Con decepción recibimos
la noticia de que fue suprimido el servicio de venta, por ventanilla,
de billetes en varias estaciones gallegas y que nos recuerda lo
sucedido hace muchos años con el cierre de las estaciones de Padrón,
Catoira y Pontecesures. Un paso más que nos indica que parece que
solo interesa potenciar el uso del ferrocarril en las grandes
ciudades dejando abandonados a los usuarios de las otras ciudades y
de las pequeñas villas.
Resulta curioso que se diga que los viajeros van a poder retirar los billetes por internet, en máquinas a colocar en las estaciones, en Correos o a través del interventor a bordo del tren. ¿Cómo van a utilizar los usuarios en el Eje Atlántico las tres primeras opciones?. Lógicamente subirán al convoy y como la mayoría de los trenes que circulan por la vía convencional no llevan interventor pues viajarán gratis y punto. Yo mismo llevo prácticamente viajando gratis mucho tiempo en el primer tren que sale de Pontecesures con dirección a Vigo. Desde el verano pasado el tren solo trae interventor un día o dos a la semana . Pero esto sucede en la mayoría de los trenes que circulan por la vía convencional y después nos dicen que no tenemos viajeros suficientes. Cómo van a constar en las cifras oficiales si no se computan.
En fin, que seguimos en
Padrón, Catoira y Pontecesures con las estaciones descuidadas, sin
baños para poder utilizar, con maleza y suciedad en la zona de
jardines y andenes, con escaso mobiliario urbano y con megafonía y
señalización alfanumérica solo en la primera.
Pasa el tiempo y sin “mesas de diálogo” o “consultas”, se toman decisiones unilaterales que son auténticos recortes por mucho que se quieran disfrazar. Mucho defender la España vaciada y las convenciones del cambio climático pero en realidad se perjudica a los poblaciones más pequeñas y no se potencia el uso del ferrocarril que es el medio de transporte menos contaminante.
Cierra Casa Emilio en Catoira, uno de los clásicos de la cocina en la
comarca. Este podría haber sido su último fin de semana a mesa puesta
después de una trayectoria de décadas como referencia en la gastronomía
local. El cierre es inminente según confirmó su propietario José, aunque
ayer todavía no tenía muy clara la fecha exacta de la despedida. «O luns ou o martes, non sabemos aínda»,
explicaba en medio de la urgencia que imponía la hora. La llamada de La
Voz llegó al mediodía, el momento de más trasiego en la cocina, donde
su mujer, Clotilde estuvo al pie del cañón hasta el último momento. Con
Casa Emilio se va una de las referencias a la hora de degustar la
afamada lamprea del Ulla y de otras exquisiteces en pescados, mariscos y
carnes, todas con el sello de la cocina casera.
Por su salón, en la plaza de la estación, han pasado miles de clientes, que tan pronto acudían a Catoira con el pretexto de una comida de trabajo como para celebrar un banquete o la cena de Navidad. No siempre fue así. Casa Emilio empezó siendo una tienda de comestibles y taberna de chiquiteo en la que saciaban el hambre los obreros de las fábricas de Catoira y los marineros de los galeones que transportaban la madera río arriba. Pero, tal y como nos ilustraba J. R Alonso de la Torre en uno de sus indispensables callejones del viento que publica este diario cada domingo, su historia se remonta a mucho atrás, 1910, cuando José Guillán, un emigrante retornado de América, puso una casa de comidas al lado de la estación de ferrocarril. Su hija Ángela cogió el testigo, y ya casada con Emilio Rodríguez, abrió la casa del mismo nombre. Su cocina creó escuela y de allí surgiría el germen de Casa Hipólito y de Casa Suso. Ahora, en el ocaso del 2019, Casa Emilio pone punto y final a una historia de buen comer.
Pasa el tiempo y no se coloca el mobiliario urbano en la estación de FF.CC. de Pontecesures. Permanecen tres asientos contados en el andén principal y una papelera destartalada. Cada vez tenemos más usuarios del ferrocarril en la estación y en lugar de incentivarse el uso del servicio, los viajeros tienen que soportar todo tipo de incomodidades en las instalaciones. El nuevo techo de la marquesina aún presenta alguna filtración de agua, no se coloca la megafonía ni las pantallas con los horarios que van llegando los trenes, como hay, por ejemplo, en la estación de Padrón, y el mobiliario urbano más elemental brilla por su ausencia.
odas estas cuestiones fueron comunicadas al ADIF en varias ocasiones. Esperemos que algún día se acuerden de nosotros. Bien está que se inviertan cantidades elevadas de fondos en las estaciones de las grandes ciudades, pero el transporte de viajeros por la vía convencional con estaciones cerradas en villas y poblaciones medias y pequeñas (Pontecesures, Padrón, Catoira y otras) bien merecen un estado de conservación digno. El apoyo al transporte público y a los trenes de proximidad que proclaman las fuerzas políticas esperemos que no se quede en meras palabras bonitas.
Luis Ángel Sabariz Rolán Exconcejal de Pontecesures
Lleno de ilusión y capacidad emprendedora, lleva toda una vida dedicándose al trabajo // Su trayectoria está ligada a la formación y a la vocación de crear empleo y riqueza para el país.
Andrés Quintá Cortiñas na- ció en una casa de labrado- res,
carpinteros de carros y otros trabajos en madera en Arretén, parroquia
de Iria Flavia (Padrón). Se formó en la disciplina del judo y la dureza
del trabajo. Con solo 14 años, entró de aprendiz de herrero en una
forja.
Reconoce que ha aprovechado «todas las oportunidades, como el
servicio militar, donde me destinaron en un taller/academia del Ejército
en Madrid y me diplomé con honores» en 1962, año en que se enroló en la
Marina, «embarcando en San Sebastián como engrasador en un barco de
pesca, un trabajo duro y peligroso que me hizo tomar conciencia de la
necesidad de establecerme por mi cuenta». Sería a mediados del año 63
cuando cree un taller de forja y, «con la importante ayuda de mis
colaboradores, fui levantando» el grupo.
Durante más de 50 años acumulando experiencias profesionales y
personales, afirma que «la juventud es la semilla del futuro». Apunta
que «la vida es una difícil travesía que hay que emprender con enseñanza
continua e imparable, pues el aprendizaje es clave para formar personas
y empresas. Por ello, durante mis años en el oficio de industrial,
siempre he transmitido mis humildes conocimientos a cientos de
trabajadores. A ellos he aportado mi experiencia y mis enseñanzas, dando
una gran riqueza de industriales y técnicos de un gran valor y lealtad
al trabajo». De hecho, está convencido de que quien «es un auténtico
empresario, mantiene su espíritu emprendedor hasta el final», según
concreta.
Extrugasa, a día de hoy, se ha convertido en un referente mundial en
el sector del aluminio. «Fuimos iniciadores en Galicia de una actividad
con gran demanda de futuro y una estabilidad y crecimiento de puestos de
trabajo y riqueza que hemos ido agrandando a través de la invención en
patentes y modelos industriales exclusivos, que se extendieron a otros
países y que han hecho que tengan presencia en los cinco continentes a
través de nuestra red de comercialización en ámbito mundial».
La compañía, asentada en 400.000 m2 y con 112.000 m2 construidos, se
ha convertido en una corporación líder en España y reconocida como una
de las número uno en Europa en extrusión, acabado y mecanizado de
perfilería de aluminio, en sectores tan diversos como arquitectura,
industria, automoción, ferrocarril, aeronáutica y naval.
Sus actividades, con una plantilla de más de 700 trabajadores, están basadas en proyectos de ingeniería e investigación tecnológica que han generado patentes de innovación registradas en los cinco continentes y que se comercializan a través de once almacenes propios.
Hoy sigue innovando y diversificando la actividad, diseñando y
descubriendo nuevos mercados y recursos. De ahí, su apuesta en el sector
de la acuicultura con plataformas sumergibles y de superficie para
cultivos marinos a través de Extrumar.
La carrera profesional de Quintá, dice, está ligada a la «formación y a la vocación de crear empleo y riqueza para nuestro país». Se nota.
implicado en temas sociales. Quintá no solo se preocupa por el bienestar de sus colaboradores, sino que su implicación se extiende a asuntos de trascendencia social, como el apoyo que brin- da a la Guardia Civil y a los Ejércitos Naval, Terrestre y Aire, y la labores de fomento de la cultura, educación, empleo, gastronomía, religión, deporte y respeto y cuidado del medioambiente.
Afirma este emprendedor que es imprescindible contar con «la necesidad de superarse día a día, el esfuerzo y la capacidad de anticiparse al futuro. Estas virtudes están en uno mismo, nacen con uno y no se aprenden en universidades ni en centros formativos. Hay quien dice que el éxito es hijo de la audacia, la perseverancia y el trabajo, y no voy a contradecirlo», apunta.
Pero además, ha sabido conjugar muy bien «la austeridad, la paciencia, el buen gobierno y calcular sus posibilidades», que «son los mejores consejeros que un empresario puede tener a la hora de poner en marcha un proyecto ambicioso».
premios. Quintá ha recibido importantes reconocimientos en el mundo de la industria, la economía, el deporte y la sociedad, en general. «Me enorgullezco de haber sido honrado con la Medalla Castelao, el Premio de Investigación de Galicia, el Premio Provincia de Pontevedra, el Premio al Mejor Empresario del Año por la Asociación de Jóvenes Empresarios de Pontevedra, el Premio a la Contratación Femenina de AEVU, he sido homenajeado por las trabajadoras de mi empresa y he sido nombrado Arosano del Año en dos ocasiones», entre otros reconocimientos.
Lleno de ilusión y capacidad emprendedora, lleva toda una vida dedicándose al trabajo. Y por haber llegado a la cima y, lo más difícil, mantenerse sobre ella, Andrés Quintá entra a formar parte del selecto club Gallegos del Año.
Logo de colocarse hai uns tres meses un novo teito da marquesina continuaba a caer auga no andén principal da estación, e así comunicouse ao ADIF que era necesario substituir as baixantes do edificio da estación e reparar a canalización das augas no teito da marquesina para evitar as filtracións. Pois ben; no día de onte comezaron os traballos solicitados para satisfacción de todos.
Ao parecer vaise mellorar nos vindeiros días a iluminación na entrada aos andéns dos usuarios qie acceden ao recinto dende a Praza do Coche de Pedra ou do Camiño da Portiña.
Quedamos á espera de que nos instalen os novos bancos e as novas papeleiras nos andéns. Este mobiliario urbano é moi necesario.
En fín, aínda con lentitude e a golpe de arreóns vanxe arranxando as instalacións cuestión básica para a potenciación do servizo de ferrocarril na nosa vila.
Por último, hai que facer un chamamento para que se coiden as instalacións, Non hai moito elimináronse as «pintadas» da fachada, pero aos poucos días actuaron os gamberros reaparecendo as inscricións. Onte pintouse de novo o edificio. Esperemos que non sexa atacado unha vez máis.
Los datos manejados por Renfe confirman una desproporción entre los pasajeros que llegaron a Pontecesures, Catoira y Padrón y los que se fueron desde estos lugares.
Luis Sabariz Rolán, el que fuera
concejal en Pontecesures y portavoz de la comisión en defensa del tren
de cercanías, se aferra una vez más a los datos oficiales que maneja
Renfe, en este caso correspondientes a 2018, para volver a alertar de que la carencia de despacho de billetes en los apeaderos del Ullán hace que miles de personas viajen gratis. En
esta ocasión cifra en 25.000 el número de usuarios que durante el
pasado ejercicio no pagaron billete al subirse al tren en Pontecesures,
Catoira o Padrón, y achaca esto a una escasez de supervisores suficientes con los que controlar la situación o expedir billetes a bordo, ya que en las citadas estaciones no hay oficinas o máquinas expendedoras en las que adquirirlos.
Un desfase que podría tener consecuencias
El
desfase existente entre los viajeros que llegan al Ullán y los que se
van puede parecer una cuestión menor, y desde luego una ventaja para los
usuarios que se ahorran el coste del billete. Pero el temor de
Luis Sabariz, y de muchos como él, es que la existencia de estadísticas
«irreales» haga cuestionar el servicio ferroviario de proximidad y acabe mermándolo, o incluso aniquilándolo. Los datos facilitados por Renfe Comercial a los que alude Sabariz dicen en 2018 emplearon las tres estaciones 97.286 personas, de las cuales bajadas en tales apeaderos 61.838, mientras que las subidas computadas fueron solo de 35.448.
«Una desproporción imposible»
«Obviamente,
es una desproporción imposible», alega Sabariz, convencido de que «el
número real de subidas fue muy superior al facilitado». Buen conocedor de este servicio de transporte, que utiliza casi a diario, el pontecesureño relata que «como
en las tres estaciones no se despachan billetes, la ausencia de
interventores en muchos trenes motiva que, en muchas ocasiones, los
usuarios viajen gratis». A lo que añade que «tampoco se
computaron las bajadas en Pontecesures, Catoira y Padrón de viajeros
procedentes de otras estaciones del trayecto A Coruña-Vigo en las que no
se expiden billetes, como Cerceda, Órdenes o Arcade, ni tampoco las subidas y bajadas de los usuarios que circulan entre las tres poblaciones cuando el tren no trae interventor».
Los usuarios van a más
A
modo de ejemplo esgrime que resulta imposible «que en Pontecesures
bajen procedentes de Vilagarcía 5.063 viajeros y solo suban para dicha
ciudad 2.505; y tampoco es posible que bajen procedentes de Santiago
9.174 viajeros y solo suban para la capital de Galicia 3.897 personas». De este modo Sabariz pone el foco de atención en un problema que denuncia desde hace muchos años y le hace temer por la continuidad del servicio de cercanías. El
consuelo que parece quedarle, al menos, es que a pesar del desfase
antes aludido el número de usuario crece, ya que «en 2017 se computaron
93.796 subidas y bajadas (35.699 y 58.097, respectivamente), frente a
las 97.286 (61.838 subidas y 35.448 bajadas) registradas el año pasado».
Comparativa
Al
hacer la comparativa para tratar de demostrar que el tren de proximidad
es necesario en el Ullán, Luis Sabariz abunda en que Pontecesures pasó
de 17.243 bajadas en 2017 a las 18.355 del año pasado; las de Catoira se
elevaron de 19.243 a 21.554 y Padrón, creció desde 21.611 a 21.929
usuarios llegando a su estación». Son diferentes las cifras referidas a los «embarques», la cuales «nos perjudican desde el punto de vista estadístico».
Y esto es así porque al no expedirse billetes es como si los vecinos
del Ullán no usaran el tren tanto como en realidad lo hacen. A su
juicio, «los usuarios crecen día a día, y habría que añadir los bonos
mensuales y los ‘bonos 10’, también utilizados por viajeros de estas
villas».
Potenciación
Termina diciendo que «la potenciación del ferrocarril por la vía convencional es fundamental» e insiste en pedir que se solventen las deficiencias en los andenes tantas veces denunciadas, pues «motivan incomodidades a los usuarios». Por todas estas razones, y porque «recientemente se anunció la electrificación de este tramo de vía convencional, lo cual es una magnífica noticia», Luis Sabariz termina pidiendo a las Administraciones públicas «que no todo se quede en buenas palabras y que apoyen y fomenten el uso del tren de proximidad, por razones económicas, ecológicas y se seguridad».