Ponerse morados….

Ya estamos entrando en fechas de tener una fiestra gastronómica din de semana sí y fin de semana también. Ayer, por ejemplo, fue la Festa da Lamprea de Pontecesures, y no faltaron la conselleira do Mar, Rosa Quintana y el presidente provincial, Rafael Louzán. A ellos dos, y a todos los políticos, les mando desde desde aquí un consejo; ya que los sábados y los domingos tendrán que dedicarlos a cuanto manjar haya por la comarca, dediquen los días de semana alguna hora para el gimnasio, porque el cuerpo las paga todas y de aquí a final de año pueden coger algunos kilitos.

Extacto de la columna «A Praza da Verdura» de Clara Aldán
DIARIO DE PONTEVEDRA, 19/04/10

Pontecesures cosecha una afluencia histórica de visitantes gracias a su fiesta de la lamprea.

La villa, que este año presume de Porto Xacobeo, celebró el evento de manera brillante

Pontecesures vivió ayer la que, quizás, puede considerarse la Festa da Lamprea más importante de su historia. Una multitud tomó la zona portuaria para consumir los 310 ejemplares disponibles de este preciado producto propio del río Ulla, pero es que, además, centenares de ciudadanos llegados de otras localidades abarrotaron las calles y diversos establecimientos hosteleros de la villa xacobea antes, durante y después de la degustación.
La soleada mañana dominical animó todavía más el certamen gastronómico, acompañado por el indudable tirón de la Feria del Automóvil Antiguo y de Ocasión, que alcanzó su sexta edición y reunió decenas de vehículos que convirtieron el centro urbano en un gran museo automovilístico.
Si a esto se suma el precio módico y popular al que se cobraron las raciones de lamprea al estilo bordelesa ??10 euros, con derecho a pan, vino y cazuela de barro de recuerdo??, la posibilidad de saborear este manjar fluvial en pinchos ??a 3 euros?? y el ambiente festivo que impregnaron los grupos de gaitas y la charanga, es fácil de entender el por qué del éxito cosechado ayer.
Desde primeras horas de la mañana el ambiente que se respiraba en la villa era ya formidable. Mucho antes de que se sirviera la lamprea (a las dos de la tarde) ya olía a churros, a churrasco y a pulpo á feira, pero también a queso, chorizos, pan recién hecho, miel, filloas y todo tipo de productos tradicionales, de esos que presumen de estar «feitos na casa», y que se vendían en diferentes puestos habilitados para la ocasión en el recinto portuario.
Hasta Pontecesures habían llegado vecinos de diversos puntos de las comarcas de O Sar, Caldas, Santiago, Pontevedra, Barbanza… por allí se veían muchas caras conocidas, como el patrón mayor de Rianxo, Baltasar Rodríguez, o el técnico de Medio Ambiente de O Grove, Francisco Meis.
Estos son sólo un par de ejemplos de que la lamprea y su fiesta pontecesureña traspasan fronteras y mejoran cada año que pasa, pero la afluencia de visitantes, llegados en algunos casos desde muy lejos, demuestra también que un pez que para algunos resulta realmente feo se convierte en un manjar cuando se le trata con cariño en los fogones.
Eventos como el de ayer demuestran que la lamprea es hermosa por dentro, y sobre todo sabrosa, de ahí que tanta gente quisiera visitar Pontecesures para saborear su popular pescado, ese parásito marino que capturan catorce embarcaciones en las cuales los pescadores, conocidos como valeiros, demuestran a diario su destreza en el manejo de la nasa butrón, el arte de pesca empleada para capturar este pez de cuerpo cartilaginoso que a principios de cada año empieza a remontar el Ulla para desovar.
El ambiente festivo mejoraba por momentos, la exposición de coches antiguos hacía las delicias de los visitantes, que también contemplaban la exposición de lampreas vivas, y el sol calentaba cada vez con más fuerza, por lo que era casi imposible encontrar un sitio libre en terrazas de bares como el situado en A Plazuela.
Así lo comprobaron también las numerosas autoridades presentes en la fiesta, que recorrieron el recinto, se subieron a algún que otro coche clásico, visitaron las cocinas y, por supuesto, degustaron la lamprea.
La nutrida comitiva estaba capitaneada por la conselleira de Mar, el presidente de la Diputación, la alcaldesa de Pontecesures, María Isabel Castro Barreiro, y sus socios en el tripartito, el conservador Rafael Randulfe y el incombustible Luis Sabariz Rolán, el concejal independiente delegado de Relaciones Institucionales que, como tantas otras veces, fue el encargado de organizarlo y supervisarlo prácticamente todo.
Junto a ellos el actor gallego Tacho González, encargado de leer un pregón en el que, como no podía ser de otra manera, fue fiel a su estilo, por eso las alusiones a la lamprea y a Pontecesures rebosaban dinamismo y grandes dosis de humor.
Como se explicó anteriormente la expedición de las raciones de lamprea comenzó a las dos de la tarde. Desde prácticamente una hora antes ya había gente esperando en la cola para recoger el producto en cuanto saliera de los fogones, instalados en el mercado de abastos, como siempre.
Y también como siempre, lo que cuesta tanto trabajo pescar y requiere tantas horas de preparación en la cocina se agotó con una considerable rapidez.
«El arroz está un poco soso y la lamprea tiene demasiadas huevas», decía una de las asistentes al evento. «No hay nada como una buena ración de lamprea a la bordelesa, y ésta está deliciosa», replicaban los comensales que tenía al lado.
La satisfacción parecía generalizada y algunos incluso quisieron destacar el buen trabajo realizado por el equipo de hombres y mujeres que se ocuparon de preparar el almuerzo, de distribuirlo y de velar por el buen funcionamiento de la fiesta.

FARO DE VIGO, 19/04/10

El simbólico apoyo de Mar y el desembarco de pesos pesados.

La fiesta de la lamprea celebrada este fin de semana en Pontecesures, y sobre todo los actos desarrolados ayer, arrojan conclusiones que van más allá de las meramente referidas al aspecto culinario del evento. Puede que este certamen reuniera el mayor número de autoridades que se recuerda en una fiesta de la lamprea, pues lo habitual es que los dirigentes políticos desembarquen en acontecimientos políticos mediáticamente más populares y en localidades con mayor densidad de población. La Festa do Marisco de O Grove y la Festa do Albariño de Cambados son un buen ejemplo. Pero ayer Pontecesures recibió el respaldo de dirigentes como la conselleira do Mar, Rosa Quintana, el director xeral de Competitividade, Juan Carlos maneiro Cadillo, el delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, el presidente de la Diputación, Rafael Louzán; y alcaldes como los de Valga, Portas, Padrón, Dodro y Moraña. Unos y otros arroparon a la corporación de Pontecesures (gobierno tripartito y oposición estuvieron bien representados) en la apretada agenda matinal, que culminó con un almuerzo en la carpa de degustación ubicada en el recinto portuario. Mención especial merece la presencia de Rosa Quintana y Juan Carlos Maneiro. La lamprea no depende de su departamento, pues la pesca fluvial está representada por la Consellería do Medio Rural. Pero aún así la conselleira y el director xeral quisieron desplazarse a Pontecesures para, con su presencia, apoyar a la localidad y, sobre todo, a la flota que vive de este recurso.

FARO DE VIGO, 19/04/10

Un recuerdo para los ex alcaldes y para los valeiros.

Ayer se vivieron diferentes actos con tintes emotivos en Pontecesures, como por ejemplo el homenaje a los 15 alcaldes que tuvo Pontecesures desde que en 1925 se constituyó como ayuntamiento. En presencia del presidente de la diputación, Rafael Louzán, y de los familiares de los ex regidores, se inauguró en la casa consistorial una galería fotográfica con imagenes de todos los que ejercieron como alcaldes. Salvo la de Juan Jeremías Montero, exiliado en México durante la Guerra civil, pues esta foto resultó imposible de localizar.
También resultó emotiva la ofrenda floral realizada ante el Monumento deo Coche de Pedra en memoria de los impulsores de las primeras ferias del automóvil, en los años 1925, 1926, 1950 y 1954.
Lo mismo puede decirse del minuto de silencio en recuerdo de los dos pescadores de lamprea (los conocidos como valeiros) fallecidos, dos de ellos recientemente.

FARO DE VIGO, 19/04/10

Cientos de comensales no dejaron nin rastro de la lamprea.

Las autoridades entraron en la plaza de abastos para comprobar cómo las cocineras preparaban las raciones de lamprea a la bordelesa.

La gran cantidad de personas que acudieron ayer en Pontecesures a la XV Festa da Lamprea agotaron las aproximadamente novecientas raciones que la organización había preparado, todo un éxito que consolida aún más esta cita gastronómica. Fueron 578 las raciones que se vendieron en el stand, mientras que otros 246 comensales optaron por adquirir tíckets de pinchos. Otras doscientas raciones, aproximadamente, se sirvieron en las mesas reservadas para las autoridades políticas, organizadores de la fiesta y la Feira do Automóbil, Protección Civil, Policía o familiares de los ex alcaldes homenajeados.
A pesar de que las previsiones meteorológicas no eran del todo buenas, el día fue espléndido y esto animó a la gente a acudir al festejo gastronómico. A partir de la una y media del mediodía comenzó a agolparse la gente para adquirir sus raciones de lamprea y sobre una hora más tarde se llegó al momento de mayor aglomeración de comensales, que llenaron por completo la carpa situada en la zona portuaria en la que, por momentos, resultaba difícil encontrar un hueco.

Quienes no quisieron lamprea no se quedaron con hambre, puesto que churrasco, pulpo o empanada eran otros de los productos que se ofertaban en la fiesta. A mediodía la llegada de gente fue constante y fue entonces cuando se despachó la mayor parte del producto, aunque los más rezagados todavía adquirieron sus pinchos y raciones por la tarde. Pasadas las 20 horas aún se estaba sirviendo lamprea en la carpa y finalmente se agotaron los más de 300 ejemplares que el Concello adquirió a los valeiros cesureños.

La degustación y los actos oficiales previos a ella contaron con la presencia de la conselleira do Mar, Rosa Quintana, el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, y el delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís. Entre las autoridades tampoco faltaron alcaldes de los municipios más próximos, como Valga, Catoira, Padrón, Dodro o Moraña. Todos fueron recibidos por la Corporación en la Casa Consistorial y comenzaron entonces un recorrido que los llevó, primero, a la Plazuela, para contemplar algunos de los coches clásicos de la Feira do Automóvil, y después a la plaza del ??Coche de Pedra?, donde tuvo lugar una ofrenda floral en recuerdo de los pioneros que organizaron las primeras ferias automovilísticas en Pontecesures.

Fue también obligada la parada en la plaza de abastos, para comprobar cómo las cocineras ultimaban la preparación de las lampreas, animales que se mostraban vivos en un acuario. La conselleira do Mar, ayudada por el presidente de los valeiros, Antonio Pesado, no dudó en coger con sus propias manos una lamprea. Minutos antes había protagonizado otra de las imágenes del día, al ponerse al volante de uno de los coches históricos que se concentraron en las calles cesureñas.

DIARIO DE AROUSA, 19/04/10

La cita de la lamprea tuvo en los vehículos clásicos y de ocasión un atractivo añadido.

Los cientos de personas que acudieron a Pontecesures no lo hicieron sólo atraídos por la lamprea, sino también por la Feira do Automóvil Antigo e de Ocasión, que se clausuró ayer.
Además del centenar de vehículos expuestos o en venta en el recinto ferial, durante la jornada de ayer el evento tuvo como complemento una concentración de coches clásicos e históricos, que atrajeron las miradas de la gente en las calles centrales de la villa y en la Plazuela. Alrededor de cincuenta vehículos de muy diferentes marcas, modelos y épocas participaron en esta concentración.

Antes de la comida y por la tarde fueron los momentos en los que la feria automovilística contó con mayor afluencia de público, algunos simplemente con la intención de mirar y otros interesados en la posible adquisición de vehículos clásicos o usados a precios competitivos, o en busca de recambios y piezas de automóviles o motocicletas, que también tuvieron su espacio en la feria.

Dos clásicos de Ferrari ­ a la venta por 38.000 y 45.000 euros­, un Porsche 911 Turbo, un Lancia Fulvia de 1974 o un Beta Montecarlo de 1981 fueron algunos de los vehículos que se expusieron en los 2.500 metros cuadrados de superficie con los que contaba el recinto ferial.

DIARIO DE AROUSA, 19/04/10