Cortizo, de pequeña carpintería de aluminio a multinacional.

Desde su fundación en 1972, la empresa no ha parado de crecer.

De pequeña carpintería de aluminio a una de las multinacionales más importantes del sector en Europa. Así podría resumirse, a grandes rasgos, la evolución histórica de la empresa Cortizo de Padrón, fundada en el año 1972 por José Manuel Cortizo Sóñora en su lugar natal de Extramundi. Junto con él, otros cinco empleados trabajaban en aquel pequeño galpón en el núcleo de A Devesa en el que se fabricaban ventanas, puertas y balcones de aluminio para la comarca.

Casi medio siglo después, la empresa sigue dirigida por el fundador y en la misma continúa trabajando uno de los integrantes de aquella primera plantilla de Cortizo, José Lampón, vecino de Dodro. «Eu tiña 17 anos e non quería seguir estudando. No Banco Pastor de Padrón meu pai soubo que andaban buscando xente para un novo negocio en Extramundi. Colléronme e ata hoxe», recuerda Lampón, para quien «foi increíble poder vivir a transformación e o crecemento da empresa dende dentro».PUBLICIDAD

Entre los años 1974 y 1976, Cotizo encuentra un nicho de mercado para sus ventanas en Salamanca. La construcción en esta ciudad está en pleno auge en esa época y la empresa padronesa les presenta ventanas fabricadas en aluminio, desconocidas hasta ese momento en una zona en la que se instalaban fundamentalmente ventanas de hierro.

El aluminio se convierte en la estrella de esos nuevos edificios. La demanda se dispara y durante dos años salen cada semana desde Extramundi unas 800 ventanas de Cortizo con destino a Salamanca. En los momentos de mayor trabajo la plantilla llega 30 empleados y la empresa amplía su nave original.

Hacia 1978 la fabricación de ventanas de aluminio se populariza y Cortizo decide reconducir su actividad dentro del sector. Deja de ser una carpintería y se convierte en distribuidor de perfiles de aluminio. Fue entonces cuando construyó su primera nave sobre los terrenos donde se encuentra la actual fábrica, su primer gran almacén desde el que distribuía perfiles para toda Galicia. A partir de ahí fue un no parar hasta la actualidad.

Algunos datos claves son que en 1989 comienza su actividad comercial en el exterior, realizando sus primeras exportaciones a Portugal. En la década de los años 90 comienza sus ventas en nuevos mercados europeos; en la de 2000 amplía su sede central de Padrón, con nuevas oficinas, una gran área de embalaje y un centro tecnológico. En el año 2002 abre, además, el primer centro productivo fuera de la capital del Sar, en la isla de Tenerife. En el 2005 abre en Eslovaquia su primera fábrica en el extranjero.

En la actualidad, Cortizo es la compañía líder en España en el diseño y fabricación de perfiles de aluminio y PVC para la arquitectura y los sectores industriales. Cuenta con 9 centros productivos, 31 centros logísticos y emplea a más de 3.200 personas, más de la mitad en Galicia. El año pasado volvió a batir récords, con un volumen de negocio de 636 millones de euros y una producción de 81.178 toneladas de perfilería de aluminio. Sus ventas en el exterior superan el 70 %, exportando a 60 países diferentes.

La Voz de Galicia

La lluvia restó afluencia al Santiaguiño do Monte de Padrón.

El mal tiempo estropeó por completo la romería del Santiaguiño do Monte de Padrón. Aún así, pese a la lluvia caída por la mañana, hubo quien subió al monte, paraguas en mano, para, por ejemplo, escuchar una misa y probar las sardinas que repartió el Concello de forma gratuita. El mal tiempo obligó a muchos a cambiar sus planes, incluidos aquellos que tenían previsto comer en el monte. De este modo, hubo numerosas mesas vacías, aunque otros improvisaron toldos para guarecerse de la lluvia y poder comer en el monte.

La lluvia provocó, además, que se cancelara la subida a pie de la imagen del Santiago Apóstolo, más conocido como O Parrandeiro, que fue llevado al monte en una furgoneta, para evitar que la figura se pudiese mojar.

Por la mañana tampoco subieron al monte todos los grupos de gaiteiros, para evitar que se mojasen sus instrumentos. La lluvia obligó, además, a cancelar dos actuaciones en directo del festival Open Air Santiaguiño do Monte que, a la una de la tarde, era donde más ambiente había, eso sí, con jóvenes empapados.

Desde el Concello, el edil de Festexos Ángel Rodríguez aseguró que fue una «gran pena» que el mal tiempo restase ambiente en la romería. Y más después de unas vísperas en las que la villa se abarrotó de público con la celebración de un derbi asnal totalmente respetuoso con los animales, aunque más aburrido, y el festival Asnot, que se consolida y ya es de lo mejor que se hace en Padrón.

La Voz de Galicia

Pontecesures homenajeará al fallecido en Angrois hasta que la familia pida pasar página.

Han pasado seis años desde que Antonio Jamardo Villamarín murió junto a otras 80 personas en el trágico descarrilamiento del Alvia 04155 en la curva de Angrois, llegando ya a Santiago. Pero Pontecesures sigue recordándole gracias al empeño de una vecina, Belén González Silva, que año tras año ha convocado un homenaje en la estación de tren a través de las redes sociales. También lo hizo este año, y numerosas personas se dieron cita a las 21.00 horas para depositar unas flores y velas encendidas en el andén, y guardar un minuto de silencio para recordar a Antonio Jamardo.

La promotora del evento no tiene parentesco alguno con el fallecido, ni una amistad especial con la familia Jamardo, pero avanza que seguirá convocando el acto mientras los parientes del fallecido no le pidan que deje de hacerlo. «Esto se conmemorará hasta que la familia quiera. Yo también imagino que puede llegar un momento en que para ellos pueda resultar doloroso recordar el accidente año tras año. Pero por ahora creo que les reconforta sentir el apoyo de los vecinos».

Antonio Jamardo Villamarín trabajaba de comercial del Grupo Quintá, y estaba afincado en Madrid. En vísperas de la fiesta del Apóstol de 2013 cogió un tren Alvia en la capital de España con destino a Galicia, y su intención era bajar en la estación de Santiago. Iba a Pontecesures en compañía de su novia, que era de Granada, para asistir a la boda de un hermano. La mujer sobrevivió al trágico accidente, pero no el pontecesureño, en cuya memoria se organizó el acto de anoche.

Redes sociales

Belén Silva lo organizó por primera vez en 2014, y como en aquella primera ocasión, hoy sigue convocando a sus vecinos a través de las redes sociales. «Las personas que ya son mayores o que no tienen redes sociales se enteran a través de los medios de comunicación y por el boca a boca», afirma.

Aunque es natural de Padrón, lleva mucho tiempo afincada en Pontecesures, «y conocía tanto a Toño (el fallecido) como a sus hermanos». Por eso, la tragedia de Angrois le dolió profundamente. «Es un día que tenemos grabado a fuego en la memoria», sostiene.

Belén Silva se muestra indignada por el trato que las instituciones están dispensando a las víctimas y sus familias. En su opinión, están siendo poco transparentes y hasta irrespetuosas con el dolor provocado por la tragedia.

«Me duele que las instituciones lleven seis años pasándose la pelota de un tejado a otro, y si me duele a mí, cómo no va a ser doloroso para las familias de las víctimas. Los políticos creen que con pagar unas indemnizaciones ya está resuelto el problema, y no es así», declara.

Silva opina que hace ya tiempo que las familias deberían conocer una explicación coherente y clara de por qué descarriló el tren poco antes de llegar a Santiago, y quienes fueron responsables de la tragedia. «Cada vez que voy a Santiago, y veo los vagones aún allí junto a la carretera me indigno. Parece que no pasó nada, pero sí que pasó, murieron 81 personas».

Belén Silva no pudo acudir el año pasado al homenaje por razones familiares, pero aún así mantuvo la convocatoria, y fueron muchos los vecinos que asistieron a la estación de tren a las nueve de la noche. «Yo no tengo ningún mérito. El mérito es de los que vienen», remachó.

Faro de Vigo