Los excrementos de los perros abundan en las calles de Pontecesures.

Muchas son las quejas de vecinos que tienen que ir sorteando por las calles del centro de Pontecesures los excrementos de los perros que non son retirados por los propietarios de los animales. En concreto en las calles Rosalía de Castro, Estación, Castelao y Carlos Bóveda la situación es preocupante con excrementos en aceras, en la calzada e incluso en las bajadas a los garajes de los vehículos.

Ante la irresponsabilidad de las personas propietarias de los animales de compañía que se despreocupan de las deposiciones no recogiendo las mismas en la vía pública, se insta al gobierno local a que adopte medidas encaminadas a perseguir y sancionar estas prácticas contrarias a la salud y a la higiene más elemental.

Pontecesures, 17/03/15

Luis Ángel Sabariz Rolán
Concejal de ACP Pontecesures

La Audiencia absuelve a Busto de la apropiación de cuadros del fallecido pintor Carlos Bóveda.

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Jesús Busto, en el banquillo de los acusados de la Audiencia en Santiago.

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de A Coruña absolvió a Jesús Busto Peteiro, que en la actualidad preside la asociación solidaria Amigos de Galicia con sede en Vilagarcía, de los delitos de apropiación indebida y de estafa por los que fue acusado al no poder probarse que se haya quedado con obras del conocido y ya fallecido pintor Carlos Bóveda del que fue marchante.

La acusación particular, ejercida por la viuda del artista, solicitaba diez años de prisión, cinco por cada uno de los delitos que le imputaba, además, en concepto de responsabilidad civil, la cantidad de 330.000 euros por los óleos y otros 54.000 euros por los dibujos que, según dijo, no le devolvió.

Los hechos probados en la sentencia explican que en el año 1995, el acusado Jesús Busto y el pintor David Carlos Bóveda Centrón «llegaron a un acuerdo verbal en virtud del cual, el primero se comprometía a difundir en Galicia la obra del mencionado artista».

Agrega que a raíz de dicho acuerdo «a lo largo de varios años, Carlos Bóveda entregó al acusado diferentes cuadros para que éste organizara exposiciones o los destinara a la venta, autorizándole a que vendiera los trabajos en su nombre a cambio de lo cual recibiría una comisión por cada venta realizada».

En concreto, entre los años 1995 y 2000, bien personalmente o por correo desde Argentina, «Carlos Bóveda entregó a Jesús Busto, al menos 163 pinturas» de modo que «una parte de esta obra fue vendida, algunos cuadros fueron donados a distintas personas e instituciones, otros fueron entregados en pago de distintos gastos como los de enmarcado o los realizados para el montaje de las exposiciones, otros fueron recuperados por Sara Paz Seco y otros devueltos al pintor antes de su fallecimiento, en julio de 2004, sin que exista constancia del número exacto de pinturas que fueron vendidas, las que fueron donados y las devueltas al pintor o a su familia.

La Audiencia coruñesa también entiende que resultó probado durante el juicio que durante los años que se mantuvo dicha relación «era el acusado quien se encargaba de las gestiones relativas al enmarcado de los cuadros que le enviaban desde Argentina y de organizar las exposiciones en distintos lugares de Galicia para mostrar y, en su caso, vender los cuadros de Carlos Bóveda». Pero a la vez subraya que Busto «sufragaba los gastos que conllevaba la realización de tales exposiciones».

A su vez refleja la sentencia que Busto «entregó, a lo largo de esos años, diversas cantidades, procedentes de la venta de los cuadros, aunque su cuantía exacta no consta».

En otras ocasiones, se indica, «el precio obtenido por la venta en exposiciones era percibido directamente por el pintor».

La acusación particular, ejercida por la viuda refiere que en ese quinquenio entregaron «diversos óleos y dibujos al acusado para que éste los donase a museos, organizara exposiciones y procediera a su venta» y añade, «a pesar de que en el año 2004, Carlos Bóveda le requirió para que entregase la obra no vendida, el acusado se habría quedado con 98 óleos y 54 dibujos».

En los fundamentos jurídicos, el tribunal discute desde el principio el hecho de que se imputase el doble delito a Busto y, en este sentido, subraya que «mientras que en la estafa el elemento esencial -del delito- es el engaño; la apropiación indebida se fundamenta en el abuso de confianza que el sujeto pasivo depositó en el autor del delito».

Por otra parte, resalta el hecho de que a la vista de las pruebas practicadas en el juicio «no resulta acreditado la comisión de uno u otro delito pues no se ha practicado prueba de cargo suficiente que permita desvirtuar la presunción de inocencia de la que goza el acusado y que exige a la parte acusadora demostrar los hechos delictivos».

Por el contrario, el tribunal considera que la relación entre Busto y Bóveda era la de un contrato «en virtud del cual, y a cambio de un precio (la comisión), el acusado se comprometía a vender y difundir la obra pictórica».

Por tanto, explica el tribunal en la sentencia, «la supuesta estafa imputada al acusado se trataría de un negocio jurídico criminalizado definido por la jurisprudencia como aquel en el que el contrato se erige en instrumento disimulador, de ocultación, fingimiento y fraude. Son contratos procedentes del orden jurídico civil o mercantil, con apariencia de cuantos elementos son precisos para su existencia correcta, aunque la intención inicial, o simultánea de no hacer efectiva la contraprestación, o el conocimiento de la imposibilidad de hacerlo, define la existencia del tipo penal».

Agrega el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia que en este tipo de negocios «la intención de engañar debe inspirar la conducta del sujeto activo desde la iniciación del negocio fraudulento».

El tribunal de A Coruña subraya que en el supuesto de autos «son numerosas las dudas que subsisten después de celebrado el juicio» pues no se sabe ni el número de cuadros y dibujos, no se han identificado muchos de los cuadros entregados, tampoco se sabe cuántos y qué cuadros fueron vendidos o donados, o el importe de las ventas realizadas.

El artista recuperó gran parte de su obra.

La acusación particular realizó un relato de hechos que no resultó creíble al tribunal pues según esta versión»el acusado habría vendido cuatro cuadros (de la exposición del Hostal de los Reyes Católicos), un cuadro habría sido regalado y todos los restantes no recuperados se los habría apropiado»

Respecto a la recuperación de obra de Bóveda por parte de la viuda, el tribunal hace especial caso al representante de la galería «Apolo Arte» quien manifestó en el juicio que tras consultar sus apuntes, la denunciante retiró veinte cuadros el 17 de julio de 2002; 11 cuadros, el 9 de agosto; y 16 cuadros el 30 de agosto», además de otros tres que la mujer dijo se llevó al mes siguiente de esta galería.

De ello deduce el tribunal que según la versión de este testigo «la denunciante habría retirado de su galería casi el doble de cuadros de los que ella reconoce y además, esos cuadros los retiró antes de exigir formalmente rendición de cuentas al acusado». Pero el tribunal tiene todavía más dudas en este conflicto, en particular sobre el dinero recibido, pues la denunciante indició que el acusado no les entregó cantidad alguna hasta el año 2000.

Sin embargo, en el juicio, ante las preguntas del fiscal, la denunciante reconoció que Busto le entregó el precio de alguna obra y también «reconoció que el acusado le daba el dinero a Carlos Bóveda en un sobre o en dinero en efectivo cuando se encontraban en fiestas o en exposiciones y que se lo entregaba cuando ella estaba presente, aunque, en algunas ocasiones, se lo daba cuando ella no estaba delante».

Además hubo testigos como Juan Carlos Portos, Eduardo Sánchez y Manuel Ignacio Piñeiro que declararon haber visto como el acusado le entregaba cantidades importantes de dinero en efectivo a Carlos Bóveda. el primero de ellos llegó a indicar que vio como le entregó en una ocasión entre 5 y 7 millones de pesetas.

Se menciona además la obra que se entregó a los museos de Lugo y Ourense, entre otros.

Faro de Vigo

A Fiscalía pide a absolución do acusado de estafar ao pintor Carlos Bóveda.

A fiscalía pediu este xoves a «libre absolución» para o promotor cultural Jesús Busto Peteiro, acusado de apropiación indebida e de estafa ao tratar co pintor Carlos Bóveda, xa falecido, a entrega de até 118 óleos para a súa doazón temporal a museos, os cales, di a familia, non foron devolvidos, punto que o procesado nega.
A defensa de Jesús Busto, exercida polo letrado Manuel Martín, reclamou á acusación particular, que recae nos herdeiros, o importe de 50 por cento dos custos procesuais ao evidenciar o «gran prexuízo» ocasionado ao seu patrocinado con este caso de repercusión pública, sendo Busto o presidente dunha asociación sen ánimo de lucro como é Amigos de Galicia.

Ao final do xuízo, que transcorreu entre onte e hoxe na sección sexta da Audiencia Provincial da Coruña, con sede en Santiago, o ministerio fiscal solicitou a libre absolución para o imputado, pois «non se trata dun delito de apropiación», xa que quedou constatado que o pintor natural de Padrón (A Coruña) cedeu porque así o quixo os cadros a este promotor cultural e para o labor de promoción.

Igualmente, incidiu o ministerio público en que «non hai forma de saber» cantos cadros foron entregados ou vendidos entre o período comprendido entre 1993 e 2004, e «é imposible de probar» xa que non existe unha relación das obras de Carlos Bóveda.

«Son dúas hipóteses enfrontadas sen ningunha proba», remarcou o representante do ministerio fiscal.

Ademais, o fiscal dixo, ante a acusación de estafa formulada contra o imputado por non retribuír de forma íntegra ao pintor o diñeiro polas súas obras, que o acusado, «non sabemos se ben ou mal», realizou o traballo que lle foi encomendado e iso, sinalou, «ten un custo».

Por súa vez, o avogado que representa a Busto Peteiro afirmou que o escrito de acusación sobre o seu patrocinado non é só «temerario», senón tamén «constitutivo de manifesta mala fe».

Nese sentido, insistiu en que por parte dos demandantes existe un «motivo soterrado» para realizar a acusación en que reclamaban dúas penas de cinco anos cada unha para o seu defendido.

Polo contrario, o avogado da acusación particular, que exercen os herdeiros, o letrado José Ramón Sánchez, mantivo a súa demanda e a reclamación dos 118 cadros que, supostamente, detallou, aínda conserva no seu patrimonio o acusado.

Alén diso, sostivo que esta mesma actuación de «engano» a Bóveda, o imputado realizouna con outros pintores como o tamén galego Nelson Zumel.

Antes de quedar o xuízo visto para sentenza, o procesado lamentou o «dano» que esta acusación puido causar ás «actividades sociais e benéficas» que el realiza.

Destacou tamén que a súa relación co pintor Carlos Bóveda foi boa, e así se mantivo sempre até que faleceu no pasado 2004.

El Correo Gallego

Jesús Busto asegura que devolvió todos los óleos a Carlos Bóveda.

Bov1

El promotor cultural Jesús Busto Peteiro, acusado de apropiación indebida y estafa al tratar con el pintor Carlos Bóveda, ya fallecido, la entrega de hasta 118 óleos valorados en 330.400 euros para su donación a museos, ha alegado hoy que él devolvió la totalidad de esas piezas.

En la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, el procesado ha defendido que el artista lo contactó para que diese «a conocer» su obra en España, puesto que él estaba emigrado con su familia en Argentina, y para ello le cedió en varias ocasiones cuadros suyos.

«Surge de él la idea», ha subrayado en la vista oral el hombre que se sienta en el banquillo.

El imputado, para el que la acusación particular pide una condena de diez años de prisión, así como una indemnización, ha explicado que durante casi 20 años intentó promocionar las pinturas de Bóveda, exponiéndolas en galerías y también por medio de la venta directa a particulares.

Y esta fue una relación que, ha testimoniado, siempre funcionó de la misma manera: cada vez que Bóveda y su familia volvían a Galicia se le entregaba el dinero correspondiente a cada exposición o venta, «en sobres y metálico», puesto que en su trato apenas usaban recibo.

De este modo, ha sostenido que nunca tuvieron problemas hasta el año 2004, cuando Bóveda le reclamó sus pinturas, algo que ya habían acordado.

Busto Peteiro ha considerado que el pintor nacido en Padrón (A Coruña) lo «utilizó» como promotor, queriendo que trabajase «gratis» para él, por lo que, en base a su relato, gestionar las pinturas de Bóveda le repercutió «con más gastos que beneficios».

En este sentido, ha contado que las pinturas que Bóveda enviaba desde Argentina llegaban sin enmarcar y debía encargarse él, así como de reservar las salas expositivas, y de pagar los costes derivados de ello, para lo que nunca recibió dinero alguno.

Además, ha destacado Busto Peteiro que en el plano personal, como presidente de la asociación sin ánimo de lucro Fundación O Grelo-Amigos De Galicia, envió 18 inyectables a Carlos Bóveda para combatir el cáncer que éste padecía y que lo llevó a la muerte.

En contraposición a este relato, la acusación ejercida por la esposa del ya fallecido pintor, Sara Paz, ha defendido en sede judicial que fue el imputado quien convenció al pintor para que le entregase siete cuadros en 1993 con la intención de ser donados a diferentes museos de Galicia, de forma que ése fue el inicio de la relación de «pseudo-amistad» entre ambos.

Después, y siempre según Paz, el promotor solicitó al artista nuevas obras para promocionar y vender, sobre las que apenas «rendía cuentas», a pesar de que Carlos Bóveda y ella misma se lo reclamaron «mil veces».

Por ello, Paz ha insistido en que ella tiene registrados todos los pagos realizados por el imputado a favor de Bóveda y ha agregado que en ningún caso éstos «completan la obra» que falta del autor.

Ya en Galicia, y poco antes del fallecimiento del pintor, la familia se enteró de que muchas de las obras que el acusado supuestamente donó a museos e instituciones nunca habrían llegado a su destino, por lo que en 2004 «revocaron» el poder que permitía a Busto «mover» la obra de Bóveda.

Además, se realizó una denuncia para recuperar los cuadros desaparecidos, y sobre este aspecto el imputado sostiene que en 2014 entregó en un juzgado de Padrón los últimos catorce, aunque la familia sigue reclamando más de un centenar.

En la vista también han declarado un comprador de arte amigo de familia Bóveda a quien presuntamente quisieron vender algunos de los cuadros que faltan del autor, y la sobrina de Bóveda, la cual entregó cuadros al imputado a pesar de no recordar ni cuántos ni cuáles: «Entre 20 y 30», ha indicado.

El juicio continuará mañana con las declaraciones de directores de museos de Galicia y entendidos del arte que mantenían relación tanto con el promotor cultural como con el ya fallecido pintor gallego.

El Correo Gallego

El fiscal pide la absolución del acusado en el caso de los cuadros de Bóveda.

El juicio contra el promotor cultural y presidente de la Fundación Amigos de Galicia, Jesús Busto Peteiro, quedó visto para sentencia con la petición de libre absolución del propio fiscal. La postura del ministerio público, que ya no había apoyado que se celebrase esta vista, deja con escasas posibilidades de prosperar la petición de la acusación particular, que le imputa apropiación indebida y estafa por haberse supuestamente quedado con 118 cuadros del pintor padronés Carlos Bóveda, ya fallecido.

La petición de libre absolución por parte del fiscal satisfizo a la defensa de Busto Peteiro, pero su abogado, Francisco Lago, fue más allá y arremetió en sus conclusiones contra la acusación particular, que ejercen la viuda y los herederos del pintor, por «aprovecharse del sistema legal para otros intereses que en modo alguno son la justicia». Para el letrado, en la vista y ya antes de ella ha quedado demostrado que lo único que se ha buscado ha sido «intentar desprestigiar a una persona que está al frente de una entidad como Amigos de Galicia que maneja dos millones de euros anuales de presupuesto y que se dedica a atender a familias sin recursos».

En ese intento «torticero» de querer desprestigiar a Jesús Busto fundamenta su defensa la petición de que su libre absolución se acompañe en la sentencia del tribunal de la imposición de costas a la acusación particular «por temeridad y mala fe manifiesta».

El abogado defensor destacó que no tiene sentido que los herederos de Bóveda sigan reclamando los mismos 490.000 euros de indemnización que al principio del caso «cuando en el juicio ha sido acreditado que se devolvieron muchos cuadros y que se le pagó mucho dinero».

La Voz de Galicia