A Biblioteca Muncipal de Pontecesures, outra vez pechada.

Despois de estar pechada unha boa tempada a principio de ano por unha baixa médica da traballadora encargada do servizo, neste mes de xullo de 2014 permanece pechada a Biblioteca Municipal de Pontecesures situada na rúa Raimundo García Domínguez «Borobó», agora polas vacacións da traballadora.

Tampouco o goberno local vai contratar a ninguén para que o centro siga aberto durante o verán. Parece que as críticas dos usuarios danlle o mesmo, e así resulta lamentable o feito de que se suspenda o servizo de retirada de libros (fundamental para os escolares que precisan recuperar materias) ou o servizo de «Internet nas bibliotecas» que utilizan moitos peregrinos que pasan pola nosa vila percorrendo o Camiño Portugués da Ruta Xacobea.

Xa a asociación de bibliotecarios de Galicia criticou en febreiro pasado a política deficitaria do goberno municipal de Pontecesures no eido cultural sobre todo nesta época de crise económica, pero o goberno fixo caso omiso. Logo de recibir varias subvencións ao 100% da Deputación e da Xunta para fomento de emprego contratando persoal, non é quen de enviar a ningún traballador administrativo á biblioteca para mantela aberta todo o verán.

En fin; que temos ás outras administracións tratando de adoptar medidas para manter no posible os servizos, mentres o goberno local de Pontecesures critica os recortes pero en realidade elimina este servizo básico sen dar máis explicacións. Moito falar de progresismo e de cultura, pero dos usuarios da biblioteca non quere saber nada.

Luis Ángel Sabariz Rolán
Concelleiro da ACP Pontecesures

??Xoán Po??reás? sale a escena en Pontecesures setenta años después.

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El legado de Raimundo García Domínguez, ??Borobó?, sigue latente en Pontecesures once años después del fallecimiento del escritor y periodista. Su villa natal le rindió el pasado viernes un homenaje póstumo que lideró el grupo de teatro de la ANPA del colegio de Infesta. Dirigidos por Yolanda Aldrei, los escolares llevaron por primera vez a escena la obra ??Xoán Po??reás, burlador de demos?, escrita hace setenta años por su insigne paisano.
Sobre el escenario del Centro Social, que se quedó pequeño para la ocasión, los jóvenes actores cesureños arrancaron los aplausos del público que abarrotaba la sala. Entre los espectadores se encontraban Jorge Campaña, en representación de la Asociación Cultural ??Borobó? de Boiro, y muchos familiares del autor de los ??Anacos?, fallecido en agosto de 2003 y cuyas cenizas reposan en el cementerio de Pontecesures. Destacó la presencia del hijo de ??Borobó?, que colaboró muy activamente en el éxito de esta iniciativa del grupo de teatro de la ANPA. Además, el descendiente de Raimundo García hizo entrega al edil Roque Araújo de varios ejemplares de ??Xoán Po??reás, burlador de demos? que a partir de ahora pasarán a formar parte de los fondos de la biblioteca municipal, en donde estarán a disposición de todos los cesureños que quieran acercarse a la obra del que fue considerado por muchos como ??maestro de periodistas?.

Diario de Arousa

Buscando la cura para el desarraigo en Pontecesures.

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La de Manuel Castro Cajaraville es una historia triste, de emigración y de desarraigo. A principios del siglo pasado, cuando era un niño de seis años, se quedó huérfano «y no hubo quien lo arropase». Así que aquel rapaciño «se metió en un barco» y se fue a América, donde tenía dos hermanas. «Me han contado que se fue de polizón». Quien nos cuenta esta historia es María Alejandra Castro, la nieta de aquel pequeño. Habla con ese acento que quienes se han criado en la Ciudad de la Plata, en donde su abuelo echó el ancla tras cruzar el Atlántico. Ella, que también es emigrante -vive en Brasil desde hace mucho tiempo- decidió hace aproximadamente un año empezar a bucear en su pasado familiar. A través de Facebook fue tejiendo una red de amigos en Pontecesures y hace dos semanas pisó por primera vez la tierra a la que su abuelo «nunca pudo volver».

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Desde que llegó aquí, Alejandra no ha parado de buscar pistas sobre su pasado. Ha podido rastrear sus orígenes hasta sus tatarabuelos, pero no ha encontrado a nadie a quien pueda considerar familiar, aunque sea lejano. Por no hallar, no ha dado siquiera con la tumba de su bisabuelo. Y eso que ha recorrido varias veces el cementerio, y que los vecinos con los que se encuentra en el camposanto le echan una mano. Sabe, eso sí, donde hay enterradas personas fallecidas hace casi cien años que compartían apellidos con Manuel Castro Cajaraville. «Aquí había poca gente, muchos de ellos serían familia de mi abuelo. ¿Cómo se pudo quedar tan solo un niño de seis años?», pregunta. Y su voz cede, aunque solo ligeramente, a una emoción formada a partes iguales por rabia y tristeza.

Y por desarraigo. Porque es el desarraigo lo que ha hecho que Alejandra quisiese viajar a Pontecesures y bucear en su pasado. Desde que empezó a desandar el camino de su antepasado, esta mujer decidida y emprendedora acaricia la idea de dejar Brasil para instalarse en España. Y es que en el país del Mundial nunca ha dejado de sentirse como una extranjera. «Mi abuelo vivió toda su vida en Argentina y nunca tomó la nacionalidad de allá. Y yo llevo casi treinta años en Brasil y tampoco asumí la nacionalidad». ¿Por qué? «Por el desarraigo. El desarraigo es terrible». Y ella siente esa desazón de quien no ha encontrado su lugar. «Tu puedes hacer tu casa, pero no haces tus raíces», reflexiona. Esperaba encontrar aquí, en Pontecesures, ese «amparo» del que se siente huérfana. Y eso, sentencia, que tiene una hermosa familia, una empresa que atender, una casa construida y otra que está levantando con sus propias manos. «Me cansé de esperar por los obreros, así que hice un curso de albañilería», sentencia.

Esa anécdota sintetiza el carácter de Alejandra, una mujer que llegó a España dispuesta a explorar la posibilidad de trasladarse aquí con su empresa de confección y fabricación de ropa de ballet. Vino cargada con moldes y piezas de ropa para, si se terciaba, ir sentando las bases de su negocio, pero el entusiasmo parece estarse diluyendo. La falta de noticias sobre su familia y, sobre todo, la burocracia, están agotando su espíritu y su tiempo.

Y es que, aunque tiene la nacionalidad española y todos los papeles en regla -«ni siquiera quise entrar como turista»-, a Alejandra no le quieren dar el DNI «porque dicen que en mi partida de nacimiento falta un sello que ponga ?para DNI?. ¿Por qué no me lo dijeron antes?». Sin carné se siente con las manos atadas. «No puedo ni contratar Internet y tengo que ir todas las tardes a la biblioteca para usarla», sentencia.

Alejandra no sabe cuánto tiempo más se quedará aquí. De hecho, ya está buscando un pasaje de vuelta a Brasil, donde la espera su familia y sus negocios, fruto de toda una vida «de trabajo y trabajo y trabajo». Pero, como tiene carácter de luchadora, igual se queda aún un poco más, aunque solo sea para intentar cumplir el sueño de «poner una placa» en la tumba de su bisabuelo.

La Voz de Galicia

Valga viaja hasta Noia para honrar la figura del Padre Isorna.

isorna

El alcalde de Valga, José María Bello Janeiro, acompañado de varios de los integrantes de su grupo de gobierno, se desplazó ayer hasta el convento de Noia para homenajear al Padre Isorna. Nacido en la parroquia valguense de Noia, Isorna es hijo predilecto de la localidad y ayer cumplió 93 años de edad. Este homenaje viene realizándose desde que el emblemático religioso cumplió los 90 años de edad a modo de reconocimiento de toda su trayectoria y por haber ayudado a difundir el nombre del Concello de Valga.

El religioso se ha destacado por ser fiel a la tierra que le vio nacer desde el principio, como lo demuestra el haber dejado gran parte de su legado a la biblioteca municipal en 2011. Esa cesión, de más de 15.000 volúmenes permitió al Concello crear la primera biblioteca pública sobre teología, la cual se encuentra en el cuarto piso del auditorio municipal. A esa inauguración acudió el propio Padre Isorna, e incluso, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

Desde aquel entonces, Valga puede presumir de ser uno de los lugares más frecuentados por estudiosos de teología, lingüistas y otros sectores muy similares gracias a un compendio de obras que no solo abordan la teología propiamente dicha, sino que también bucean en disciplinas como la literatura, el arte o la filosofía.

Faro de Vigo

El instituto de Valga se reúne con Antón Riveiro Coello.

El Club de Lectura que organiza la biblioteca del Instituto de Educación Secundaria de Valga cuenta este mes con la presencia del escritor Antón Riveiro Coello. La cita es hoy, desde las 16,30 horas, en el propio centro educativo.

De este modo los asistentes van a poder escuchar de primera mano todo tipo de explicaciones sobre la vida y obra del autor, pero sobre todo en relación con su obra «As rulas de Bakunin».

Con este trabajo recibió el premio García Barros, así como el Álvaro Cunqueiro de narrativa, en el año 2000.

Con «As rulas de Bakunin» el autor ejerce «un acto de rebeldía» con el que recuperar «la memoria de los héroes silenciosos que lucharon por la libertad». Es el caso de «Camilo Sabio Doldán, un viejo anarquista casi centenario que vivió la guerra, la cárcel y el exilio».

Así lo explica el responsable de la biblioteca, Miguel Fernández, que además de referirse a esa novela como una obra en la cual «el temor intenso de los paisajes del pasado conmueve e impresiona», dice de Antón Riveiro Coello que es «uno de los narradores más premiados de entre los surgidos en la literatura gallega en las últimas décadas».

Y acto seguido pasa a aclarar que Riveiro Coello publicó novelas como «Valquiria», «A historia de Chicho Antela», «A quinta de Saler» o «Animalia», con las que obtuvo importantes reconocimientos.

Faro de Vigo

 

«Valquiria», «A historia de Chicho Antela», «A quinta de Saler» o «Animalia», con las que obtuvo importantes reconocimientos.