Las tres entidades de cultivadores que han hecho posible la obtención de la denominación Viño da Terra Ribeiras do Barbanza-Iria han decidido unirse bajo una misma designación. Aunque el nombre oficial está sin determinar, sí se sabe que llevará las palabras Barbanza e Iria para que, de esta forma, exista una concordancia entre la denominación del colectivo y el que se ha dado a los caldos que producirán a partir de la cosecha del 2007.
Cuando el proceso de fusión se haya completado, la directiva resultante iniciará una campaña de captación de socios. El presidente de la entidad barbanzana, Francisco Crusat, señaló ayer que se podrá llegar a los trescientos productores: «La intención es que se integren aquellas personas que se comprometan a cumplir el reglamento que nos hemos fijado para elaborar un caldo de calidad».
Ya hay un gran número de cultivadores interesados en inscribirse, pero los actuales responsables de las agrupaciones acordaron posponer cualquier incorporación hasta que no se hayan unificado.
Además, las adhesiones se harán cumpliendo unas premisas. De hecho, el propósito es seleccionar a propietarios de plantaciones con uvas de calidad o que estén dispuestos a sustituirlas por otras que se ajusten a los estándares.
Mercado
Este no es el único cambio a que se someterán los bodegueros a partir de ahora, porque uno de los primeros retos que deben afrontar a corto plazo es la sustitución de sus actuales parcelas, la mayoría demasiado pequeñas para rentabilizar la producción. Francisco Crusat precisó que uno de los objetivos es entrar en el mercado de los derechos de plantación, bien mediante la adquisición o a través de la participación en el banco de derechos sobrantes de la Xunta. Esto permitirá disponer de terrenos más amplios. La intención es constituir plantaciones de entre tres y doce hectáreas en cada municipio.
Crusat incluso dijo que pueden llegar a acuerdos con entidades de montes para conseguir terreno suficiente.
:: La Voz de Galicia :: A. Gerpe :: Ribeira
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