El cadáver fue retirado de las aguas hacia el margen de Padrón (a pocos metros de la entrada antigua de Finsa) y allí permanece a estas horas para el levantamiento por la autoridad judicial y la policía científica.
No fue indentificado todavía. Se trata de un hombre de entre 40 y 50 años que llevaba puesto un casco de ciclista.
Permanecen en la zona los equipos de emergencia, la Guardia Civil, la Policía Local de Padrón así como corporativos de Padrón y de Pontecesures.
El fuego llegó cerca de las casas de Monte de Porto, pero no llegó a afectar a las viviendas, y las labores de extinción se prolongaron durante casi tres horas.
La noche de San Xoán transcurrió de forma tranquila
en la comarca. El fuego no se desmadró en ningún punto ni constan a esta
hora incidencias importantes, con la única excepción de Pontecesures, donde las llamas asolaron la zona de Monte de Porto.
El fuego afectó a una superficie de monte bajo y se acercó a las casas,
pero se atajó a tiempo y no llegó a alcanzar a ninguna edificación. Se
desconoce si esta incendio tuvo su origen en alguna hoguera de San Xoán o
se originó por otros motivos. Las alarmas saltaron a las 3.30 horas y las labores de extinción se prolongaron hasta las 6,
aproximadamente. Intervinieron el GES de Padrón, Protección Civil de
Valga, la policía de Pontecesures y efectivos contraincendios de la
Xunta.
Protección Civil de Valga también tuvo que actuar para apagar un pequeño fuego que afectó al interior de una rotonda de la carretera de Campaña.
La
Xefatura Territorial de la Consellería de Industria en A Coruña ya
tiene fechas para las expropiaciones previstas a petición de Red
Eléctrica de España de cara a llevar 23,4 kilómetros de tendido
eléctrico entre Lousame y Mazaricos, pero afectando sobre todo a
municipios como el xalleiro, Outes o Negreira. En total, los titulares
de más de mil parcelas afectadas serán convocados el próximo mes en sus
ayuntamientos.
El
motivo es evacuar la energía de los parques eólicos del entorno, en un
proyecto que también abarca la provincia de Pontevedra (otros 16,8
kilómetros de cableado sobre parte de Cuntis, Caldas de Reis, A Estrada,
Valga y Pontecesures). En cuanto a las características técnicas de la
actuación, se trata de una línea de alta tensión trifásica con dos
conductores por fase, en configuración de doble circuito (DC), a 220 kV
de tensión nominal, de 27.687 metros de longitud, en conductor tipo
AL/AW CONDOR, tendida en veintiuna alineaciones sobre torres metálicas
de celosía enclavadas en zapatas de hormigón. Respecto a la capacidad
térmica de transporte, en verano será de 788 MVA/circuito y en invierno
de de 881,9 MVA/circuito, con origen en posición de línea instalada en
la mencionada subestación Lousame –y final en posición de línea
instalada– en la de Mazaricos.
El proyecto, de cualquier modo, ya lo anticipó Red Eléctrica Española en 2006, al iniciar su periodo de consultas para incluir cables aéreos, de forma que el nuevo eje permitiría aumentar la potencia a 220 kV, “lo que se traduce en una mayor capacidad para la instalación de nueva energía eólica en el oeste de la provincia de A Coruña debido a que el límite máximo de potencia eólica que viene determinado por el criterio de potencia de cortocircuito” se había sobrepasado.
Los servicios ferroviarios se redujeron durante el estado de alarma y ahora cabe la posibilidad de que ya no se restablezcan – De diez al día en cada sentido podrían pasar a solo cuatro.
Un tren, a su paso por el centro de Pontecesures.
Preocupación e indignación. Es lo que sienten los vecinos de localidades como Pontecesures, Catoira y Padrón ante la posibilidad de que se vea notablemente reducido el número de servicios ferroviarios que se prestan en ellas.
Ya
se hizo, por cuestiones obvias, durante el estado de alarma propiciado
por el coronavirus. Pero ahora parece que ya nunca volverá a ser lo
mismo. Todo indica que de diez servicios diarios se pasará a solo
cuatro, lo cual limita considerablemente las posibilidades de
desplazamiento en el territorio del Ullán.
Esta
hipótesis, y la preocupación existente al respecto, ya son de
conocimiento del presidente de la Xunta y los líderes de todos los
grupos políticos con representación parlamentaria. Al igual que son
conscientes de ello los alcaldes de Catoira, Alberto García; Pontecesures, Juan Manuel Vidal Seage; y Padrón, Antonio Fernández Angueira.
Lógicamente, las quejas de los vecinos también han sido puestas en conocimiento de Renfe
y del Gobierno de España, con la esperanza de que se mantengan
operativos el mayor número de trenes de cercanías posible y se garantice
que seguirán deteniéndose, al menos como hicieron hasta la pandemia, en
los apeaderos del Baixo Ulla.
El
temor radica en que a partir de ahora «en lugar de tener diez, solo
vamos a contar en Catoira, Padrón y Pontecesures con cuatro servicios en
cada sentido, eliminándose, por ejemplo, los trenes de primera hora de
la mañana», de tal forma que los más madrugadores «partirán sobre las
11.00 horas». Asimismo, el último, procedente de Santiago, «saldrá antes
de las 20.00 horas de la capital gallega».
Así
lo explican los denunciantes de la situación, abanderados siempre por
Luis Sabariz, exconcejal pontecesureño y exmiembro de la plataforma en
defensa del tren de proximidad.
Consideran
que el citado recorte, y más aún si se produce en horarios considerados
«esenciales», resulta del todo «inconcebible» , pues advierten de que
«va a impedir el uso del ferrocarril a trabajadores, estudiantes
universitarios, pacientes de hospitales y un largo etcétera de
usuarios».
Ni que decir tiene,
argumentan los defensores del tren de cercanías que piden la
implicación de todos los partidos políticos en esta causa, que reducir
la frecuencia de los trenes «va a afectar muy negativamente a la
actividad económica de toda la zona».
Por
si fuera poco, «los trenes regionales en todo el eje A Coruña-Vigo se
quedan solo en cuatro, suprimiéndose los que salían desde Santiago, A
Coruña, Vilagarcía y Pontevedra, lo cual supone un golpe definitivo a las cercanías ferroviarias o trenes de proximidad».
En resumen, que «nunca se puso en marcha en Galicia
un servicio de cercanías como tal, pero es que ahora los pocos tramos
que tenemos con algo parecido se pretenden eliminar», explica Sabariz a
los representantes políticos y a Renfe.
Todo
esto le lleva a decir que «resulta descorazonador que se aproveche una
tragedia sanitaria para acometer un recorte tan brutal y se tomen este
tipo de decisiones en contra del medio de transporte más ecológico,
económico y seguro».
Por
cierto, que la amenaza que pesa sobre la presencia del tren y su
vinculación con el Ullán sigue latente a pesar de que el balance oficial
de Renfe referido a 2019 deja patente la existencia de una gran
cantidad de pasajeros en la línea Vigo-A Coruña, con una muy importante actividad en sus estaciones, donde el número total de subidas y bajadas fue de 102.647.
Puede decirse, además que en Pontecesures se apearon 18.355 personas en 2018 y 19.047 en 2019; en Catoira pasaron de 21.554 a 24.355 usuarios; y en Padrón la cifra subió de 21.929 a 23.301 pasajeros.