Tratan de poner en marcha la piscina de Pontecesures.

En Catoira y Pontecesures han iniciado los trabajos de puesta a punto de sus dos piscinas municipales al aire libre, con un aforo de 100 personas la vikinga y de 70 la cesureña, arrancando en paralelo las gestiones para asegurarse la cada año más difícil cobertura del obligado servicio de socorristas. En el caso de Pontecesures, su alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, informaba ayer de que ha contactado con varias empresas para intentar cerrar pronto el servicio de socorristas tras la experiencia del verano pasado, cuando por no conseguirlo, los cesureños se quedaron sin piscina. Además, Seage adelanta que este año el acceso a las piscinas será gratuito.

La Voz de Galicia

El BNG insta a la Xunta a mejorar el vial que une Baloira con Pontecesures.

El BNG colocó carteles a lo largo de esta carretera.

El BNG colocó carteles a lo largo de esta carretera.

El BNG de A Estrada instó ayer públicamente a la Xunta de Galicia a mejorar la carretera que une Baloira con Pontecesures. La formación nacionalista colocó carteles a lo largo e la PO-214 como gesto de reivindicación de que la administración gallega mejore el trazado y la capa de rodadura de esta infraestructura de comunicación.

La edil del BNG, Susana Camba, explicó que esta carretera «es la única vía que une el municipio estradense con Pontecesures y Padrón, que es también la única vía de acceso con la autovía del Barbanza». «No solo tiene un trazado sinuoso sino que tiene un apreciable deterioro de la capa de rodadura, que en el algún tramo es intransitable», apuntó la portavoz del grupo municipal del Bloque.

Desde el BNG se aseguró que los vecinos que utilizan esta carretera «están hartos de esta desidia por parte de la administración autonómica y por parte del Concello, que no exige la mejora de esta carretera», apuntó Camba. Añade que a los problemas del vial hay que sumar los enormes eucaliptos a lo largo de su trazado, señalando que, cuando hay temporal o vientos fuertes, la carretera se llena de ramas, algunas de importante calibre, que dificultan el tránsito.

Faro de Vigo

La Xunta retira nidos de avispa velutina en Pontecesures.

Uno de los nidos retirados.

Uno de los nidos retirados.

El personal del equipo de lucha contra la avispa asiática de la Xunta ha tenido que intervenir en Pontecesures. En concreto, procedió a la retirada de nidos de velutina detectados e San Xulián, la calle Novo Núñez y la subida hacia los colegios.

Así lo aseguran en el Concello, donde piden a los vecinos que si detectan estos nidos tomen precauciones y los comuniquen en las oficinas municipales o en el teléfono 012 de la Xunta.

Faro de Vigo

REANUDACION DO MERCADO MUNICIPAL DE PONTECESURES: VENRES 5 DE XUÑO.

Logo do parón obligado pola crise do COVID-19, volve o mercado municipal de Pontecesures no seu formato de sempre: o primeiro venres de cada mes.

A primeira xornada será o VENRES 5 DE XUÑO.

Recórdase tanto aos vendedores como a tódalas persoas asistentes a obriga do uso de mascarilla e do mantemento da distancia social de seguridade. Pola súa parte o concello instalará nas entradas e saídas do mercado dispensadores de xel hidroalcohólico.

No seguinte link (da web municipal), está a información e documentación para solicitar posto:

http://pontecesures.org/vercontenido.asp?ar=1&id=106&sec=59

Que din os rumorosos.

¿Acierta Feijóo con el argumento contra la demarcación provincial usada por Sánchez en la crisis del corovanivus? Tiene toda la razón al denunciar que no es normal que a una persona de Padrón se le prohíba el desplazamiento a Pontecesures, localidades separadas sólo por un río, pero sí se le permita viajar a Cariño, a 163 kilómetros. Pero no debería denostar la provincia por ser un invento del siglo XIX, porque entonces cargará de razones a sus rivales que le exigen la supresión de las diputaciones que él defiende. Y, ya puestos, los nacionalistas se verán reforzados para dibujar un nuevo mapa territorial que pondría el actual patas arriba. Debió Sánchez elegir la comunidad y no la provincia, pero esta tiene todavía su razón de ser en el s. XXI.

El Correo Gallego

El tercer provincialismo.

LOS gallegos de no hace tanto tiempo se geolocalizaban de una forma muy precisa. Cuando alguien tenía que mostrar su procedencia decía que era “de la parte” de Santiago, de Vilagarcía, o de Verín. Con eso bastaba y el interlocutor se hacía una idea de los pagos por los que andaba el sujeto. No había necesidad de aclarar provincia, ni municipio, ni partido judicial, ni parroquia. Se pertenecía a una demarcación ambigua pero suficiente, que sin embargo carecía de reconocimiento legal. Quien mejor entendió nuestra vaguedad administrativa fue Torrente Ballester, el mismo que sitúa su Castroforte de Baralla como entidad volante desprendida de la tierra y capaz de trasladarse a dónde sus vecinos decidieran.

Hasta que llegó la autonomía ninguno de los trajes administrativos le sentó bien a Galicia. O era grande o le quedaba pequeño. Desde los organismos centrales se procuraba establecer una talla única para así ahorrarse complicaciones pero la realidad se resistía, y aquí la resistencia era callada y tenaz. Sabían nuestros abuelos que Galicia no era tal como se cartografiaba en alguna dependencia de Madrid y entonces surgía, junto a la realidad oficial, otra profunda y auténtica con referencias brumosas. Ante la vista de documentos timbrados que atestiguaban que el titular era de tal provincia y cual municipio, el afectado decía para sí mismo “serei” y seguía adelante como si nada.

Sufrimos una de las peores influencias de Napoleón con su manía de organizarlo todo y codificar los más mínimos detalles. Los afrancesados españoles se contagiaron y el resultado de todo ello fue la división provincial que resiste hasta hoy y otra municipal que intenta ser mitigada, con poco éxito, mediante la fusión de concellos y las áreas metropolitanas. En suma que, si bien la expresión “ser de la parte de” se ha ido perdiendo, provincias y municipios no dejan de ser jurisdicciones ortopédicas que funcionan por inercia hasta que llega una crisis.

En esta ocasión el emperador francés no tiene la culpa, sino una autoridad central que evidencia que entre Galicia y Madrid hay mucho más que seiscientos kilómetros. A esa distancia sideral no se ve una comunidad autónoma sino cuatro provincias y trescientos trece municipios. Mientras sólo tuvieron un valor administrativo, soslayable en la vida cotidiana, las molestias eran menores pero todo cambia cuando se convierten en criterios rígidos para orientar la vuelta a la “normalidad”. Las provincias se solapan. Los municipios se componen de núcleos con una dinámica propia. La Galicia genuina hace estallar las costuras jurisdiccionales, lo cual obliga a rectificar decretos de inspiración jacobina. Hay como una resurrección de la Galicia organizada por los romanos con su flexibilidad característica. Que el puente que une Padrón y Pontecesures sea idea de Roma habla bien claro de que su imperio, el mejor que pasó por el fogar de Breogán, se regía por pautas naturales y no por cuadrículas trazadas por los senadores a orillas del Tíber. Mañana que inauguramos la segunda fase, en ese puente seguirá habiendo una frontera que no separa nada y lo complica todo.

El Correo Gallego