Arranca con decenas de capturas la pesca de la lamprea en el Ulla.

Satisfacción de los valeiros que esperan una temporada excepcional // Miguel y José Manuel Barreiro Blanco consiguieron 14 y 15, respectivamente, en la primera jornada // Pesan más de 1,5 kilos y su precio superará los 40 euros.

La campaña de pesca de lamprea en el río Ulla no podía haber arrancado mejor. Ayer siete embarcaciones y más de 14 tripulantes asociados a las cofradías de Carril y Rianxo capturaban decenas de ejemplares del preciado pez en un río que rebosa de agua y mueve fondos tras las últimas lluvias. Un estreno de campaña que según sus protagonistas, los valeiros, parece prometer una temporada «excepcional».

La temporada de pesca de la lamprea en el Ulla se abría oficialmente este viernes y los valeiros vivieron un arranque exitoso con las decenas de ejemplares que se encontraron cuando fueron a recoger a primera hora de la mañana sus nasas de butrón. Ya por la tarde llegaban al puerto de Pontecesures los primeros ejemplares del preciado y gelatinoso pez, para pasar los controles rutinarios de peso y empezar a negociar su venta con los dueños de los restaurantes.

La satisfacción se podía apreciar hablando con dos de los valeiros, los hermanos Miguel y José Manuel Barreiro Blanco, que ayer capturaron en las lanchas con las que faenan 14 y 15 lampreas, respectivamente. «Las siete embarcaciones hemos cogido lampreas y de buen tamaño», explicaba a este diario Miguel, que se congratulaba de lo lleno que va el río, por lo que esperan que este año la pesca sea abundante. «Todavía estamos pendientes del control, pero pesarán algo más de 1,5 kilos», nos comentaba. Sobre el precio, la abundancia no facilitará que se paguen cifras astronómicas por las primeros ejemplares como otros años, en los que se han llegado a abonar hasta 150 euros por una pieza. «Creemos que estas podemos venderlas a 40 euros más el IVA» sugería el pescador.

El Ulla lleva agua en abundancia después de tantas semanas de temporales y precipitaciones, «por eso confiábamos en encontrarnos una gran cantidad de lamprea desde el primer día», sostienen los valeiros. «El año pasado había llovido poco, por eso pescamos mal, pero el tiempo que tenemos desde hace semanas es formidable».

Aunque una veintena de embarcaciones de Carril y Rianxo tienen el permiso de la Consellería de Medio Ambiente para esta pesca, ayer tan sólo faenaron unas siete embarcaciones. De momento es una incógnita el precio que se pagará por el producto durante las primeras jornadas, sobre todo porque en su cotización influye la mayor o menor cantidad de ejemplares pescados. En cualquier caso, si resulta que es abundante puede oscilar entre los 50 y 70 euros, en el caso de las piezas de mayor tamaño, o entre 25 y 40 euros las medianas.

Hay que indicar que a partir del día 6, también se podrán capturar la lamprea en las pesqueiras, construcciones tradicionales y situadas en el curso alto del río.

La generosa dama

Se le conoce como la dama DELl ULLA y este popular pez tan vinculado a Pontecesures se deja querer por los pescadores cuando el caudal del río, como ahora, se mantiene alto, amainan los temporales, sopla el viento y sale el sol. Una situación perfecta, para los valeiros, que ven como este año ese pez primitivo gelatinoso, se encuentra estos días en el Ulla como en casa, y no se esconde ante las nasas butrón. Y mientras, los paladares amantes de este ejemplar, tan amado como odiado, esperan las ofertas que harán los restaurantes que hoy ya pujan por hacerse con las primeras piezas para incluirlas en su carta en este comienzo de año.

El Correo Gallego

«Cada vez complican máis vivir do mar».

Antonio Pesado Romai desciende de una saga de valeiros, marineros que viven a caballo entre el Ulla y la ría de Arousa.

Los valeiros son hombres de mar y de río. Sus embarcaciones se mueven con soltura por la desembocadura del Ulla y por el fondo de la ría de Arousa, siguiendo el complejo ritmo que marcan unas vedas dictadas en el agua salada por Mar, y en agua dulce por Medio Ambiente. El pasado jueves, muchos de ellos bautizaron la campaña de la lamprea, que se prevé este año de abundantes capturas y calidad indiscutible. Antonio no forma parte de ese grupo. «Esta tempada estou indo ao chopo», y ha decidido aguantar en esa pesquería antes de hacer el cambio para el río.

Esa condición doble de hombres de mar y de río no supone, para Antonio, ningún problema de identidad. «Os valeiros somos mariñeiros», sentencia con rotundidad. «Mariñeiros», eso sí, atrapados por una doble esfera burocrática que en ocasiones amaga con ahogarlos. Cuando la Consellería de Medio Ambiente amplió su zona de afectación en la desembocadura del río Ulla «acabou coas artes de pesca todas», abocando a la captura de los peces de río -lamprea y anguila- con nasa butrón, y a la de la solla con el rastro. Son muy pocos los barcos que mantienen la segunda de estas posibilidades abierta. «Haberá tres. É un traballo que vai quedar case extinguido», reflexiona Antonio, que además de veterano en el trabajo, es el presidente de la asociación que aglutina a los valeiros.

La veteranía de la que hablamos le sobra: tiene más de treinta años cotizados como trabajador del mar. «Con 12 anos xa ía traballar con meu pai. Daquela, durante as vacacións ías botar unha man», señala. Así que aprendió el oficio en familia, porque también sus tíos y sus abuelos pertenecían al club de los valeiros de Pontecesures. «Daquela no río tamén se traballaba con trasmallos… Agora todo iso cambiou, hai normas por todos os lados, requisitos, esixencias… Cada día complican máis vivir disto», reflexiona.

Aunque su sector se ve especialmente ahogado por la burocracia, «isto pasa en todos». «Cando eu empecei a traballar, se querías mercar un barco non era fácil. Non encontrabas, e os que encontrabas estaban velliños. Agora en todos os lados hai barcos á venda. Por algo será», dice Pesado. Y eso solo se puede explicar porque cada vez hay menos interés por trabajar en el mar. Aunque no es su caso. «Teño dous fillos, e os dous traballan comigo. Un probou un tempo en terra, pero non se deu adaptado. Non é o mesmo traballar nunha fábrica que no noso oficio. É moi duro, pero ten moitas vantaxes, pásanseche as horas doutra maneira», dice. En su familia, en realidad, todo el mundo colabora con el negocio del mar y la pesca. «A miña muller tamén ten embarcado comigo, e cando toca vai vender á praza», explica. «A todos nos sobra que facer», indica risueño.

Y es que el buen humor debe ser lo último que se pierda, junto con la esperanza. Antonio no se descabalga de la sonrisa ni cuando habla de los atrancos que por momentos les pone la Administración. «Hai xente á que lle parece mal que defendas o teu traballo», explica. Porque «o das vedas está moi ben… Pero, e as verteduras? Cando van arranxar o problema das verteduras e da contaminación do río?», se pregunta. «Agora que está tan de moda a loita contra o plástico debían facer unha limpeza nas marxes do Ulla, porque están cheas del», recalca. Aunque lo peor son los efluvios contaminantes que emanan de las redes de alcantarillado de las localidades ribereñas, o de las empresas ubicadas en las márgenes del río. ¿Será el 2020 el año en el que se resuelva ese problema? Habrá que verlo. Aunque a Antonio Pesados la experiencia le dice que las cosas de palacio van despacio.

«Antes non era tan fácil atopar un barco para mercar; agora véndense en todos os portos»

«O noso traballo é duro, pero ten moitas vantaxes. Pasan as horas doutra maneira»

Las claves para pescar un pez prehistórico que levanta pasiones

En el Ulla acaba de comenzar la temporada de capturas de la lamprea. Una especie con una larga historia, cuya llegada a las cocinas es esperada con ansiedad por quienes la consideran un manjar. Sobre este pez circulan todo tipo de leyendas y rumores. Antonio, que conoce bien al animal, confía en que este sea un buen año de capturas: el río baja con mucho caudal y ese es uno de los síntomas de que la pesca no se debería dar mal. «Ten habido anos de moitísima lamprea, de velas pasar coma mosquitos», dice el marinero. Aunque eso no siempre garantiza que vaya a haber muchas capturas, porque «ás veces pasan por riba das nasas».

A pesar de que el Ulla dista mucho de estar en su mejor estado de forma, el río «recuperou moitísimo» en los últimos años. A ver si se nota en el balance del final de campaña.

La Voz de Galicia

Los «valeiros» aseguran que se mantiene la escasez de lamprea y aparece poca anguila.

Los pescadores hablan de «pobres capturas» en el Ulla y esperan que la subida del caudal les ayude -La actividad se intensifica en Pontecesures y desde Catoira hacia Cortegada.

Ayer comenzaba la campaña de pesca de anguila en aguas continentales -el río Ulla-, aunque a pesar del mal tiempo algunos pescadores ya la habían iniciado el viernes, coincidiendo con la apertura de la temporada en aguas marítimas -la ría-. Y lo que han visto tras los primeros lances de las nasas butrón y después de levantar las primeras caceas es que «este año tampoco hay anguila».

Lo peor de todo, lamentan los pescadores de las cofradías de Rianxo y Carril que integran el colectivo de valeiros autorizados para la pesca de anguila -18 barcos y 37 tripulantes-, es que «por si no fuera suficiente con la escasez de anguila se mantiene la de lamprea», detectada durante las últimas semanas en aguas de Pontecesures.

Ya se había explicado que la temporada de lamprea comenzó fuerte, con buenas y madrugadoras capturas, pero aquello se quedó en un espejismo, ya que el caudal del río bajó y el cartilaginoso pez dejó de aparecer.

Ahora los valeiros tienen la esperanza de que tras las últimas lluvias, una vez recuperado el nivel del agua, la lamprea empiece a remontar el cauce con mayor intensidad. Al igual que confían en conseguir ingresos extra dedicándose a la pesca de la anguila.

«Pero de momento ni una cosa ni la otra», explicaban ayer algunos de los pescadores tras levantar las nasas butrón empleadas para pescar lamprea; antes de depositarlas nuevamente en el agua para dejarlas caladas hasta hoy y dirigirse río abajo para colocar también los aparejos de la anguila entre las Torres do Oeste (Catoira) y Cortegada (Vilagarcía).

Roberto, uno de los valeiros de Carril, levantó ayer las nasas de lamprea en Pontecesures -capturó tres ejemplares- antes de dirigirse río abajo para largar los aparejos de la anguila por primera vez esta temporada, respetando la fecha de apertura establecida por la Consellería de Medio Ambiente

Lo hizo a la altura de Abalo (Catoira), donde hoy estará de nuevo a eso de las seis de la madrugada para proceder a levantar esas nasas. «Y será entonces cuando veamos si hay anguila o no; si vale la pena seguir viniendo o hay que dedicarse a otra cosa», reflexiona el pescador.

No cabe duda de tanto para él como para los demás valeiros la actividad ayer resultó frenética en el Ulla, aunque según el testimonio del propio sector ese esfuerzo no se ve reflejado en los resultados obtenidos.

Y es que si bien es cierto que ayer volvió a pescarse lamprea, los valeiros alegan que «son demasiado pocas y no hay suficientes para atender toda la demanda».

El precio tampoco es tan alto como en otras ocasiones, ya que los ejemplares capturados «son de tamaño pequeño o mediano», por lo que se despachan a entre 25 y 40 euros la pieza, lejos de los 50 o 60 euros que puedan pagarse por los ejemplares más grandes.

«Si no entra lamprea en abundancia es complicado encontrar piezas buenas», esgrimen los pescadores mientras esperan a que las capturas de esta especie y de anguila aumenten.

Faro de Vigo

La flota inicia la pesca de anguila en el Ulla, desde las Torres do Oeste hasta Cortegada.

El colectivo de valeiros dedicado a la pesca de lamprea en el río Ulla, a la altura de Pontecesures, confía en que con las lluvias aumente el caudal y se incrementen las capturas del preciado pez cartilaginoso. Pero independientemente de esto, desde el lunes podrán diversificar la actividad, ya que comienza la campaña de la anguila, a desarrollar desde el puente interprovincial que une Catoira con Rianxo, a la altura de las Torres do Oeste, hasta los alrededores de la isla de Cortegada.

Se subdivide el ámbito de actuación en tres zonas. La primera de ellas abarca el tramo del río comprendido entre el puente de Catoira, como límite superior, y la línea recta imaginaria que une Punta Palleiro con Punta Grandoiro. La Zona B o media se sitúa entre esa última línea imaginaria y, como límite inferior, la que une la playa Longa con Punta Seveira.

La zona baja de pesca de anguila comprende desde la línea imaginaria que une playa Longa con Punta Seveira, como límite superior, y, la línea imaginaria que une Punta Seveira con Punta Rebordexo y su continuación.

Esta última bordea la isla de Cortegada hasta el faro del dique de Carril, excluyendo la isla.

La Consellería de Medio Ambiente, encargada de regular esta actividad, advierte de que la zona denominada O Cebal permanecerá en veda para todo tipo de capturas con nasa butrón desde el 15 de julio al 15 de septiembre. Se sitúan sus límites entre la línea imaginaria que une Bamio con Punta Corveiro, en la isla de Cortegada; la línea de costa de Cortegada que une Punta Corveiro con Punta do Vado; y la que une Punta do Vado con la zona superior de los viveros de Carril.

Son prácticamente los mismos pescadores de lamprea los que van a dedicarse a la escurridiza anguila. Se trata de 37 tripulantes pertenecientes a las cofradías de Carril y Rianxo que van a poder desplegar su labor a bordo de 18 embarcaciones, empleando para ello el arte de la nasa butrón, como sucede con la propia lamprea.

Estos aparejos deben tener una malla no inferior a catorce milímetros y deberán ser revisados y levantados diariamente, suspendiéndose las labores de pesca desde las 12.00 horas de los sábados hasta las 12.00 horas de los lunes.

Con carácter general esta actividad pesquera podrá realizarse entre 20 y 23 días al mes, con un máximo de 197 días autorizados para esta temporada, hasta el 31 de octubre.

Faro de Vigo

Comuneros de Padrón convierten un basurero del monte Lapido en mirador.

La Comunidade de Montes Veciñais en Man Común de Lapido, en Padrón, está adecentando en sus terrenos un mirador con vistas al río Ulla y al monte Castro Valente. La entidad, integrada por 75 comuneros de seis aldeas de la parroquia de Carcacía, quiere convertir un espacio que estaba siendo usando de forma no autorizada como basurero en un área de ocio para vecinos y foráneos, una vez que el mirador está ubicado a un margen de la carretera AC-242.

Los trabajos están financiados con una subvención de la Consellería de Medio Ambiente, así como con fondos europeos del programa Feder. Tienen un coste de 12.000 euros y, por ahora, llevan invertidos unos 6.000, en la limpieza y preparación del terreno, incluido el depósito de tierra negra; colocación de bancos y mesas, además de toda una valla perimetral. De esa inversión total, los comuneros tienen que pagar el 21 % de IVA.

Queda pendiente sembrar césped y plantar algunos árboles, como roble autóctono y abedul, e instalar papeleras y un cartel informativo sobre las vistas al río Ulla y al monte Castro Valente, según explican desde la directiva de la comunidad de montes de las aldeas de Cruxeiras, Sobrerrivas, Casal, Lamas, A Igrexa y Xoane, todas ellas en Carcacía.

«Cando empezamos a mover o terreo, todo era lixo», cuenta la presidenta de la entidad, Ana Belén Castro, quien habla de que «é importante que a xente respecte este espazo, sobre todo que non se tire lixo». Incide en ello porque, en plenas obras para el mirador, ya hubo quien dejó basura depositada en el espacio que ocupa y que está situado de lado de una carretera lo que, sin duda, contribuye a que se dé este mala práctica.

La presidenta de los comuneros explica que para la entidad «é un esforzo facer este tipo de actuación», teniendo en cuenta además que no dispone de medios para mantener el área en buenas condiciones. Por ello, la comunidad ya contactó con el Concello de Padrón para que colabore en este sentido y se ocupe, por ejemplo, de vaciar las papeleras. Incluso se plantean instalar un contenedor de basura, para todos los restos que puedan quedar para quien decida comer o merendar en el espacio.

Por otra parte, la entidad está con los trabajos de limpieza de una franja de seguridad en el entorno de las aldeas y con la recuperación de otros espacios de monte ya que, como explica la presidenta, «hai que aproveitar o que hai». En esta línea, otro de sus proyectos futuros es adecentar un camino que, desde el mirador, baja hasta el río Ulla, para recuperar y poner en valor toda una zona de gran belleza natural.

La Voz de Galicia

Comienza la reparación del azud del canal del río Sar, en Padrón.

El organismo Augas de Galicia, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, inició las obras de reparación de daños en el azud del canal de derivación del río Sar, situado en Iria, en el municipio de Padrón. Se trata del azud que regula la derivación de caudal de agua hacia el canal de by-pass para crecidas, previo al paso del río Sar por el núcleo urbano de la villa, en un tramo definido como Área de Riesgo Potencial Significativo de Inundación.

La vía paralela al canal permanecerá cerrada unas tres semanas por esos trabajos. La actuación proyectada tiene un presupuesto de 60.391,58 euros y un plazo de ejecución de un mes, según explica el alcalde de Padrón, Antonio Fernández. La obra tiene por objeto la impermeabilización y sellado de las fisuras existentes en el azud, para evitar el desvío de caudal desde el propio río hacia el canal artificial fuera de las condiciones de crecida para las que fue diseñado. Según información de la consellería facilitada por el Concello, la pérdida de caudal por las grietas del azud es relevante en época de estiaje, con consecuencias negativas para el ecosistema fluvial, situado en un espacio de gran valor ecológico, perteneciente a la Red Gallega de Espacios Protegidos y, en concreto, al Sistema Fluvial Ulla-Deza, incluido en la Red Natura 2000.

Se trata, por tanto, según añaden fuentes del Ayuntamiento, de una obra de protección medioambiental, para mantener los caudales de estiaje naturales asociados al propio río.

El azud del canal rompió en un extremo hace dos años, por lo que Medio Ambiente hizo una intervención de urgencia colocando sacos de arena en los agujeros de la pared que separa el río del canal. Ahora, las obras comenzaron colocando más sacos para evitar que el agua del río vaya para el canal, con la idea de secar este último y poder trabajar.«? unha actuación necesaria, estabamos esperando por ela»

La obra de reparación de daños en el azud del canal era muy esperada por un colectivo, el de pescadores de Padrón. Uno de ellos aseguró ayer que es una actuación «necesaria» porque, desde la rotura de la pared, «marchaba máis auga polo burato para o canal da que ía polo río Sar», de modo que había tramos del mismo que se estaban quedando secos, como por ejemplo a la altura del Paseo del Espolón. «Era necesario que arranxaran esa parede», recalcó un representante de los pescadores de Padrón, para que siempre haya más agua en el río Sar que en el canal de derivación, añadió. Para ello también es necesario, según considera este pescador, que se haga un control anual del azud.

La Voz de Galicia