
Sin Categoria
AXUDAS MUNICIPAIS Á ESCOLARIZACIÓN PARA O CURSO 2021/2022

Dirixidas a alumnos/as dende o 2º ciclo de Educación Infantil ata a E.S.O.
Prazo de solicitude: dende o 9 de agosto ata o 15 de setembro.
DESCARGA DE BASES, BANDO INFORMATIVO E FORMULARIO DE SOLICITUDE:
Sin Categoria
Restriccións pola COVID en Pontecesures.
Nivel medio
Incidencia acumulada para o concello. Entre 250 e 500.
Mobilidade: Libre.
Interiores de locais e terrazas: 50% do aforo.
Peche: 1:00 horas.
Ocio nocturno: Pechado.
Máximo de persoas reunidas no exterior: 10.
Máximo de persoas reunidas en interior: 6 ou dous grupos de conviventes.
De 3:00 a 6:00 horas: Só conviventes.
El Correo Gallego
Sin Categoria
O Concello de Pontecesures contratará a 5 persoas perceptoras da RISGA.
A Xunta vén de resolver a convocatoria de axudas deste ano do programa de contratación de persoas perceptoras de Risga para apoiar aos concellos galegos. No tocante ó ámbito territorial de Área de Santiago son 26 os concellos beneficiados, que se repartirán 1.279.491 euros para a contratación de 98 persoas.
Na provincia da Coruña, en global, apoiarase a contratación de 191 persoas perceptoras de Risga en 37 concellos a través dun investimento de 2,3 millóns de euros.
Na comarca de Santiago beneficiaranse 6 municipios que coas axudas da Xunta por valor de 406.000 euros e poderán contratar a 30 persoas. Trátase de Arzúa (27.731 €), Brión (22.983 €), Dodro (23.310 €), Teo (32.074 €) e Vedra (25.082 €), que poderán contratar a dúas persoas en cada caso, e Santiago (275.419 €), que disporá de 20.
Na comarca de Bergantiños-Costa da Morte serán tamén 6 os concellos, que recibirán un total de 274.000 € para dar traballo a 22 persoas. Son os de Carballo (140.103 €), para dez traballadores; Vimianzo (55.112 €), para cinco; Camariñas (28.339 €), Fisterra (20.618 €) e Laxe (20.154 €), para dous en cada caso; e Ponteceso (10.309 €), para un.
No Barbanza beneficiaranse sete localidades cun total de 224.000 euros para xerar 19 postos de traballo: Ribeira (56.383 €) e Noia (62.628 €), para 5 empregados; Lousame (20.618 €), Outes (24.373 €), A Pobra (22.156 €) e Rianxo (23.429 €), para dous; e O Son (15.341 €), para un.
No tocante á provincia de Pontevedra, as axudas ascenden a 3,6 millóns de euros para 298 contratacións en 51 municipios, e no eido de Área de Santiago son sete os concellos beneficiados. No Deza, Lalín, con 127.362 € para contratar a dez traballadores, e Silleda (22.577 € para 2). E en Tabeirós e Umia, Valga (19.060 € para 1); Pontecesures (72.808 € para 5); Caldas (29.242 € para 2); Cuntis (29.242 € para 2); e A Estrada (73.030 euros para cinco).
O obxectivo da iniciativa é proporcionar experiencia e práctica profesional necesarias para facilitar a súa inserción laboral a través dun contrato de nove meses de duración. A actuación busca impulsar o emprego local e mellorar a empregabilidade das persoas participantes, así como a integración laboral de persoas vulnerables co obxectivo de dinamizar o mercado labora galego. Estas contratacións únense aos apoios xa aprobados pola Xunta destinados aos concellos para impulsar a contratación cos programas xa resoltos de Socorristas e de Aprol rural.
Con esta nova resolución e grazas a estes tres programas de emprego os concellos da área de Santiago recibirán máis dun millón euros para contratación de 85 desempregados; os de Bergantiños e Costa da Morte, 603.000 € para a contratación de 68 desocupados; e os do Barbanza, 622.000 euros para a contratación de 90 parados.
Enmárcanse, ademais, na prioridade da Xunta de crear máis e mellor emprego de calidade e completan outras iniciativas que xa se activaron e que favorecen a contratación nos concellos galegos. É o caso dos obradoiros de emprego, no que se invisten en toda Galicia 30,2 millóns de euros para permitir a formación e o acceso ao traballo de 1.500 persoas; as axudas para a contratación de orientadores laborais, ás que se destinan 6,8 millóns de euros para a contratación de 280 persoas ou os Programas Integrados de Emprego, cun orzamento de 8,4 millóns de euros para apoiar a contratación de 3.300 persoas en concellos e entidades sen ánimo de lucro.
El Correo Gallego
Sin Categoria
Ramón Barreiro: «Soy el único marinero de las Rías Baixas que navega en su tiempo libre».

Lleva trabajando en el mar desde que tiene uso de memoria
A Ramón Barreiro la pasión por el mar le viene en la sangre. Descendiente de una familia de larga tradición marinera, el primer recuerdo que guarda de su infancia es subido a la dorna de su padre. La curiosidad por la vela también despertó en él a una edad muy temprana. Una dorna de tope entrando en Pontecesures llamó su atención. «Recordaré esa imagen hasta el día que me muera. La vela ondeando al viento de esa embarcación, que debía de ser de las últimas que todavía surcaban la ría, se me quedó grabada», explica. Y desde entonces no paró hasta convertir esta disciplina en parte de su vida, a pesar de los «te va a salir el mar por las orejas» de su padre. Se inició en el mundillo a través de la televisión, viendo la Copa del Rey o construyendo barcos de madera en sus ratos libres. Desde hace 16 años, a lomos de su crucero, el Ziralla Primero, compite cada temporada como uno de los cruceristas más asiduos de las Rías Baixas.
Pero combinar un pasatiempo como la vela con su trabajo no es tarea fácil: «Soy el único marinero que navega en su tiempo libre», explica, y cuando le pregunto cómo consigue que el mar no le sature confiesa que «al principio se me hacía duro, pero el cuerpo se acostumbra a todo».
La aventura con el Ziralla comenzó junto a su, todavía hoy, compañero de tripulación Ángel Sabuz. Tras un tiempo navegando en el crucero de su primo, Barreiro quería hacerse con su propio barco y junto a Sabuz compró un Astraea 33 Sprinter, de 10 metros.
«Los primeros años en el barco navegamos muchísimo. Dormíamos en él, íbamos a cuanta regata había y disfrutábamos de las fiestas tras cada competición», narra. Desde entonces han pasado por su cubierta más de treinta navegantes, una escuela abordo en la que, a ritmo de regata, se aprende todo lo necesario para ganar.
Barreiro siempre ha sido autodidacta. «El viento no se ve, se siente, y para aquel que está acostumbrado a tenerlo en la cara todos los días es como si lo viera», explica, aunque también ha leído un par de libros sobre trimado básico de velas.
Profesionalmente lleva más de cuarenta años en el negocio marinero -siendo niño ayudaba a su padre durante las vacaciones del colegio-, lo que le ha permitido conocer diferentes artes de pesca para abastecerse de los pescados con los que comercia: lamprea, anguila y chopo.
El primero que recuerda haber empleado es el rastro da solla, pero pronto descubriría la técnica que utiliza en la actualidad, la nasa butrón. El dominio de esta herramienta le ha llevado a presidir durante ocho años la agrupación de Valeiros de Pontecesures, el colectivo que utiliza este instrumento para la pesca de la lamprea y la anguila.
Regatas
En cuanto a la afluencia de barcos en la ría, Ramón Barreiro opina que se está recuperando poco a poco la cantidad de velas que podían llegar a verse en las regatas antes de la crisis. «En las Rías Baixas competimos más de cien barcos por regata hasta 2010. Después todo se vino abajo, aunque últimamente ha remontado bastante, sobre todo en la ría de Pontevedra».
Aunque las regatas le han proporcionado «experiencias preciosas y sensaciones muy bonitas», explica que tras 16 años ha empezado a utilizar el Ziralla a modo de crucero, dejando un poco de lado la competición..
«Un pescador se acostumbra a sentir el viento cada día, casi parece que podemos verlo»
Además del Ziralla Primero y la embarcación que utiliza para llevar a cabo su oficio de marinero, la pasión por la navegación de Ramón Barreiro lo ha llevado a probar todo tipo de embarcaciones. Siendo niño practicó remo olímpico. Llegó a proclamarse campeón gallego en el campeonato de 1977 y sexto mejor de España, pero tuvo que abandonar esta disciplina para comenzar a trabajar con catorce años, tras abandonar los estudios.
Cuando le tocó hacer el servicio militar, al estar en posesión de la libreta de navegación lo destinaron 18 meses a un barco de guerra. De su estancia allí aprendió que en el barco no hay democracia, ya que en el patrón recaen todas las responsabilidades y «retrasarse a la hora de realizar una maniobra puede ser fatal, por eso hay ocasiones en las que no se debe cuestionar una orden», explica.
Las embarcaciones que ha utilizado para su trabajo han ido cambiando con el paso de tiempo, dependiendo del arte de pesca que utilizara en cada período. Su trayectoria comenzó con la Charo, una gran embarcación de madera para la pesca de la solla, pero por sus manos han pasado dornas de tope y distintos tipos de gamelas, desde que comenzó a pescar con nasa butrón y dejó de lado los trasmaios y el rastro.
Fuera del mar
Aunque durante toda su vida buena parte de su ocio ha estado ligado al mar, Ramón Barreiro también practicó bicicleta de montaña en su tiempo libre durante algunos años, antes de tomarse en serio la competición a vela. «Me gustaba ocupar los domingos con esta disciplina para así poder desconectar del mar. Guardo muy buenos recuerdos de aquella época», explica.
La Voz de Galicia