Mural de la organización Briga en memoria de Moncho Reboiras nacido en Imo-Dodro en 1950.
Según informa el colectivo Ceaqua Galiza, se busca imputar a los 26 querellados un delito de asesinato en concurso con crimen de lesa humanidad
Manuel Reboiras Noia presentará este viernes una querella criminal en los juzgados de instrucción de Ferrol contra 26 miembros de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado —policía armada y miembros de la Brigada Político Social— que participaron en el operativo, los días 11 y 12 de agosto de 1975, en el que fue asesinado su hermano, el histórico sindicalista nacionalista Moncho Reboiras.
Según informa el colectivo Ceaqua Galiza, se busca imputar a los querellados un delito de asesinato en concurso con crimen de lesa humanidad. De tal forma, esta querella se suma a las más de 80 presentadas en el conjunto del Estado por personas que, en el ejercicio de su derecho a la verdad, justicia y reparación, demandan que se investiguen y se juzguen los crímenes contra la humanidad cometidos por la dictadura.
Reboiras fue abatido a tiros en Ferrol el 12 de agosto de 1975.
Los vecinos han participado en el dispositivo de búsqueda
Cándido Blanco García.
La Guardia Civil y la Policía Judicial buscan a un vecino natural de Valga, aunque residente en Padrón, que falta desde hace una semana. Se trata de Cándido Blanco García, de unos 56 años de edad.
Según fuentes de la Benemérita consultadas por el Europa Press, la denuncia de desaparición fue interpuesta precisamente en Padrón el pasado martes, día 7 de febrero.
Sin embargo, hasta la fecha no hay novedades sobre su paradero y en la actualidad el caso lo investiga la Policía Judicial, ya que una vez transcurridos varios días es este cuerpo el que se encarga de esta clase de sucesos, sin que ello suponga la existencia de un delito, tal como aclaran las mismas fuentes.
El alcalde de Valga, José María Bello, ha confirmado a Europa Press que se han llevado a cabo búsquedas vecinales para encontrar el varón. Pese a ello, no han dado sus frutos.
Hipólito Cerqueiras será enterrado este miércoles en Santa Comba de Cordeiro
El pasado verano, en el mes de julio, Hipólito Cerqueiras cumplió 102 años. Celebró esa fecha rodeado de su gran familia -tenía seis hijos, 25 nietos y 16 bisnietos- en el lugar de Moldes, donde residía con una de sus hijas. Hipólito, que era el vecino más longevo de Valga, ha fallecido. El Concello ha querido trasladar, «en representación da corporación e de todos os valgueses», sus condolencias a la familia y a sus amigos.
El anciano pasó gran parte de su vida en Vilarello, lugar en el que residía la que fue su mujer. Como muchos de sus vecinos, construyó su vida sobre el duro trabajo de la tierra.
Hipólito será despedido mañana, a partir de las cuatro y media de la tarde, en la iglesia parroquial de Santa Comba de Cordeiro.
Subinspectores laborales y la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional inspeccionaron el local en noviembre del 2019
La sección compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña acogerá el próximo viernes el juicio contra la dueña de un club de Padrón, acusada de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores. Según el Ministerio Público, subinspectores laborales y la Brigada Local de Extranjería de la Policía Nacional realizaron en noviembre del 2019 una inspección en el local, la Dama del Lago, donde se encontraban 11 mujeres desarrollando «la actividad laboral de camareras y-o prestación de servicios de naturaleza sexual». Afirma que carecían de contrato de trabajo y tampoco estaban dadas de alta en la Seguridad Social.
Tal y como explica la Fiscalía, además dos de ellas se encontraban en situación irregular en España. Al tiempo de realizar la inspección, el número total de trabajadores en el establecimiento era de 21 personas, de las «cuales solo 5 disponen de contrato laboral y se encuentran dados de alta en la Seguridad Social». Por ello, solicita imponer a la acusada dos años de prisión y una multa a razón de 12 euros diarios.
Un portalón eléctrico se abre lentamente y libera el paso al enorme recinto del convento. Seis siglos de historia imponen respeto. Silencio absoluto, y nadie a la vista. Ya desde los primeros pasos, en pendiente hacia el río Ulla, impresiona el despliegue de piedra noble enraizada en el terreno y en la biografía de Galicia. Al cabo de unos minutos, y tras una llamada teléfonica a modo de GPS para ubicarse entre tanta superficie, llega el padre Francisco Honrubia, que está al frente de San Antonio de Herbón. Camina apoyado en un bastón por una operación de cadera, pero desborda agilidad a la hora de expresarse. En un primer recorrido resulta inevitable que los pasos se encaminen hasta la zona de la huerta.
El pimiento de Padrón es conocido y apreciado en todo el mundo, por mucho que su denominación real sea la de Herbón. Porque aquí es donde nació, “sin ningún género de duda”, asegura fray Honrubia. Fueron los frailes franciscanos quienes trajeron los primeros pimientos, probablemente con semillas de chile mexicano, “igual que importaron las patatas”. Pero los frailes nunca los vendieron ni rentabilizaron su hallazgo. “El aguardiente sí, pero ahora ya no lo elaboramos”. También introdujeron el kiwi en Galicia. América dio para mucho.
Toda la propiedad, declarada Bien de Interés Cultural, está ahora en manos de solo tres frailes, que se encargan del mantenimiento y de los quehaceres diarios. Además del propio Honrubia, allí viven sus compañeros Jesús Calvo y José Luis Soto. Tienen apoyo desinteresado “de unas cuantas familias de la zona que nos ayudan con la huerta, por ejemplo”, en la que siguen cultivando sus apreciados pimientos. También cuentan con una cocinera, que llega a media mañana y se encarga de sacarle partido a los productos que cosechan.
En la actualidad, además de su producto estrella, plantan pimientos de piquillo, lechugas, calabazas, judías o fresas, además de rosales. Fue tradición durante décadas el cultivo de aguacates mexicanos, el árbol del tomate, curuba o parchita, nasis, kumquat, feijoas, guayabos…
El pimiento nacido en estos terrenos ha colonizado los gustos de medio mundo. En ciudades tan glamurosas como Londres, los Padrón Peppers arrasan entre los modernos de barrios posh con ganas de experimentarlo todo. Lástima que, en realidad, provengan en su mayoría de Marruecos y no puedan tan siquiera imaginar el sabor de los originales. Estrellas de Hollywood como Robert Downey Jr. aparecen en Youtube degustando en un restaurante alemán los pimientos de Padrón precipitadamente, quizá por el riesgo de que alguno picase más de la cuenta. La culpable de ese aguijón en la garganta es la capsaicina, segregada para espantar a insectos y animales herbívoros, aunque no les sirva de mucho con los humanos. Se le atribuyen propiedades terapéuticas e incluso efectos afrodisíacos.
El prior desvela detalles y misterios de su hogar mientras camina de una estancia a otra. La zona de la residencia, donde duermen los tres moradores, es la más moderna y mejor acondicionada. Aún conserva su nombre la Zona del Cardenal, en donde había una habitación permanentemente reservada a esta autoridad o al arzobispo de turno. El recorrido incluye varias cocinas espaciosas y un gran comedor, zonas de almacenaje y un mundo de recovecos y piedras solemnes… Hasta llegar a la espléndida iglesia, con un retablo recientemente restaurado que merece bastantes minutos de la visita. El claustro, que es la parte más antigua del convento actual, también se benefició de una restauración. Data del año 1629, aunque en 1711 lo reformó Domingo Rodríguez Seoane para reparar los daños producidos por la reconstrucción de la iglesia. Queda una pequeña zona en la que se enterraba a los frailes, aunque la costumbre se abandonó a principios del pasado siglo.
El recorrido concluye cuando se acaba el tiempo, y no porque se agoten las historias de un lugar asombroso.