«O único responsable desta situación rocambolesca non é outro que o PSOE, que avalou unha candidatura que viña marcada pola deslealdade desde o seu primeiro momento». Con esta claridad se expresó ayer la responsable comarcal del BNG en Pontevedra, Anxos Ribeiro, que se desplazó a Pontecesures para valorar, junto a los miembros del BNG local, la situación creada en este Concello tras el pleno del sábado.
Na Prensa
Angueira califica de «esperpento» y «burla ós veciños» la investidura de Castro como alcaldesa
El Bloque Nacionalista Galego de Pontecesures rompió ayer su silencio tras la polémica investidura de Maribel Castro para calificar lo sucedido en el Pleno de toma de posesión ?en el que el PSOE y el PP apoyaron a la independiente? como una «tomadura de pelo ós veciños», una «burla» y un «esperpento». El BNG responsabiliza completamente de lo sucedido al Partido Socialista, por haber confiado en Luis Sabariz para liderar su candidatura. Luis Álvarez Angueira está convencido de que el apoyo de Sabariz a Castro se debe exclusivamente a una «vendetta» para arrebatarle la Alcaldía y critica que haya antepuesto «os seus intereses persoais por enriba do benestar do pobo e da cidadanía».
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Concello
La alcaldesa de Cesures le retira el móvil a Angueira y cambia todas las cerraduras.
Si es cierto que una imagen vale más que mil palabras, la foto que simboliza a la perfección el cambio de gobierno en Pontecesures se produjo ayer a las puertas del Centro Social. El que hasta hace cuatro días fue alcalde del municipio tuvo que aguardar, junto con sus compañeros de partido, a que una agente de la Policía Local se acercase al inmueble para abrir la puerta con su correspondiente llave. Angueira ya no tiene acceso directo a las infraestructuras municipales, ya no está en el poder. Tampoco tiene las llaves del Concello porque Maribel Castro ordenó cambiar la cerradura del Consistorio el lunes. Ayer recibió además otro «recado»: una notificación en la que se le insta a devolver el móvil de la Alcaldía y su tarjeta.
Na Prensa
Indignidad democrática
ENTRE LÍNEAS (Firma: XURXO MELCHOR)
SITUACIONES como las que se han dado en Pontecesures son, por indignas, un atentado contra la democracia y una burla a los ciudadanos. Los cesureños van a tener como alcaldesa a la candidata menos votada. Apenas doscientos sufragios le valdrán para aferrarse al poder. Pero la actitud de Maribel Castro no es indigna. Ella se ha votado a sí misma y ha sido consecuente. Tampoco lo es la del PP, que ha aprovechado una oportunidad para desalojar del poder a su rival político, el BNG. Sí es indigna la actuación de Luis Sabariz. No le llamaré socialista, porque está claro que sólo se travistió con esas siglas para obtener unos votos para poder después traicionar a sus votantes y abochornarnos a todos. Sabariz se ha apuntado a la política del todo vale, hasta pactar con el PP y contra los socios del partido al que representaba. Es una vergüenza que con el dinero de todos haya concejales que, como Sabariz, se dediquen a trasladar al Concello sus infantiles rabietas de patio de colegio. La política es algo mucho más serio. Y no digamos ya la democracia.
Na Prensa
El PSOE se anticipa y expulsa a sus dos ediles de Pontecesures
El PSdeG-PSOE se anticipó ayer en la aplicación de las medidas disciplinarias contra los incumplimientos del acuerdo marco de gobernabilidad suscrito por el Bloque, y lo hizo utilizando la cirugía en Pontecesures. El secretario de organización del PSdeG, Ricardo Varela, dio instrucciones para expulsar de la formación a quienes hasta ayer eran los dos ediles socialistas de Cesures, Luis Ángel Sabariz y Alfonso Diz, que rompieron la disciplina interna al negarse a investir como alcalde al candidato del BNG, votando en su lugar por la independiente Maribel Castro, que se convirtió en regidora pese a haber obtenido una sola acta de las once posibles.
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Na Prensa
SABARIZ SE VEÍA VENIR
(Editorial en Diario de Arousa)
El panorama político de Pontecesures continúa convulsionado tras el nombramiento de la independiente Maribel Castro como alcaldesa con los apoyos del PP y de los dos ediles socialistas, entre ellos Luis Sabariz, que consiguió su objetivo de impedir el acceso a la Alcaldía al líder del BNG, Álvarez Angueira. Sabariz cumplió su palabra. Durante la campaña repitió hasta la saciedad que no apoyaría la investidura de Angueira. Se lo dejó claro a los dirigentes del PSOE cuando lo «ficharon», pero, o no lo oyeron, o no lo quisieron oír. Si bien es cierto que Sabariz debía haber acatado la disciplina interna del partido, no lo es menos que él fue de cara. Su postura fue siempre la misma. Se veía venir…