La plataforma Galicia Mellor Sen Touradas y la Asociación Animalista
Libera han anunciado su decisión de interponer una denuncia
administrativa contra los promotores de la capea celebrada el domingo en
Valga. Aseguran
que el evento incumplió la Ley de Espectáculos Públicos ya que, en el
tendido, había sentados rapaces de menos de doce años de edad, algo
prohibido por la normativa. Los denunciantes, que tramitarán su queja a
través de la Consellería de Presidencia, competente en esta materia,
responsabilizan al Concello de lo ocurrido, «como supuesto organizador
de las actividades que se realizaron este fin de semana». Lo acusan de
ineficiencia, «por la carencia, más que absoluta, del debido control de
acceso que se debe realizar en espectáculos taurinos para impedir la
presencia de menores de doce años en la convocatoria».
En la playa de Vilarello, donde cada año se instala el ruedo, había el domingo colocados numerosos carteles que anunciaban que los menores de doce años no podían acceder al recinto. También el Concello, en los comunicados remitidos a la prensa, hacía hincapié en que los niños debían permanecer fuera del tendido. Sin embargo, algunos entraron en el mismo acompañando a sus padres y familiares. Y eso es, precisamente, lo que denuncian tanto Galicia Mellor Sen Touradas como la asociación animalista Libera.
.La localidad del Baixo Ulla ha vivido un intenso fin de semana.
El Cejas es uno de esos personajes televisivos cuya existencia puede
dejar perplejos a quienes ya tienen unos años. Sus temas, construidos
con ritmos repetitivos y letras un tanto rudimentarias -mucho
«placa-placa», mucho «que te meto», mucho «pin-pin», lo han catapultado a
la fama a través de redes sociales como Youtube o Instagram, cosechando
su mayor ejército de fans entre la rapazada más joven. Y ese ejército
se puso el sábado en movimiento, arrastrando a sus padres consigo, con
rumbo a Pontecesures. Allí, de madrugada, El Cejas se subió al
escenario, primero, para hacer su espectáculo. Y después, durante más de
dos horas, estuvo atendiendo a sus seguidores y haciéndose fotos con
todos ellos. El presidente de la asociación Festa Rachada, responsable
de la organización de las fiestas del Carmen en la localidad y, por lo
tanto, de la visita del televisivo artista, se declaraba ayer encantado
con el éxito alcanzado. «Non se recorda a zona da festa tan chea de xente, e eso que é grande», dice satisfecho.
Fotos con todo el mundo
Elías Sanmarco asegura que «non
ten nada que ver a personaxe que fai o rapaz, con el como persoa. É un
chaval moi agradable, moi educado, que atendeu a toda a rapazada sen
unha mala cara ou un mal xesto. Mesmo cando estaba ceando, vírono e
enseguida se encheu aquilo de xente, e el sen problema ningún atendeunos
a todos». En general, la noche de fiesta fue tranquila pese al tumulto.
La
visita de El Cejas forma parte de la estrategia elegida este año por
Festa Rachada para lograr llenar Pontecesures durante las celebraciones
del Carmen. Y siguiendo esa misma estrategia ayer estuvo en el escenario
de la zona portuaria Kiko Rivera, otro fenómeno televisivo, en este
caso ya consolidado.
Rivera puso el broche de oro a una jornada en la que hubo sitio para muchas más cosas: desde la sesión vermú hasta los actos litúrgicos, sin olvidar la tradicional marcha de los valeiros por las calles del pueblo. Por la noche, Gran Parada abrió fuego, le dio el relevo a la disco-móvil Eme Music que dejó expedito el camino, a la una y media de la madrugada, al hijo de la Pantoja. «Penso que hoxe, Pontecesures vai reventar», decía, antes de que empezase todo el jaleo, Elías Sanmarco.
Hace un par de años, diversos colectivos animalistas pusieron sus
ojos en la Festa da Xuventude de Valga. Un certamen que se desparrama
durante un fin de semana completo en el entorno de la playa fluvial de
Vilarello. Durante dos días hay de todo: desde música, a las llamadas
Olimpiadas de Aldea, en la que los vecinos de la localidad miden sus
fuerzas en disciplinas como tirar de la cuerda, o jugar al brilé. Pero,
sin duda, el plato fuerte de la celebración es la suelta de vaquillas
que desde hace años acompaña el programa. Los animalistas aseguran que,
en el ruedo desmontable que se instala en Valga, los animales pasan un
auténtico calvario. Normalmente actúan en tardes como la de ayer,
rodeadas de sol, envueltas en calor, sacudidas por el polvo, agobiadas
por unas gradas que no paran de chillar y aplaudir, acosadas por unos
recortadores -profesionales y aficionados- que no paran de cruzarse en
su camino.
El Concello de Valga intentó, en su día, replicar
a todo ese argumentario. Indicaba el consistorio que los animales
reciben un trato exquisito, que esperan a la sombra su hora de entrar en
escena y que nadie les hace, en ningún momento, daño. Pero sus palabras
no lograron evitar que colectivos como Galicia Mellor sen Touradas haya
reunido la friolera de 70.000 firmas contra el espectáculo. Bien es
cierto que ese número no ha asustado al gobierno local, que este año ha
vuelto a incluir la capea en la Festa da Xuventude. Se celebró ayer, a
las seis de la tarde, en un recinto lleno de carteles en los que se
indicaba que no iba a ser aquel un espectáculo adecuado para menores de
doce años -aunque al espacio, finalmente, se colasen varios-. Bailaora y
Gitana iban a ser las dos protagonistas de la tarde. Eran animales
pequeños. «Tipo cabuxa», dijo el inspirado speaker del espectáculo. «Isto toréao calquera», señalaba.
En el cualquiera entraron tanto los profesionales como Emilio Colmenero y su tropa, como espontáneos disfrazados de toda guisa: de árbitro de fútbol, de Isabel Pantoja o de enfermera de la Cruz Roja. Algunos de esos recortadores aficionados se lanzaron una y otra vez al ruedo para intentar llamar la atención de los animales, y alguno experimentó el subidón de adrenalina que implica tener el cuerno de una vaquilla a unos centímetros de la piel. El speaker quitaba dramatismo a esos momentos, y espoleaba la risa del público y sus aplausos. Actuaba, también, como altavoz desde el que la organización remachaba que el de ayer, en Valga, era un espectáculo en el que los animales no sufren. En cuanto las vaquillas parecían cansadas, se les daba una pausa. Al fin y al cabo, «estas vaquillas merecen un respecto».
Eran dos jóvenes en motocicleta, pero no han logrado robar nada.
Dos individuos han intentado atracar esta mañana una gasolinera de A
Picaraña, a pie de la carretera N-550, en el municipio de Padrón. Ha
ocurrido a las ocho y media de la mañana, hora a la que había dos
empleados trabajando, uno en el interior de la estación de servicio y
otro en el exterior. En ese momento han llegado dos jóvenes en una
motocicleta, uno con casco y otro sin el. Uno de ellos se dirigió al
interior de la estación, donde «se puxo a dar voltas», según cuenta el empleado al que el atracador le puso una navaja en la barriga antes de pedirle todo el dinero que tuviese.
El trabajador le dijo que él no tenía el dinero y el atracador «cabreouse»,
de modo que, al verse acorralado en la oficina de la estación de
servicio, el empleado le aseguró que la recaudación la tenía el
compañero que estaba fuera, junto a los surtidores. El atracador salió y
ese empleado, al verlo con la navaja, se echó a correr hacia la
carretera y, aunque fueron tras él, no consiguieron cogerlo por lo que
los ladrones se fueron sin llevarse nada. «Foi un pouco surrealista», dice el empleado al que le han amenazado con la navaja que, ahora, más tranquilo, dice que «non tiñan moitas ganas de roubar».
Los empleados han avisado a la Guardia Civil, que se ha llevado las grabaciones de las cámaras y les ha informado de que en las últimas semanas han atracado cuatro gasolineras en la zona.
¿Por qué la restricción de circulación de tráfico pesado es efectiva
en el centro de O Milladoiro, en Ames, y no pasa lo mismo en Padrón? La
clave puede estar en la deficiente señalización de la vía alternativa
por la que deberían ir los camiones para evitar el centro del casco
urbano padronés, la denominada variante.
Si en la carretera N-550 a
la altura de Calo, en un sentido, y de O Milladoiro en otro, existen
señales bien visibles (en color amarillo) del desvío para camiones, no
sucede lo mismo en el tramo de Padrón, donde la señalización es más
confusa en los paneles elevados instalados a la altura del núcleo de A
Ponte. En sentido contrario, en Pazos, la indicación tampoco es rotunda a
la hora de desviar los camiones.
Si bien es cierto que la circulación de vehículos
pesados por el centro de O Milladoiro está prohibida, tal y como
indican las señales, en Padrón es por ahora una simple recomendación de
no pasar por el centro de la villa y tomar el desvío de la variante.
Cuatro
años después de abrir al tráfico esta última vía, a pie de la rotonda
de Pazos, se puede comprobar que los vehículos pesados que entran o
salen de la misma son los menos, mientras la mayor parte circula en
dirección al centro de Padrón. Según cálculos del Concello, de media
cada minuto dos vehículos pesados atraviesan el casco urbano, pese a que
existe una vía alternativa y gratuita. La semana pasada esa circulación
fue menor, quizás por la influencia de las vacaciones de verano. Aún
así, vehículos cargados con madera, camiones cisterna, bañera y
tráileres, todos pasan por el centro, algunos que trabajan para empresas
asentadas en el municipio que, a estas alturas, deberían conocer de
sobra la recomendación de ir por la variante.
También es cierto que sí los hay que circulan por
esta vía alternativa, incluidos algunos cargados de madera, tal y como
se puede comprobar a pie de la rotonda del Scala. La Demarcación de
Carreteras del Estado en Galicia tenía previsto, según recuerda el
Concello, pedir un informe a Tráfico para determinar el volumen de
vehículos pesados por el centro de la villa y, en su caso, adoptar
medidas, como así hizo en el tramo de O Milladoiro, medidas que podrían
pasar por una prohibición.
Otra solución aportada a nivel local
pasaría por regular con semáforo todos los pasos de peatones que hay en
el tramo urbano de la villa, desde Iria a Ponte, de modo que obligaría a
los vehículos pesados a detenerse cada poco y, finalmente, a desistir
de circular por el centro.
Entretanto, vecinos y negocios que están a pie de la vía N-550 no solo soportan el paso de estos vehículos, de especial intensidad por las mañana de lunes a viernes, sino también el ruido que conlleva la circulación continua de camiones.