Pasarín, un siglo de historia viva.

Francisco Buceta Gómez, al que todos conocen como Pasarín, nació en Cordeiro (Valga) un 27 de marzo de hace 99 años. Es decir, se celebró el cumpleaños de un hombre querido y admirado por muchos al que casi todos recordarán por haberlo visto caminar y caminar por cunetas, caminos, corredoiras y carreteras con su cámara de fotos colgada del cuello y una característica gorra en la cabeza.

Hay quién se pregunta qué habrá sido de aquel hombre bien parecido, e incluso si sigue vivo, ya que hace mucho que no se le ve caminando por el que era su trayecto preferido, entre Vilagarcía, donde tiene asentada su residencia, y Catoira, donde pasó buena parte de su vida y realizó gran parte de su trabajo fotográfico. 

Imágenes captadas por el fotógrafo vilagarciano en la segunda mitad del siglo pasado.

Imágenes captadas por el fotógrafo vilagarciano en la segunda mitad del siglo pasado. PASARÍN

Pues si, Francisco Buceta Gómez, Pasarín, aquel fotógrafo con aspecto de capitán de barco al que era fácil toparse caminando con un palo en la mano y la cámara a cuestas, sigue con vida, aunque, como todos, sufriendo los efectos de los confinamientos y limitaciones de la movilidad derivados de la pandemia.

Unas complicaciones que, en su caso, se ven más agravadas, si cabe, debido a su ya mermada y delicada condición física.

Su hija, “una niña de la época del alcalde Jacobo Rey Daviña”, cumple 74 años

La hija de Pasarín, María José, que el 29 de abril cumplirá 74 años, es también testimonio vivo de la evolución de Vilagarcía, ya que, como ella misma indica, fue “una niña de la época del alcalde Jacobo Rey Daviña”.

Preguntada por el estado de salud de su padre, relata con orgullo algunas de las anécdotas de las que le hablaba, al igual que confiesa que es imposible determinar cuántas fotografías pudo haber realizado y “positivado”, aunque nadie duda de que pueden haber sido miles… quizás decenas de miles.

Los achaques propios de la edad hacen que tenga importantes dificultades de visión. La misma vista que le había dado una vida de felicidad, ya que Pasarín, que fue acomodador en el desaparecido Cine Cervantes y fue navegante, era sumamente feliz cuando, con su cámara, captaba para siempre momentos, sensaciones, vivencias, sentimientos y emociones.

Cuadros con fotos de Pasarín colgados en las paredes del consistorio catoirense.

Cuadros con fotos de Pasarín colgados en las paredes del consistorio catoirense. PASARÍN

Un pionero

Fue uno de los primeros fotógrafos oficiales y uno de los primeros fotógrafos de estudio. Pero, sobre todo, este arousano fue un apasionado de la fotografía que disfrutaba inmortalizando para siempre aquello que más le llamaba la atención.

De ahí que su archivo, digno de ser lucido y admirado en cualquier museo o la mismísima Fototeca Nacional, refleje como pocos la evolución experimentada desde 1955 por las gentes, los bienes y las costumbres de O Salnés y Ullán.

Uno de los bailes de antes.

Uno de los bailes de antes. PASARÍN

Son casi siete décadas de instantáneas en blanco y negro tomadas cuando la fotografía ni siquiera podía ser entendida como un arte.

De todo un poco

Los lavaderos públicos, una velada de boxeo o los bailes que se hacían en el campo de las fiestas del pueblo, una procesión, las corredoiras de antaño ocupadas por atareados lugareños y sus animales domésticos, las bandas de música que alegraban el día del patrón…

Todo ello son escenas captadas, sobre todo, en la segunda mitad del siglo pasado, que tuvieron cabida en la retina, la memoria, el corazón y la cámara de Pasarín.

Aunque sí, desde luego, como una afición cara que requería enorme sacrificio, pues nada tenía que ver aquello con lo que se hace ahora desde la comodidad de cualquier cámara digital o teléfono móvil.

Una de las imágenes históricas captadas por Pasarín.

Una de las imágenes históricas captadas por Pasarín.

Una exposición permanente de un hombre orgulloso de su trabajo y agradecido

Sin poder caminar como antes, con los problemas de visión referidos e incluso con dificultades auditivas, Pasarín es un hombre que seguirá hasta el fin de sus días mostrándose orgulloso por haber sido testigo del progreso experimentado en la comarca.

Al igual que es un hombre satisfecho por el trabajo que ha realizado y agradecido por haber tenido la oportunidad de, a través de sus fotos, rendir homenaje a esas gentes que lo acompañaron e incluso hicieron de improvisados modelos en las diferentes localidades arousanas, llegando a convertirse en su medio de vida en municipios como el vikingo.

Un pueblo, dicho sea de paso, donde pueden verse decenas de sus instantáneas, convertidas en cuadros de tintes históricos que cuelgan de las paredes de la casa consistorial, a modo de exposición permanente.

Y también un ayuntamiento, el catoirense, que como el de Vilagarcía, y puede que el de Valga, quizás algún día homenajeen como se merece a este hombre que vivió por y para la fotografía y que invirtió tanto dinero como esfuerzo en la elaboración de ese gran álbum histórico de la comarca y el Baixo Ulla.

Faro de Vigo

El futuro de los niños del triple crimen de Valga está ahora en manos de la justicia.

¿Qué futuro les espera a los niños, las otras víctimas del triple crimen machista de Valga? La custodia legal de los hijos de Sandra Boquete, primera víctima del asesinato perpetrado por su exmarido, José Luis Abet, continúa en manos de la Xunta cuando va a cumplirse un año del terrible suceso: el próximo miércoles 16 de septiembre. El juicio para se sigue contra el autor todavía está en fase de Instrucción y las diligencias previas se retomarán a lo largo de la próxima semana. Posteriormente se decidirá, también en sede judicial, la custodia de los pequeños al haber diferencias entre las familias.

Con todo, según fuentes vecinales han informado a E CORREO GALLEGO y tal y como confirmó la Consellería de Política Social, los niños, de 5 y 8 años no fueron ingresados en ningún centro, sino que se encuentran en la modalidad de acogimiento familiar, residiendo en la actualidad con su abuelo materno, Fernando Boquete, en la parroquia de Cordeiro. Sin embargo, la familia paterna también ha reclamado la custodia de los pequeños y el abogado de la familia Abet, Manuel Franco Argibay, desvela que la abuela paterna está llamada a declarar el próximo miércoles 23 de septiembre.

Seis vecinos de casas adyacentes a la del crimen afirman que los pequeños residen con su abuelo, que es otra de las víctimas psicológicas de este asesinato, marido de una de las fallecidas: María Elena Jamardo, madre de Sandra.

Acercándonos por las inmediaciones de su domicilio podemos observar desde las afueras que en el jardín se encuentran objetos de juego de niños. Hasta la fecha, y periódicamente, los Servicios Sociales realizan inspecciones para comprobar que los pequeños se encuentran bien y que son cuidados correctamente. Tal y como confirman desde Política Social, hasta el momento no ha habido incidencias reseñables y la convivencia con el abuelo se considera positiva.

BUENA CONSIDERACIÓN VECINAL DEL ABUELO. Fernando Boquete es una persona muy querida en la zona de Valga, donde ejerció un cargo en el ayuntamiento hasta que este suceso le llevó a pedir la jubilación anticipada, por la evidente carga psicológica que conlleva el haberse quedado sin su mujer y sin sus dos hijas de la noche a la mañana, como hemos conocido a través de vecinos allegados.

“Eu non sei en qué quedará o asunto, e a familia paterna non ten a culpa, pero oxalá os nenos queden en mans de seu avó, é unha maravillosa persona que sempre mirou por eles, xa antes de todo”, relata el vecino de la casa adyacente a la de la familia, Carlos Sanjurjo.

Y es que, tal y como indicaron los vecinos a este periódico, cuyas versiones son coincidentes, ambos progenitores trabajaban, Sandra Boquete en STAC y José Luis Abet en Exlabesa, empresas del sector del aluminio de la zona, de manera que no disponían de tiempo completo para poder atenderlos, por lo que “sempre estaban cos avós”.

LA TÍA TRABAJABA CON NIÑOS. La tercera víctima dentro de este crimen, la hermana de la madre de estos niños e hija de Fernando Boquete, Alba Boquete, había abierto una clínica de logopedia en Pontecesures (Pontevedra), el ayuntamiento vecino, llamada Falando, y colaboraba con la Asociación Amencer-Aspace.

Su última publicación en la red social Facebook, realizada el 10 de septiembre, seis días antes del asesinato, precisamente, versaba sobre la adquisición de unos “cuentos infantiles breves ideales para iniciarse en la lectura y comprensión”, para tratar a niños con dislalias y problemas de expresión oral. Alba estaba muy acostumbrada a tratar con niños con problemas y, en estos momentos, habría supuesto un gran apoyo psicológico para sus sobrinos.

familia poco sociable. Tal y como relatan los vecinos de las casas próximas a la del crimen con los que ha hablado, EL CORREO la familia Abet Boquete “non era moi dada a relacionarse con nós, cos veciños”. “Sempre foron moi para sí, moi recelosos da súa intimidade, por así dicilo, non tiñan contacto con ninguén”, asegura Carlos Sanjurjo.

El único contacto que mantenían era por parte de José Luis Abet, de temperamento fuerte y que “tiña problemas co 90% dos veciños”, advierte el matrimonio de la casa colindante, que añade que “Sandra tamén era bastante extraña”.

Sin embargo, Sanjurjo explica que “con Sandra nunca houbo roces nin nada polo estilo, pero si é verdade que ela volvía sempre polo seu marido nos conflictos, cousa que podo chegar a entender, pero non debeu facelo”.

Esta falta de relación con los vecinos se hace extensible también a los pequeños, en aquel entonces de 4 y 7 años. Valga es un ayuntamiento de menos de 6.000 habitantes donde todos se conocen, prácticamente, y donde se conserva la relación vecinal de antaño en la que todos se tratan como familia. En el caso de los niños, todavía se puede ver en sus calles esa costumbre preservada de antaño (ahora ya perdida en las grandes ciudades) de jugar juntos. Si bien, los niños no formaban parte de estos encuentros.

“Nunca os vimos saír da súa finca, só os víamos pasar para o colexio e de volta para a casa, ou xogando no xardín cando as árbores non tiñan follas e había visión dende a nosa ventá”, comentan los habitantes de la casa de enfrente. Carlos Sanjurjo también se manifiesta al respecto y se muestra tajante: “Creo que o día que mellor coñecín a eses nenos e que tiven máis trato con eles foi o do asesinato”.

Sus nietos son poco mayores y, sin embargo, nunca habían tenido trato con ellos, algo bastante inusual entre los niños de la zona.

DÍA DEL ASESINATO: EL MAYOR SE DA CUENTA DE TODO. Los niños lo presenciaron todo. “Cando saímos á calle e vimos os corpos tirados boca abaixo frente ao portal e aos nenos alí sentimos un alivio moi grande, foi como: menos mal que están ben”, expresa Sanjurjo, que fue quién los acogió en su casa cuando huyeron asustados. “Parámolos no camiño e xa os metemos na nosa casa”, dice.

“O pequeno non se daba conta de moito, pero o maior si, estaba en shock, vomitara por el e tuvemos que cambialo, dímoslles de almorzar e houbésemoslle dado todo o que nos pedisen, imaxínate, como non ibamos a facelo? Habería que ser moi desalmado para non”, relata Sanjurjo, todavía apesadumbrado por los recuerdos de aquel día.

Sus nietos, los niños de edad relativamente similar a estos pequeños, “tamén se daban de conta de que algo estaba pasando, e volcáronse con eles, non os deixaron sós nin un momento”, explica este vecino, que vive justo al lado de la finca de la familia Abet Boquete.

“Nunca olvidarei esa imaxen do Policía preguntándolle ‘cuéntame, ¿qué pasó? ¿Qué viste?’ e ao maior dicíndolle entre lágrimas: ‘papá mató a mamá’; esa imaxen parteume a alma”, recuerda Sanjurjo, que no puede contener la emoción.

NULA RELACIÓN DE ABET CON LOS NIÑOS. “Tras a separación de Sandra e José Luis (unos dos años antes del crimen), ao principio, el viña e metía o coche hasta dentro da finca, collía aos nenos e marchaba, sen deixarse ver moito, pero despois deixou de aparecer”, asegura el matrimonio de la casa de al lado, que añade que “coméntase que Sandra xa non lle deixaba ver aos nenos pola súa mala actitude”.

Sea como fuere, lo cierto es que tras el divorcio José Luis Abet se vió económicamente muy perjudicado, hasta el punto de, según nos relatan las fuentes vecinales, “acabou vivindo nun coche medio destartalado que tiña baixo un puente”.

LENTITUD DE LA JUSTICIA. Al final, como suele suceder en estos trágicos casos, los niños son los que pagan las consecuencias de los actos de sus progenitores. La lentitud de la justicia y el desentendimiento de los medios del foco de la cuestión una vez que pasa el ‘boom’ de los días posteriores al suceso hacen que, todavía un año después, estos niños no tengan a alguno de sus familiares como tutor legal y que se abra la puerta a la posibilidad de que, como ocurre en este caso, acabe siendo un juez quien decida si siguen con el abuelo materno o se van con la abuela paterna. Vacía la casa de la matanza pero en el buzón continúan los nombres de víctima y sus hijos

Valga. La casa de la familia Abet Boquete se encuentra próxima a las vías del tren que atraviesan la localidad de Valga (Pontevedra). En estos momentos la finca permanece deshabitada y abandonada. “Fai moito que non vén nadie por aquí”, cuenta a EL CORREOa el matrimonio de la casa colindante. “Ao principio, cando todo sucedeu, si viñan familiares dela, víalos sair con bolsas da casa, fóronse levando os muebles, pero, pouco a pouco foise vaciando e deixaron de aparecer”, relatan.

Por lo que respecta al abuelo materno, el que actualmente convive con los niños, “nunca volveu a pisar por aquí, non lle fai ben, canto máis lexos, mellor”, coinciden varios vecinos. El único momento en el que fue por la casa fue poco después del asesinato, para recoger enseres personales, tras eso, “nunca máis”.

Acercándonos al lugar de los hechos, puede observarse una ligera modificación en la casa con respecto a cómo estaba antes del asesinato. “Antes tiñan setos que cubrían unha gran parte do cerrado para aislar o interior da casa, porque, como dixen, era unha familia moi para sí”, relatan las fuentes vecinales. En estos momentos esa arbolada ha desaparecido en su mayor parte, y la maleza, pese a que ha sido cortada en varias ocasiones, como detalló el vecino Carlos Sanjurjo, vuelve a crecer abundante al no utilizarse nada.

Asimismo, el cerrado se encuentra algo deteriorado por el paso del tiempo y lo que se alcanza a ver del interior está vacío. Con todo, pasando por las inmediaciones del lugar, perfectamente daría la imagen de permanecer habitada, para alguien que desconociese los hechos allí acaecidos, tanto es así que incluso el buzón conserva los nombres de sus tres últimos habitantes en una placa dorada.

En estos momentos, la propiedad de la casa habría quedado en manos de la familia materna, si bien permanece abandonada.

Su venta ahora mismo no resultaría factible, no solo legalmente, sino que, tras el triple crimen, su valor se ha devaluado enormemente. La madre de José Luis Abet se encuentra desanimada y rechaza hablar sobre el tema

Ames. La otra parte implicada en esta disputa por la custodia de los menores, la familia Abet, es natural de la parroquia de O Carballido, en el ayuntamiento coruñés de Ames.

Y, la madre de José Luis Abet, María del Carmen Lafuente, según informaciones recabadas desde este periódico, atraviesa por malos momentos aún en la actualidad, tras el enorme impacto de conocer que su propio hijo había asesinado fríamente a tres personas a las que conocía y con las que había convivido.

Esta pasada semana acudimos a su domicilio para poder preguntarle acerca de la reclamación sobre la custodia de los niños. Al no contestar a nuestra llamada en el timbre de la vivienda, pudimos encontrarla en el jardín aledaño a la casa, realizando labores del hogar.

Tras saludarla se acercó a nosotros cabizbaja, vestida por completo de negro y con cara desencajada al identificarnos como redactores de EL CORREO. Preguntada sobre el tema de los menores su respuesta simplemente fue: “Ay, no tengo ganas de hablar de eso, perdonadme, lo siento mucho, de verdad”, nos dijo con voz entrecortada y apesadumbrada.

Su rostro era el de una anciana que ha pasado por mucho en muy poco tiempo, con las ojeras acentuadas por un conjunto de la edad y los disgustos acumulados.

Según hemos podido saber por los vecinos, los niños acudían a menudo a ver a su abuela paterna, y ahora ya no pueden hacerlo: lleva casi un año sin verlos.

“No conocemos mucho a la señora, ya que es bastante introvertida, no da pie a conversación más allá de un ‘hola’ y ‘adiós’”, apuntan vecinos cercanos que no han querido revelar su identidad.

Tras el crimen, literalmente, y hasta la fecha, esta anciana mujer se ha quedado sin nietos y sin hijo, que permanece encerrado en la cárcel de máxima seguridad de León. el suceso ¿Prisión permanente revisable?

RESUMEN. José Luis Abet, natural de la localidad coruñesa de Ames y de 45 años de edad, acabó con la vida de su exmujer (Sandra Boquete, de 39 años), de su excuñada (Alba Boquete, de 27) y de su exsuegra (María Elena Jamardo, de 59) el 16 de septiembre de 2019, asestando más de 10 disparos, 8 efectivos.

PRIMER CRIMEN. El asesino no mató a las tres mujeres en el mismo momento, como se pensó en un principio. Llegó a la casa familiar sobre las 7.30 horas, cuando Sandra se disponía a salir para llevar a sus hijos al colegio. Allí la increpó y estuvo merodeando, atemorizándola hasta el punto de que llamó a su madre y a su hermana para que fuesen al lugar. Antes de su llegada, el agresor disparó dos veces en el cuello de Sandra y una en el pecho, que causaron su muerte en el acto. Luego, José Luis abandonó la escena del crimen.

SEGUNDO Y TERCERO. En su huida se cruzó con el coche de su suegra y nuera, cuando se dirigían a la casa. Así que decidió dar vuelta y seguirlas hasta el lugar. Sobre las 8.20 de la mañana las encontró en la casa y realizó ocho disparos que pusieron fin a sus vidas.

EL ARMA DEL CRIMEN. Aún a día de hoy es un misterio el cómo el asesino consiguió el arma homicida. En concreto, se trató de un revólver del calibre 32 largo con capacidad para seis balas y para el que carecía de licencia. Tras cometer el crimen la tiró al río Tambre, en la localidad de Ponte Maceira, en el ayuntamiento de Ames, aunque él mismo revelaría que se encontraba allí.

CONFESIÓN EN AMES. Tras huir a casa de su madre, en la aldea de O Carballido, él mismo se entregó en el cuartel de Ames, llamando a la Policía e indicando todo sobre los hechos y la ubicación donde había tirado el arma.

PRISIÓN DE MÁXIMA SEGURIDAD. José Luis Abet permanece encarcelado en un módulo de alta exigencia de la prisión de máxima seguridad de León.

A LA ESPERA DE JUICIO. Por el momento las fuentes judiciales no han terminado de recabar todas las pruebas para enviarlas a los abogados y preparar la defensa. Se desconoce la procedencia del arma. El juicio permanece en Instrucción.

El Correo Gallego

O Pirueiro navega el Ulla y el Sar con dos dornas en honor a Rosalía.

Subida marítima. O Piueiro con unos pocos privilegiados que pudieron seguir la travesía .

Es un año extraño y sometido a los protocolos y medidas que ha impuesto la crisis sanitaria, pero pese a ello la Fundación Rosalía de Castro de Padrón no ha querido dejar pasar la fecha en la que las gentes del mar rinden homenaje a la escritora. Así el viernes se celebró la Inchadiña Blanca Vela que en esta ocasión se ha visto limitada y ha tenido como gran protagonista al volanteiro de A Guarda, O Piueiro, una embarcación tradicional de vela que ha realizado este año acompañado por dos dornas la subida por los ríos Ulla y Sar.

La embarcación de A Guarda apoyada en su lema Eu son libre del manifiesto de Liereders y acompañada por las dornas navegó por los ríos hasta llegar al Espolón, en Padrón, sobre las 19.30 horas aproximadamente. Allí se homenajeó a Rosalía de Castro frente a su estatua, como siempre se ha hecho durante los años anteriores.

Hay que recordar que en el año 2013 se celebró por primera vez la Inchadiña Branca Vela, iniciativa creada con el fin de conmemorar el 150 aniversario de la publicación de la escritora Cantares gallegos, en los que la autora hace referencia a las dornas que subían al Ulla, por iniciativa de los defensores de la cultura marítima de la época. Concretamente esta era la estrofa en la que Rosalía habla de las embarcaciones. “¡Que inchadiña branca vela/ antre os millos corre soa/ misteriosa pura estrela! / Dille o vento en torno dela: Palomiña, ¡voa!, ¡voa”.

La travesía comenzaba habitualmente en la playa fluvial de Vilarello, en Cordeiro (Valga), y finalizaba en el Paseo del Espolón, en el municipio padronés.

Durante las ediciones pasadas de la Inchadiña, participó un gran número de embarcaciones tradicionales de toda la comunidad gallega, con llegadas desde la ría de Arousa y la ría de Vigo, botes de Ribadeo o lanchas xeiteiras, entre otras.

Pero este año, para evitar las grandes concentraciones y respetar las medidas de seguridad impuestas por la pandemia de la covid-19 el acto estuvo protagonizado únicamente por la embarcación O Pirueiro.

También y con motivo del homenaje anual que rinde el municipio de Padrón a Rosalía de Castro, eun día antes, el jueves, el fotógrafo Eduardo Rivo presentaba en el auditorio padronés su libro de fotografía Inchadiña Branca Vela. El acto, organizado por la Fundación Rosalía de Castro, de la mano de la Diputación de A Coruña, reunió al presidente de la Asociación Cultural Dorna de la Arousa, Salvador Allo; el alcalde de Padrón, Antonio Fernández Angeuira; el director de la fundación, Anxo Angueira y el propio autor de las ilustraciones, Eduardo Rivo. Además, los presentes pudieron disfrutar de una actuación musical protagonizada por el cantautor Secho.

La obra contiene más de cien imágenes sobre la fiesta de conmemoración a la escritora, desde su primera edición en el año 2013.

El autor de la publicación, Eduardo Rivo (Ourense, 1976), es un cirujano torácico y a la suma, fotógrafo autodidacta. Pertenece al grupo artístico gallego Galeoska y es miembro de la escuela tradicional Dorna da Illa da Arousa.

El Correo Gallego

Cofradías de la Virgen de los Dolores y el Nazareno de San Xulián de Pontecesures.

Párroco, Arturo Lores Santamaría

«Estamos en marcha, Cuaresma arriba, hacia la Pascua donde encontraremos el agua bautismal del renacimiento y la luz de la Resurrección».

En septiembre de 2006 tomo posesión de la Parroquia de San Julián de Pontecesures, como Párroco. Al año siguiente, con motivo de la Semana Santa, observo, en una sacristía la Imagen de un Nazareno. En Pontecesures, no había ninguna procesión de Semana Santa, y aprovecho la ocasión, para instituir la Procesión del Encuentro, con las imágenes de ese Nazareno y la Virgen de los Dolores. Había que pensar en el día y la hora, para no interferir con las procesiones de Semana Santa del vecino pueblo de Padrón, y así, se me ocurrió que el día apropiado, sería el Viernes Santo, por la mañana.

Basándome en las comisiones de Fiestas, de los diferentes lugares de la Parroquia, les encomiendo la titularidad de cada una de las imágenes, y así, saliendo de los extremos de la Parroquia, poder encontrarnos en la Plazuela del Centro, frente a la Iglesia. Y, ¿Quién podría ser el Predicador? el encargado de los Medios de Comunicación de la Diócesis, el Padre Isorna, Franciscano, natural de Cordeiro, (Valga) en ese momento era el que celebraba la Misa de la TVG.

A partir de esa experiencia, la gente se anima y deciden formar las diferentes Cofradías, la del Nazareno y la de la Virgen de los Dolores. Instituyéndose ambas, con sus Estatutos y con autorización del Sr. Arzobispo don Julián Barrio, el 16 de marzo de 2010.

Así seguimos ininterrumpidamente hasta este año 2020, que por razones de fuerza mayor, nos vemos obligados a vivirla más interiormente y pensando, en el 2021 Año Santo Compostelano como acción de Gracias a Dios.

Pastoral Santiago

El empresario Andrés Quintá, hospitalizado en el Clínico de Santiago.

Faro de Vigo rectifica la nota:

Andrés Quintá Cortiñas. // A. Villar

Andrés Quintá Cortiñas.

Andrés Quintá Cortiñas está ingresado en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. El afamado empresario, cabeza visible de Extrugasa y el Grupo Quintá, dio positivo por coronavirus Covid-19.

La familia dice que no es grave, pero la preocupación existe en el Concello de Valga, donde está plenamente asentado, como hijo adoptivo, y donde montó su imperio. Pero también en localidades vecinas como Padrón, donde nació, y en otros muchos municipios de las comarcas de Caldas, Barbanza, O Sar, Santiago y O Salnés, a las que está estrechamente ligado profesionalmente y a las que pertenecen muchos de los más de setecientos trabajadores de su industria.


La noticia sobre la hospitalización del laureado empresario se extendió rápidamente en las últimas horas, sobre todo porque la plantilla de Extrugasa está al tanto de ello y no deja de interesarse por su estado de salud, al igual que hacen desde el Concello de Valga.

Hay que tener presente que Andrés Quintá es un hombre muy popular que además tiene una importante presencia mediática en la actividad cultural, social y económica del Bajo Ulla y de toda Galicia.

Una de sus últimas apariciones públicas, el mes pasado

Sin ir más lejos, a principios del mes pasado participó en el almuerzo oficial que organiza cada año el Concello de Valga para reunir a empresarios y políticos; un encuentro de confraternidad que contó con la presencia de algunos de los más importantes patronos de la comarca, como siempre arropados por alcalde, José María Bello Maneiro, y esta vez también por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Economía.

Quintá se mostró entonces tan activo como lo fue siempre. Y se dejó ver como es, un hombre extrovertido, campechano y sencillo, al que le gusta hablar de historia y recordar cómo levantó su imperio, capaz de exportar a medio mundo el 60% de su producción para dar servicio a sectores como el naval, ferroviario, industrial, aeronáutico, arquitectura o construcción.


Un referente en Galicia

A base de esfuerzo, Andrés Quintá se convirtió en uno de los empresarios más importantes de Galicia, situando a su empresa estandarte, Extrugasa, entre las más significativas del mundo dentro de su sector, el de extrusionados de aluminio.

A través de dicha firma y del Grupo Quintá, el afamado empresario también se convirtió en un importante benefactor, colaborador habitual del Concello de Valga en todo tipo de iniciativas socioculturales, al igual que patrocinador de clubes de fútbol y baloncesto, entre otras disciplinas deportivas.

En las fiestas populares y con la cultura

Es un hombre que disfruta asistiendo a fiestas como la de la empanda de maíz, en la parroquia valguesa de Cordeiro, y a la exaltación anual de la anguila y la «caña do país», también en Valga.

El artífice del imperio Quintá es, en definitiva, un hombre del pueblo que participa activamente del día a día de su localidad y de la comarca.

Un hombre que presume de haber disfrutado siendo joven «de la buena música de las verbenas, reuniones y comidas familiares y con amigos«, de ahí que no dude en respaldar este tipo de acontecimientos que, como la Mostra da Caña do País, «nos dan un respiro y ayuda necesaria para continuar luchando y trabajando».

Quintá en la fiesta de su 80 cumpleaños, el pasado verano.


Un hombre concienciado

«Las fiestas gastronómicas son un importante difusor de los productos ecológicos que deberían marcar la base de una alimentación sana», explicaba Andrés Quintá en una entrevista concedida a FARO el pasado verano.

Y abundaba en ello diciendo que es «una de las asignaturas pendientes de este siglo, en las que el sobrepeso y la obesidad infantil son verdaderas epidemias causadas por una alimentación precaria a base de alimentos ultra-procesados».


Promotor turístico del Concello

Se pronunciaba así con tanta firmeza como la que emplea cuando promociona turística y empresarialmente al Concello de Valga.

Una postura que, en buena lógica, mantiene al referirse a su buque insignia, Extrugasa; empresa en la que «siempre nos hemos preocupado por luchar a diario e invertir los beneficios de nuestra facturación en investigación y desarrollo de nuevos productos demandados por el mercado».


Quintá, al lado del alcalde, en la pasada comida de Navidad.


Ese es Andrés Quintá, un hombre que tanto habla de la siembra del trigo en una parcela de Valga, para enseñar a los niños cómo se cultivaba el campo antaño, como de las exportaciones de aluminio realizadas por su empresa a medio centenar de países.


«Esfuerzo, modestia y aprendizaje»

Y es que «Extrugasa surgió del esfuerzo de personas emprendedoras con visión de innovación que supimos adaptarnos a la transformación de la industria y arquitectura», enfatiza el empresario siempre que tiene oportunidad.

Lo tiene claro, como claro tiene el secreto de su éxito: «Modestia, aprendizaje y esfuerzo». Esas son las «guías fundamentales para lograr el éxito « de las que suele hablar para referirse a la filosofía de su empresa, asentada en un espacio de 400.000 metros cuadrados, con 112.000 construidos, en el que se generan 750 empleos directos y se facturan más de cien millones de euros al año.

Pero Andrés Quintá no solo piensa en su pueblo y su empresa. También se implica al máximo en el desarrollo de su comarca y de toda Galicia. Prueba de ello es que, como presidente de la asociación empresarial del Ulla-Umia, en el almuerzo de trabajo desarrollado en febrero ya expuso al presidente de la Xunta que es fundamental «lograr una mayor internacionalización de nuestra actividad empresarial y prestigiar la marca Galicia y la marca España», lo cual se logra, a su juicio, «a base de la cultura del trabajo y de la calidad de nuestros productos, planificando el futuro de nuestra sociedad a partir de la educación y la formación«.

Formación

Defendía así el papel del binomio Universidad-Empresa, convencido de que «deben ir de la mano para adecuar la preparación de nuestros jóvenes a las necesidades del mañana de nuestras empresas».

Esto lo llevaba a reivindicar más inversión en I+D+i, tratando de «convertir nuestras facultades de Ingeniería en auténticos laboratorios tecnológicos que eviten la llamada fuga de cerebros hacia la emigración».

Andrés Quintá incluso animaba entonces a los demás empresarios a «asistir a ferias internacionales, muestras tecnológicas, simposios formativos y centros expositivos de interés mundial «. Es decir, a «salir, ver mundo y conocer lo que hacen otros para inspirarnos en ellos y superarlos».


Reclamaciones ante Feijóo

En aquella ocasión Quintá también reclamó a Feijóo medidas de apoyo a los emprendedores y la concesión de premios a la exportación. Además de quejarse de las «enormes cargas fiscales y burocráticas que asfixian a empresarios y trabajadores».

Por todas estas razones, y muchas más, Andrés Quintá es un empresario de éxito cuyo estado de salud preocupa a muchos ciudadanos.

Por el momento, lo que sostienen en la propia empresa y en el Concello de Valga es que está estable, dentro de la gravedad de la situa

El empresario Andrés Quintá, hospitalizado en la UCI del Clínico de Santiago.

Dio positivo por coronavirus.

Andrés Quintá Cortiñas está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. El afamado empresario, cabeza visible de Extrugasa y el Grupo Quintá, dio positivo por coronavirus COVID_19, por lo que permanece entubado en la citada unidad médica en estado grave.

La preocupación es máxima en el Concello de Valga, donde está plenamente asentado, como hijo adoptivo, y donde montó su imperio.

Pero también en localidades vecinas como Padrón, donde nació, y en otros muchos municipios de las comarcas de Caldas, Barbanza, O Sar, Santiago y O Salnés, a las que está estrechamente ligado profesionalmente y a las que pertenecen muchos de los más de setecientos trabajadores de su industria.

La noticia sobre la hospitalización del laureado empresario se extendió rápidamente en las últimas horas, sobre todo porque la plantilla de Extrugasa está al tanto de ello y no deja de interesarse por su estado de salud, al igual que hacen desde el Concello de Valga.

Hay que tener presente que Andrés Quintá es un hombre muy popular que además tiene una importante presencia mediática en la actividad cultural, social y económica del Bajo Ulla y de toda Galicia.

Una de sus últimas apariciones públicas, el mes pasado

Sin ir más lejos, a principios del mes pasado participó en el almuerzo oficial que organiza cada año el Concello de Valga para reunir a empresarios y políticos; un encuentro de confraternidad que contó con la presencia de algunos de los más importantes patronos de la comarca, como siempre arropados por alcalde, José María Bello Maneiro, y esta vez también por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Economía.

Quintá se mostró entonces tan activo como lo fue siempre. Y se dejó ver como es, un hombre extrovertido, campechano y sencillo, al que le gusta hablar de historia y recordar cómo levantó su imperio, capaz de exportar a medio mundo el 60% de su producción para dar servicio a sectores como el naval, ferroviario, industrial, aeronáutico, arquitectura o construcción.


Un referente en Galicia

A base de esfuerzo, Andrés Quintá se convirtió en uno de los empresarios más importantes de Galicia, situando a su empresa estandarte, Extrugasa, entre las más significativas del mundo dentro de su sector, el de extrusionados de aluminio.

A través de dicha firma y del Grupo Quintá, el afamado empresario también se convirtió en un importante benefactor, colaborador habitual del Concello de Valga en todo tipo de iniciativas socioculturales, al igual que patrocinador de clubes de fútbol y baloncesto, entre otras disciplinas deportivas.

En las fiestas populares y con la cultura

Es un hombre que disfruta asistiendo a fiestas como la de la empanda de maíz, en la parroquia valguesa de Cordeiro, y a la exaltación anual de la anguila y la «caña do país», también en Valga.

El artífice del imperio Quintá es, en definitiva, un hombre del pueblo que participa activamente del día a día de su localidad y de la comarca.

Un hombre que presume de haber disfrutado siendo joven «de la buena música de las verbenas, reuniones y comidas familiares y con amigos«, de ahí que no dude en respaldar este tipo de acontecimientos que, como la Mostra da Caña do País, «nos dan un respiro y ayuda necesaria para continuar luchando y trabajando».

Quintá en la fiesta de su 80 cumpleaños, el pasado verano.


Un hombre concienciado

«Las fiestas gastronómicas son un importante difusor de los productos ecológicos que deberían marcar la base de una alimentación sana», explicaba Andrés Quintá en una entrevista concedida a FARO el pasado verano.

Y abundaba en ello diciendo que es «una de las asignaturas pendientes de este siglo, en las que el sobrepeso y la obesidad infantil son verdaderas epidemias causadas por una alimentación precaria a base de alimentos ultra-procesados».


Promotor turístico del Concello

Se pronunciaba así con tanta firmeza como la que emplea cuando promociona turística y empresarialmente al Concello de Valga.

Una postura que, en buena lógica, mantiene al referirse a su buque insignia, Extrugasa; empresa en la que «siempre nos hemos preocupado por luchar a diario e invertir los beneficios de nuestra facturación en investigación y desarrollo de nuevos productos demandados por el mercado».

Quintá, al lado del alcalde, en la pasada comida de Navidad.


Ese es Andrés Quintá, un hombre que tanto habla de la siembra del trigo en una parcela de Valga, para enseñar a los niños cómo se cultivaba el campo antaño, como de las exportaciones de aluminio realizadas por su empresa a medio centenar de países.


«Esfuerzo, modestia y aprendizaje»

Y es que «Extrugasa surgió del esfuerzo de personas emprendedoras con visión de innovación que supimos adaptarnos a la transformación de la industria y arquitectura», enfatiza el empresario siempre que tiene oportunidad.

Lo tiene claro, como claro tiene el secreto de su éxito: «Modestia, aprendizaje y esfuerzo». Esas son las «guías fundamentales para lograr el éxito» de las que suele hablar para referirse a la filosofía de su empresa, asentada en un espacio de 400.000 metros cuadrados, con 112.000 construidos, en el que se generan 750 empleos directos y se facturan más de cien millones de euros al año.

Pero Andrés Quintá no solo piensa en su pueblo y su empresa. También se implica al máximo en el desarrollo de su comarca y de toda Galicia.

Prueba de ello es que, como presidente de la asociación empresarial del Ulla-Umia, en el almuerzo de trabajo desarrollado en febrero ya expuso al presidente de la Xunta que es fundamental «lograr una mayor internacionalización de nuestra actividad empresarial y prestigiar la marca Galicia y la marca España», lo cual se logra, a su juicio, «a base de la cultura del trabajo y de la calidad de nuestros productos, planificando el futuro de nuestra sociedad a partir de la educación y la formación».

Formación

Defendía así el papel del binomio Universidad-Empresa, convencido de que «deben ir de la mano para adecuar la preparación de nuestros jóvenes a las necesidades del mañana de nuestras empresas».

Esto lo llevaba a reivindicar más inversión en I+D+i, tratando de «convertir nuestras facultades de Ingeniería en auténticos laboratorios tecnológicos que eviten la llamada fuga de cerebros hacia la emigración».

Andrés Quintá incluso animaba entonces a los demás empresarios a «asistir a ferias internacionales, muestras tecnológicas, simposios formativos y centros expositivos de interés mundial». Es decir, a «salir, ver mundo y conocer lo que hacen otros para inspirarnos en ellos y superarlos».


Reclamaciones ante Feijóo

En aquella ocasión Quintá también reclamó a Feijóo medidas de apoyo a los emprendedores y la concesión de premios a la exportación. Además de quejarse de las «enormes cargas fiscales y burocráticas que asfixian a empresarios y trabajadores».

Por todas estas razones, y muchas más, Andrés Quintá es un empresario de éxito cuyo estado de salud preocupa a muchos ciudadanos.

Por el momento, lo que sostienen en la propia empresa y en el Concello de Valga es que está estable, dentro de la gravedad de la situación.

Faro de Vigo