Pontecesures recibe 1.549 € para combatir la violencia de género.

Las actividades de prevención deben realizarse antes del 30 de junio de 2022 | Son fondos extraordinarios ante el repunte de casos tras el COVID.

Las comarcas de O Salnés y Ullán recibiran 122.729.48 € para acciones contra la violencia de género de los 40 millones que para España se destinan a los ayuntamientos y mancomunidades a través del Pacto de Estado.

Estos fondos se reparten entre los municipios incorporados al Sistema VioGen y se destinan a acciones realizadas entre el 1 de julio de esta año y el 30 de junio próximo.

Las transferencias para este fin se justifican en «la situación de repunte de la violencia de género más extrema en los dos últimos meses, coincidiendo con la finalización de algunas de las restricciones derivadas de la pandemia y las recomendaciones del Ministerio de Igualdad de reforzar medidas y recursos de prevención, detección, atención y protección integral frente la violencia contra las mujeres incluída la violencia sexual».

Con esta finalidad los ayuntamientos de Ulla/Umia atendiendo al número de usuarias del Servicio de Atención Telefónico de Atención y Protección (Atempro) recibirán las siguientes subvenciones: Catoira, 12.700 €; Valga, 2048 € y Pontecesures, 1.549 €.

Los tres concellos deberán justificar en este período los progarmas realizados y dirigidos a la erradicación de la violencia de género.

Faro de Vigo

Arrecian las críticas por el declive de los apeaderos del Baixo Ulla.

Denuncian que el de Pontecesures está sin alumbrado en los andenes. ADIF instala nuevas traviesas entre Vilagarcía y Catoira.

El deterioro de las estaciones de ferrocarril como las de Catoira y Pontecesures vuelve a ser motivo de noticia. Es un viejo motivo de preocupación para no pocos usuarios, y muy particularmente lo fue para aquella comisión creada en defensa del tren de cercanías que se formó hace una década con el exconcejal pontecesureño Luis Sabariz como principal exponente.

Es él que ahora vuelve a la carga para denunciar el estado de los apeaderos como el de su pueblo, reiterando la existencia de «jardines abandonados, pintadas en la fachada del edificio, carencia de mobiliario urbano, suciedad por todas partes, ausencia de megafonía para informar de la llegada y salida de los trenes y supresión de los servicios con los que contábamos antes de la pandemia».

Por si esto no fuera suficiente, «ahora nos encontramos con que el alumbrado de los andenes no está operativo», por lo que «a primera hora de la mañana y última de la tarde los usuarios tenemos que permanecer a oscuras bajo la marquesina de la estación, con problemas de seguridad al subir o bajar de los vagones».

Sabariz lo considera «inconcebible en los tiempos que vivimos» lo cual lo lleva a lamentar que las pequeñas poblaciones parecen «condenadas al abandono más absoluto, mientras los anuncios de la potenciación de los trenes de proximidad se quedan siempre en meras palabras».

Y no contento con ello, denuncia también que el viernes «las taquillas de la estación de Pontevedra permanecían cerradas cuando iba a pasar un convoy Vigo/A Coruña de doble composición; a lo que suma el paso de varios trenes sin interventor y que cada vez hay menos personal en taquillas».

Estas reflexiones sobre los apeaderos del Ullán, que llevan a Sabariz a pedir que las autoridades competentes que «tomen medidas en defensa del ferrocarril» se producen cuando el ADIF afronta la instalación de 8.581 nuevas traviesas de hormigón monobloque.

Se colocan en la línea de ferrocarril convencional entre Vilagarcía y la conocida como la «bifurcación» de Angueira» en Padrón.

Como se explicó en su momento este proyecto, que se licitó por 574.768 €, «incluyen la descarga del nuevo material y la retirada del antiguo, completándose con tareas de homogenización de vía, nivelación, alineación y perfilado», según explicaron los contratantes.

Con esta actuación y la renovación de traviesas en el tramo comprendido entre Catoira y Pontecesures se quiere «renovar un material que termina su vida útil, lo cual redundará en la optimización de la fiabilidad de la línea, disminuyendo a su vez los costes de mantenimiento», sostiene ADIF

Faro de Vigo

Morreu «Abalo».

Aos 79 anos de idade finou o veciño de Carreiras, José María Rodríguez Abalo que estaba casado con Gumersinda Castrelo Moreiras. O velorio está instalado no Tanatorio Iria Flavia de Padrón. O funeral terá lugar o domingo 19 de setembro, ás 18:30 horas, na Igrexa de Pontecesures. De seguido, os restos mortais recibirán sepultura no Cemiterio Municipal de Condide.

Descanse en paz.

La falta de personal obliga a cerrar antes de la hora las taquillas de Renfe en Pontevedra.

El cierre de las ventanillas derivó a los usuarios a las máquinas del vestíbulo para adquirir sus billetes.. DP

El contratiempo ocurrió en uno de los días de mayor tráfico de viajeros y cogió por sorpresa a decenas de usuarios, que tuvieron que recurrir al despacho de billetes a través de las máquinas

«En los más de 30 años que llevo en la estación de Renfe de Pontevedra, jamás había ocurrido esto», comentaba, sorprendido, un operario de la empresa ferroviaria al ver cómo pocos minutos después de las 18 horas, las taquillas de información y despacho de billetes estaban cerradas a cal y canto. La explicación hay que buscarlas en la falta de personal, un problema que la plantilla viene arrastrando desde hace meses y que ayer llegó a su punto álgido. about:blank

Según explica Rafael Tenor, delegado de CC OO en Adif para Pontevedra, «la estación de Pontevedra lleva mucho tiempo con serios problemas para atender todos los turnos al completo», una parcela que es competencia directa de Renfe pero que la empresa ha eludido resolver, pese a las reiteradas advertencias de los sindicatos. «Prefiere mirar para otro lado en vez de lanzar una oferta de empleo público que cubra estas carencias», insiste el sindicalista.

El personal encargado de atender las taquillas en la estación pontevedresa asciende a nueve operadores. El horario de atención al público va desde las 6.30 horas hasta las 22 horas, repartido en turnos de mañana y tarde.

Cada ciclo debería estar integrado por dos personas, «pero sumando descansos, vacaciones, permisos y demás, la escasez de personal es tal que últimamente hay muchas ocasiones en que solo está un trabajador».

De hecho, el panorama este viernes era el siguiente: un empleado tenía licencia de paternidad, otro día de asuntos propios, tres descansaban, uno está de baja, otro de vacaciones y dos realizaron el turno de mañana, por lo que no quedaba nadie para dar el relevo por la tarde.

CIERRE. Este desajuste laboral provocó que sobre las 18.07 horas se cerrasen las puertas de las taquillas, una vez que el turno de mañana completó su jornada.

Minutos después, la estación pontevedresa fue un hervidero de usuarios, pues los viernes es uno de los días en que se registra mayor tráfico de viajeros, sobre todo por el regreso de universitarios. «Y además hay que tener en cuenta que aún hay gente de vacaciones, que se mueve mucho en tren, y que un importante volumen de trabajadores desplazados fuera de Pontevedra eligen este medio de transporte para volver a sus hogares cuando llega el fin de semana», puntualiza Rafael Tenor.

El estupor inicial dio paso a la resignación y al uso del único recurso que le quedaba a los viajeros para adquirir sus billetes: las máquinas expendedoras. «Es cierto que el servicio está asegurado, porque también los pueden adquirir en el propio tren o por Internet, pero no es lo mismo. La gente, sobre todo mayor, suele necesitar explicaciones, información y detalles que una máquina no te va a dar. Con el añadido de que si te equivocas al comprar, ya no hay vuelta atrás, mientras que en taquilla siempre puedes rectificar», subraya.

Diario de Pontevedra

Los andenes de la estación de FF.CC. de Pontecesures a oscuras.

Por si fueran pocas las incomodidades que soportamos los usuarios del ferrocarril de Pontecesures (zonas de jardín del recinto abandonadas, pintadas en el edificio de la estación, falta de mobilliario urbano, suciedad por todas partes, ausencia de megafonía para informar de la llegada y salida de los trenes, supresión de servicios con los que contábamos antes de la pandemia, etc…) ahora nos encontramos con que el alumbrado de los andenes no está operativo y así a primera hora de la mañana y a última de la tarde/noche los usuarios tenemos que permanecer a oscuras bajo la marquesina de la estación con problemas para subir o bajar de los vagones e, incluso, de seguridad ciudadana.
Resulta inconcebible que se puedan dar estas situaciones en los tiempos que vivimos. Las pequeñas poblaciones estamos condenadas al abandono más absoluto y los anuncios de la potenciación de los trenes de proximidad se quedan siempre en meras palabras.
A ver si las autoridades toman medidas en defensa del ferrocarril. Ayer mismo apreciamos que las taquillas de la estación de Pontevedra a las 20:30 horas, iniciándose el fin de semana, permanecían cerradas cuando iba a pasar un convoy Vigo/A Coruña de doble composición. Además varios  trenes van sin interventor y hay cada vez menos personal en las taquillas. Todo muy triste.


Luis Ángel Sabariz Rolán

Ex concejal de Pontecesures

Cartel colocado ayer en la estación de Pontevedra.