La anguila y la caña del país dan para mucho en Valga.

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Durante el último fin de semana de agosto, conciertos y exhibiciones redondearán la 25 edición de estas celebraciones.

En Valga se han tomado a pecho que la Festa da Anguía y la Mostra da Caña do País hayan sido declaradas de interés turístico de Galicia. El año pasado, el Concello hizo un esfuerzo para intentar dar un nuevo aliento a estas convocatorias, que parecían haber decaído. Y de aquel esfuerzo nació la edición de este año, la número 25, que llega llena de sorpresas y, sobre todo, muy crecida.

Empecemos por el principio. Vayámonos, pues, a este fin de semana, cuando en 16 establecimientos de Valga se desplegará el «Tapa a Anguía», un concurso de tapas elaboradas a partir de este producto.

Demos ahora un salto en el tiempo. Serán solo unos días, porque ya el jueves habrá actividades enmarcadas en la gran cita gastronómica del sábado. El jueves, en el Concello, se hará una primera criba de las cañas que se han presentado a concurso. El viernes, a las cinco de la tarde, se inaugurará la feria pirata que estará funcionando todo el fin de semana en el parque Irmáns Dios Mosquera. Después, a las ocho, tendrá lugar la cata final. Y a las nueve, cada asociación del municipio abrirá los puestos con los que animan, también ellos, el cotarro festivo. A las diez y media llega el Caña Rock, esta vez con los grupos locales Sleepwalker, Black Soul Motard y Músculo.

Al día siguiente habrá demostración de destilado, se leerá el pregón -será cosa de Touriñán-, y se entregarán los premios y distinciones de la edición número 25 de la fiesta. La música de la banda municipal abrirá boca para la degustación de anguila, de cócteles de caña, y para la comida campestre. Por la tarde habrá fiesta infantil -con toboganes de agua y discoteca móvil incluida-, concentración de motos clásicas, y sonarán la música de Quercus Folk y las armas de la batalla de Casal de Eirigo. Juegos populares y más música conducirán hasta la una de la madrugada, cuando Roi Casal tomará el escenario.

El domingo habrá una serie de exhibiciones: de caballos y carrozas, de tiro y caza con arco, de agility y cetrería. La música la pondrá a media mañana la banda y por la noche se celebrará el festival Anguiando Jazz (22 horas), con la Big Band de Valga y Hot Seven.

La música se multiplica con el Caña Rock, Roi Casal y el Anguiando Jazz.

La Voz de Galicia

II XUNTANZA DE ANTIGOS ALUMNOS DO INSTITUTO DE PADR?N, ANOS 75/76

O venres 19 de xuño celebrouse a segunda xuntanza de antigos alumnos do instituto de Padrón dos anos 75/76.

Os antigos alumnos e profesores, procedentes de toda a xeografía española, foron recibidos no local do antigo instituto, hoxe centro social, por Xosé Carlos Beiró Piñeiro, Manuel Barreiro Barreiro e Antonio Tubío Piñeiro, organizadores do evento.

Rematada a recepción percorreron as rúas da vila padronesa, nun viaxe ó pasado para moitos dos asistentes, que levaban desde a súa época de estudantes sen visitar a Terra de Rosalía.

Un dos lugares visitados foi o Bar Laiño, onde se serviu un aperitivo os asistentes. Os titulares do establecemento,  Maruja e Severo, foron dous alumnos mais lembrando as vivencias destes no establecemento.

Despois do aperitivo trasladáronse o Scala onde se celebrou a cea de confraternidade. ? remate da cea proxectouse un vídeo con fotos de época do instituto, aportadas polos alumnos.

De seguido  Manuel Barreiro leu unha emotiva carta que o profesor Víctor Aragonés dirixiu ós antigos compañeiros e alumnos.

Xosé Carlos Beiró foi o encargado de recordar, cunha sentida alocución, ós profesores e alumnos que xa non están con nos.

Finalmente Antonio Tubío Piñeiro, coñecido coma Maneiro, dirixiuse ós presentes para agradecer ós profesores a súa presenza e darlle grazas a marea que fixo posible que se xuntaran mais de cen persoas neste acto.

Como anécdota mais destacable comentou a sorpresa dalgúns profesores, cando lles apareceu na porta a policía preguntando por eles, ó non dispor doutro medio para contactar con estes.

A presenza dos profesores foi a sorpresa da xornada, dado que so os organizadores tiñan coñecemento dos que ían a asistir. Os profesores resultaron tamén sorprendidos pola asistencia de compañeiros que non volveran a ver desde aquela época.

 Os profesores presentes, José Manuel Sánchez, Conchita Pose, Higinio Rodríguez, o matrimonio Angeles González e Hilario Saínz, Fita Garrido, o escritor Bernardino Graña e a directora Marisel Véliz, recibiron o cariño dos seus antigos alumnos, que lle agradeceron as súas ensinanzas, brindándolle, en pe, un prolongado aplauso cargado de simbolismo.

Destacable dos profesores foi o mozo espírito de Bernardino Graña, quen, moi minguado na súa condición física, por un recente ictus, quixo estar presente en todos os actos. E a presenza da directora, Isabel Véliz, considerada, polos seus compañeiros, como a verdadeira alma mater daquel grupo de mozos profesores que, con moi poucos medios, puxeron en marcha  o recen creado instituto de Padrón.

A cea finalizou cun brindes polas moitas boas cousas que o Instituto de Padrón aportou as vidas dos presentes, entre elas o poder gozar da xuntanza que se estaba a celebrar.

? remate da cea os mais festeiros trasladáronse a discoteca do hotel, onde permaneceron ata altas horas da madrugada.

Galería de fotos:

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Chanteclair y los 35 años de un clásico reinventado.

Empezó como un sueño. El sueño de Jaime Besada, un vecino de Poio que a finales de los años setenta se empeñó en abrir una sala de fiestas. No le resultó muy difícil contagiar su entusiasmo a su hermano Manuel, otro apasionado de la música. Y a sus cuñados José Villanueva y Juan Sousa. Los cuatro unieron fuerzas y alumbraron, en 1979, la sala de fiestas Chanteclair. Han pasado 35 años. Treinta y cinco motivos para organizar una fiesta como la que se celebrará hoy en el edificio con forma de cajón de guitarra de Pontecesures.

Cuando caiga la noche, abrirá fuego la orquesta Jerusalén, que abrirá camino para El Combo Dominicano. Tras esta actuación, la música seguirá hasta que cante el gallo de la mano del dj residente Álex Sas y del invitado Marcos Magán. Todos ellos pondrán la banda sonora a una velada que es doblemente especial. Porque, además de celebrar los 35 años de historia de Chanteclair, también se celebra la vuelta a la dirección de quienes fundaron la sala de fiestas y de sus hijos.

Ahora son el veterano Manuel y el joven Josechu Villanueva los que llevan el peso de dirigir una sala del tamaño, la fama y la historia de Chanteclair. Su objetivo es recuperar la senda que siguió el local hasta el año 2000, cuando decidieron alquilarla. «Pero los inquilinos no la cuidaban», cuenta Manuel. Así que decidieron volver a tomar posesión de este templo de la música y el ocio nocturno, por el que a lo largo de casi cuatro décadas han pasado cientos de artistas. «El que tuvo más éxito fue Juan Pardo», dice Manuel haciendo memoria. Pero hay muchos otros nombres que recordar. Los Pecos, Albano, Tequila, Rocío Dúrcal, Manolo Escobar, Enrique y Ana o Los Marismeños fueron algunas de las estrellas que iluminaron este local . «Antes no había demasiados recintos adecuados para hacer grandes actuaciones», apunta Josechu.

Bailando al calor de estas músicas nacieron muchas historias de amor. Y es que una de las claves del éxito de la discoteca es «el sitio donde está», justo donde Pontecesures linda con Valga. «Habíamos mirado otros lugares. En Padrón, y en Valga, pero no llegamos a acuerdos. Y fue mejor para nosotros». Los 2.000 metros cuadrados de Chanteclair están a medio camino de todos lados. Así que hasta ella llegaban clientes llegados desde el Barbanza, desde Negreira, desde todos los rincones de la provincia de Pontevedra… «Y saliron de allí muchísimas parejas. Hay muchos matrimonios de gente de Rianxo con gente de A Estrada que se conocieron aquí».

Si el lugar elegido para abrir la sala de fiestas fue un acierto, otro tanto se pude decir del sistema de autobuses que se puso a disposición de los clientes. Diez líneas -todas ellas reflotadas ahora con la reentrada de la dirección original- «recorrían todos los rincones y corredoiras de cincuenta kilómetros a la redonda» para que nadie se tuviese que quedar en casa. Josechu confía en que la idea, revolucionaria en su día, vuelva a funcionar ahora. Y es que la intención de los propietarios es que el canto del gallo más marchoso de toda Galicia vuelva a sonar con fuerza en la noche.

De momento, todos son buenos augurios. «Se nota que los jóvenes tienen ganas de bailar, de volver a disfrutar bailando», recalca Josechu Villanueva, que ayer trabajaba a reo para que esta noche todo salga a pedir de boca. «La música en directo es un puntazo, no debería acabarse nunca. Hubo unos años en los que parecía que se había terminado, pero la gente vuelve a tener ganas de ella». Y para eso está Chanteclair, una sala de fiestas que tomó su nombre de un cabaré de Beirut. «Al principio, el alcalde de Pontecesures nos sugirió que le llamásemos La Bella Otero. Pero entonces la mujer tenía muy mala fama por aquí, y pensamos que a lo mejor llamarle así al local causaba alguna confusión».

Así que dejaron a un lado a Carolina Otero y apostaron por el gallo cantor cuya imagen está grabada en la retina de generaciones enteras de gallegos. Y lo que queda por llegar. Porque, si algo está claro, es que Chanteclair es uno de esos clásicos que nunca mueren.

La Voz de Galicia