La Agrupación Cidadá de Pontecesures asegura que el pasado domingo los empleados de una funeraria se vieron obligados a regular el tráfico para que cruzara el cortejo fúnebre que había acudido a un entierro al no haber policías que se encargaran de ese trabajo, algo que se hizo en los últimos años en todos los entierros.
El portavoz de ACP, Luis Ángel Sabariz, subraya que hasta hace poco era habitual que, cuando había un entierro, un policía local se encargara de regular el tráfico para que la comitiva no corriese riesgos a la hora de cruzar la N-550. Sin embargo, el domingo 14 hubo un funeral a media tarde en la iglesia parroquial de Pontecesures y al concluir el acto se trasladó el féretro en el coche fúnebre hasta el cementerio de San Xulián, acompañado de familiares y amigos que, como es habitual, iban a pie, por lo que es obligado hacer un recorrido de 600 metros y cruzar la carretera general. Al no haber policía local, fueron los empleados de la funeraria los que tuvieron que hacer de improvisados agentes para parar los coches.
Sabariz responsabiliza de ello al alcalde, y considera que además de ser un problema de seguridad «transmite una sensación de despreocupación y desinterés que en nada beneficia al ayuntamiento, e incluso, una falta de respeto a los familiares del difunto».
«La Voz de Galicia»:http://www.lavozdegalicia.es/ed_arousa/noticia.jsp?CAT=113&TEXTO=4777682