Los restaurantes tienen lista de espera para consumir lamprea, que se vende a 50 euros la pieza.

Hosteleros y pescadores elogian la calidad de los ejemplares que, «a cuentagotas», fueron capturados durante la semana en el Ulla.

A medida que aumenta el caudal del río Ulla parecen incrementarse también las capturas de lamprea en aguas de Pontecesures. Aunque nunca es suficiente, dada la importante demandada de este producto en algunos restaurantes especializados en su elaboración, en los cuales, según confirman sus gerentes y chefs, «hay lista de espera» entre los clientes más fieles.

«Es cierto que en los últimos días aumentaron las capturas, pero tenemos que estar muy pendientes de nuestros proveedores habituales y pagarles bien para que nos abastezcan y nos traigan el producto a medida que lo vayan capturando», explican en uno de los establecimientos.

«De momento la lamprea llega a cuentagotas, y aunque no pudimos atender todos los pedidos que teníamos, nos vamos arreglando», manifiestan en Casa Farrucán, un negocio asentado a orillas del Ulla -en el Concello de Padrón-, justo donde se encuentran los pantalanes que emplea el colectivo de valeiros.

«A precio de oro»

En este caso pagan cada ejemplar «a 50 o 55 euros», y por lo que parece es la tarifa que se maneja en la mayoría de negocios hosteleros del entorno, desde Padrón y Pontecesures hasta Santiago, Valga o Catoira, donde los clientes que se confiesan amantes del primitivo pez y saben apreciar el sabor y textura de su carne no dudan en pagarlo casi «a precio de oro».

Aunque nada que ver, claro está, con lo sucedido con las dos primeras piezas de la temporada; aquellas que fueron a parar al restaurante Santiaguiño por importe de 150 euros, cada una de ellas.

Siete en una semana

Las habían capturado, cabe recordar, los valeiros Ramón Martínez Agrasar y su esposa, Tania Rodríguez, a bordo de la embarcación «Viviana»; en la que ayer capturaron otro ejemplar, elevándose a siete el número de piezas obtenidas en esta lancha desde el pasado lunes.

También estos pescadores, con puerto base en Pontecesures, indican que están vendiendo actualmente sus capturas «a 50 o 60 euros la pieza», ya que «de momento hay mucha demanda y poco producto, que además tiene muy buen tamaño».

A la bordelesa

Otros valeiros, parece que los menos, marcan un precio de entorno a 45 euros y solo abastecen a sus clientes habituales, que como en los demás casos son restaurantes especializados en la preparación de este pez cartilaginoso, que en la inmensa mayoría de las ocasiones es cocinado al estilo bordelesa.

Habrá que esperar un tiempo, hasta que el caudal suba más y la lamprea sea abundante -si las cosas marchan como espera el sector- para poder adquirirla a entre 25 y 35 euros, e incluso para tener la opción de conseguirla a título particular, ya que hasta entonces los restaurantes tienen prioridad absoluta.

En lo que coinciden absolutamente todos los pescadores y hosteleros consultados es en decir que «las lampreas que están entrando este año tienen una calidad enorme y muy buen tamaño».

Faro de Vigo

En Fitur y Xantar para corregir la precaria estructura promocional.

Pontecesures quiere dar un salto de calidad en materia turística. Consciente de la importancia y necesidad de situarse en los diferentes escaparates promocionales, pero también de la precaria estructura municipal en la materia, el alcalde está dispuesto a revertir la situación. Apuesta por la presencia de su localidad en acontecimientos como la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que se celebra en Madrid entre los días 17 y 21 del mes en curso; la ourensana Xantar, la única feria internacional de turismo gastronómico acreditada de la Península Ibérica, entre el 31 de este mes y el 4 de febrero; o el Salón Internacional del Club de Gourmets, un punto de encuentro entre fabricantes de productos delicatessen, del 7 al 10 de mayo. La intención de Vidal Seage es acudir a esas citas este mismo año «para empezar a preparar nuestra presencia futura en las mismas con todo tipo de material y ofertas, sobre todo dando a conocer tanto nuestra lamprea como nuestro papel en la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla o en el Camino de Santiago», explica el regidor. En los próximos meses pretende incidir en la elaboración del material preciso para que el año próximo la estructura promocional de la villa esté a la altura.

Faro de Vigo

Denuncian ante Renfe que es habitual viajar gratis en tren entre Santiago y Vigo.

Parece frecuente si se sube al tren en Pontecesures o Catoira -Luis Sabariz, que lo achaca a la carencia de interventores y demanda mayor control de billetes, confiesa haberlo hecho.

Un tren detenido en el apeadero de Pontecesures.

Las quejas por la ausencia de interventores en algunos trenes ya se habían producido en ocasiones anteriores, e incluso se dio traslado de la situación a Renfe y al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Pero la situación se mantiene, de ahí que ahora esa denuncia se plantee a modo de reclamación formal, exigiendo mayor control en los desplazamientos ferroviarios efectuados en la línea Santiago-Vigo.

Una vez más es Luis Ángel Sabariz Rolán, exconcejal de Pontecesures, usuario habitual del tren y portavoz de la comisión creada en defensa del servicio ferroviario de proximidad, el que pone el dedo en la llaga y alerta de la situación creada, exigiendo mayor control de los pasajeros que, como él, realizan el recorrido entre el Ullán y la ciudad de Pontevedra.

Muchos pueden pensar que se equivoca al denunciar esta situación, que actúa con exceso de celo y que de este modo perjudica a quienes viajan gratis gracias a la falta de control sobre los billetes a bordo del tren.

Pero en realidad Luis Sabariz cree que al actuar de este modo lo hace en defensa de los intereses del conjunto de la ciudadanía, ya que si no hay interventores suficientes y no existe un control riguroso de los viajes entre Pontecesures y Vilagarcía, o desde Catoira a Pontevedra o Vigo, por poner un par de ejemplos, lo que sucede es que se desploman las estadísticas de usuarios.

Y si esos viajeros no adquieren billete tampoco figuran como usuarios y no consta su empleo del tren desde apeaderos como Padrón, Pontecesures o Catoira, por lo que esas pequeñas estaciones corren el riesgo de desaparecer, al igual que todo el servicio de cercanías.

Esa es la reflexión que desde hace años plantea el portavoz de la plataforma en defensa del tren de proximidad Vilagarcía-Santiago, de ahí que se muestre convencido de que en lugar de callarse y seguir viajando gratis es mejor actuar de forma «legal y transparente», haciendo constar los datos reales de usuarios de este servicio.

Lo considera «fundamental» para que las estadísticas de utilización del tren no se desplomen y que en el futuro los vecinos de municipios del bajo Ulla puedan seguir beneficiándose del tren de cercanías, al igual que los de otros muchos municipios situados entre Vigo y Santiago.

La primera de sus reclamaciones formales ante Renfe la planteó el pasado 24 de noviembre. Tras viajar en un tren de la línea Coruña-Vigo que tomó en Pontecesures a las 6.37 horas, Sabariz alertó de que «hoy y la mayoría de los días de noviembre, como en meses anteriores, no había interventor y viajé gratis, con menoscabo de las estadísticas de transporte por la vía convencional», alegando además que «tampoco hay interventor en otros trenes».

De este modo, para hacer valer sus reivindicaciones, Sabariz no dudaba en autoinculparse. «Subo en Pontecesures y no pasa el interventor a cobrar, de forma que me apeo del convoy sin pagar», asegura.

Y lo mismo hacía nuevamente con una reclamación oficial que firmó y remitió a Renfe el pasado día 10, explicando en ella que «durante este mes de enero prácticamente ningún día hubo interventor en el tren 12411 y viajé gratis, como todos lo que subimos en Padrón, Pontecesures y Catoira».

Es decir, «todo igual o peor que en la denuncia del 24 de noviembre», lamentaba el propio usuario pontecesureño, que terminaba su reclamación insistiendo en que «tampoco hay interventor en otros muchos trenes diesel que circulan por la vía convencional».

En este sentido, hay que tener en cuenta que «todos los trenes de alta velocidad que circulan entre A Coruña y Vigo, y viceversa, tienen que llevar obligatoriamente interventor, pero no los hay en todos los trenes diesel que circulan por la vía convencional, resultando evidente que la plantilla actual de interventores no es suficiente para cubrir ambos trayectos», denunciaba ya Sabariz hace un año.

Para concluir que «el número de viajeros crece en los apeaderos de Catoira, Pontecesures y Padrón, siendo un notable éxito la permanencia del servicio ferroviario por la vía convencional, aunque la falta de interventores haga que los datos estadísticos no sean tan positivos, porque no son reales».

Faro de Vigo

Cifran en unas 16.000 las personas que pueden usar el tren sin comprar billete.

Luis Sabariz, en su etapa como concejal.

A la espera de conocer y analizar minuciosamente los datos estadísticos de 2017 referidos a la utilización del tren , Luis Sabariz se aferra a los de 2016 para insistir en que son «demasiados» los usuarios que viajan gratis en el servicio de cercanías. Según había explicado en su momento, los hacen unas 16.000 personas desde las estaciones de Pontecesures, Catoira y Padrón.

Ya en abril del año pasado el portavoz de la comisión en defensa del tren de cercanías advertía de que «las estadísticas nos pueden perjudicar y pueden hacer que se pierdan servicios de manera injusta, por lo que Renfe, que conoce perfectamente la situación, debe transmitirla al Ministerio de Fomento».

Es precisamente en base a los datos manejados por Renfe alusivos a 2016 cómo Sabariz relata que, «sorprendentemente bajaron en las estaciones del Ullán 56.646 usuarios, mientras que solo habrían subido 40.156». La explicación es que «bastantes trenes viajan sin interventor, con lo cual nadie cobra el servicio a los usuarios de los apeaderos de Catoira, Pontecesures y Padrón, donde las estaciones están cerradas y no se despachan billetes».

Sin computar

Al hilo de esta «diferencia abismal» en favor de las bajadas, manifiesta que «hay que añadir otras subidas o bajadas de apeadero a apeadero, en Catoira, Pontecesures, Padrón, Arcade y otros similares, porque cuando no hay interventor no se computa ni la subida ni la bajada».

A su juicio, «resulta insólito que desde Padrón, Pontecesures y Catoira solo subieran en viaje a Santiago de Compostela 5.663, 5.132 y 3.621 viajeros, respectivamente, mientras que procedentes de la capital de Galicia bajaron en dichas villas, 7.480, 8.729 y 4.282 viajeros, respectivamente».

Lo que quiere decir es que «en total se produjeron 14.416 subidas y 20.491 bajadas; y más de 6.000 viajeros de diferencia parece imposible».

Por si fuera poco, aunque «hay convoyes que sí llevan revisor, no le da tiempo a cobrar el billete cuando son muchos los viajeros que suben y los trenes están llenos».

Asimismo, «en los bonos de diez viajes expedidos por las estaciones no se computan las subidas en estos apeaderos, ya que los interventores (cuando los hay) anotan los viajes de forma manual en las tarjetas sin incidencia luego en las cifras oficiales».

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