden es en que «con esta escasez de lamprea va a ser prácticamente imposible celebrar la ruta de las tapas -prevista para el último fin de semana del mes en curso-, y desde luego no podría celebrarse la fiesta de degustación del 2 de abril», coincidiendo con San Lázaro.

Faro de Vigo

El alcalde de Padrón ofrece al PGD entrar en el gobierno local.

Citó a la formación galleguista a una reunión para pulsar su disposición

El alcalde de Padrón, Antonio Fernández, ha contactado este jueves por teléfono con el portavoz del Partido Galeguista Demócrata (PGD), Ángel Rodríguez, para concertar una reunión para el fin de semana con el objetivo de pulsar la predisposición de los dos concejales de este grupo para asumir responsabilidades de gobierno e incorporarse en fechas próximas al gobierno local.

Fernández Angueiraha ha explicado esta tarde que la conversación telefónica únicamente fue para concertar la cita y agradece públicamente que el PGD «aceptara a invitación para sentarnos a dialogar». En este sentido, el alcalde añade que la reunión, fijada para el fin de semana, será «unha primeira toma de contacto para intercambiar impresións e ten como horizonte a construción dun goberno máis forte para responder mellor ás necesidades dos padroneses».

El regidor recuerda que «xa adiantei que o obxectivo é fortalecer o actual equipo de traballo do PP para impulsar a acción de goberno durante a segunda metade do mandato e, neste contexto, queremos sentarnos a falar co PGD sen complexos nin liñas vermellas para poder profundizar no que nos achega máis que no que nos separa», asegura.

Antonio Fernández considera al PGD como «primeira vía» para tratar de fortalecer su gobierno «por coincidencias programáticas e por ser, desde unha perspectiva ideolóxica, a opción máis natural», dice. No deja pasar que «é certo que o PGD está a manter unha liña bastante crítica co goberno que encabezo, pero creo que, polos antecedentes e a experiencia de traballo conxunto no anterior mandato, nesta ocasión sería moito máis doado traballar xuntos porque xa aprendemos dos erros e xa sabemos que temos que correxir», según explica el alcalde.

PP y PGD ya formaron gobierno en la anterior legislatura, durante año y medio, aproximadamente, hasta que la formación galleguista decidió romper.

La Voz de Galicia

El ADN, unas pisadas y los guantes, claves en el crimen de Valga.

Son tres los indicios que, supuestamente, incriminan a Rafael Costa en el homicidio de Nelo, O Rato, un crimen que tuvo lugar el 28 de mayo del 2013 en el domicilio de este último en Valga: el ADN, las huellas de unas pisadas y unos guantes de látex.

Los investigadores que ayer comparecieron en la Audiencia de Pontevedra explicaron que, por un lado, el perfil genético hallado en la casa de la víctima, que tenía 92 años, coincide con el del acusado. De igual modo, estimaron que el dibujo de la suela de unas zapatillas de deporte que, según la Guardia Civil, solía vestir Rafael Costa concuerdan con, al menos, dos huellas de pisadas que quedaron impresas sobre la sangre en las inmediaciones del cadáver de O Rato.

Asimismo, los agentes explicaron que cerca del cuerpo sin vida de este vecino de Valga fue encontrado un guante, mientras que en la vivienda de Rafael Costa se intervino una caja de guantes de similar color -azul- y textura. «Son iguales en todo», sostuvo de manera contundente uno de los peritos de la Guardia Civil a través de videoconferencia.

No son los únicos indicios con los que contó la Fiscalía de Pontevedra para mantener las imputaciones iniciales -quince años de prisión por homicidio y tres años y cinco meses por robo con violencia en casa habitada en grado de tentativa-, pero sí las más contundentes. En este punto, los agentes del instituto armado recordaron que un vecino les relató como observó delante de la casa de la víctima una bicicleta de color rojo, curiosamente el mismo tono de la que empleaba habitualmente Rafael Costa.

Lo cierto es que este acusado «fue la primera línea de investigación» que siguió la Guardia Civil, una circunstancia que propició que, desde el primer momento, fuese sometido a un seguimiento discreto que finalmente derivó en su detención. Se le acusa de haber golpeado y asfixiado a la víctima para, acto seguido, prenderle fuego al cadáver para ocultar posibles pruebas. En todo momento, y siempre según el fiscal, actuó acompañado por un segundo individuo no identificado.

Por su parte, Rafael Costa negó su participación en el crimen asegurando que aquel día estuvo en Vilagarcía. Aunque manifestó que no sabe quien pudo ser el autor, declaró que desconfiaba de un conocido. En este sentido, relató un supuesto encuentro que ambos mantuvieron en su casa y en el que este último le habría dicho: «Xa podes estar tranquilo polo vello, que xa non te vai molestar».

Esta persona compareció, esposado, como testigo. Mantuvo que el encausado «me propuso entrar en casa de su vecino -la víctima- a robar».

«La primera línea de investigación» de la Guardia Civil giraba ya alrededor de Rafael Costa

El hombre aseguró que desconfiaba de un conocido, que compareció como testigo en el juicio
Un asesinato cruel que conmocionó a los vecinos del lugar de O Forno por partida doble

Con 92 años cumplidos, José Manuel Burés, Nelo O Rato, vivía solo y se enfrentaba sin problemas a los retos del día a día. Pero nadie, ni de su edad ni más joven, estaría preparado para afrontar el infierno que se desató en su casa de O Forno (Valga) el día 28 de mayo de 2013. Fue el día de su muerte. El día en el que un escalofrío recorrió la espalda de sus vecinos, aterrorizados ante la idea de que un asesino, especialmente cruel y salvaje, andaba suelto.

La brutalidad de aquel crimen conmocionó a todo el mundo en esta localidad situada junto al Ulla. El cuerpo de José Burés había sido encontrado en un inmueble anexo a su casa. Quien lo mató no solo le segó la vida: el cadáver estaba calcinado. Tras ser sometido a todo tipo de pruebas forenses, el anciano recibía sepultura. Al mismo tiempo, su casa seguía bajo los focos de los grupos especiales de investigación que se hicieron cargo del caso. Desde el principio parecía que la ciencia forense iba a resultar determinante para esclarecer el turbio asesinato de O Forno.

Cuando por fin se aclaró lo sucedido aquel 28 de mayo, los vecinos de Nelo O Rato no pudieron respirar aliviados. Más bien, el horror que sentían se incrementó al descubrir -o en algunos casos al confirmar- que el supuesto autor de los hechos era Rafael Costa Bermúdez, otro vecino de esta zona de Valga que en el momento de los hechos tenía 45 años. El sospechoso fue detenido el 5 de junio de 2013 en Vilagarcía. Ahora se enfrenta a una petición de 18 años de prisión. Esa es la pena que el Ministerio Fiscal pide para él.

La Voz de Galicia

Castiñeiras se personará en nombre del Concello Valga en la causa de las comisiones.

La nueva representante que el Concello de Valga propondrá para comparecer en las actuaciones que se están realizando por parte del Juzgado de Instrucción Número 1 de Caldas de Reis en el marco de la investigación abierta sobre las Comisiones de Coordinación será la segunda teniente de alcalde, Mª Carmen Castiñeiras. El cambio se produce después de que la magistrada requiriese al Concello que designase a un representante distinto del alcalde, José María Bello Maneiro, al tratarse de uno de los nueve populares investigados.

Castiñeiras aparece así como una persona no vinculada en una causa en la que el Concello se presenta en calidad de perjudicado. «A Administración Local é a que sufriría na súa esfera patrimonial os efectos da acción delictiva en caso de que esta se producise», señala en el alcalde sobre la intención del Concello de personarse. Con estos motivos difiere la parte denunciante, el PSOE. Su portavoz, María Ferreirós señala que «é unha estratexia para ter acceso á información que se manexe dende o xulgado».

El PSOE dijo sí a la creación

La providencia de la magistrada también recoge que dará traslado a la Fiscalía del escrito y la documentación presentada en nombre de Bello Maneiro y María del Carmen Gómez para solicitar el sobreseimiento de la causa. Señala, además, que la documentación «podría derivar en la necesidad de practicar diligencias de investigación no acordadas». El hecho de que uno de los concejales socialistas, Javier Carballo, votase a favor de la aprobación de las comisiones en el mandato iniciado en 2011, hace sospechar al alcalde que los tiros van en esa línea. «No pueden votar a favor y luego denunciar», señala. Por su parte, Ferreirós indica que «fue a favor de crearlas y no de cobrarlas, y Castaño se acababa de incorporar».

La Voz de Galicia