Sigue el debate sobre la planta de residuos de Servia de la que se sirve Pontecesures.

El plan B de Serra do Barbanza para la planta de residuos de Servia.

Los seis concellos socios de la Mancomunidad apuestan por adaptar las instalaciones para recibir aceite, textil o compost.

Imagen aérea de las instalaciones de la planta de tratamiento de residuos de Servia, en Lousame.
Imagen aérea de las instalaciones de la planta de tratamiento de residuos de Servia, en Lousame

A pesar de las serias amenazas a las que se enfrenta la Mancomunidade Serra do Barbanza, los alcaldes de los concellos integrados en ella se declaran dispuestos a intentar enderezar el rumbo de la entidad y de la planta de tratamiento de residuos de Servia (Lousame). Es lo que se desprende de la reunión que mantuvieron el lunes para aprobar los siguientes y trascendentales pasos que tienen previsto dar.

Las deudas que arrastra la entidad; los incumplimientos de la concesionaria (FCC), cuyo contrato caducó en octubre de 2023; las consecuencias de la falta de mantenimiento en las instalaciones; el colapso de una planta que está derivando los descartes (los residuos que no puede tratar) a un vertedero de Sobrado dos Monxes; y la losa de una normativa europea que pone en jaque el sistema de separación de residuos en destino, son solo algunos de los problemas que tienen sobre la mesa los alcaldes de los seis concellos socios (Brión, Carnota, Lousame, Muros, Noia O Son) y los 3 adheridos como clientes (Ames, Pontecesures y Rois), con voz, sin derecho a voto.

María Lago (alcaldesa de Muros): «La Mancomunidad delegó la gestión en FCCy no la fiscalizó. Pero el modelo de la planta de Servia es viable»

Como primer punto del orden del día y por unanimidad de los asistentes (no asistieron los regidores de Rois y Pontecesures) se aprobó definitivamente un plan de pagos a diez años para hacer frente a la deuda de 9 millones de euros (más los intereses) que la Mancomunidad tiene con FCC en cumplimiento de una sentencia judicial de 2010 y que va a repercutir en cada uno de los concellos de la entidad, por haber mantenido congelados los precios durante años.

La sentencia es firme (la ejecución ya fue solicitada). Sin embargo, habrá que concretar ahora qué porcentaje de esa deuda corresponde a cada concello en función del número de habitantes, las toneladas recogidas, la superficie del municipio… Una deuda que, según el presidente de turno de la entidad, Pablo Lago (alcalde de Brión), no solo pesa sobre los concellos socios, sino también sobre los adheridos, por cuanto se beneficiaron de que no se aplicase en su momento la subida de los precios.

Luis Oujo (alcalde de O Son): «Hay que velar por el empleo y por la viabilidad de la planta de Servia, aunque se envíe la basura a Sogama»

Pero la deuda con FCC es mayor. Según Lago, podría rondar los 20 millones de euros, pues en ella se incluyen también cuestiones en litigio, como por ejemplo las referentes a las cuotas pendientes de algunos concellos o a los gastos por reparación de maquinaria.

Como segundo punto, cada uno de los alcaldes asistentes se pronunció sobre su continuidad en la Mancomunidad de cara al 1 de enero de 2026. Los seis concellos miembros de pleno derecho mostraron su intención de continuar y velar por los 140 empleos. En el caso de Ames, el alcalde, Blas García, dijo que «nuestro compromiso era permanecer hasta que haya un nuevo contrato de concesión para mantener los empleos. Hace tres años nos ofrecimos a entrar como socios, pero nunca se nos contestó».

Pablo Lago (alcalde de Brión): «Acordamos dotar a la Mancomunidad de nuevo estatuto, crear un órgano de gestión y aprobar los presupuestos»

Ahora, el Concello de Ames trabaja con la intención de abandonar la entidad, aunque la decisión la adoptará el pleno de la Corporación tras conocer el estudio de costes de un servicio directo del Concello y del traslado de los residuos a Sogama. «El sistema de la planta de Servia no se adapta a la nueva normativa europea, y para llevar la basura a Sogama no necesitamos estar en la Mancomunidad», indica el regidor amesano.

El Concello de Rois solicitó información a la Mancomunidad para analizar los detalles relacionados con el coste del servicio con vistas a decidir si se mantiene adherido a la entidad o si la abandona, en la misma línea de Ames.

Juan Manuel Saborido (alcalde de Carnota): «Debemos velar por la viabilidad de una planta que tiene unas licencias ambientales muy difíciles de lograr»

Y el de Pontecesures comparte el modelo de Servia, pero no está dispuesto a seguir en la Mancomunidad «a cualquier precio». Y es que los seis concellos socios han instado a los adheridos a incorporarse también como socios de pleno derecho o a abandonarla. «La figura de cliente o adherido no existe. Ames, Pontecesures y Rois se benefician de un servicio que no gestionan. Y quieren votar, pero para eso deben ser socios de pleno derecho», señala Pablo Lago.

El siguiente paso que se marca la Mancomunidad es el diseño de un plan de viabilidad. La planta de Lousame ya no tiene capacidad para recibir más residuos y está enviando los descartes a un vertedero de Sobrado dos Monxes al que, por cierto, le queda un año de vida útil. Se entablaron negociaciones con Sogama para enviar esos descartes a la planta de Cerceda, pero no hay nada firmado.

Blas García (alcalde de Ames): «Si optamos por la gestión directa, para enviar la basura a Sogama no necesitamos estar mancomunados»

Además, ese plan de viabilidad apuesta por la diversificación, es decir, por dar entrada al tratamiento de residuos textiles, escombros, aceites, compost, etc., aprovechando que la planta de Servia cuenta con unas licencias medioambientales que hoy serían muy difíciles de conseguir.

«La planta es viable y hay muchas posibilidades», señala Ángel Brantuas, presidente del comité de empresa, que presentó a la entidad una propuesta que pasa precisamente por diversificar la actividad. «Se podría incluso tratar el compost de la comarca y de Santiago. En cuanto al empleo, hay 140 trabajadores, de los cuales el 60% son mujeres (muchas de ellas mayores de 50 años) que trabajan en la sección de separación manual, por lo que en un nuevo modelo podrían formarse para adaptar su trabajo a nuevas líneas de tratamiento de residuos», explica.

Un órgano de gestión

El comité de empresa solicita que la Xunta se implique en el futuro de la planta de Servia y quiere estar representado en la mesa de negociación del plan de viabilidad.

El siguiente paso de esa hoja de ruta que se plantean los alcaldes es la redacción de una Relación de Puestos de Trabajo y la creación de una estructura de gestión (con gerente, secretario, intervención, etc.). Y es que ese es otro caballo de batalla de la entidad: la gestión.

La alcaldesa de Muros, María Lago, cree que «la situación de la planta llegó a un punto muy difícil por la inexistente gestión. No hubo gestión desde la Mancomunidad. Se delegó todo en la concesionaria y no se hizo una fiscalización de su gestión».

María Teresa Tocino (alcaldesa de Pontecesures): «Compartimos el modelo de la planta de Lousame, pero no seguiremos en la Mancomunidad a cualquier precio»

El contrato de FCC caducó sin haber elaborado los pliegos para licitar una nueva concesión, un proceso que tiene un obstáculo añadido. La empresa no cumplió aún con una de sus obligaciones: tenía que haber adquirido el terreno en el que se ubica la planta (alquilado a un particular) y entregárselo a la Mancomunidad.

Al parecer, no pudo afrontar el alto precio que pedía el propietario. FCC planteó una quita de la deuda de la Mancomunidad, a cambio del terreno. Pero la entidad la rechazó al no poder calcular el valor del terreno ni tener la seguridad de que el dueño lo vendería. Ahora, la opción que se baraja es la expropiación, que debería asumir FCC.

Mientras tanto, al no disponer de los terrenos en propiedad, la Mancomunidad no puede sacar un nuevo pliego de licitación.

La Mancomunidad acordó además elaborar unos nuevos estatutos y unos presupuestos, pues funciona con los de 2015 prorrogados. De momento, aprobó un incremento «temporal» de las cuotas de los concellos hasta 2026.

Ramón Tojo (alcalde de Rois): «Desde el Concello estamos analizando el coste del servicio para decidir si Rois permanece o no en Serra do Barbanza»

La alcaldesa de Pontecesures, Maite Tocino, señala que los concellos adheridos a la Mancomunidad están en una situación diferente a los socios. «No tenemos derecho a voto. Solicité ya tres veces por escrito que me aclaren cuál es la cuota que debería pagar Pontecesures cuando colapsase la planta de Servia y hubiese que enviar los residuos a otra planta. Pero sigo sin respuesta». Añade que, tras la aprobación de las cuotas temporales, Pontecesures pasará de pagar 14.000 euros a 33.000. «Nosotros no generamos esa deuda. Pagamos siempre sin demora. Somos clientes, no socios. Estamos de acuerdo con el modelo de la planta de Servia, que nos situó como el concello con el porcentaje más alto de reciclaje de la provincia de Pontevedra. Estamos dispuestos a seguir, pero no a cualquier precio. Pontecesures no va a pagar el precio de una gestión que no fue lo rigurosa que debía haber sido». Cree que, si la instalación de Servia se convierte en una planta de transferencia de Sogama «no seguiríamos en Serra do Barbanza. No tendría sentido».

La Xunta recuerda a Servia y Nostián que deben «adaptarse» para cumplir con la ley

La Mancomunidade Serra do Barbanza y la planta de Nostián tendrán que adaptar su sistema de recogida de residuos para comenzar a gestionar las fracciones de plástico y metal, algo que no ocurre en la actualidad con el modelo húmedo-seco que ambas eligieron en su día y que separa los residuos en orgánicos e inorgánicos, lo que contraviene la legislación tanto a nivel europeo como estatal. Desde la Consellería de Medio Ambiente subrayan que en estos momentos ni una ni otra planta cumplen con las exigencias normativas.

No obstante, desde el departamento autonómico que dirige Ángeles Vázquez explican que las plantas de Barbanza y Nostián «tienen prevista la adaptación de sus procesos mediante las recientes modificaciones en sus Autorizaciones Ambientales Integradas (AAI), enfocando la gestión hacia la recogida selectiva de residuos de envases». Solo de este modo ambas instalaciones llegarán a poder cumplir los objetivos de reciclaje que se exigen actualmente a nivel europeo, lo que les permitiría seguir operando en el futuro.

Ante este escenario lleno de incertidumbres, la pregunta es ¿qué va a hacer la Xunta? Desde Medio Ambiente responden que, ante la «necesaria transición» hacia un sistema de recogida selectiva conforme a la normativa vigente, «se han abierto negociaciones clave» para la implantación del contenedor de envases ligeros, con el propósito de reforzar la separación de residuos y mejorar su tratamiento.

Desde la Xunta recuerdan, además, que tanto la Mancomunidade Serra do Barbanza como el Consorcio das Mariñas — que trata sus residuos en Nostián, al igual que la ciudad herculina— se han adherido al convenio marco con Ecoembes, lo que supone un «paso significativo en el fortalecimiento del modelo de gestión de residuos». «Y esperamos que el Concello de A Coruña también decida acogerse a este convenio próximamente», añaden.

Sobre la sanción que la UE podría imponer a España por no reciclar lo suficiente, la Xunta asegura que ha trabajado «activamente» para avanzar en esta materia, «poniéndose del lado» de ciudadanos y concellos y con «medidas incentivadoras» que faciliten la adaptación a la ley «de manera progresiva, justa y sin generar una presión desproporcionada sobre los municipios». 

Sogama está «preparada» para tratar la basura de los 313 ayuntamientos gallegos

Sogama está en disposición de gestionar los residuos producidos en todos los ayuntamientos gallegos. Así responden desde la Sociedade Galega do Medio Ambiente al ser cuestionada sobre las dificultades que atraviesan tanto la planta de Servia como la de Nostián, inaugurada en 1999, tres años después del derrumbe en el vertedero de Bens, en el que falleció un hombre, y adonde va a parar la basura de A Coruña, Abegondo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Culleredo, Oleiros y Sada. 

El complejo medioambiental situado en Cerceda trata los residuos de los 295 municipios gallegos restantes, que suman 2,2 millones de personas. En 2018 la capacidad de las instalaciones se amplió en un 81%, lo que supuso pasar de las 550.000 toneladas de residuos al año a poder gestionar 1 millón de toneladas anuales.

En caso de que los municipios que ahora envían sus residuos a Servia y Nostián decidiesen utilizar los servicios de Sogama el proceso sería el mismo que el seguido por cualquier otra entidad pública que envía su basura a Cerceda: firmar el contrato y facturar por tonelada de residuos entregada en sus instalaciones.

En estos momentos, la red de infraestructuras de Sogama comprende, además del complejo de Cerceda, 37 plantas de transferencia distribuidas por toda Galicia, 4 plantas de compostaje —una por provincia— y un vertedero controlado de cola para aquellos desechos que no pueden ser reciclados ni valorizados energéticamente.

A estas instalaciones se sumará la primera planta de clasificación de residuos textiles de Galicia, que se levantará en Cerceda y que tendrá una capacidad inicial para 3.000 toneladas anuales, aunque podrá llegar a tratar hasta las 24.000. El contrato de construcción y futura gestión integral fue adjudicado a comienzos de este mes por 22.480.815 euros (IVA incluido).   

Desde Sogama destacan que en los últimos años han destinado más de 100 millones de euros a incorporar las «últimas tecnologías disponibles» a sus procesos de gestión de residuos. Ejemplo de ello son la automatización de la planta de clasificación de envases y la nueva nave de recuperación de materiales. Y subrayan la apuesta por el transporte de la basura por ferrocarril. A día de hoy, el 57% se traslada por vía férrea, más del doble que en 2016.

El Correo Gallego

Mercado negro de lamprea en las «pesqueiras» romanas del Ulla.

La campaña finaliza mañana para las embarcaciones, pero continúa río arriba

Lampreas y una nasa intervenidas por los agentes medioambientales en Carcacía.
Lampreas y una nasa intervenidas por los agentes medioambientales en Carcacía.

Hay apasionados de la lamprea y hosteleros que recorren las orillas del río Ulla para contactar con los pescadores que largan sus nasas en Pontecesures y los titulares de las «pesqueiras» en las que se captura como hacían los romanos, ofreciéndoles hasta 80 euros por cada pieza recién salida del agua.

Así lo confirman pescadores, compradores y agentes de Medio Ambiente y/o vigilantes de Recursos Naturales que custodian el cauce fluvial para, entre otras acciones, luchar contra el furtivismo y la pesca ilegal.

A imagen y semejanza de lo que hacen la Consellería do Mar y Gardacostas de Galicia en las rías, los guardarríos adscritos a la Consellería de Medio Ambiente velan por la preservación de los recursos, en este caso lamprea, anguila, trucha, salmón y otras especies.

En relación con la primera de ellas, y teniendo en cuenta que no pasa por lonja, lo cual dificulta el control de las capturas, hay que insistir en que la campaña deja patente la escasez de recurso.

Al menos en lo que concierne a los pescadores que integran el colectivo de los valeiros, es decir, los socios de las cofradías de Rianxo y Carril, cuya temporada de pesca de lamprea concluye mañana y que largan sus nasas butrón desde una docena de lanchas autorizadas –cada vez participan menos– para faenar en Pontecesures.Temporada de lamprea en el río Ulla

En cuanto a los titulares de las tradicionales pesqueiras romanas de explotación y uso familiar ubicadas aguas arriba, en lugares como Herbón o Carcacía, el control resulta todavía más complicado.

De ahí que en esas zonas, en medio de la vegetación ribereña, saltos de agua y recodos del cauce fluvial se acentúe el furtivismo y se constate la existencia de un mercado negro en el que se despachan lampreas «a precio de oro».

Precio tentador

«Al haber tan poca lamprea el precio que alcanza resulta tentador para algunos, por eso no dudan en cometer irregularidades y vender las lampreas que capturan en sus pesqueiras», explican algunos guardarríos.

Baste como ejemplo lo sucedido el pasado domingo (día 6), cuando fue sorprendida una persona capturando lampreas de modo irregular, de ahí que fuera identificada y denunciada.Captura de lamprea en las pesqueiras del Ulla

El arriesgado trabajo en las pesqueiras del Ulla.

Al mismo tiempo se decomisaban las redes empleadas y se entregaba la captura obtenida a una residencia de mayores, según indicó la Asociación Profesional de Agentes Forestales y Medioambientales de Galicia (Aprafoga) a través de sus redes sociales.

Prohibido durante el finde

La razón de esa intervención, que no ha sido la única en la presente campaña, es que las nasas estaban siendo usadas para capturar lamprea durante el fin de semana, cuando la legislación establece que esta arte, de uso exclusivamente nocturno –desde las 20.00 horas hasta las 8.00 horas del día siguiente–, no puede estar en el agua desde las 8.00 horas de los sábados hasta las 20.00 de los lunes.

Y así seguirá siendo, ya que la campaña de las «pesqueiras» en el tramo comprendido desde la de As Vellas hasta la de A Trapa –ambas en Herbón y las dos incluidas–, se permite la captura de lamprea hasta el día 26.

  • En el tramo de río que va desde las «pesqueiras» de A Caseta y Furado (Carcacía) hasta la de Lampreeiro, lugar de As Pesqueiras (Reis) –todas incluidas–, seguirá la actividad hasta el 24 de mayo

Faro de Vigo

La Xunta termina en Valga las obras para reducir inundaciones en el parque Irmáns Dios Mosquera.

Los trabajos buscan paliar los riesgos de desbordamiento por un periodo de retorno de 100 años

La Xunta termina en Valga las obras para reducir inundaciones en el parque Irmáns Dios Mosquera
Las obras afectaron al margen derecho del río Valga.

La Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático –a través de Augas de Galicia– acaba de terminar las actuaciones para reducir el riesgo de desbordamiento del río Valga por su margen derecho. En concreto en las inmediaciones del parque Irmáns Dios Mosquera. En estas actuaciones se invirtieron 280.000 euros.

 La obra –cofinanciada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desenvolvemento Rexional en un 80%– tuvo como finalidad tratar de minimizar el riesgo de que se produzcan inundaciones en la zona, que está identificada como área de riesgo potencial de los ríos Ulla y Sar.

Los trabajos se desarrollaron en un lugar en el que las viviendas se encuentran a una cota igual o inferior a la del cauce fluvial y muy próximas a la carretera N-550, que actuaba como barrera y producía inundaciones frecuentes.

Las actuaciones consistieron en la mejora del muro de contención del margen derecho del río, ampliando además el cauce fluvial y dotándolo de mayor altura. Al mismo tiempo se adoptaron medidas para mejorar la seguridad de la zona, que es de uso lúdico y peatonal, mediante la colocación de una barandilla de madera en el cauce del margen izquierdo, así como una pasarela por encima del río para facilitar el acceso al baño minimizando los posibles riesgos de caída.

La obra también llevó aparejado el acondicionamiento del canal de un regato afluente del río Valga que se encuentra en la zona y la renovación de la pasarela peatonal de madera que lo cruza. El objetivo es reducir tanto las erosiones como los atascos en el canal y facilitar así la circulación fluida del agua. Los trabajos buscan paliar los riesgos de desbordamiento del río Valga para un período de retorno de 100 años y se enmarcan dentro del convenio de colaboración firmado por Augas de Galicia con el Concello de Valga. 

Diario de Arousa

Terminan en Valga la obra para reducir el riesgo de inundación entre la PO-548 y la vía férrea.

Los trabajos ejecutados por la Xunta supusieron una inversión de 380.000 euros

Terminan en Valga la obra para reducir el riesgo de inundación entre la PO-548 y la vía férrea
Foto de archivo de unas inundaciones en Valga.

La Consellería de Medio Ambiente –a través de Augas de Galicia– acaba de terminar las obras para reducir el riesgo de inundación entre la carretera PO-548 y la vía férrea en Valga. En los trabajos se invirtieron más de 380.000 euros.

Los trabajos afectaron al río Louro en el tramo comprendido entre la estructura bajo la carretera PO-548 y la obra de fábrica bajo la línea de ferrocarril Vilagarcía-Bifurcación Angueira. Esta es una zona que presenta problemas de inundaciones generadas fundamentalmente por la insuficiente capacidad de drenaje bajo la línea del ferrocarril.

De hecho las inundaciones afectaban a varios inmuebles de la zona, así como a parte del polígono industrial de Valga. Además la proximidad de edificaciones y áreas de cultivo reducía la capacidad de expansión del río y le dejaba poco espacio para expandirse.

Con los trabajos se consiguió incrementar la capacidad hidráulica del cauce fluvial del río Louro mediante una canalización abierta de aproximadamente 800 metros, que permitió mejorar las condiciones de protección frente a posibles inundaciones.

Las actuaciones fueron cofinanciadas por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desenvolvemento Rexional (Feder) en un 80 %. De hecho esta zona está identificada como área de riesgo potencial significativo de inundación de los ríos Ulla y Sar, de ahí que fuese una obra necesaria y demandada.

Diario de Arousa

La Xunta abre el plazo de solicitudes para la pesca de lamprea en el Ulla.

La Xunta abre el plazo de solicitudes para la pesca de lamprea en el Ulla
Valeiros en el Ulla durante la temporada de pesca de este año.

La Consellería de Medio Ambiente abre mañana el plazo para presentar solicitudes para poder pescar lamprea en el río Ulla durante la próxima temporada. Así figura en el Diario Oficial de Galicia (DOG) y el plazo es de quince días hábiles.

Así, para la pesca de lamprea en las pesqueiras tradicionales del río Ulla se expedirá la licencia de las clases A o B, según corresponda, en la que se indicará la especie y la pesqueira en la que se puede practicar esta práctica. Dentro de las pesqueiras tradicionales en el Ulla, existen en la actualidad 28 que aún están operativas. Las personas interesadas en trabajar la lamprea en estas zonas deberán estar en posesión de la correspondiente licencia de pesca y contar con el permiso de cuarta categoría para cada día y pesqueira.

Así, según la normativa, el período hábil de pesca de la lamprea en el Ulla para el próximo año será en las pesqueiras de Areas (Herbón), de 6 de enero a 29 de marzo , y en el tramo comprendido desde la pesqueira As Vellas (Herbón) hasta la de A Trapa (Herbón), ambas incluidas, de 3 de febrero a 26 de abril. En lo que alcanza al tramo desde las pesqueiras de A Caseta y Furado (Carcacía) hasta la pesquería de Lampreeiro, lugar de as Pesqueiras (Reis), todas incluidas, será del 3 de marzo hasta el 24 de mayo.

Desde la Consellería, señalan la lamprea es una especie piscícola particular en lo que respeta a su aprovechamiento, ya que para su captura siguen utilizándose procedimientos y arte tradicionales que están prohibidos para el resto de las especies. Esta es la razón por la que cada año se establece un régimen especial para su pesca con el objetivo de que se realice un aprovechamiento específico y ordenado de la lamprea. 

Diario de Arousa

Aparece destrozado el mirador del Lapido, en Padrón.

Los vándalos rompieron mesas, bancos, el panel informativo, árboles y hasta la barandilla de madera

El mirador del Lapido, con vistas al río Ulla y al monte Castro Valente, en la parroquia de Carcacía, en Padrón, ha aparecido hoy destrozado, tal y como ha denunciado la Comunidade de Montes Veciñais en Man Común de Lapido, titular del terreno y que de quien partió la iniciativa para recuperarlo y adecentarlo con una subvención de la Consellería de Medio Ambiente, así como con fondos europeos del programa Feder. 

Tal y como ha denunciado la presidenta de la entidad, Ana Castro, los vándalos rompieron tres mesas de madera; dos bancos, gran parte de la barandilla que rodeaba el recinto, el panel informativo y otros carteles, además de dos árboles. A mayores, tiraron parte del material en la ladera del río.

Ana Castro no esconde el «gran disgusto» por lo sucedido y recuerda que el mirador «estaba precioso e tiña moitas visitas. Aquí para moita xente», ha asegurado la presidenta de los comuneros, quien llamó a la Guardia Civil para denunciar los destrozos.

La Comunidade de Montes Veciñais en Man Común de Lapido convirtió en mirador un antiguo basurero, con una inversión de 12.000 euros. Hasta su conversión en un mirador con unas espectaculares vistas al río Ulla y al monte Castro Valente, el espacio estaba siendo usando de forma no autorizada como vertedero de basura, al estar ubicado a un margen de la carretera AC-242. Los trabajos comenzaron en 2018 y, a día de hoy, el mirador estaba en todo su esplendor, por lo que los comuneros no entienden a quien podía molestarle tal y como estaba la zona de ocio y esparcimiento, muy visitada por padroneses y foráneos.

El Concello de Padrón lamentó ayer los destrozos en el mirador que, según matizó, es un área de gran valor para los vecinos. «Estes actos supoñen un duro golpe para o patrimonio local e para o esforzo da titular do terreo e responsable da súa recuperación, que logrou transformar o espazo nun lugar de desfrute para todos», explica el Ayuntamiento en su perfil de las redes sociales.

La Voz de Galicia