Remolques que se convierten en casi cualquier cosa.

Afincada en Valga, ODL es una empresa que nació del trabajo y el esfuerzo de Juan Castaño, su fundador. Aunque realiza todo tipo de proyectos -nunca desdeña un encargo, por pequeño que sea-, su empresa se ha hecho un nombre a base de meter el mundo en camiones. Empezaron con grandes escenarios desplegables. Ahora, sus especiales remolques han llegado a Venezuela -el gobierno de aquel país les ha encomendado la construcción de una auténtica universidad móvil-, y cada vez están más presentes en los circuitos de los grandes premios del mundo del motor. Han construido hospitalities para Kawasaki y está construyendo motorhomes para Repsol y Michelin.

La Voz de Galicia

Salva o Tren califica el proyecto «Vía verde» como faraónico por su alto coste y mantenimiento.

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Este colectivo mantiene la reivindicación del tren de proximidad por el tendido férreo que ha quedado en desuso, tras la obra del TAV.

La plataforma Salva o Tren critica el proyecto planteado por los alcaldes de Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas, para crear una «Vía verde», destinada a senderistas y ciclistas, en el tramo ferroviario en desuso que pasa por sus territorios. Para este colectivo, «no hay más vía verde que la que soporte un tren encima, y que de movilidad a la comarca». Además, califica la iniciativa como utópica por su alto coste de construcción y de mantenimiento.

La portavoz de Salva o Tren, Lucía Latorre Bua, indica que la construcción de la «Vía verde» ascendería a un millón de euros, aproximadamente, sin tener en cuenta el coste derivado de la redacción del proyecto.

«Pero el mayor desembolso no viene de su construcción. La verdadera sangría económica es por su mantenimiento. Sería una infraestructura que transcurriría por un frondoso bosque montañoso y con gran humedad en todo el año, lo que provoca la proliferación descontrolada de maleza y crecimiento de arbustos y árboles. Hoy ya es una utopía poder disponer de medios económicos para mantener el bosque debidamente limpio al objeto de evitar incendios forestales, con lo que prevemos que no será fácil poder mantener limpia dicha vía. Además el trazado cuenta con un puente metálico que necesitaría una remodelación y un mantenimiento que garantice la seguridad de las personas», manifiesta Lucía Latorre.

La representante de Salva o Tren añade que el desarrollo y mantenimiento de la vía verde supone unos gastos económicos que deberán ser cubiertos por los ayuntamientos afectados.

«Entendemos que este dinero estaría mejor empleado en acciones destinadas a proyectos que garanticen una vida digna a los ciudadanos, pero en ningún caso un proyecto que aniquilaría de un plumazo la posibilidad de comunicar Portas y Caldas de Reis con Pontevedra y Santiago mediante un transporte público ferroviario», explica la portavoz del colectivo que lleva desde 2007 reivindicando que no se desmantelen las vías férreas gallegas por culpa de la alta velocidad ferroviaria.

El proyecto de «Vía verde» fue presentado la pasada semana por los alcaldes de Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas, con el fin de dinamizar, mediante una opción de turismo medioambiental, una zona que ha quedado en desuso y degradada como consecuencia de las obras de la variante ferroviaria para el paso del tren de alta velocidad.

Faro de Vigo

Salva o Tren arremete contra la vía verde entre Vilagarcía y Portas.

Un duro contrincante acaba de arremeter contra el proyecto que impulsan los alcaldes de Vilagarcía, Caldas y Portas para crear una vía verde entre la capital arousana y la estación portense. Se trata de la plataforma Salva o Tren, cuyos representantes tomaron ayer la palabra para rechazar de plano la posibilidad de que las vías sean desmanteladas para la implantación de un recorrido peatonal y ciclista aprovechando el antiguo trazado del ferrocarril, en desuso desde hace ocho años.

A Salva o Tren le preocupa que el coste de la intervención pueda ascender a un millón de euros. Pero le parece bastante peor la «sangría económica» que, en su opinión, tendrían que asumir los tres concellos involucrados en concepto de mantenimiento de la infraestructura, con la única ayuda previsible de la Diputación. «Entendemos que ese dinero estaría mejor empleado en acciones destinadas a garantizar una vida digna a los ciudadanos, como suministro de agua, alcantarillado o transporte público», proclama la portavoz del colectivo, Lucía Latorre.

Si la plataforma no quiere ni oír hablar del desmantelamiento de las vías es porque considera que algo así supondría la renuncia definitiva a la implantación de un tren de cercanías que devolviese la comunicación ferroviaria a la comarca de Caldas y Portas. «Defendimos a muerte las vías que ahora estos alcaldes pretenden levantar», recuerda Salva o Tren. Sus miembros lograron impedir en ocho ocasiones que operarios del Adif desarticulasen el camino de hierro. Hasta el punto de haber sido objeto de dos multas, de 500 euros cada una, en el empeño. Una iniciativa destinada al ocio, concluyen, «nunca sustituirá al ferrocarril».

El colectivo reclama que el viejo trazado recupere la actividad perdida con un servicio de cercanías.

La Voz de Galicia