Seage atribuye el pico de Pontecesures a brotes localizados en familias numerosas.

Pontecesures, el municipio con la incidencia de COVID más elevada de todo Ullán y O Salnés (2.588 casos por 100.000 habitantes en los últimos catorce días), acogió ayer su primer cribado con una gran afluencia en el centro médico del pueblo (las PCR se realizaban dentro del ambulatorio, no en el coche, y un policía local tuvo que regular el tránsito). Estaban citados unos 250 autónomos y trabajadores de los sectores comercial y hostelero (incluyendo también negocios como churrerías y pulpeiras). Previsiblemente hoy se conocerán los resultados, y en función de ellos, el alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, valorará la posibilidad de solicitar un cribado masivo de toda la población. No obstante, el regidor conservador espera que el asunto quede “acotado” con este cribado sectorial. Según la información que maneja, la situación epidemiológica de Pontecesures responde en su mayoría a “brotes muy focalizados en familias numerosas”. De hecho se ha detectado un foco de contagio con una docena de positivos en una misma familia. Seage admite que la actual “no es una situación de tranquilidad” (con 79 diagnósticos en las últimas dos semanas), pero discrepa del parámetro de incidencia acumulada que se utiliza para comparar la evolución del COVID en los distintos municipios. “El nuestro es un caso de anomalía estadística. Para muestreos muy pequeños, es decir, concellos pequeños, el resultado de hallar la incidencia por 100.000 habitantes queda un tanto deturpado y da una sensación de desasosiego”, opina el alcalde, quien añade que “una parte de los positivos en Pontecesures son asintomáticos y otros lo pasaron de puntillas”. En relación al “modelo Carballiño”, que el conselleiro Comesaña anunció ayer que se aplicará a los concellos con una incidencia superior a los mil casos por 100.000 habitantes, Seage espera que se tenga en cuenta la casuística de su municipio para no llegar a esos extremos. En cuanto a la petición de Valga de cierre perimetral conjunto con Cesures, Seage apuesta por “pecar de prudente”. “La situación es distinta en un municipio que en otro, y con almendra o sin ella ya hay movimiento por motivos de trabajo, etc.”, concluye. En Valga se están haciendo o programando cribados en grandes empresas como Extrugasa o Exlabesa.

Faro de Vigo

La comerciantes se unen en Pontecesures para captar clientes y superar la crisis económica actual.

Siguiendo el ejemplo de otros compañeros en las diferentes localidades arousanas y del Baixo Ulla, los comerciantes de Pontecesures han decidido unirse y dar un paso al frente. Se sienten solos y desprotegidos, por lo que quieren ser ellos mismos los que tomen las riendas para desplegar diversas iniciativas con las que agradar a sus clientes habituales y agradecer su confianza, además de hacer lo posible para captar otros nuevos y, en definitiva, sortear la crisis económica que les toca padecer. Con Ana Grela, de Decoraciones Grela, y Emma María Méndez Castaño, de la tienda Empatía, entre los promotores, los comerciantes pontecesureños llaman a la participación en una campaña consistente en el reparto de boletos entre los clientes que hagan sus compras en los negocios locales adheridos, tanto presencialmente como online. De este modo podrán participar en un concurso previsto para el día 12 de febrero, a las 20.00 horas, en el que se entregarán premios tan variados como un desayuno completo para dos personas en el Banhof, un ramo de flores de Floristería Danza o una sesión de peluquería en la firma Azucena Collazo Estilistas. Incluso se entregará un vale unisex para una sesión de cuarenta minutos en el centro de bronceado y estética de Lorena Cerqueiras, dos mascarillas de Sara Castro, una cena para dos personas en el bar Mambis y una noche de alojamiento para dos personas en A Casa do Río. La relación de premios con los que se quiere animar a los clientes a ayudar al pequeño comercio “en estos tiempos tan difíciles” incluye un producto a elegir en Barbería Barreiro, un corte de pelo con peinado en Peluquería Biel, un lote de dos docenas de churros y seis chocolates en Churrería Sandra y un peinado en Peluquería Azabache. Todo eso entre otras sorpresas y ventajas, porque también “hacemos envíos gratis a domicilio y descuentos a la gente que consume en la hostelería local”. En definitiva, que “queremos concienciar a la gente de que es necesario apoyar al pequeño comercio; y queremos hacerlo dejando claro a los clientes que comprar en Pontecesures tiene premio”, explican Ana Grela y Emma Méndez.

Faro de Vigo

Los valeiros critican a la guardamuelles y el deterioro de la Casa da Lamprea.

Se sienten amedrentados | Solicitan la mediación del alcalde y la conselleira

 El colectivo de valeiros que opera en aguas de Pontecesures, es decir, los pescadores de las cofradías de Rianxo y Carril que se dedican a la pesca de lamprea, atraviesan momentos difíciles. Y no solo por los enormes problemas que encuentran para vender sus capturas, a causa del cierre de la hostelería y otras restricciones derivadas de la pandemia. A esto se suman la “campaña de presión” que achacan a la guardamuelles y el “preocupante estado de abandono, deterioro y falta de desinfección” del espacio promocional conocido como Casa da Lamprea. Respecto al papel de la trabajadora encargada de velar por el estado de la zona portuaria, se escuchan voces críticas similares a las que se escucharon con anterioridad, y por algo parecido, en Vilaxoán y Carril. Esta vez para decir que “se dirige a nosotros con malos modos y amenaza con denunciarnos si no sacamos las cadenas con las que amarramos nuestras planeadoras en el pantalán; cadenas que utilizamos para evitar robos de lanchas o material como los que ya hemos padecido”, explican los valeiros. Añaden que “la guardamuelles nos persigue y coacciona, dificultando nuestro trabajo y llegando a amenazarnos diciendo que empezará a multarnos –desde hoy mismo– si no hacemos lo que dice”. Añaden que “no nos deja acceder con los coches a la rampa y asegura que en el pantalán molestamos al catamarán que llega con peregrinos desde O Grove, cuando en realidad nunca hemos tenido problemas con el armador y llevamos mucho tiempo colaborando”. Al tiempo que piden la mediación del alcalde y la conselleira de Mar, Rosa Quintana, los valeiros sostienen que “es la misma persona que molesta a los pescadores del muelle de Carril y que causó problemas a la flota en Vilaxoán; una mujer que, además, se pone verbalmente agresiva y a la que no podemos decir absolutamente nada”. En cuanto a la Casa da Lamprea, inaugurada en su momento a bombo y platillo, “presenta una situación higiénica y una imagen lamentables, está llena de porquería y no se desinfecta nunca por el Concello; ni siquiera después de haber sido usada por pescadores que dieron positivo en COVID”, lamentan los valeiros.

Faro de Vigo

Encadenan los barcos en el pantalán del Ulla para evitar robos y Portos obliga a retirarlos.

Hartos de sufrir robos en sus embarcaciones, los valeiros de Pontecesures optaron por amarrarlas con cadenas al pantalán situado en el río Ulla. En los últimos años ya han desaparecido varios motores del muelle e incluso una embarcación, que después apareció en el fondo del río totalmente desvalijada. Gruesas cadenas con sus correspondientes candados pueden ser un remedio para disuadir a los amigos de lo ajeno, pero Portos de Galicia no lo va a permitir por más tiempo. La guardamuelles ya ha advertido a los valeiros -que empezaron la temporada de la captura de la lamprea el pasado día 4- de que esta práctica está prohibida y desde Portos de Galicia confirmaban ayer a este diario que, no solo está prohibida, sino que se urgirá a los valeiros de forma inmediata para que retiren estas cadenas. En caso contrario se exponen a sanciones por dos conceptos: por uso indebido de las instalaciones portuarias y por daños en las mismas si se comprueba que se ha agujereado el pantalán para colocar las cadenas. Entre tanto, un portavoz de los valeiros -que está conformado por cinco profesionales- se entrevistó con el alcalde cesureño el lunes para pedirle su mediación ante la Xunta en busca de una solución. Vidal Seage intentaba ayer por la mañana contactar con el responsable de la zona sur de Portos para hablar del tema, pero parece que al regidor no le queda mucho margen de maniobra. En todo caso, lo que sí anuncia es que aprovechará la visita que tiene pendiente con la conselleira do Mar para solicitar que en las obras que está previsto acometer en la zona portuaria se acometa algún tipo de actuación que aporte una solución a esta flota. Por su parte, los valeiros expresaban ayer su indignación por esta situación que, dicen, complica todavía más su actividad. «Todas son trabas e así non se pode traballar, van facer que isto desapareza», indicaba uno de ellos en relación a una actividad que, en sus buenos tiempos, daba trabajo a cuarenta personas. Este mes solo son cinco los que iniciaron una campaña que arrancó con el lastre que supone el descenso de ventas debido al cierre de la hostelería como consecuencia de la pandemia. Hay pocas capturas, las ventas se resienten y, a mayores, los valeiros deben hacer frente a problemas relacionados con las infraestructuras. Además de no poder utilizar cadenas para asegurar sus barcos en el pantalán, tampoco encuentran sitio en las inmediaciones del muelle para poder aparcar sus vehículos, lo cual complica las labores de carga y descarga de combustible y de las artes de pesca y de las capturas. «Temos que andar medio quilómetro con roupa de augas», se lamentan los afectados.

La Voz de Galicia