Dos templos que están a la vista y otros dos escondidos en Padrón.

Las iglesias de Iria Flavia y A Escravitude son los principales referentes en esta ruta con mucho patrimonio e historia.

Padrón tiene tres templos en su casco urbano: dos en su corazón (la parroquial de Santiago, con el pedrón, y el pequeño de la Orden Tercera) y otro en su límite (el del magnífico convento del Carmen, que a su vez esconde la capilla de Santa Teresa). Pero en sus cercanías fueron erguidos varios más que, desde luego, se merecen una visita.

El más humilde de todos ellos se encuentra en la salida hacia Pontecesures, a la izquierda, en esa recta ahora mucho más diáfana desde que se derribaron unos edificios que afeaban el conjunto. Es José Manuel Garrido, el gran conocedor (y valedor) de Padrón, a quien siempre hay que preguntar cuando se trata de la historia de la localidad, quien explica: «Se trata de la capilla de la Virgen de los Dolores, en A Ponte, pero no es antigua, qué va, fue inaugurada en el 2002».

En realidad, es la materialización del deseo de una mujer, Rosa Cortiñas, poetisa quien estuvo trabajando muchos años en Estados Unidos. Esta sencilla construcción, pequeña, «fue puesta al servicio de todos sus vecinos», en palabras de Garrido. La mujer aseguraba haber tenido una visita de la Virgen de los Dolores, según informaba este periódico con motivo de la inauguración del edificio, y por ello decidió levantar la capilla.

Pero los dos pesos pesados se encuentran yendo a Santiago por la carretera nacional, y uno y otro son bien conocidos: Iria Flavia y A Escravitude. Ante ambos pasa el Camino Portugués a Compostela.

Iria Flavia son palabras mayores no solo por su arquitectura, con fuerte presencia del arte románico, sino por su historia. En su cementerio estuvo enterrada durante seis años Rosalía de Castro antes del traslado al Panteón dos Galegos Ilustres. Además, fue, si no la capital de Galicia, sí el gran centro de poder en los siglos VIII y IX, hasta que el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago en el bosque Libredón (donde hoy se halla la catedral) le hizo perder la relevancia que ganaba el poblado que iba creciendo en torno al cuerpo de uno de los doce seguidores de Cristo. En cualquier caso, se impone ver el magnífico museo al aire libre que conforman los sepulcros antropomorfos datados en el siglo VI y que se extiende al lado del templo. Por cierto, si la visita coincide con el repique de campanas, la recomendación no puede ser más que quedarse quieto y escuchar. Una maravilla.

Cristóbal Ramírez

A Escravitude no tiene nada que ver con eso. Bien al contrario, es muy posterior. De hecho, la iglesia vieja no es esa, sino otra románica: la de Cruces, unos metros más adelante por el Camino Portugués. Un párroco de Cruces del siglo XVI había colocado mera cuestión de fervoroso agradecimiento por un favor— una imagen de la Virgen con su hijo en una fuente de la cual sigue manando agua, y ahí paró un hombre enfermo de hidropesía, quien bebió y a las 72 horas estaba curado. La tradición asegura que ese hombre exclamó (¿En gallego o en castellano? Muy probablemente, en gallego, aunque haya pervivido la frase en español) «Gracias, Virgen, que me libraste de la esclavitud de mi mal». Y de ahí el nombre que adquirió un santuario que se remató en 1886 y que fue levantado con donaciones populares.

A Escravitude tapa un poco a Cruces, y no resulta justo marcharse sin ver esta. Ahí llamarán la atención el ábside rectangular románico, uno de los elementos que quedan de la obra erguida a principios del siglo XII o principios del XIII; la colección de canecillos que soportan el alero del tejando y la sacristía de 1618. Un buen punto final a la excursión.

La Voz de Galicia

Falleció Ramona Mouta Duyos.

A los 71 años falleció el pasado viernes la vecina de Cortiñas, viuda de de José Gómez Bravo. Ayer sábado recibió sepultura en el cementerio parroquial de Santa María de Herbón.

Descanse en paz.

Importante avaría na canle de subministro de auga que abastece a Pontecesures dende o bombeo da Barca.

Hai uns días cedeu un sifón da canle en Cortiñas quedando a propia canle baleira e inoperativa. Na actualidade estase a utilizar o subministro alternativo, tamén con auga procedente do río Ulla, do Lapido (Carcacía), infraestrutura hidráulica que da servizo o nove municipios entre eles o de Pontecesures.

Esperemos que a instalación quede arranxada canto antes para que estea de novo operativo o subministro de auga pola canle. Ao parecer hai razóns económicas evidentes.

Discurso de Andrés Quintá en la reunión de AEVU.

                                                               

TEMAS: CENTRO FORMACIÓN Y POLÍGONO INDUSTRIAL

Estimados colegas,

Como Presidente de AEVU (Asociación de Empresarios de los Valles Ulla-Umia) y EXTRUGASA, tengo el deber de transmitir las inquietudes y necesidades laborales de los industriales de la zona.

Como sabemos, la escasez de zonas industriales para la instalación de nuevas empresas y el desarrollo de las existentes es un problema en aumento en la comunidad gallega. Ese es uno de los grandes escollos por los que muchas empresas deciden trasladarse a países vecinos, como Portugal, con una amplia oferta en polígonos industriales con servicios de logística, energía, extensión de terreno, bajos costes y sin trabas burocráticas en caso de necesidad de ampliaciones, financiación, impuestos razonables y costes asequibles y similares a de otros países de la UE. Una diferencia abismal que hacen peligrar la permanencia de las grandes empresas en Galicia que miran hacia un modelo más expansivo y menos restrictivo; como es el caso de Gamesa o Siemens, así como otras empresas de menor índole mediática que han anunciado ya su trasladado a Portugal por etapas y en partes.

En la actualidad, el emplazamiento de las zonas industriales depende de Madrid o las comunidades autonómicas, cuando la administración más cercana y con mejor concepto de la realidad de la zona y la industria a instalar son los ayuntamientos. Otra gran diferencia con los portugueses, que presentan proyectos y estudios de localización a los ayuntamiento y en un plazo de 15 a 20 días ya tramitan la respectivas licencias de construcción de las naves. La demora en las licencias de actividad o construcción tanto de obra nueva como de expansión de una empresa ya establecida dificulta no solo la competitividad de la misma en el mercado, sino también la solicitud de subvenciones, créditos y ayudas para la construcción y puesta en funcionamiento. Las enormes cargas fiscales y burocráticas generan un descontento generalizado porque asfixian tanto a empresarios como a trabajadores, disminuyen las capacidades de consumo e inversión, y son un gran impedimento para la creación de empleo pues cortan y limitan las acciones y proyectos de las empresas en expansión por la diferencia de costes entre los países. El retraso administrativo ha hundido a grandes empresas que han perdido su competitividad a la espera de dichos permisos para expansionarse y ampliar sus instalaciones productivas para adaptarse a los mercados internacionales.

En Galicia, el problema de la falta de polígonos industriales se agrava pues, un gran porcentaje de los construidos carecen de líneas de alta tensión, fibra, gas… y su localización no está próxima a poblaciones donde disponer de mano de obra, ni a infraestructuras logísticas necesarias como puertos, aeropuertos, autopistas, ferrocarriles, etc. por lo que restan competitividad y suben los costes de transporte en comparación con otras empresas de la UE, pues la elección de localización también depende de los procesos productivos de la industria a instalar. Una gran paradoja cuando en esta comunidad autónoma hay grandes extensiones de terreno que gozan de excelentes emplazamientos por las características del terreno y el acceso de comunicación a vías de transporte ya existentes. En la actualidad estas extensiones de terreno se encuentran sin aprovechamiento claro y dando poco o nula rentabilidad a sus propietarios, pues son zonas arboladas con especies no autóctonas que además ponen en peligro la flora endémica gallega; y que además de reducir los costes de construcción de los polígonos industriales, la expropiación de los terrenos no afectaría a zonas urbanas o tierras de cultivo como está sucediendo a día de hoy en nuestro territorio.

Otro factor que va restando competitividad a la industria española es la falta de personal técnico. La inversión en educación es muy inferior al resto de países de la UE. El factor humano es el factor clave, una arteria del crecimiento para el desarrollo de cualquier país. La llegada de avances tecnológicos ha revolucionado nuestra forma de vida y con ella, el mundo laboral. Las reglas del juego están cambiando continuamente y debemos adaptarnos a las demandas del mercado. Las empresas vivimos momentos decisivos en el que la formación continua y el talento humano son claves para avanzar. Por ello, es necesario que el sistema educativo se transforme y avance al mismo ritmo que lo hace la sociedad, su economía y sus empresas. 

La inversión en educación debería ser prioritaria. La OCDE ha publicado recientemente un informe de la urgente mejorara de la formación de su población española. El fracaso escolar, el abandono escolar y la baja formación son un escollo en las familias y en el nivel de bienestar. En España, tenemos un panorama muy complicado para los más jóvenes por el sistema educativo actual y las características de mercado laboral. Y el problema tiene un impacto directo en las arcas públicas, pues a menor formación menor salario. Debemos entender la educación como el corazón del progreso y ello nos obliga a ser exigentes. La educación debe cambiar y debe incorporar habilidades y competencias que tal vez no habían sido necesarios en otras épocas, pero que ahora son imprescindibles. Debemos formar a las nuevas generaciones en lealtad y valores que si poseíamos antaño; y fomentar la cultura de la disciplina, la superación y la responsabilidad.

Eramos la 6ª potencia del Mundo y el cambio de métodos nos llevará al límite de la pobreza y las desigualdades sociales.

En este dirección, deberíamos tomar el ejemplo de los alemanes que dividen a los niños en función de sus capacidades (aptitudes y velocidad de aprendizaje) y del recorrido que encaja con cada uno; y eligen su futuro laboral en función de las demandadas del mercado y sus propias posibilidades y limitaciones. Muy diferente al sistema español con carreras saturadas con poca salida laboral y con falta de otro personal cualificado por falta de orientación.

La educación es el eje que debe girar el futuro de nuestra sociedad. La formación, la Universidad y la empresa deben ir juntos para adecuar la preparación de nuestros jóvenes a las necesidades del mañana de nuestras empresas. Sólo así seremos más competitivos y podremos en el futuro poner fin a la lacra del desempleo, a la falta de mano de obra cualificada que dé respuesta a nuestras fábricas, y el problema del relevo generacional. Faltan personas prácticas y resolutivas para rejuvenecer nuestra plantilla y suplir los puestos clave de veteranos próximos a la edad de jubilación: fontaneros, electricistas, delineantes, personal de mantenimiento industrial, etc.

Las erróneas inversiones del PIB nos han llevado a esta situación, pues la Administración debe ser más rigurosa en el seguimiento de las subvenciones. Son innumerables las ayudas públicas en empresas inexistentes, proyectos que nunca se ejecutan, cursos de formación que no se realizan, empresas que tras recibir millones a fondo perdido cierran en corto plazo de tiempo, construcciones faraónicas sin uso ni fundamento, fraudes y más fraudes que dejan al descubierto grandes deficiencias.

Por tales motivo, quisiera poder contar con sus apoyos para hacernos escuchar y dar a conocer en los medios de comunicación nuestras necesidades actuales y para, entre todos, conseguir adaptar la formación a la realidad empresarial. Es prioritario que se realicen las inversiones justificadas en formación para estar a la altura competitiva en los mercados internacionales y obtener la máxima rentabilidad en las inversiones.   El crecimiento de un país depende de las inversiones y apoyo a las empresas, generadoras de empleo, riqueza y bienestar social.

Gracias a todos por asistir,                       Andrés Quintá Cortiñas
                                                                                                        Presidente del GRUPO QUINTÁ

Saltos interprovinciales para ir al súper, o a tu propio pueblo.

«Teremos que ir ao centro polo monte», dicen con humor los vecinos de Fenteira y Grobas, dos aldeas de Pontecesures a las que se llega por una carretera que en varios momentos discurre por suelo coruñés.

Tras largos días de encierro, ha llegado el momento de la desescalada. El proceso, ya lo ha anunciado el Gobierno, será lento: cuatro etapas. Durante las tres primeras, dice el plan trazado inicialmente desde Madrid, se limitarán los movimientos interprovinciales si no existe causa justificada para los mismos. El uso de las provincias como unidad de movilidad está sujeto a revisión después de que varias comunidades autónomas, entre ellas Galicia, hayan mostrado su disconformidad con ese criterio. Pero a la espera de que se tome una decisión definitiva, en localidades como Pontecesures fruncen el ceño mientras miran al puente que une esta villa con la vecina Padrón, en la provincia de A Coruña. «Non ten ningún sentido; está claro que hai que trazar a liña por algures, pero no noso caso, esa división xera situaciones ben extrañas», razona el primer edil, Vidal Seage.

A caballo ente Padrón y Cesures

Pone como ejemplo de ello a los vecinos de los lugares de Grobas y Fenteira. Viven a unos kilómetros del casco urbano. Para viajar hasta este, tienen que cambiar en varias ocasiones de provincia, ya que es terreno fronterizo y la división «fai zig zag». Así lo cuenta Eduardo, que vive en Fenteira y que tiene muchas fincas «que están unha parte en Pontevedra e outra na Coruña». «A Pontecesures temos que ir a facer a compra, para ir facer xestións… A todo. E temos que cruzar catro veces de provincia», relata. ¿Se aplicará el sentido común en este caso? Él tiene sus dudas. «Home, non vexo normal moitas das medidas que están tomando». Si el criterio provinial no cambia, dice Eduardo, a los vecinos no les quedará más remedio que «ir ao centro pola pista forestal, que é o único camiño que hai que non se mete na Coruña». Grobas y Fenteira no son los únicos núcleos cesureños que vivirían una situación extraña. Relata Vidal Seage que los vecinos de San Xulián, en Pontecesures, «non poderían ir a Cortiñas, que lles queda a cen metros, porque é Padrón». Por no hablar, en general, de todos los cesuereños, ya que la localidad vive volcada hacia el otro lado del río.

La Voz de Galicia

Padrón pide excepciones en el cambio de provincia por su cercanía a Pontecesures.

Un puente sobre el río Ulla separa Padrón (A Coruña) y Pontecesures (Pontevedra), localidades que se ven gravemente perjudicadas por la prohibición de cambiar de provincia hasta la tercera fase, salvo causa justificada como desplazamientos por trabajo. Así lo considera el Concello de Padrón, que ayer dirigió un escrito a la Subdelegación del Gobierno en el que expone que «las restricciones de movilidad entre provincias van a suponer una afectación desproporcionada a los habitantes de nuestro municipio, sin que existan razones objetivas para ello, simplemente por mero azar geográfico».

Por ello, el Ayuntamiento pide que se tengan en cuenta las circunstancias derivadas de su carácter de municipio limítrofe y se le comuniquen nuevas medidas adaptadas a la realidad de Padrón. La capital del Sar es, tradicionalmente, el centro económico de esta comarca y de parte del Baixo Ulla, con Pontecesures y Valga. El alcalde padronés, Antonio Fernández, va más allá y habla de que Padrón y Pontecesures funcionan como una unidad comercial (en Padrón hay muchos comercios que no existen en Cesures); industrial (una misma empresa tiene instalaciones en ambos lados); política, en algunos casos con convenios conjuntos de Padrón, Rois, Dodro, Cesures y Valga; e incluso servicios como el del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Padrón, cuyo ámbito de actuación acaba de ampliar la Xunta a Pontecesures y Valga.

A mayores, hay aldeas de Padrón, como Morono, Cortiñas, Confurco o Condes, cuyos vecinos deben desplazarse por territorio de la provincia de Pontevedra para ir al casco urbano de Padrón. Algo similar sucede al revés, con Grobas, ya que para ir al casco urbano de Cesures hay que pisar territorio coruñés.

En Padrón, además, compran, desde siempre, muchos vecinos de Cesures y Valga. También cursan estudios alumnos de ambos concellos pontevedreses y usan servicios sanitarios del centro de salud como el de farmacia, fisioterapia u odontología, sin contar otros como Notaría o Registro, o bancos, amén de múltiples lazos familiares.

La Voz de Galicia