A Casa de Rosalía abre as súas fiestras á cultura.

A Casa de Rosalía, en Padrón, acolle a vindeira fin de semana a segunda edición do festival Abride a fiestra, co que a fundación que leva o nome da escritora quere conmemorar a data do seu pasamento (15 de xullo de 1885). O nome do festival débese a un dos últimos desexos da autora no seu leito de morte, que pediu que lle abrisen a fiestra do cuarto para ver o mar.

Deste xeito, a Casa da Matanza será o escenario o sábado e o domingo de diferentes manifestacións culturais que teñen a Rosalía como figura central. Entre os protagonistas da fin de semana están, no eido musical, Cristina Pato, Davide Salvado, Ugia Pedreira, Secho, Paco Nogueiras ou a Coral de Padrón.

O programa comezará o sábado cun recital poético multilingüe co Colectivo de Poetas en Bruxelas e un grupo representativo da poesía galega actual. Participarán os escritores Taha Adnan, Frank de Crits, Geert van Istendael, Serge Meurant, Silvia Vainberg, Bart Wonck, Ramón Neto, Xavier Queipo, Chus Pato e Yolanda Castaño. Rematará a xornada cun concerto de Cristina Pato acompañada por Roberto Comesaña, o único desta temporada que ofrecerá en Galicia.

O día grande será o domingo, cando a Casa de Rosalía celebrará un xornada de portas abertas na que, ademais de actuacións musicais, haberá unha ludoteca; unha feira con produtos rosalianos e visitas guiadas por personaxes coñecidos ou especialistas. Entre eles estarán o escritor Pedro Feijoo, o deseñador Pepe Barro, o expresidente da RAG Xosé Ramón Barreiro, o profesor Francisco Rodríguez e o estudoso da horta rosaliana Carlos Dacal. Tamén haberá unha visita especial protagonizada pola poeta Olga Novo.

A música é un dos fortes do festival, con concertos de Davide Salvado, que presentará o seu último espectáculo «Amarelo», o cantautor local Secho ou Ugia Pedreira, que presentará unha performance musical sobre Rosalía co acompañamento musical de Cristina Pato. Tamén haberá miniconcertos ao piano da familia de Rosalía, con Secho, Ugia Pedreira e Cristina Pato. O domingo, a Fundación Rosalía de Castro concederalle a Rosa de Galicia á familia de Xosé Villar Granjel, persoa clave na recuperación e compra da Casa da Matanza. O luns, día 15, a fundación realizará unha ofrenda floral no cemiterio de Adina.

La Voz de Galicia

Galicia Mellor sen Touradas denuncia la presencia de niños en la capea de Valga.

La plataforma Galicia Mellor Sen Touradas y la Asociación Animalista Libera han anunciado su decisión de interponer una denuncia administrativa contra los promotores de la capea celebrada el domingo en Valga. Aseguran que el evento incumplió la Ley de Espectáculos Públicos ya que, en el tendido, había sentados rapaces de menos de doce años de edad, algo prohibido por la normativa. Los denunciantes, que tramitarán su queja a través de la Consellería de Presidencia, competente en esta materia, responsabilizan al Concello de lo ocurrido, «como supuesto organizador de las actividades que se realizaron este fin de semana». Lo acusan de ineficiencia, «por la carencia, más que absoluta, del debido control de acceso que se debe realizar en espectáculos taurinos para impedir la presencia de menores de doce años en la convocatoria».

En la playa de Vilarello, donde cada año se instala el ruedo, había el domingo colocados numerosos carteles que anunciaban que los menores de doce años no podían acceder al recinto. También el Concello, en los comunicados remitidos a la prensa, hacía hincapié en que los niños debían permanecer fuera del tendido. Sin embargo, algunos entraron en el mismo acompañando a sus padres y familiares. Y eso es, precisamente, lo que denuncian tanto Galicia Mellor Sen Touradas como la asociación animalista Libera.

La Voz de Galicia

El Cejas, Kiko Rivera, y Pontecesures «a reventar».

.La localidad del Baixo Ulla ha vivido un intenso fin de semana.

El Cejas es uno de esos personajes televisivos cuya existencia puede dejar perplejos a quienes ya tienen unos años. Sus temas, construidos con ritmos repetitivos y letras un tanto rudimentarias -mucho «placa-placa», mucho «que te meto», mucho «pin-pin», lo han catapultado a la fama a través de redes sociales como Youtube o Instagram, cosechando su mayor ejército de fans entre la rapazada más joven. Y ese ejército se puso el sábado en movimiento, arrastrando a sus padres consigo, con rumbo a Pontecesures. Allí, de madrugada, El Cejas se subió al escenario, primero, para hacer su espectáculo. Y después, durante más de dos horas, estuvo atendiendo a sus seguidores y haciéndose fotos con todos ellos. El presidente de la asociación Festa Rachada, responsable de la organización de las fiestas del Carmen en la localidad y, por lo tanto, de la visita del televisivo artista, se declaraba ayer encantado con el éxito alcanzado. «Non se recorda a zona da festa tan chea de xente, e eso que é grande», dice satisfecho.

Fotos con todo el mundo

Elías Sanmarco asegura que «non ten nada que ver a personaxe que fai o rapaz, con el como persoa. É un chaval moi agradable, moi educado, que atendeu a toda a rapazada sen unha mala cara ou un mal xesto. Mesmo cando estaba ceando, vírono e enseguida se encheu aquilo de xente, e el sen problema ningún atendeunos a todos». En general, la noche de fiesta fue tranquila pese al tumulto.

La visita de El Cejas forma parte de la estrategia elegida este año por Festa Rachada para lograr llenar Pontecesures durante las celebraciones del Carmen. Y siguiendo esa misma estrategia ayer estuvo en el escenario de la zona portuaria Kiko Rivera, otro fenómeno televisivo, en este caso ya consolidado.

Rivera puso el broche de oro a una jornada en la que hubo sitio para muchas más cosas: desde la sesión vermú hasta los actos litúrgicos, sin olvidar la tradicional marcha de los valeiros por las calles del pueblo. Por la noche, Gran Parada abrió fuego, le dio el relevo a la disco-móvil Eme Music que dejó expedito el camino, a la una y media de la madrugada, al hijo de la Pantoja. «Penso que hoxe, Pontecesures vai reventar», decía, antes de que empezase todo el jaleo, Elías Sanmarco.

La Voz de Galicia

Estas vaquillas merecen un respeto.

Hace un par de años, diversos colectivos animalistas pusieron sus ojos en la Festa da Xuventude de Valga. Un certamen que se desparrama durante un fin de semana completo en el entorno de la playa fluvial de Vilarello. Durante dos días hay de todo: desde música, a las llamadas Olimpiadas de Aldea, en la que los vecinos de la localidad miden sus fuerzas en disciplinas como tirar de la cuerda, o jugar al brilé. Pero, sin duda, el plato fuerte de la celebración es la suelta de vaquillas que desde hace años acompaña el programa. Los animalistas aseguran que, en el ruedo desmontable que se instala en Valga, los animales pasan un auténtico calvario. Normalmente actúan en tardes como la de ayer, rodeadas de sol, envueltas en calor, sacudidas por el polvo, agobiadas por unas gradas que no paran de chillar y aplaudir, acosadas por unos recortadores -profesionales y aficionados- que no paran de cruzarse en su camino.

El Concello de Valga intentó, en su día, replicar a todo ese argumentario. Indicaba el consistorio que los animales reciben un trato exquisito, que esperan a la sombra su hora de entrar en escena y que nadie les hace, en ningún momento, daño. Pero sus palabras no lograron evitar que colectivos como Galicia Mellor sen Touradas haya reunido la friolera de 70.000 firmas contra el espectáculo. Bien es cierto que ese número no ha asustado al gobierno local, que este año ha vuelto a incluir la capea en la Festa da Xuventude. Se celebró ayer, a las seis de la tarde, en un recinto lleno de carteles en los que se indicaba que no iba a ser aquel un espectáculo adecuado para menores de doce años -aunque al espacio, finalmente, se colasen varios-. Bailaora y Gitana iban a ser las dos protagonistas de la tarde. Eran animales pequeños. «Tipo cabuxa», dijo el inspirado speaker del espectáculo. «Isto toréao calquera», señalaba.

En el cualquiera entraron tanto los profesionales como Emilio Colmenero y su tropa, como espontáneos disfrazados de toda guisa: de árbitro de fútbol, de Isabel Pantoja o de enfermera de la Cruz Roja. Algunos de esos recortadores aficionados se lanzaron una y otra vez al ruedo para intentar llamar la atención de los animales, y alguno experimentó el subidón de adrenalina que implica tener el cuerno de una vaquilla a unos centímetros de la piel. El speaker quitaba dramatismo a esos momentos, y espoleaba la risa del público y sus aplausos. Actuaba, también, como altavoz desde el que la organización remachaba que el de ayer, en Valga, era un espectáculo en el que los animales no sufren. En cuanto las vaquillas parecían cansadas, se les daba una pausa. Al fin y al cabo, «estas vaquillas merecen un respecto».

La Voz de Galicia